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Laurel

Laurel. Encuentra docenas de laurel con fotos para copiar y compartir.


Por la Cruz, por la Patria y su gloria denodados al campo marchemos: si nos niega el laurel la victoria, del martirio la palma alcancemos.


Juan Pablo Duarte


Una corona de laurel es una corona de espinas revestida de hojas.


Arthur Schopenhauer




Las coronas de laurel son arrebatadas por un soplo de brisa; contra las coronas de espinas, nada puede la tempestad.


Friedrich Hebbel


Esta ciudad no se aplaca con fuego, este laurel con rencor no se tala. Este rosal sin ventura, este espliego júbilo exhala


Miguel Hernández


Que las armas cedan a la toga y el laurel se conceda a los méritos


Cicerón


Aprendí en el negocio del juego de ordenador desde el principio que todos los sentidos no son iguales. El mejor ejemplo es, que estás escuchando una obra de radio y se está conduciendo por la carretera, y de repente te das cuenta de que no has visto el camino en cinco minutos. Es debido a que su corteza visual ha estado de fiesta con su imaginación, básicamente.


Brenda Laurel




Siempre he disfrutado de viajar y tener experiencias con diferentes culturas y personas diferentes. Pero también es una cosa maravillosa para poder beneficiar y permitir la investigación, no solo en nuestro país sino en todo el mundo.


Laurel Clark


Estamos pensando en ciencias de la Tierra, la observación de nuestro planeta. También la ciencia espacial, mirando el ozono en la atmósfera alrededor de la Tierra. También busca en ciencias de la vida. Y en un nivel humano, utilizando como sujetos de prueba.


Laurel Clark


La realidad siempre ha sido demasiado pequeño para la imaginación humana. Siempre estamos tratando de trascender.


Brenda Laurel




Humor siempre ha sido importante para mí. Si hay un escudo de la fe que se puede mantener con dificultades, el humor es el recubrimiento de teflón.


Laurel Lea


Una ofensa personal es como un rasguño en un disco fonográfico. No me podía mover mis pensamientos más allá de mi dolor. Se repetía, como si estuviera atrapado dentro de sus ranuras. Solo había una manera de jugar más allá de ella. Tuve que perdonar, por lo que mi corazón podría tomar la forma de nuevo.


Laurel Lea


Si alguien en mi funeral tiene una cara larga, nunca voy a hablar con él de nuevo.


Stan Laurel


Aparte de la maternidad, los ocho años que pasé en la Universidad de Wisconsin, Madison, tengo recuerdos muy gratos de. Es un lugar hermoso, con cuatro estaciones bien arriba en Wisconsin. Y la gente realmente maravillosos.


Laurel Clark




A la enfermedad y su tratamiento pueden ser una serie de humillaciones, un cincel para la humildad.


Laurel Lea


He viajado a 50 países, pero yo nunca he estado en el cielo.


Laurel Lea


El humor es la verdad, el ingenio es una exageración de la verdad.


Stan Laurel


Tengo una pantalla de ordenador cerca de mi asiento donde puedo controlar el estado general del vehículo y recoger los problemas que puedan estar ocurriendo desde el principio o una vez que veamos algún tipo de mal funcionamiento o cualquier cosa inusual que está pasando, podemos mirar los datos y averiguar qué es eso.


Laurel Clark


Ciencia, durante cientos de años, se ha extendido por las diferencias entre las culturas y entre países.


Laurel Clark


Como médico, entiendo lo importante que es para recoger datos sobre las personas para que podamos entender lo que está pasando con ellos. Voy a estar en la posición para ayudar a permitir que el conocimiento.


Laurel Clark


Ciertamente, mis padres fueron una gran influencia. Siempre espera lo mejor de todos nosotros. Y se espera que hagamos todo lo posible. Estoy agradecido por lo que me permite hacer lo que yo quería hacer.


