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Locuras de charly garcia ( 3 )

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Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.


Gabriel García Márquez


Serenata de Belisa

Por las orillas del río
se está la noche mojando
en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.

¡Se mueren de amor los ramos!

La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Belisa lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.

¡Se mueren de amor los ramos!

La noche de anís y plata
relumbra por los tejados.
Playas de arroyos y espejos
anís de tus muslos blancos.

¡Se mueren de amor los ramos!


Federico García Lorca




Ola Feliz

Suena este mar, tu corazón, bajo la piel.
Bello el reloj, se mueve .
Anda del seno tu lugar.
Potro en la nieve, se hace nuca su belfo.
Come de la bandeja blanca de las sienes.
Muere de delgadez. Y es ave,
relámpago concéntrico con peces
hechos música, luz, bolsa obediente
del diapasón.
Feliz más que una playa, acude al vientre,
Edifica del agua la esbeltez. Allí te crece
como un inmenso pájaro. Y distiende
alas de olor sobre el cantil, te bebe
la piedra transparente del cuerpo.
Después, yedra invisible, baja hasta el pie.
Jinete, torre en el cuero juvenil,
tambor de lo turgente,
cede su forma a la presión.
Sonoro resplandece.
Te late en las paredes de la carne que beso.
Se convierte en ruido de unos bosques,
en rostros de violines
que pulsan de ese alegre sitio del sol.
Y así la noche emerge solícita.
A tus manos, que hablan en la sombra
su celeste palabra.
Su situación de fiebre y de jardín.
Su fuerte voz.
Y así mientras conoce, la boca vibra,
enciende su tacto.
Llega al hombro con presencia de río,
pone caricia y redes a la virtud.
Transita entre los sauces y el aire adolescente
que amo, fruto interior silvestre.
Cuerpo tuyo que canta.
Y aventa de mis dedos respiración de mieses.


Ángel García López


Cuando Pasa Una Joven Como Tú...

Cuando pasa una joven como tú salta el pecho,

se compran las parcelas de este sitio acotado.


No hay un cuerpo en la tarde que te iguale, criatura.

Porque vas explicando lo que queda de verte,

poniendo orden a un mundo que no está en este reino.


No hay un rostro que pueda dormir cuando te ha visto

ni sienta que, por dentro, van cantando los árboles.


Eres como quisieran ser los astros más lentos,

las altas catedrales, las ciudades de Europa

que desnudan sus flores con un copo de nieve.


Convocas impaciencias a los bancos de un parque

que, detrás de los ojos, te acogieran despacio.


Imposible es gozarte como no bendecirte.

No hay nadie que no mire sino dándote gracias.


Ángel García López


Lo Que Se Sabe

Toda mi vida la pasión soterrada
en el bajo fondo de la placidez.
La idea de la pericia escapa. Un lento
proceso al amanecer. La quinta vez
que reescribo. Te lo dije. No creo.
La fe ha resbalado como la resina joven,
como el trazo de una oruga,
la fe se ha derretido en la baba
de varios caracoles. Toda tu vida
escapa o huye. No negué lo que vi.
No vi nada. Sombra en un pacto
toda mi vida: la ventana, arrullando
el más puro sonido del silencio, un crac
rompe la desidia, un sonido leve de rotura
precipita el único acontecimiento imposible
e indeseable. Soy tu túnica, tu vajilla
y tu despecho. Me voy irritada. Sé que ahora
el velo del día es un espeso manto,
una capa del rey Recaredo. Una enagua.

1993


Concha García


Si Mis Poemas

Si mis poemas todos se perdiesen
la pequeña verdad que en ellos brilla
permanecería igual en alguna piedra gris
junto al agua, o en una verde yerba.


Si los poemas todos se perdiesen
el fuego seguiría nombrándolos sin fin
limpios de toda escoria, y la eterna poesía
volvería bramando, otra vez, con las albas.


Fina García Marruz




Cuando El Tiempo Ya Es Ido

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.


Fina García Marruz


Me desconcierta tanto pensar que dios existe, como que no existe.


Gabriel García Márquez


Una Especie de Mi Que No Soy Yo

deja perpleja la estela de la tarde
en esos extraños recorridos
donde el labio estanca su decir.


Concha García




Dejaría en este libro toda mi alma.


Federico García Lorca


Sensación En El Labio

Me da sorpresa bajar
por la ventura de mis emociones
porque para qué haber estado alta
si la fiebre la produce el recorrido.
Tengo un beso junto a la boca
y un tiempo para que dure
la sensación del beso que recibo
y la inscripción de la sinceridad.
Otro tiempo no lloraré sin saberlo
que es como ahora que por encima
de la conciencia está la voluntad
de sentir un beso junto a la boca.
Si ese beso se parte y va al labio
una senda del beso que se fue
se irá sin mí también
y no será simétrico.
Por eso es gran cosa.

1994


Concha García


Huyendo de todo destiempo, hallaremos el tiempo de todo.


Arturo García Estrada


El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta.


Gabriel García Márquez




La traducción destroza el espíritu del lenguaje.


Federico García Lorca


Cuanto más dinero entra, más inestable te sientes, porque tienes miedo de perderlo.


Luis García Berlanga


Soneto de La Nieve Todavía

Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma
tiene un poco de nieve, una paloma
que ha librado sus alas de la llama.

Qué desierta de pájaros la rama
donde a la luz mi corazón se asoma,
como un clavel de invierno sin aroma
como un campo segado de retama.

Crezco de amor bajo este sol tendido,
y crecen las montañas imitando
el hielo que mi ardor no te ha deshecho.

