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Limite ( 2 )

Limite. Encuentra docenas de limite con fotos para copiar y compartir.


La perfección de las máquinas - dicen los profetas - nos traerá un incremento en la liberación del trabajo, con lo que se obtendrá un mayor desarrollo de la felicidad. Pero el descanso también está sujeto a la ley de disminución en la utilidad. Más allá de cierto límite, un aminoramiento del trabajo trae consigo una disminución de la felicidad.


Aldous Huxley


Abjuro El fin de la ciencia no es abrir la puerta al saber eterno, sino poner límite al error eterno


Galileo Galilei




Más tarde comencé a merodear por el umbral del sueño. A veces creo que se descansa mejor en la frontera que separa la vigilia y el sueño que durmiendo. La mente erra bajo el crepúsculo de ambos estados y es capaz de desvelar las verdades que guardan tanto la luz del día como los sueños. Todo aquello que no estamos preparados para descubrir pervive en ese límite, a la espera de encontrarse con ese rincón desprotegido de la psique.


Robin Hobb


La ley de la necesidad. Ése es el gran límite de la realidad: la necesidad. No importa cuál sea la realidad, existe porque debe existir; porque no puede ser de otra forma. La realidad no existe porque alguien la desee, sino porque debe ser así?, justa y exactamente así, hasta el más pequeño detalle


Philip K. Dick


Sólo un recelo chiquito y fastidioso, como el grano de tierra que en un ojo se nos mete y nos hace sufrir tanto, me estorba para la felicidad absoluta. Y es la sospecha de que todavía no me quieres bastante, que no has llegado al supremo límite del querer, ¿qué digo límite, si no lo hay?, al principio del último cielo, pues yo no puedo hartarme de pedir más, más, siempre más; y no quiero, no quiero sino cosas infinitas, entérate... todo infinito, infinitísimo, o nada... ¿Cuántos abrazos crees que te voy a dar cuando llegues? Ve contando. Pues tantos como segundos tarde una hormiga en dar la vuelta al globo terráqueo. No; más, muchos más. Tantos como segundos tarde la hormiga en partir en dos, con sus patas, la esferita terrestre, dándole vueltas siempre por una misma línea... Con que saca esa cuenta, tonto.


Benito Pérez Galdós


Fue entonces cuando supe lo que eran los celos: un ardor en el cuerpo, una piedra en la garganta, una mordida en el estómago, la sensación de que estás en el límite y no puedes más.


Sara Sefchovich




Me llamo Bear Grylls, hice la mili en Cerromuriano, duermo con la luz apagá y sobrevivo al límite de la vida.


José Mota


?Me limité a respirar despacio, sosteniéndome a duras penas en pie. Había perdido, de verdad, literalmente, el sentido mismo de mi propia existencia. Durante unos instantes, dejé de saber incluso quién era yo. Llegué a percibir cómo se desdibujaba mi perfil como ser humano y me convertía en una masa densa y como de lodo?


Haruki Murakami


Cuando se franquea cierto límite de respeto al varón, la mujer puede llegar a decir a su marido cosas increíbles.


Horacio Quiroga




Medí los cielos y ahora mido las sombras. Mi mente tenía por límite los cielos, mi cuerpo descansa encerrado en la Tierra.


Johannes Kepler


Depués repite la pregunta: qué pregunta.
- La pregunta del siglo. En un siglo que superó todos los límites, la pregunta es: si no tuviera ningún límite ¿qué haría?
Carpanta abunda: que los límites pueden ser morales, legales, físicos, que estamos llenos de límites que nos ponemos para justificar que no se nos ocurre nada interesante. Que los límites no sirven para limitar las conductas, sino para liberarnos de la carga de elegir, la angustia de elegir, el desconsuelo de aceptar que no vamos más lejos por idiotas.


Martín Caparrós


Uno sabe que tiene madera de villano cuando descubre en cada límite ajeno un desafío propio.


