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Leyendas para el día de la mujer ( 3 )

Leyendas para el día de la mujer. Encuentra docenas de leyendas para el día de la mujer con fotos para copiar y compartir.


Acuérdate que debes comportarte en la vida como en un banquete. Si se pone algún plato delante de ti, puedes meter la mano y tomar honestamente tu parte; si solo pasa por delante de ti, guárdate bien de detenerlo o de meter la mano en él temerariamente: antes, espera apacible a que vuelva a ti. Lo mismo debes hacer para con tu mujer, tus hijos, las dignidades, las riquezas y todas las otras cosas de este género.


Epicteto


Cuando la mujer pide ensalada de frutas para dos perfecciona el pecado original.


Ramón Gómez de la Serna




La mujer tiene un sentimiento innato para todo lo bello, bonito y adornado


Immanuel Kant


La palabra Dios no es para mi nada más que la expresión y el producto de debilidades humanas; la Biblia, una colección de leyendas admirables, pero también largamente primitivas que de todas formas resultan infantiles


Albert Einstein


Una de las cosas más horrorosas que se hacen en España actualmente es que el músculo que utiliza el hombre para hacer pis se utiliza ahora para introducirle en la boca de los más sagrado del ser humano, es decir, de la mujer, que va a ser madre


Fernando Arrabal


Ningún hombre es un héroe para su esposa; ninguna mujer es una esposa para su héroe.






No interrumpas a una mujer que baila para darle un consejo. No hables de cosas abstractas a las gentes superficiales


Pitágoras


El hombre es para la mujer un medio; el fin es siempre el hijo


Friedrich Nietzsche


Yo no hago otra cosa, que seguir a la espera de un beso furtivo de un beso cualquiera de una caricia suya de un beso un quebranto, tenia que ser mujer para gustarme tanto


Ricardo Arjona




Las cuatro condiciones para la felicidad: el amor de una mujer, la vida al aire libre, la ausencia de toda ambición y la creación de una belleza nueva


Edgar Allan Poe


Para la mujer el varón no debe ser más que un recurso. Un recurso no-renovable


Horst Matthai Quelle


Ningún hombre debe tener nada secreto para su mujer. Indefectiblemente ella lo descubriría.


Oscar Wilde


Un hombre que piensa no en una mujer como en el complemento del sexo, sino en el sexo como complemento de una mujer, está maduro para el amor: tanto peor para él.


André Malraux




Para ablandar lo duro del destino ha dado Dios a la mujer el llanto, que es lo que hay en lo humano de divino


Ramón de Campoamor


La mujer siempre halla motivo para llamarse desgraciada


Ignacio Manuel Altamirano


Quien no sabe tener bajo su poder de fascinación a una mujer hasta el punto de que ella no vea nada, a no ser aquello que queremos que ella vea; quien no sabe infiltrarse en su ser de modo que obtenga todo lo que quiera; quien no sea así, es un hombre que no vale para nada.


Soren Kierkegaard


La cabellera es para nosotras las mujeres un medio de expresión, no es cierto que con una negra cabellera la mujer demuestra su altivez o su desdén


María Félix


Sería mi suposición de que Madonna no es una mujer muy feliz. Desde mi propia experiencia, después de haber pasado por cambios personales así, tener esa necesidad de ser el centro de atención no es un lugar agradable para estar.


David Bowie


El más noble orgullo para una mujer, por mucho que la hayas ofendido, es poder perdonar siempre, sin tener que arrepentirse


Jacinto Benavente


El divorcio es completamente desventajoso para las mujeres. Un hombre puede haber tenido varias esposas sin mostrar señales de ello, mientras que la mujer que se ha casado varias veces se marchita por completo.


Marlene Dietrich


Para una mujer, no hay nada peor, nada que la moleste más, que un hombre que quiere ser y no es. Que no es, y hace fuerza por ser.


Alejandro Dolina


Un hombre tiene que ser escultura para satisfacer, una mujer para satisfacer solo sonríe, no es lo mismo tener el brazo tendido que la boca abierta


María Félix


Los que pretenden obligar a la mujer al matrimonio cerrándola las demás salidas, se exponen a igual réplica. Si piensan lo que dicen, su opinión significa que el hombre no hace el matrimonio lo bastante apetecible para la mujer, a fin de tentarla por las ventajas que reúne.


John Stuart Mill


Ahí está el futuro, ahí está el más grande potencial para el desarrollo del país, a través de la agricultura; y no solo para producir alimentos, sino para producir ?y lo digo con Kléber? dignidad; y para producir ?y lo digo con el Che? el hombre nuevo, la mujer nueva, la sociedad nueva.


