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Insultar

Insultar. Encuentra docenas de insultar con fotos para copiar y compartir.


¡Como si se pudiera matar el tiempo sin insultar a la eternidad!


Henry David Thoreau


La botánica no es una ciencia; es el arte de insultar a las flores en griego y latín.


Jean Baptiste Alphonse Karr




¿Tú has visto los medios de comunicación, cómo me critican a mí? Y hasta me insultan. Yo me río. Libertad hasta para insultar al presidente hay aquí


Hugo Chávez


La pornografía es el intento de insultar al sexo, de ensuciarlo


D. H. Lawrence


INSOMNIO

Ya habían pasado dos horas desde que decidí acostarme en mi angosta cama de plaza y media y aún no podía conciliar el sueño. Solo daba vueltas sobre ella sin poder pegar un solo ojo, las piernas me hormigueaban por la desesperación, estaba inquieto pensando en el momento en que me quedaría dormido; pero nada de nada, seguía con los ojos abiertos y sin lograr el ansiado placer del dormir.
No sé a qué hora me dormí, pero en algún momento lo pude hacer. Eran ya casi las tres de la mañana cuando me volví a levantar pegando un grito que estremeció la habitación en la que me había instalado. Mi cuerpo estaba temblando, sudoroso, agitado y desesperadamente temeroso. Las cosas que me habían sucedido en el anhelado sueño que perseguía fueron desastrosas, en él me vi observando la persecución de una bella mujer a la que acusaban las mujeres del pueblo de haberse metido con sus esposos, ella corría despavorida intentando no ser atrapada por la enardecida turba y así lograr escapar de una paliza segura.
_ ¡Maldita mujerzuela!_ le gritaban desaforadamente.
Mientras que ella solo atinaba a temblar y a pedir perdón: _ ¡Por favor, perdónenme!, lo siento mucho.
Sin embargo la turba descontrolada no escuchaba las súplicas de Fiorela, ese era el nombre de la infortunada, y en ese momento empecé a recordarla; con razón su cara se me hacía conocida, ella era la hermana de mi compañera del colegio, Sofía. Esta chica, unos años mayor que yo, se había ido del pueblo a trabajar a la provincia, ya hace un buen tiempo que no la veía, pero supe que se había vuelto un poco creída y arrogante porque estaba ganando una buena plata.
Volviendo al tema, yo estaba atónito por lo que sucedía, ella me miraba fijamente a los ojos como interrogándome por no ayudarla a salir de ese problema en el que se había metido…de pronto la mujer de los cabellos rubios logra subir por los techos de las casas y en su intento por seguir su huida, cae pesadamente sobre el pavimento, pero en su descenso pude ver que su mirada seguía clavada mí; esa mirada quedó grabada en mi mente como una pintura imborrable. En ese instante me retiré haca mi casa y sin saber cómo aparecí caminando por el lomo de una pared de adobes, ésta era lo suficientemente ancha como para poder caminar, sin darme cuenta ella apareció detrás de mí. Venía volando hacia donde estaba yo, era su alma, sí su alma tétrica y fantasmal que se reía emitiendo grandes carcajadas; luego pude divisar que en su mano derecha llevaba un filoso cuchillo de grandes proporciones. Me empezó a insultar y a lanzarme amenazas:
_ Te voy a matar infeliz, tú dejaste que me pasara esto, por tu culpa yo ahora estoy muerta._
Las palabras ahogadas por la desesperación quedaron atrapadas en mi garganta y por más que intentaba gritar, pedirle perdón o clamar por ayuda no lograba hacerlo, sin embargo ella se acercaba más y más, sus ojos echaban chispas, sus labios exageradamente pintados parecían los de un pobre payaso; ya estaba muy cerca y seguía vociferando:
_ Maldito, eres un maldito. Te voy a clavar este cuchillo en el centro de tu corazón y te voy a ver morir desgraciado… ¡Muérete…!
_ ¡Noooooooooooooooooooo!_
Fue un grito profundo y horroroso, sentí el filo del brillante cuchillo, introducirse en mi pecho frágil y agitado. Aún temblando por esa indeseable experiencia, me senté en el borde de la cama, mis latidos acelerados galopaban desbocados en mi cuerpo. Luego me levanté, fui al baño, lavé mi cara, miré alrededor y regresé a la cama; solo había sido un mal sueño convertido en una malísima escena de terror.


Juancho


Aquí está Mike Wallace, que es visible para el público, y yo he estado observando desde principios de los años 50. Fumar una tormenta y insultar a sus invitados y ser absolutamente maravillosamente malvada y encantadora también.


Christopher Plummer




No voy a insultar tu inteligencia al sugerir que realmente crees lo que acabas de decir.


William F. Buckley Jr.


Si hubieran dicho mi escritura no era lo suficientemente bueno, justo lo suficiente, eso es una opinión. Pero decir que es demasiado complejo es insultar la inteligencia de los llamados jóvenes.


Tanith Lee


Es una tendencia a insultar Wale, al igual que lo hace fresco en Internet, y una parte de ella se debe a que respondo.


Wale




La honestidad ha llegado a significar el privilegio de insultar a su cara sin esperar compensación.


Judith Martin


Para insultar a alguien le llamamos "bestia". Para la crueldad deliberada y la naturaleza, "humano" podría ser el mayor insulto.


Isaac Asimov


Insultar a todos tus contactos en las redes sociales y luego decir que alguien se ha metido en tu cuenta.




Acuso a mi tierra natal de insultar a la majestad celestial con la burla más grosera que haya sido jamás exhibida al hombre.


William Lloyd Garrison




Ahora me dedicaré a embriagarme, y a insultar a tantos músicos de los 80's como sea humanamente posible.


Noel Gallagher


En TV3 pueden dedicarnos hasta tres cuartos de hora, siempre que Cuní me manda una cámara de TV3 le digo que no, porque para que me manipulen ni hablar. Me pueden insultar lo que quieran, me sirve de propaganda, tenemos más audiencia en Barcelona que nunca y cada vez tenemos más


Federico Jiménez Losantos


La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan.


Platón