Xavier Velasco


Te da una sensación muy rara eso de pensar que tu vida tiene un límite. Ya sé que es algo natural, pero nosotros vivimos sin pensar que son naturales las cosas que lo son.


Kyoichi Katayama




He llegado al límite de mi resistencia física. Descanso apoyando ambas rodillas en el suelo y doblando la pierna izquierda hacia atrás y la pierna derecha hacia delante. Al verme en esta postura, una señora me da una moneda de pesetas veinticinco, que ingiero de inmediato para no parecer descortés.


Eduardo Mendoza


Cada descubrimiento abre un nuevo campo para la investigación de los hechos, nos muestra la imperfección de nuestras teorías. Se ha dicho oportunamente, que cuanto mayor es el círculo de luz, mayor es el límite de la oscuridad de que está rodeado.


Humphry Davy


Estaba conduciendo a 100 kilómetros por hora y un policía me detuvo. Cuando abrí la ventanilla me dijo: ?Sabe usted que en esta carretera el límite de velocidad son 70 kilómetros por hora? yo le respondí que sí, pero que no planeaba estar tanto tiempo.


Steven Wright


Ya te he dicho que el límite entre el veneno y la medicina es bastante tenue, los griegos usaban la misma palabra, pharmacon, para referirse a los dos.


Umberto Eco


Nosotros escribimos canciones de pop. Con el progreso en el proceso de composición, nos exigimos más y llevamos nuestro material al límite. Pero no tienen ninguna intención de ser ?arte?. Es un reflejo de todas las cosas disparatadas que hacemos, de los que oímos y al final es lo que grabamos.


Thom Yorke


El Estado no está por encima de las clases, no es un árbitro entre ellas, como pretende una ideología que se remonta, en unas u otras versiones, por lo menos hasta Hegel y que el fascismo ha llevado al extremo límite. Sin transformar el aparato del Estado, toda transformación socialista es precaria y reversible, no ya por un resultado electoral, ante el que seria lógico y natural inclinarse, sino por un golpe de fuerza de los mismos encargados de defender teóricamente la legalidad.


Santiago Carrillo


Por ejemplo, el valor de la perseverancia requiere un límite para que no se convierta en fanatismo: ?aprender a perder?.


Walter Riso


¿Por qué hizo falta que fuera lastimado hasta el límite de su vida para que me diera cuenta? Porque soy egoísta. Soy una cobarde. Soy el tipo de chica que, cuando podría ser útil de verdad, huiría para seguir con vida y abandonaría a los que no la pudieran seguir para que sufrieran y murieran..


Suzanne Collins


La Historia pregona que la Revolución quiere permanencia, o cuando menos duración, mientras que la revuelta es temporal. En ese sentido una revuelta es como una experiencia límite, lo contrario del estándar de la conciencia y experiencia ordinaria. Como la fiesta, la revuelta no puede ocurrir cada día- de otra forma no seria extra-ordinaria. Pero tales momentos de intensidad dan forma y sentido a la totalidad de una vida.


Hakim Bey


Fin de Un Amor

No sé si es que cumplió ya su destino,
si alcanzó perfección o si acabado
este amor a su límite ha llegado
sin dar un paso más en su camino.

Aún le miro subir, de donde vino,
a la alta cumbre donde ha terminado
su penosa ascensión. Tal ha quedado
estático un amor tan peregrino.

No me resigno a dar la despedida
a tal altivo y firme sentimiento
que tanto impulso y luz diera a mi vida.

No es su culminación lo que lamento,
su culminar no causa la partida,
la causará, tal vez, su acabamiento.


Manuel Altolaguirre


Límite

Esfera ceñida de esferas que no pueden
escaparse de la esfera única.
Manos esféricas ciñéndose a unas piernas
que se abrazan redondas, perfectísimas.
Si esta esfera que soy ya, que fui yo siempre,
desgajara de sí un anillo y lo arrojara,
se caería
cogido por su extremo, prolongándose
hasta pisar el polvo.