Hugo Chávez


... el beso pierde todo su valor y significación. Es lo que acontece con el beso de uso doméstico, cambiado entre cónyuges, que sirve a marido y mujer para limpiar la boca a modo de servilleta, y suena como un buen provecho al levantarse de la mesa.


Soren Kierkegaard


Mujer con empuje que inspira ternura y sueños, un corazón muy grande para un mundo tan pequeño


Nach




La frustración está provocada por una sociedad que nos pide ser lo que no somos y nos culpa de ser lo que somos. Ahora mismo, todo sigue estando dirigido por hombres; la mujer está en claro desequilibrio. Para comenzar, hay que equilibrar la igualdad de hombre y mujer


Alejandro Jodorowsky


La fidelidad en el matrimonio es artificial para el hombre, y natural en la mujer.


Arthur Schopenhauer


Lo primero que tenemos es un profundo ser humano, detrás de una mujer, detrás de un hombre, cultivemos ese ser humano, transformemos para ser luz para otros


Rigoberta Menchú


Para una mujer, cuarenta es la tortura, el fin.


Grace Kelly


Gente que no me molestaría que muriera, esta es mi lista: cincuentones llamados 'Skip', tipos que paguen gel vaginal con su tarjeta de crédito Exxon, un proxeneta que conduzca un Toyota Corolla, un ginecólogo que quiere que mi esposa se tome dos o tres tragos antes de su cita, tipos con un montón de pines [botones] en sus sombreros, alguien que mencione a Jesús más de 300 veces en una conversación de 2 minutos, un dentista con sangre en su pelo, cualquier mujer cuyo pasatiempo sea amamantar animales de zoológico, un dueño de funeraria que diga 'espero verlos de nuevo muy pronto, amigos', chicas que se emborrachan y vomitan su desayuno, un hombre con un solo labio, un líder Boy Scout que tenga una tienda de consoladores, cualquier abogado que se refiera a la policía como los 'federales', una monja bizca con un látigo y una botella de ginebra, un neurocirujano que tenga tatuadas en las manos las palabras 'nacido para perder', parejas que tengan hijos con nombres que comiencen todos con las mismas iniciales, un hombre con una bata de hospital dirigiendo el tráfico, una mesera con una visible infección en la mano con la que sirve, gente con encías grandes y dientes pequeños, tipos que se ponen la misma ropa interior hasta que comienza a cortarse la circulación a los pies, y un tipo que tenga tanto vello en sus brazos que le cubra el reloj, de acuerdo, ya ha sido suficiente de todo esto.


George Carlin


Esta tarde, cuando salía del California, vi desde lejos a la del ómnibus, la ?mujer del codo?. Venía con un tipo corpulento, de aspecto deportista y con dos dedos de frente. Cuando el tipo reía, era como para ponerse a reflexionar sobre las imprevistas variantes de la imbecilidad humana. Ella también reía, echando la cabeza hacia atrás y apretándose mimosamente contra él. Pasaron frente a mí y ella me vio en mitad de una carcajada, pero no la interrumpió. No podría asegurar que me reconoció. Por lo pronto, le dijo al centroforward: ?Ay, querido? y con un movimiento musculoso y coqueto arrimó su cabeza a la corbata con jirafas. Después dieron vuelta por Ejido. Gran interrogante. ¿Qué tiene que ver esta tipa con la que la otra tarde se desnudó en tiempo récord?


Mario Benedetti


Analizando su vida doméstica, Biran sentía que había hecho muy bien en casarse con una "amable y simple mujer, capaz de ser feliz a mi lado sin reclamarme nada, y para quien soy siempre lo suficientemente bueno como para no hacer esfuerzo alguno en modificarme".


Aldous Huxley


Para una mujer resultaba tan sencillo lastimar a un hombre: bastaba pisotear sus sueños.


Guillermo Fadanelli


Pero cuando ella entraba en la casa, alegre, indiferente, dicharachera, él no tenía que hacer ningún esfuerzo para disimular su tensión, porque aquella mujer cuya risa explosiva espantaba a las palomas, no tenía nada que ver con el poder invisible que le enseñaba a respirar hacia dentro y a controlar los golpes del corazón, y le había permitido entender por qué los hombres le tienen miedo a la muerte.


Gabriel García Márquez


Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; y esto, como veis, deja sin resolver el gran problema de la verdadera naturaleza de la mujer y la verdadera naturaleza de la novela.


