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Leche

Leche. Encuentra docenas de leche con fotos para copiar y compartir.


Más vale una cabra que da leche que una vaca estéril.


Proverbio estoniano


El azar tiene muy mala leche y muchas ganas de broma.


Arturo Pérez Reverte




Codelco es como una vaca fina holandesa que produce muchos litros de leche, pero hay una teta lateral que sirve para engordar terneritos ajenos


Nelson Ávila


En España no se respeta la identidad y no hablo de la ideológica sino de la de lugar, de que España es lo que es con lo bueno y con lo malo. Somos un país de broncas, de alegrías y tristezas y de una serie de cosas que nos definen, como la tapa con los amigos, la Guerra Civil periódica que vivimos en España, la mala leche y el toro también.


Arturo Pérez-Reverte


Si dejas a alguien le dejas de verdad, sin dar marcha atrás. No tiene sentido llorar por la leche derramada


Vasili Grossman


No te haré más tibio el frío ni más dulce el café con leche pero piensa en mí, muchacha, piensa en mí


Joan Manuel Serrat




Volvía a sentir los latidos de su corazón y la sangre circulando por dentro de su carne como si fuera un río de leche.


Gustave Flaubert


¡Mire esta vaca, Serafín! Musa inspiradora de miles de composiciones escolares... ¡Y ahora es acusada de traficante de colesterol por el naturismo apátrida! Nos da su leche, su carne, su cuero. :¡Lo quiero ver a usté haciéndose una campera de zapayitos!


Roberto Fontanarrosa


Pregúntele a las vacas por qué no dan leche.


Pedro García




No es leche lo que mama el niño; es sangre.


Alfonso Daniel Rodríguez Castelao


De tus venenos has extraído tu bálsamo, has ordeñado a tu vaca Tribulación, - ahora bebes la dulce leche de sus ubres. Y ninguna cosa malvada surgirá ya de ti en el futuro, a no ser el mal que surja de la lucha de tus virtudes.


Friedrich Nietzsche


El absurdo es que no parezca un absurdo -dijo sibilinamente Oliveira-. El absurdo es que salgas por la mañana a la puerta y encuentres la botella de leche en el umbral y te quedes tan tranquilo porque ayer te pasó lo mismo y mañana te volverá a pasar. Es ese estancamiento, ese así sea, esa sospechosa carencia de excepciones. Yo no sé, che, habría que intentar otro camino.


Julio Cortázar


Acostumbrémonos a que la mamá saque su pechuga y dé leche a su guagua.


Pedro García




Tengo el trabajo más fácil de Hollywood porque me pagan por ser yo. ¿Cuál es el papel? ¿Un lechero? 'Oiga, soy un lechero. Aquí está su leche'. 'Corten. Impriman'.


Christopher Walken


Todos tenemos ideas. Las ideas son inmortales. Duran siempre. Lo que no dura siempre es la inspiración. Es como la fruta fresca o la leche: tiene fecha de caducidad. Si quieres hacer algo, tienes que hacerlo ahora.


Jason Fried


Mezcle la harina, los polvos de hornear, la sal y el macis. En otro bol, bata la mantequilla con la miel y luego agregue el huevo. Agregue la ralladura de naranja, el nopal, los jugos de naranja y cactus, la leche y el extracto de vainilla. Vierta la mezcla liquida sobre los ingredientes secos y únalos bien. Agregue las pecanas. Vierta la mezcla en un molde de pan de 23 por 13 pulgadas previamente engrasado. Hornee a 185°C grados durante 1 hora o hasta que esté cocido. Alcanza


Ran Knishinsky


la niña pregunta -mama,¿que es lo que comen las brujas?- ella le respondera seria pero con dulzura: -leche galletas y a ti, corazon mio a ti. Y anoche vi una hambrienta que se aproxima aqui, creo que viene a por ti." De "lo que comen las brujas" La zona sucia.


Nacho Vegas


Comenzaban por hacer una fogata en el patio con leña y carbón. Encima se colgaba de un trípode una olla de hierro negra por el uso, donde se echaban los ingredientes, en proporción de cuatro tazas de leche por una de azúcar, se aromatizaba con dos palitos de vainilla y la cáscara de un limón, se hervía pacientemente durante horas, revolviendo de vez en cuando con una larguísima cuchara de madera.


Isabel Allende


Amor

Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.


Pablo Neruda


¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!.


Gloria Fuertes


Recuerdo Del Mar

¡Cómo te agitas bajo nubes grises,
lámina fina de metal de infancia!
¡Cómo tu rabia, corazón de niebla,
rompe la brida!