Ondularía siglos, y su música
subiría por temblores a la esfera
que le retiene siempre jamás, tan suyo.
Sería vertical, hasta que un siglo
la curva reclamara ser redonda
desde un albor sin ritmo. subiría
otra vez a ser anillo, anegándose
por amor de querencia inmarchitable,
en la esfera total.

Yo he sido anillo
tembloroso al caer, y erguida
me dejaba correr desde los tiempos...
Mas la esfera sintió que al fin mi esencia
debía descansar en lo redondo.


Carmen Conde


La Cour Carrée

Oh rápida, te amo.
Oh zorra apresurada al borde del vestido
y límite afilado de la bota injuriante,
rodilla de Artemisa fugaz entre la piedra,
os amo,
sombra huidiza en la escalera noble,
espalda entre trompetas por el puente.
Oh vagas, os envidio,
imágenes parejas en los grises
vahos de las cristaleras entornadas,
impacientes
-que llegan a las citas con retraso-
nervios de los que habitan (el descuido
seguro y arrogante de la puerta entreabierta
y el gesto ordenador de las cosas que miran).
Lo quiero casi todo:
la puerta del palacio con armas y figuras,
el nombre de los reyes y el latón de República.
Quiero tus ojos de extranjera ingenua
y la facilidad sin alma del copista.
Quiero esta luz de ahora. Es mi deseo
estar abierto, atento, hasta que parta.
Y quisiera que alguien me dijera
adiós,
contenida, riendo entre lágrimas.

Extranjero en las puertas, no estás solo,
mi apurada tristeza te acompaña.


Carlos Barral


Madre Naturaleza

Madre, madre, cansado y soñoliento
quiero pronto volver a tu regazo;
besar tu seno, respirar tu aliento
y sentir la indolencia de tu abrazo.

Tú no cambias, ni mudas, ni envejeces;
en ti se encuentra la virtud perdida,
y tentadora y joven apareces
en las grandes tristezas de la vida.

Con ansia inmensa que mi ser consume
quiero apoyar las sienes en tu pecho,
tal como el niño que la nieve entume
busca el calor de su mullido lecho.

!Aire! ¡más luz, una planicie verde
y un horizonte azul que la limite,
sombra para llorar cuando recuerde,
cielo para creer cuando medite!

Abre, por fin, hospedadora muda,
tus vastas y tranquilas soledades,
y deja que mi espíritu sacuda
el tedio abrumador de las ciudades.

No más continuo batallar: ya brota
sangre humeante de mi abierta herida,
y quedo inerme, con la espada rota,
en la terrible lucha por la vida.

¡Acude madre, y antes que perezca
y bajo el peso, del dolor sucumba;
o abre tus senos, y que el musgo crezca
sobre la humilde tierra de mi tumba!


Manuel Gutiérrez Nájera




Agua Oscura

Es hablar de la llanura que se quiebra en la noche,
interminablemente oscura,
que se desborda al horizonte, silenciosa y sin límite

El círculo roto, el murmullo que desatendido se multiplica,
se convierte en un ejército con mil frentes,
sonido inacabable, incomprensión inacabable

(es tu olor la firmeza única,
la única sobrevivencia del sabor del día)

Tengo abiertas las manos para tocar la caída de agua oscura
que en múltiples texturas se desenmaraña
He abierto conscientemente las manos: nada me detiene, nada detengo.
En esta limpia fluidez tumultuosa perdí el modo de jugar la ronda:
En este movimiento he dejado el último resquicio virgen al movimiento,
el último e infinito resguardo.

Ya nada me distingue del mundo.