Virginia Woolf


Rebeldía. Pero la rebeldía no es un gesto altisonante. No es un grito, no es un insulto, no es una pedrada, no es una mala contestación, es mucho más profundo. La rebeldia es un grito de la inteligencia y de la voluntad que dice, y lo voy a decir en román paladino: ¡no me da la gana de decirle que sí a esta actual situación! -¿Por qué? - ¡Porque no quiero y me niego a decirle que sí! Porque entiendo que puede haber otra situación y por tanto yo no asumo esta podredumbre y no participo en ella y lucho contra ella. Y esta actitud es una actitud intelectual, y cuando digo intelectual no quiero hablar de universitario, [hablo] de la mente de cualquier ser humano. Es un posicionamiento que nace de la mente y del corazón, del fuego del querer cambiar. Esta es la rebeldía fundamental. Lo otro son voces, son chillidos, son insultos, son graznidos. - ¡Dale caña! - Circo romano. ¡No, no! La rebeldía no es ni más ni menos que el posicionamiento con otros valores y la decisión de hacerles frente. Rebeldía para decir que no aceptamos que la 'Competitvidad y el Mercado' sean los que rijan los destinos de las sociedades. Que entendemos que hay una declaración universal de derechos humanos que tiene que cumplirse y que eso significa sociedad de pleno empleo, donde el hombre y la mujer sean exactamente iguales, donde no haya marginados y que costará mucho tiempo y mucho sacrificio, pero es hermoso luchar. ¡Incluso morir por eso! Porque morir tenemos que morir, muramos por lo menos luchando por un ideal noble y no consumiéndonos como un brasero.


Julio Anguita


Dado que Imre era un refugio para la música y el teatro, quizá penséis que yo pasaba mucho tiempo allí, pero nada podría estar más lejos de la verdad. Solo había estado en Imre una vez. Wilem y Simmon me habían llevado a una posada donde tocaba un trío de hábiles músicos: laúd, flauta y tambor. Pedí una jarra de cerveza pequeña que me costó medio penique y me relajé, dispuesto a disfrutar de una velada con mis amigos?
Pero no pude. Apenas unos minutos después de que empezara a sonar la música, casi salí corriendo del local. Dudo mucho que podáis entender por qué, pero supongo que si quiero que esto tenga algún sentido, tendré que explicároslo.
No soportaba oír música y no formar parte de ella. Era como ver a la mujer que amas acostándose con otro hombre. No. No es eso. Era como?
Era como los consumidores de resina que había visto en Tarbean. La resina de denner era ilegal, por supuesto, pero había partes de la ciudad en que eso no importaba. La resina se vendía envuelta en papel encerado, como los pirulís o los tofes. Mascarla te llenaba de euforia. De felicidad. De satisfacción.
Pero pasadas unas horas estabas temblando, dominado por una desesperada necesidad de consumir más, y esa ansia empeoraba cuanto más tiempo llevabas consumiéndola. Una vez, en Tarbean, vi a una joven de no más de dieciséis años con los reveladores ojos hundidos y los dientes exageradamente blancos de los adictos perdidos. Le estaba pidiendo un «caramelo» de resina a un marinero, que lo sostenía fuera de su alcance, burlándose de ella. Le decía a la chica que se lo daría si se desnudaba y bailaba para él allí mismo, en medio de la calle.
La chica lo hizo, sin importarle quién pudiera estar mirando, sin importarle que fuera casi el Solsticio de Invierno y que en la calle hubiera diez centímetros de nieve. Se quitó la ropa y bailó desenfrenadamente; le temblaban las pálidas extremidades, y sus movimientos eran patéticos y espasmódicos. Entonces, cuando el marinero rio y negó con la cabeza, ella cayó de rodillas en la nieve, suplicando y sollozando, agarrándose desesperadamente a las piernas del marinero, prometiéndole que haría cualquier cosa que le pidiera, cualquier cosa?
Así era como me sentía yo cuando oía tocar a unos músicos. No podía soportarlo. La ausencia diaria de mi música era como un dolor de muelas al que me había acostumbrado. Podía vivir con ello. Pero no soportaba ver cómo agitaban delante de mí el objeto de mi deseo.


Patrick Rothfuss


Se equivoca; las mujeres necesitamos otra información sobre un hombre como ése. No conocemos la calidez de su voz, si conversa mirando a los ojos, si su abrazo nos hace sentir pequeñas. A una mujer no le interesa un hombre que necesita ser rescatado. Como empleado, tal vez, concluye, pero para amar a un hombre, el alma buena es lo de menos.


David Toscana


«Una mujer se embellece para el hombre que sabe apreciarla».


Qiu Xiaolong