Cómo te miro con mis pobres ojos!
¡Qué imagen tuya la que inventa el sueño!
¡Qué lentamente te deshace el aire,
roto en pedazos!

Tú que guardabas en cristal salado
vivos retratos que ondulaba el viento;
tú que arrancabas en el alba fina
sones al alma,

tú que nutrías con tu amarga leche
sombras de playas, olvidados pasos,
ansia de ser sobre tu vientre verde,
locos piratas,

has ido ahogando temblorosamente
sombras que hundieron en tu paz sus ojos.
Hoy tu recuerdo, como lluvia fresca,
moja mi frente.

Si ahora volviera a recorrer tu orilla,
si ahora en tu cuerpo me volcara todo,
si ahora tu cuerpo le prestara al mío
frescos harapos,

si yo desnudo, si cansado, ahora,
más hijo tuyo, ahora, si el otoño
vuelto a mi lado me trajera el tibio
pan en el pico.

-lámina fina de metal de infancia-,
todo olvidado quedaría, todo:
látigos, cuerdas con que me azotabas,
vientos que mugen.

Todo sería nuevamente hermoso,
aunque tu garra me arañase el cuerpo,
aunque al tornar tuvieran tus mañanas
soles más negros.


José Hierro


Misal de La Virgen

-Usted nunca tuvo hijos.
-No. Aunque, un día, cuando era chica, surgieron de mí, de mi pelvis, tres
lagartos. En cartílago grueso y anillado. Tres.
-Eh.
-Sí. Iban por la hierba. Al parecer tenían ojos, pero no pude saberlo. Se
hundieron en el piso.
-Oh.
-Pero antes oí un alarido, como si dijesen: ¡Mamá! ¡Ay, madre! ¡Ay!
-Oh.
-No volvieron nunca. En el momento de la parición, salían de mis pechos (del
izquierdo y del derecho), una gotita de sangre y una gotita de leche.
-...!
Y ella quedó impasible. Y aunque era completamente blanca, pareció lo que
siempre había parecido:
Una princesa india, abajo de su anacahuita.

De "Obra completa " 2005


Marosa di Giorgio


Leo Lo Que Escribí de Ti Y de Mí...

Leo lo que escribí de ti y de mí
en esos días de tanta lluvia,
con Bach y los naranjos
de contertulios ante el fuego
y los catarros, las pupas,
las mutuas manías,
advirtiéndonos de aquella bomba colgada
del tiesto de las glicinas
que oscilaba sobre nuestras cabezas
sin llegar a caer,
contenida por el Atlante de la risa
y el lujo inaudito
de poder ignorarnos,
de tener tiempos muertos,
de no abundar en preguntas y respuestas
cuando había tanto que disfrutar del silencio.

Desde entonces hasta ahora
los atlantes se nos han vuelto anémicos
y quién sabe si ésos fueron y serán nuestros últimos días de lluvia,
pero,
de todas formas,
me sigue gustando leer lo que escribí de ti y de mí,
en especial lo de tu imagen con bufanda
volviendo de comprar la leche y el pan,
y la mía con sonrisa y pijama de osos pandas
saludándote desde el balcón.


Almudena Guzmán


Nocturno

Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían, y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.


Julio Cortázar


¡todo Era Amor!

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M,
con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!


Oliverio Girondo


Oficio que no sustenta tu vida, dale despedida.


Refrán




los besos son como la leche, an tes de dormir son perfectos. jeje


Romequi


Los poetas y los ángeles somos hermanos de leche. Los ángeles viven en las nubes y nosotros con los pies sobre la tierra.


Luis Alfredo Arango


La Carta, El Beso

Llega una carta y rompe abre
la mañana en mis verdes ojos.
Ha llegado después
del cántaro de leche
de la cesta con higos
y otra sombra que cruzó
con oveja merendera y juncos
recién cortados
el portal de mi casa todavía
en la frescura del valle.

Deseando que buscara el sol
la ventana, el beso dice:
Te imagino quieta
es tan hermoso el existir
ofreciendo tempranura al mundo
espesada en el lecho
porque no estoy ahí
Mira que sin estarlo
sé cómo andas de transparencia
y fruta,
cómo endulzas ya tu amanecida
en la boca
y sé que en tu costura va este poema
escrito en el instante
que relees mi carta, tan firme como
mueves el brazo que yo amo
el café que sorbes pero te equivocas
que estoy bebiéndome aquí
insistencia de tu mirada
contra la distancia quiébrala
y sigue.