-Sí, tú eres la firmeza única, el momento cierto que me espera
a un lado de la noche para abordarme, pero eres el único eco capaz
de nombrar lo que ejerce la oscuridad sobre la llanura-

Ya nada me distingue del mundo porque nada detengo.
Pero (sopla lento el viento) cada partícula de polvo, cada gota de agua
que viene en el viento, un instante antes de entrar en mí se detiene.
Nada me distingue del mundo, es cierto, pero nada me traspasa.
Todo, justo un instante antes de perforarme, me señala,
me sostiene, me demarca.


Carmen Boullosa


ahh!(suspiro largo)
que he de hacer yo?
de la amistad a el amor solo hay 1 paso
1 paso que deside felizidad y trustesa
1 paso que ha de marcar una fuferencia

el destino me ha puesto a prueba
caminando en la cuerda floja
ala cual la caida no me recuperaria
solo por un capricho?

que es lo que haria?
amistades batallas mujeres!
oh! mujeres creadoras de confucion!
dadoras de vida y amor!

nesesito entenderlas ala perfeccion
pero no puedo saver que piensan
daria mi alma pulcra por ello
y entregandoles mi corazon

que he de hacer yo!?
la desesperecion nublara mi mente otra ves
estare cometiendo algún herror?
solo dios tiene la repsuesta

la cuara e mi maldicion o sera vencicion?
nose y jamas sabre que hacer con vosotras mujeres
las amo, las odio, las quiero, las respeto
pero por que no vienen con istructibo

quisiera yegar hazta donde yo quiero
pero como todo un caballero
hay un limite amis acciones
que esconden burdas emociones

corromper a esta dama yenara este vacio?
corer un riesgo por sanar mi dolor?
acaso sera lo que estoy buscando?
la vida me tendra algo mejor?

NO LO SE!
nadie save!
no save nadie!
ni nadie sabra!

solo queda recorrer el sendero de mi vida
esperando a tener mas acompañartes
mi sombra reflejo de lo que oculta mi cuerpo
y mi amante la fria soledad...

cargando siempre con migo mi muerte
espero que sea venebolente
y me yeve cuando alfin haya disfrutado lo mas bello
el amar y ser amado.


Edgar Rubén Leõn Galicia


Ella

Ella está aquí, presente en la distancia
que separa su nombre de mi oído
y está aquí en el espacio estremecido
que hay entre mi recuerdo y su fragancia.

Ella se fue, y aún yerra por mi estancia
su nombre en su perfume diluido,
que por marcarle un límite al olvido
se hizo nombre y perfume la distancia.

Ella está aquí, presente en el abismo
de su ausencia en aroma. En el amargo
acento de su nombre en mi mutismo.

Que de tan corto amor, dolor tan largo,
solo es nombre y perfume... Y sin embargo
yo pude acompañarla hasta mí mismo.


Alberto Angel Montoya


¿por qué me matas?, ¿y qué, no estás al otro lado del agua?.Amigo mío, si estuvieras de este lado sería injusto matarte y yo sería un asesino. Pero, como estás al otro lado, esto es justo y yo soy un valiente. ¡bonita justicia la que tiene por límite un río!.


Blaise Pascal


La Renaissance Marine

Desde el primer momento en que tus ojos
miraron, todo tú, recién nacido,
ya te asombró la parte de la sombra.
Ya la supiste límite y sus haces
fluyeron hacia ti en su esencia misma
como, criba de luz, los quiere El Mar.

Dices que ves tan claro bajo el mar...
Que azules son allí todos los ojos
-el pulso azul también- y que una misma
canción suena al morir y al ser nacido:
ese canon de luz con el que tú haces
el pianísimo ciclo hacia la sombra.

Pero tú sabes bien que eres de sombra
e inventas fosas nuevas en tu mar.
Tan pronto son de añil cuando las haces
como les das la luz con nuevos ojos
-niño, ¿quién te contó cómo ha nacido
o cómo nacerá otra vez la misma?