Laurel Clark


Galope Súbito

A veces cruza mi pecho dormido
una alada magnolia gimiendo,
con su aroma lascivo, una campana
tocando a fuego, a besos,
una soga llanera
que enlaza una cintura,
una roja invasión de hormigas blancas,
una venada oteando el paraíso
jadeante, alzado el cuello
hacia el éxtasis,
una falda de cámbulos,
un barco que da tumbos
por ebrio mar de noche y de cabellos
un suspiro, un pañuelo que delira
bordado con diez letras
y el laurel de la sangre,
un desbocado vendaval, un cielo
que ruge como un tigre,
el puñal de la estrella fugaz
que solo dos desde un balcón han visto,
un sorbo delirante de vino besador,
una piedra de otro planeta silbando
como la leña verde cuando arde,
un penetrante río que busca locamente
su desenlace o desembocadura
donde nada la Bella Nadadora,
un raudal de manzana y roja miel,
el arañazo de la ortiga más dulce,
la sombra azul que baila en el mar de Ceilán,
tejiendo su delirio,
un clarín victorioso levantado hacia el alba,
la doble alondra del color del maíz
volando sobre un celeste infierno
y veo, dormido, un precipicio súbito
y volar o morir...

A veces cruza mi pecho dormido
una persona o viento,
un enjambre o relámpago,
un súbito galope:
es el amor que pasa en la grupa de un potro
y se hunde en el tiempo hacia el mar y la muerte.


Eduardo Carranza


¡Qué bella flor el laurel rosa! y ¡qué amargo es el laurel rosa!.


Proverbio Bereber


Ascensión

Coronada la escoba de laurel, mirto, rosa,
es el héroe entre aquellos que afrontan la basura.
Para librar del polvo sin vuelo cada cosa
bajó, porque era palma y azul, desde la altura.

Su ardor de espada joven y alegre no reposa.
Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura,
azucena que barre sobre la misma fosa,
es cada vez más alta, más cálida, más pura.

¡Nunca! La escoba nunca será crucificada
porque la juventud propaga su esqueleto
que es una sola flauta, muda, pero sonora.

Es una sola lengua, sublime y acordada.
Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieto,
y asciende una palmera, columna hacia la aurora.


Miguel Hernández


Mujer Dormida

¿Dormida? ¿Hecha cuajado río o luna?
¿Fuera de ti, pálida voz de la tierra?
¿Labio de mármol que oscuro anhelo calla?
No oso acercar manos que tiemblan
a la desnuda y yerma saudade de tu cuerpo.
Bajo las pestañas no sé qué cabalgadas;
qué perfecci6n de bosques y senderos;
qué bueyes con cuernos de laurel adornados
con pardas muchachas en los lomos florecidas.
O nada, o solo el negro sueño, olvido;
dos profundos pozos sin eco y sin llegada,
tu frente sin huella un mar de nieve,
el corazón como una estrella acostumbrada.
Y el blanco amor que te cubre, nube,
granizo es ya, que te conserva, nítida,
como una paloma posada más allá del arrullo.
Lejos de ti; amarte, verte de lejos;
la cabellera, mortaja de tu sueño.
En soledad, sin hombres y sin dioses.
Grises peñascos; mazorcas huecas; hiedra.

De "Anillos de agua"


Ricardo Carballo Calero


Lxxix

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las hurís del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera.
Entre sus siete colores
brillante el Iris lo ostenta.
Las esmeraldas son verdes,
verde el color del que espera
y las ondas del Océano
y el laurel de los poetas.

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta,
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas.
Y sin embargo,
sé que te quejas,
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.

Que parecen sus pupilas,
húmedas, verdes e inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.
Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta
que en el estío convida
a apagar la sed con ella.

Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.
Que parecen, si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.
Y sin embargo,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.

Que, entre las rubias pestañas,
junto a las sienes, semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan.
Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizás si negros o azules
se tornasen lo sintieras.


Gustavo Adolfo Becquer


A laurel ni a renombre aspiraremos, recompensa sin precio ni mudanza serán para nosotros ignorar el temor, deparar al hombre, y a nuestro corazón, la libertad.


César Brañas




Dedicatoria

Cuanto en mí vierte luz y armonía
ha nacido a tus besos de miel;
yo soy bardo y tribuno, alma mía,
porque tú eres aliento y laurel.

Si he lanzado una piedra a los cielos,
si fui cruel, no me guardes rencor;
confesando que ha sido por celos,
harto digo que fue por amor.