Ah, la distancia y su isla
es el lugar más oculto
que el amante ofrece cautivo
con su cuerpo y beso en tierra.
La distancia es una charca
cercada de pasto amarillo y antiguo
que ahora mismo se la regalo al mundo
con la belleza primera de los siglos.
La distancia es no morir de sed
sino de bebiéndola vivirte
si madruga el amor en el verde cristal
los abiertos brazos
que se han puesto a trabajar deprisa
con el rayo de sol, la carta, aquí el beso
y ya te alcanz0.
Sabes que te alcanzo miwntras tenga
silencio de amarte, no en papel
en sábana bordada con una estrella
y su número pegado a los otoños
Mañana es siempre
planeando sobre mi casa todavía
en la frescura del valle.

De: Pasión inédita


Pureza Canelo


Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?


Dámaso Alonso


Égloga Iv

Muchacha: Ya sonó el despertador.
Parece
que amanece.
Tu marido no tardará en llegar
y si me encuentra...

Ya -terrones de azúcar- las estrellas
disuélvense en la leche matinal;
ya renace la vida pueblerina;
ya los gallos comienzan a cantar...

Oigo mugir un buey en la barranca.

Muchacha, tu marido
no tardará en llegar...

De "El aula" 1929


Renato Leduc


Ernesto, Moreno de Luz...

Ernesto, moreno de luz y luna argentina,
cigarrillo entre los dedos,
sonrisa de ni ñ o en los naranjales del alba.

Ernesto, amigo fiel de espejos y cafés,
padre confidencial con aire triste de gorrión,
páramo de salina y dulce de leche.

Ernesto, aire de tocayo guerrillero,
espuma que se desborda por la vida,
costado tembloroso ajeno a ti mismo.

Ernesto, paloma que se ha roto una pata,
plata sin cascabel,
runruneo de pato deslizándose en el canalón...
te quiero más que a él
pero -perdona, compañero tan próximo-:
no te amo


Almudena Guzmán


Alumbramiento

vino de mí
salió del fondo
el médico aplaudía
yo vine con el mar en la barriga
como un intenso parasol
un mapamundi

yo era la esfera que rodó en la madrugada
de corazón latí como un caballo
lo digo así

es que la crin
me perfumó

el vientre se movía
como suelen moverse los rebaños
venía con mi molusco mi amapola
mi potranco
con mi gorrión redondo

yo no podré faltar jamásme dije
a nuestra cita
así que estoy aquí
con esta fiesta
brincando por el talle

hice mi baile de rosas
mi aleteo
mugí como los barcos
el vientre daba vueltas

me esperaba
oculta en el carmín
donde el médico buscaba con su ceño

yo empujaba
el ventarrón del orbe en mi testuz
soplaba como un faro
Como los dioses marinos de los cuentos
una granada real a punto de volar

recuerdo que por suerte
César me retuvo del cabello
estaba emocionado
sin saber si tintinear o si envidiarme
de entero dedicado a mis pulmones
expirando inspirando y expirando
me miraba de adentro de sus ojos
como solo una vez me mirará
en toda la vida de su vida
y a mi vientre que cambia de paisaje

y así
vino de mí
salió del fondo
nos bendijo de un golpe con su grito
se puso a beber sol como una fiera
de lana o amaranto

yo estaba enamorada y me reía
de loca de centella de rodillas
quería besar el sxo el vellocino
de César que lloraba
tomar a mi criatura
correr a derrocharla por las calles

qué llovizna de leche que cabalga
toda la luz del mundo en el pezón

De "Verbo madre" 1995


Ana Istarú


Cleopatra

La vi tendida de espaldas
entre púrpura revuelta.
Estaba toda desnuda,
aspirando humo de esencias
en largo tubo, escarchado
de diamantes y de perlas.

Sobre la siniestra mano
apoyada la cabeza;
y como un ojo de tigre,
un ópalo daba en ella
vislumbres de fuego y sangre
el oro de su ancha trenza.

Tenía un pie sobre el otro
y los dos como azucenas;
y cerca de los tobillos
argollas de finas piedras,
y en el vientre un denso triángulo
de rizada y rubia seda.

En un brazo se torcía
como cinta de centellas,
un áspid de filigrana
salpicado de turquesas,
con dos carbunclos por ojos
y un dardo de oro en la lengua.

A menudo suspiraba;
y sus altos pechos eran
cual blanca leche, cuajada
dentro de dos copas griegas,
y en alabastro vertida,
sólida ya, pero aún trémula.

¡Oh! Yo hubiera dado entonces
todos mis lauros de Atenas,
por entrar en esa alcoba
coronado de violetas,
dejando ante los eunucos
mis coturnos a la puerta.