No temas que en la copia de sí misma
también habrá un lugar para tu sombra.
Donde la luz del verso aún no nacido
la cuides en su cáscara de mar,
la curioseen sagaz tus térreos ojos,
la pintes sin salirte de sus haces.

¿Me dejas ayudarte a pintar haces?
Los hay color de luz, de vida misma,
diamantes que se incrustan en los ojos,
carbones que forjó la vieja sombra,
¡y mira el rayo aquel de Sol y Mar
que al Mundo en el albor le fue nacido!

Aprendes de la luz en que has nacido
y su nombre le das a cuanto haces.
Pero ya caes cansado. De alta mar
fluyes despacio ya porque yo misma
te dé un beso y te arrope con tu sombra.
Te velaré, mi amor, aunque tus ojos,

tus ojos, niño nada más nacido,
ya dan a luz la sombra entre mis haces,
sueñan mi misma vuelta al mismo mar.


Esther Giménez


Hay un límite más allá del cual la tolerancia deja de ser una virtud.


Edmund Burke


Sin música para decorarlo, el tiempo es solo un puñado de aburridos plazos límite de producción o fechas en las cuales deben pagarse las cuentas.


Frank Zappa


El único límite para nuestra comprensión del mañana serán nuestras dudas del presente.


Franklin D. Roosevelt


Realidad Y Sueño

Náufrago de mi propio sueño,
como si transportara en la flor de los labios
el silencio desnudo,
más que la sangre muda de hospital
muerta en el abandono;
con la tristeza del que viaja
por un aire sin viaje,
reducido al silencio
bajo un olor de rosa no pensada,
cuando el jardín no sabe
si la flor es un sueño
o la esperanza presentida;
fijo en mis latitudes
con el límite sueño entre las manos,
en su cauce la sangre detenida
y el temor de que llegue hasta mi tacto
la presión más efímera
o la más fina flor ya derribada;
límite y carne, sueño ilimitado
bajo la sábana, tan blanca,
por la que corre sangre
como la vena rota
en la piel de una virgen;
amigo de mí mismo
igual al hombre que presiente
la altura de su sombra
a la hora del último camino,
cara al ángel que viaja hacia mi encuentro
con la blancura íntima del niño aún no nacido,
me recuesto en mis venas
doloroso y sediento, sin mis nervios
ni el recuerdo inicial,
aquel primer encuentro con la muerte
tan clara, pura y sombra.
Siento que un mar lejano,
hundido como puerto bajo niebla,
hasta mí llega, cuando poso mi mano ávida
sobre el temor de mi sombría piel,
igual que un río inmóvil camina por los campos,
y de la sombra de mi aliento,
lento y desnudo, fiel a mi destino,
con mi sangre en el hielo,
más fría que la estatua bajo el agua,
con el frío en las manos
y la desnuda voz enmudecida,
hacia mi sombra vuelvo,
retorno a mi naufragio.


Alí Chumacero


Presencia En El Olvido

Tú ya no tienes rostro en mi recuerdo. Eres,
nada más, la dorada tarde aquella
en que la primavera se detuvo
a leer con nosotros unos versos.

Y eres también esta tenaz y leve
melancolía que sus pasos mueve
sobre mi corazón,
y casi no es
melancolía...

Alguna vez yo tuve
tu rostro y tus palabras...
¡Hoy no sé qué se hicieron!

Hoy eres solamente
esas pequeñas cosas que se llaman
un día, un libro, el lento

caminar de la mano de la estrella,
y a veces, -pocas veces-, el silencio
fijándome los ojos desolados
en un sitio del aire, como ciegos...

Yo se que estás lejano de mi límite.
Que ya no eres ni la voz ni el eco...
si por el cauce de mi sangre subes,
llegas, vano fantasma, hasta mi sueño.

Y te quiero mirar, y es esta tarde
dorada, que ya dije,
lo que encuentro...

La tarde que tenía un campanario
entre los dedos
y una humana dulzura en la manera
de entendernos...