No te aflijas si el nauta suspira
tanto nombre en las noches del mar;
si son muchos los astros que mira,
uno solo es la Estrella Polar.

La esperanza, luchando y venciendo,
me promete sin par galardón;
¡a ti vaya, sangrando y gimiendo,
este libro, que es un corazón!

Cuanto en mí vierte luz y armonía
ha nacido a tus besos de miel;
yo soy bardo y tribuno, alma mía,
porque tú eres aliento y laurel.


Salvador Díaz Mirón


A Rosario

Esta hoja arrebatada a una corona
que la fortuna colocó en mi frente
entre el aplauso fácil e indulgente
con que el primer ensayo se perdona.

Esta hoja de un laurel que aún me emociona
como en aquella noche, dulcemente,
por más que mi razón comprende y siente
que es un laurel que el mérito no abona.

Tú la viste nacer, y dulce y buena
te estremeciste como yo al encanto
que produjo al rodar sobre la escena;

Guárdala y de la ausencia en el quebranto,
que te recuerde de mis besos, llena,
al buen amigo que te quiere tanto.


Manuel Acuña


Paseata Del Destronado

¿En qué jardín sembrar una rosa
de Francia? ¿A que follajes
confiar una estatua de Ceres la rubia,
un bronce del Verrocchio, una matita de verbena?

¿Puede ascender sobre estos pastos
un quinteto de oboes,
o bien una gentil perdiz
que podríamos llevar al lienzo?

¡Ah! ¿Dónde crece el laurel oloroso,
dónde canta al oído el agua,
dónde unas columnas caídas
que sonrían sin una mueca?

La distancia se me convierte
en un reino redondo y cristalino,
a través del cual una mano
ofrece a mi cansancio sus sortijas.


Ángel Crespo


Lamento En Elca

Estos momentos breves de la tarde,
con un vuelo de pájaros rodando en el ciprés,
o el súbito posarse en el laurel dichoso
para ver, desde allí, su mundo cotidiano,
en el que están los muros blancos de la casa,
un grupo espeso de naranjos,
el hombre extraño que ahora escribe.
Hay un canto acordado de pájaros
en esta hora que cae, clara y fría,
sobre el tejado alzado de la casa.
Yo reposo en la luz, la recojo en mis manos,
la llevo a mis cabellos,
porque es ella la vida,
más suave que la muerte, es indecisa,
y me roza en los ojos,
como si acaso yo tuviera su existencia.
El mar es un misterio recogido,
lejos y azul,

y diminuto y mudo,
un bello compañero que te dio su alegría,
y no te dice adiós, pues no ha de recordarte.
Solo los hombres aman, y aman siempre,
aun con dificultad.
¿Dónde mirar, en esta breve tarde,
y encontrar quien me mire
y reconozca?
Llega la noche a pasos, muy cansada,
arrastrando las sombras
desde el origen de la luz,
y así se apaga el mundo momentáneo,
se enciende mi conciencia.
Y miro el mundo, desde esta soledad,
le ofrezco fuego, amor,
y nada me refleja.

Nutridos de ese ardor nazcan los hombres,
y ante la indiferencia extraña
de cuanto les acoge,
mientan felicidad
y afirmen inocencia,
pues que en su amor
no hay culpa y no hay destino.


Francisco Brines


Esclavos de ajenas pasiones y de su propia vanidad, solo conciben la gloria en un carro triunfal arrastrado por adoradores. Prefieren una corona de cartón dorado, con tal que todos la tomen por oro buen a ley, a la inmortal corona del laurel sagrado que solo resplandece en la obscuridad de la tumba.


Bartolomé Mitre


Fue absolutamente emocionante conocer a Laurel y Hardy, que era muy agradable.


Norman Wisdom


Dr. Johnson ha dicho que la principal gloria de un país surge de sus autores. Pero eso es solo lo que son palabras de sabiduría, a menos que ellos enseñan la virtud, es más digno de un cabestro que del laurel.


Jane Porter


La siguiente cosa que escribí fue en una clase de escritura en la escuela nocturna. Se trataba de una mujer pobre que trabajaba en una tienda de moneda de diez centavos, y que estaba solo en Navidad en Laurel, Mississippi.


Beth Henley