Salvador Díaz Mirón


Poema Para La Voz de Marilyn Monroe

Tu voz.
Solo tu tibia y sinuosa voz de leche.
Solo un aliento gutural, silbante,
modulado entre carne, tiernamente
modulado entre almohadas
de incontenible pasmo, bordeando
las simas del gemido,
del estertor acaso.
Como un tacto de fina piel abierta.
Como un espeso y claro líquido absorbente
que envuelve tus adentros, que te sube
del sxo mismo hasta los labios,
que recorre tus dulces cavidades
antes de ser el soplo
caliente y sensorial que nos sumerge.

Tu masticada voz, que te desnuda
sutilmente, insidiosamente, como
si en derredor de tu cintura fuese
creando y disipando al mismo tiempo
mil velos transparentes de saliva.

Tu voz resuelta en quejas y mohines
que trasmina como un olor a cuerpo,
un tierno olor sedoso
que se propaga en ondas, que nos roza
tan delicadamente, que es posible
sentirlo por las manos y en las piernas.

Tu voz labial, visible,
como gustando el aire, como dando
forma a posibles moldes para besos.
Tu voz de oscura selva con riachuelos.

Clavado aquí, en mi hombría,
oigo tu voz, que late entre mis dientes,
y enmudezco la radio, y cierro el gesto.
Porque tú ya estás muerta;
porque hace largos meses que estás muerta
y aún es posible el grito enfebrecido.

Oigo tu voz carnal, y me pregunto
qué pasa aquí. Si acaso es esto un nuevo
pecado, o un castigo.


Rafael Guillén


Paraíso Final

Luchando, cuerpo a cuerpo, nos queremos de veras
y es fuego de mi carne la flor de tu mejilla.
El beso en su volumen iguala a la semilla
que brota verdemente con dos hojas primeras.

En la concha del ámbar manan las primaveras
un arroyo sereno de miel y manzanilla.
Tiene la tierra plumas de mirlo y abubilla;
pían en nuestro abrazo canarios y jilgueras.

El nácar se disuelve en manantial de leche,
en torrente de vino, de aceite y de resina:
No hay nada como el lirio que tanto nos estreche.

Hay en cueva de nata paladar de paloma
y en jardines cerrados para el sol que declina
paraísos abiertos del tacto y del aroma.

De "Tigres en el jardín"


Antonio Carvajal


el solo escucharte ladrar me hace sentir feliz.
con esos ojos cafe con leche qe cuando te miran te hechizan y te sientes cautibado por su mirada de cachorra


Belen Ariadna Ramos


TORO ESA MENTIRA O CASTA.AQUI MASTINES, PRONTO;PALOMA, VUELA;SALTA,TORO,TORO DE LUNA O DE MIEL QUE NO DESPEGA.AQUI PRONTO;ESCAPAD;SOLO QUIERO,SOLO QUIERO LOS BORDES DE LA LUCHA.OH TU, TORO HERMOSISIMO,PIEL SORPRENDIDA,CIEGA SUAVIDAD COMO UN MAR HACIA ADENTRO,QUIETUD, CARICIA,TORO,TORO DE CIEN PODERES,FRENTE A UN BOSQUE PARADO ALBORDE.TORO O MUNDO QUE NO,QUE NO MUGE.SILENCIO;VASTEDAD DE ESTA HORA.CUERNO O CIELO OSTENTOSO,TORO NEGRO QUE AGUANTA CARICIA,SEDA,MANO.TERNURA DELICADA SOBRE UNA PIEL DE MAR,MAR BRILLANTEY CALIENTE,ANCA PUJANTE Y DULCE,ABANDONO ASOMBROSO DEL BULTO QUE DESHACE SUS FUERZAS CASI COSMICAS COMO LECHE DE ESTRLLAS.MANO INMENSA QUE CUBRE CELESTE TORO EN TIERRA.


VICENTE ALEIXANDRE


A este propósito tendríamos muchas cosas que decir, pero nos cuesta exponerlas porque se han vuelto lentos para comprender. Ustedes deberían ser maestros después de tanto tiempo. Pero, todo lo contrario, necesitan que se les vuelvan a enseñar los primeros elementos de las enseñanzas de Dios. Ustedes necesitan leche y no alimento sólido. El que necesita leche es el que todavía no ha probado el camino de la santidad: no es más que un niño pequeño. A los adultos, en cambio, se les da el alimento sólido, pues ellos han adquirido la sensibilidad interior y saben distinguir lo bueno de lo malo.


Sagradas Escrituras


Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte 
la leche de los senos como de un manantial, 
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte 
en la risa de oro y la voz de cristal. 
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos 
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal, 
porque tu ser pasara sin pena al lado mío 
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-. 


pablo neruda