La igualdad del hombre segun jose marti
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La justicia, la igualdad del mérito, el trato respetuoso del hombre, la igualdad plena del derecho: eso es la revolución.
José MartÃ
Contra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombre, solo el cielo.
José MartÃ
En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre.
José MartÃ
No es que los hombres hacen los pueblos, sino que los pueblos, con su hora de génesis, suelen ponerse, vibrantes y triunfantes en un hombre.
José MartÃ
No nos maltraten, y no se les maltratará. Respeten, y se les respetará. Al acero responde el acero, y la amistad a la amistad.
José MartÃ
Un pueblo no es independiente cuando ha sacudido las cadenas de sus amos, empieza a serlo cuando se ha arrancado de su ser los vicios de la vencida esclavitud, y para patria y vivir nuevos, alza e informa conceptos de la vida radicalmente opuestos a la costumbre de servilismo pasado, a las memorias de debilidad y de lisonja que las dominaciones despóticas usan como elementos de dominio sobre los pueblos esclavos.
José MartÃ
Se abren campañas por la libertad política; debieran abrirse con mayor vigor por la libertad espiritual; por la acomodación del hombre a la tierra en que ha de vivir.
José MartÃ
. . . Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria.
José MartÃ
Ni la política ha de ser arte de escarceos, retazos y tráficos, ni es digno de confianza de su país el que mira más a parecer bien a sus adversarios -por sus seguridad y gloria de hombre hábil-que a intentar y realizar todas las mejoras que crea beneficiosas a su pueblo.
José MartÃ
El hombre necesita sufrir. Cuando no tiene pesares reales los crea. Los pesares lo purifican y lo preparan
José MartÃ
Cuando la política tiene por objeto, bajo nombres de libertad, el reemplazo en el poder de los autoritarios arrellanados por los autoritarios hambrientos, el deber del hombre honrado no será nunca, ni aun con esa excusa, el de echarse a un lado de la política, para dejar que sus parásitos la gangrenen.
José MartÃ
Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, o no es honrado.
José MartÃ
El hombre ama la libertad, aunque no sepa que la ama, y anda empujando de ella y huyendo de donde no la halla.
José MartÃ
Todo hombre verdadero debe sentir en su mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de otro hombre
José MartÃ
Todo hombre es la semilla de un déspota; no bien le cae un átomo de poder, ya la parece que tiene al lado el águila de Júpiter, y que es suya la totalidad de los orbes.
José MartÃ
Si hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos.
José MartÃ
Don José es un hombre que, a fuerza de tener que aguantar a su mujer, había conseguido llegar a vivir horas enteras, a veces hasta días enteros, sin más que decir, de cuando en cuando, ¡hum!, y al cabo de otro rato, ¡hum!, y así siempre. Era una manera muy discreta de darle a entender a su mujer que era una imbécil, pero son decírselo claro.
Camilo José Cela
Se ha de tener fe en lo mejor del hombre, y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele. Si no, lo peor prevalece.
José MartÃ
Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de morirme quiero echar mis versos del alma.
José MartÃ
Todo ser humano tiene dentro de sí un hombre ideal, al igual que todas las piezas de mármol contiene en bruto una estatua tan bella como la que el griego Praxiteles hizo del dios Apolo.
José MartÃ
Raro don es la justicia. Todo hombre tiene un poco de león, y quiere para sí en la vida la parte del león. Se queja de la opresión ajena; pero apenas puede oprimir, oprime. Clama contra el monopolio ajeno; pero apenas puede monopolizar, monopoliza: No en balde, cuando el libro de los hebreos quería dar nombre a un varón admirable lo llamaba un justo
José MartÃ
Cada pueblo se cura conforme a su naturaleza, que pide diversos grados de la medicina, según falte éste u otro factor en el mal, o medicina diferente. Ni Saint-Simon, ni Karl Marx, ni Marlo, ni Bakunin. Las reformas que nos vengan al cuerpo. Asimilarse lo útil es tan juicioso, como insensato imitar a ciegas.
José MartÃ
Todas las grandes ideas de reforma se condensan en apósteles y se petrifican en crímenes, según en su llameante curso prendan en almas de amor o en almas destructivas.
José MartÃ