José maría rilke
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Dios está en todos los hombres, pero no todos los hombres están en Dios: Por eso sufren.
Rainer MarÃa Rilke
Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el peligro, de quien ha ido hasta el extremo de la experiencia, hasta el punto que ningún humano puede rebasar. Cuanto más se ve, más propia, más personal, más única se hace una vida.
Rainer MarÃa Rilke
El amor consiste en dos soledades que se protegen, limitan y procuran hacerse mutuamente felices.
Rainer Maria Rilke
En la vida no hay clases para principiantes. En seguida exigen de uno lo más difícil.
Rainer Maria Rilke
Creo que con sus sentimientos y su trabajo que está tomando parte en la más grande, el más fuerte se cultiva esta creencia, más van a la realidad y el mundo salir de ella.
Rainer Maria Rilke
Querido amigo: ¿usted no ve como todo lo que sucede es siempre un comienzo? ¡Y comenzar, en sí, es siempre tan hermoso! Deje que la vida le acontezca. Créame: la vida tiene razón en todos los casos
Rainer Maria Rilke
¿Es posible que a pesar de las invenciones y progresos, a pesar de la cultura, la religión y el conocimiento del universo, se haya permanecido en la superficie que, después de todo, aún habrá sido algo; que se le haya recubierto de un tejido increíblemente aburrido, que le hace parecerse a muebles de salón en vacaciones de verano?
Rainer Maria Rilke
Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.
Rainer MarÃa Rilke
Para uno amar a otro ser humano: esto es tal vez la más difícil de todas las tareas, la última, la última prueba y la prueba, el trabajo para el resto del trabajo no es más que la preparación.
Rainer Maria Rilke
Una vez que la realización se acepta que, incluso entre los seres humanos más cercanos infinitas distancias siguen, un maravilloso viviendo lado a lado puede crecer, si tienen éxito en amar a la distancia entre ellos, que hace posible que cada uno de ver el otro conjunto contra el cielo.
Rainer Maria Rilke
El futuro entra en nosotros, con el fin de transformarse en nosotros, mucho antes de que suceda.
Rainer Maria Rilke
Todo está floreciendo lo más imprudentemente, si se tratara de voces en vez de colores, habría el chillar increíble en el corazón de la noche.
Rainer Maria Rilke
¿Quién no se ha sentado delante de la cortina de su propio corazón? Se levanta, y el paisaje se está cayendo a pedazos.
Rainer Maria Rilke
Todas las emociones son puras que recogen y te levante, que la emoción es impuro, que abarca solo una parte de su ser y lo que distorsiona.
Rainer Maria Rilke
Quizás todos los dragones de nuestra vida son princesas que solo están a la espera de vernos una vez hermosa y valiente.
Rainer Maria Rilke
Amar es una oportunidad, un motivo sublime que se ofrece a cada individuo para madurar y llegar a ser algo en sí mismo, para volverse mundo.
Rainer MarÃa Rilke
Es un tremendo acto de violencia para iniciar nada. Yo no soy capaz de comenzar. Simplemente me salto lo que debería ser el principio.
Rainer Maria Rilke
Este es el milagro que sucede cada vez que los que aman, lo hacen de verdad: cuanto más se da, más poseen.
Rainer Maria Rilke
Es bueno ser solitaria, la soledad es difícil, es difícil que algo tiene que haber una razón más para que lo hagamos.
Rainer Maria Rilke
Sin duda, todo arte es el resultado de uno de haber estado en peligro, de haber pasado por una experiencia que todo el camino hasta el final, donde nadie puede ir más allá.
Rainer Maria Rilke
He rezado por mi niñez, y ha vuelto a mí, y siento que sigue siendo tan pesada como antes, y que no ha servido de nada hacerme mayor.
Rainer MarÃa Rilke
Si tu vida diaria parece pobre, no echarle la culpa, culpar a ti mismo que no eres poeta suficiente para suscitar sus riquezas, porque el Creador, no hay pobreza.
Rainer Maria Rilke
Entre el día y el sueño estoy en casa
donde duermen los niños, tibios de correrías
y los viejos se sientan por la tarde,
y arden hogares y su espacio alumbran.
Entre el día y el sueño estoy en casa
donde suenan campanas de oración
y muchachas, cohibidas por ecos que se extinguen,
se apoyan fatigadas en el brocal del pozo.
Y hay un tilo, que es mi árbol predilecto:
y todos los veranos que en él callan
se vuelven a mover en las mil ramas
y entre el día y el sueño vuelven a despertar.
donde duermen los niños, tibios de correrías
y los viejos se sientan por la tarde,
y arden hogares y su espacio alumbran.
Entre el día y el sueño estoy en casa
donde suenan campanas de oración
y muchachas, cohibidas por ecos que se extinguen,
se apoyan fatigadas en el brocal del pozo.
Y hay un tilo, que es mi árbol predilecto:
y todos los veranos que en él callan
se vuelven a mover en las mil ramas
y entre el día y el sueño vuelven a despertar.
Rainer Maria Rilke
En La Agonía Romántica
En el mismo escenario
donde hasta avanzado el siglo
los enamorados todavía se buscaban
y estrechaban por lo idílico,
posándose
"cada día sobre la ramita
que puede morir",
elevóse gradualmente un marco
de gustos crepusculares,
por las prostitutas de lujo
titilante rococó,
baudelaireanas correspondencias,
y allí acechaban
las Lou Andreas Salomé, Alma Malher,
proponiendo que a partir de sus romances,
exaltación de luminarias en ciernes
(el casto Nietzsche, Rilke el joven,
atraídos hacia la órbita de un texto
diáfano ya la vez temible),
caducarían todos los estereotipos
femeninos hasta entonces conocidos,
y en trance ya de esfumarse
para siempre hasta el más leve
rastro del bíblico infundio
que asegura que la mujer no tiene
potestad sobre su cuerpo.
De "Obra poética IV"
En el mismo escenario
donde hasta avanzado el siglo
los enamorados todavía se buscaban
y estrechaban por lo idílico,
posándose
"cada día sobre la ramita
que puede morir",
elevóse gradualmente un marco
de gustos crepusculares,
por las prostitutas de lujo
titilante rococó,
baudelaireanas correspondencias,
y allí acechaban
las Lou Andreas Salomé, Alma Malher,
proponiendo que a partir de sus romances,
exaltación de luminarias en ciernes
(el casto Nietzsche, Rilke el joven,
atraídos hacia la órbita de un texto
diáfano ya la vez temible),
caducarían todos los estereotipos
femeninos hasta entonces conocidos,
y en trance ya de esfumarse
para siempre hasta el más leve
rastro del bíblico infundio
que asegura que la mujer no tiene
potestad sobre su cuerpo.
De "Obra poética IV"
Alberto Girri