Tú ya no tienes rostro.
Ya no eres.


Meira Delmar


A La Cintura de Una Muchacha

Oh, delgado contorno de la vida.
El fluir de la sangre en él acaba.
Oh, columna de luz y ansia de lava.
Volcán para mi mano estremecida.

Límite de la tarde preferida,
bajo un torso de niebla enajenada.
No hay tránsito a la noche enamorada,
pájaro sometido y sin salida.

Oh, ese cerrado cielo en que se unen
el poderoso mare y el labio suave
de la tierra: horizonte atormentado.

Cómo acecha la muerte ese volumen
hermoso, tan levísimo e ingrave.
Oh, la flecha de Dios en tu costado.


Vicente Gaos


Amparo-ezbá

Indecisa y cambiante, ¿eres amor o muerte?
¡Ay, ven, Amparo-Ezbá, que te estoy esperando!
Es la palpitación de origen quien podría
acogerte, y besarte, y ofrecerte un refugio
caliente de jazz-hot y trances convulsivos
como, cuando bailando, se pierde la conciencia.
Ven tú, amorosa, ven como la noche crece,
deseo sin objeto, tú que eres el no-objeto
y el placer imposible que en el límite busca
infinitudes ciegas. ¡Ay, no-tú, Ezbá, no-sí,
sí, ven, Ezbá, indecisa, transparente, inasible,
temblorosa de luces, soñadora, engañosa,
tú, tejido del iris, centelleo, sonrisa
hasta mi dulce llanto y a esos gritos salvajes
que no son el amor, o sí son, o al no ser
te llaman desde el centro del tornasol nocturno,
tiránica, traviesa, fascinante, escapada,
y niña, y absorbente como un vórtice suave,
y riendo, riendo, mortal como un pecado
que no existe mas haces con tu burla que exista,
tan cruel, encantadora, pasajera, incitante,
que líquida, impalpable, movimiento sin móvil,
descubres, deshuesada, la santa realidad!
Entonces flota el mundo casi feliz, dudoso,
y el recuerdo anochece lentísimo en la brisa.
Y tú, nunca creída, y tú, siempre sabida,
te ofreces para nada, te niegas para más,
como un antiguo ensalmo y un susurro al oído,
cuando ya todo duerme, y tú casi nos hablas,
o nos cantas, nos rezas, entonteces con nanas.
¡Oh tú, dime quién eres! ¡Oh Ezba, dime si existes!


Gabriel Celaya


¡ay, Terca Niña!...

¡Ay, terca niña!
Le dices que no al viento,
a la niebla y al agua:
rajas al viento,
partes la niebla,
hiendes el agua.
Te niegas a la luz profundamente:
la rechazas,
ya teñida de ti: verde, amarilla,
- vencida ya - gris, roja, plata.

Y celas de la noche,
la ardua
noche de horror de tus entrañas sordas.

Cuando la mano intenta poseerte,
siente la piel tus límites:
la muralla, la cava
de tu enemiga fe, siempre en alerta.

Nombre te puse, te marcó mi hierro,
«cáliz», «brida», «clavel», «cenefa», «pluma»...
(Era tu sombra lo que aprisionaba.)
Al interior sentido
convoqué contra ti. Y, oh burladora,
te deshiciste en forma y en color,
en peso o en fragancia.
¡Nunca tú: tú, caudal, tú, inaprehensible!

¡Ay, niña terca.
Ay, voluntad del ser, presencia hostil,
límite frío a nuestro amor! ¡Ay turbia
bestezuela de sombra,
que palpitas ahora entre mis dedos,
que repites ahora entre mis dedos
tu dura negativa de alimaña.


Dámaso Alonso


La virtud de la vocación de servicio es rodearnos de maestros constantemente, porque enseñan al instante y el aprendizaje nunca tiene fin, aunque la academia lo limite.


FRANKO CASTLE DE MONTENEGRO