Bajo un ave de nieve estoy vencido
y están sus alas frías coronando
una sierra de sangre por mi pecho.


José García Nieto


Veo A Diario Tu Casa

Veo a diario tu casa que, encendida
con ese sol, ya casi en primavera,
es la rosa del día más primera
por donde tú apareces a la vida.

Así mi corazón, casa dormida,
tiembla bajo tu sol, y no quisiera
más ventanas de amor, ni más espera
que la de hallarse en tu estación florida.

Veo a tu casa en la alta noche ahora,
la nieve de la luna con las hiedras
de la sombra escalando el muro frío,

como mi corazón, también, que añora
tantos días sin sol sobre sus piedras,
tantas noches sin ti en el pecho mío.


José García Nieto


Prólogo

Me haces daño: chispitas
entre las tapas de pescado, me dueles
esquivando la hora del cine, los tejados
lluvia y lluvia, chap-chap, mira
qué triste soy: un tañir lejos, lejano
albergando el daño, el trocito de fuelle
que ayer chirriaba.

1990


Concha García


La Partida

Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro

tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte
trampas. Y no es posible. Clara suerte
tienes, contrario en el que tanto admiro.

Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda
tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda
igualar todavía. Si mi parte

no basta ya por pobre y mal jugada,
si de tanto caudal no queda nada,
ámame más, Señor, para ganarte.


José García Nieto


Infame Turba

Nunca supimos qué pájaro era aquel
que cantaba al besarnos...

Al besarnos el alba
sería la alondra ilustre,
el vano timbalero de Verona,
diana floreciendo en el dormido alféizar,
salvas inoportunas,
diligentes clarines matinales
hostigando al amante perezoso
su ligera fanfarria.

Nunca supimos qué pájaro era aquel
que cantaba...

Que cantaba en la noche,
ruiseñor, geiser puro
de lágrimas brotando, silenciosa
perla de la armonía, copa lívida
desbordando tristeza y ebriedad.
Voz sacra de la luna. A su conjuro,
espectral médium pálido,
entre la fronda ensimismada surgen
invocadas estatuas.

Nunca supimos qué pájaro era aquel...

Era aquel mirlo blanco
que llamaba desde la oscura tarde,
cuco, péndulo primaveral
pausadamente hiriendo en el recuerdo.
Ribera del amor, aparejadas
las aves, las sonrisas, golondrinas,
paloma de collar, colibrí, pechirrojo,
pueblan libres el ámbito.

Nunca supimos qué pájaro...

¿Qué pájaro del frío, aguzanieves
del olvido, avefría, nevatilla,
trémulas patas sobre ramas yertas,
con sus picos hurgando en el sonoro
corazón, tronco vivo retumbante,
cavaban tumbas al helor del tiempo?

Nunca supimos...

Supimos bien si aquel reclamo era
gorjeo artificial, ruedas, tornillos,
un jilguero mecánico, espejuelos
o canario de cuerda, fidelísima
tórtola de latón y purpurina,
selvática viuda desolada.

Nunca...

Sí, nunca nos besamos.


Pablo García Baena


Muda Y Hosca...

Muda y hosca, se niega
a entrar en casa, a pesar
de la noche, a pesar del buen sentido.
Él le habla
con paciencia o la empuja y golpea
con el puño. La insensata materia
que el alma es, su obstinación eficaz
o, contigua y exenta,
esta vibración azul del azul
luminoso y oscuro. Sólo
me m interesa e vacío.
Ocurrió el mismo año
en que frascos y líquidos
se arrojaban contra la pared,
a oscuras, en aquella alcoba
italiana. Eran innumerables
los huesos del cuerpo, incomprensibles
sus nombres. Sincronizado
estrictamente, rápido
y melancólico, con este azul,
aquel salto, olor de carbonilla,
adherido a la piel.

De "Caza nocturna" 1997


Olvido García Valdés


Al Salir A La Calle...

Al salir a la calle, sobre los plátanos,
muy por encima y por detrás de sus hojas
doradas y crujientes, el cielo, muy por encima
azul, intenso y transparente de la helada.
A cuatro bajo cero se respira
el aire como si fuera el cielo
que es el aire lo que se respirara.
Corta y se expande y un instante
rebrota antes de herir. Ritmos
de la respiración y el cielo, uno
lugar del otro, volumen
que quien respira retrajera, puro
estar del mundo en el frío,
de un color azul que nadie viera, intenso,
que nadie desde ningún lugar mirara,
aire o cielo no para respirar.

De "Del ojo al hueso" 2001


Olvido García Valdés


Pinar de La Piedra

Hay una débil música enredada en mis dedos
como indolentes, verdes algas dormidas,
cuando Mayo desnuda de negros pabellones
mi errante pensamiento.
Hay un tejido espeso como aroma de mieles y de trigo,
que envuelve adormeciendo roca y nube.
Es temprano en la tarde.
El arroyo abandona su flauta entre la hierba.
Me inclino reverente para beber y el agua
pone en mis cerrados párpados su húmeda caricia.
Sobre la tierra extiendo mi pereza
y Mayo me despoja de la corteza gris y extraña de mi traje
ciñéndome triunfal con la guirnalda azul de sus ramajes lánguidos
y en el silencio olvido el remolino inquieto de mi alma.
Ahora soy complacido todo tierra,
sólo un montón de tierra donde crecen florecillas salvajes
como desnudas piernas deseadas
y hay un himno en mis labios,
un himno que levanta su corola
como la púrpura de la diana en un alba con lluvia.
Por el pinar en sombra se difunden sonrisas de armonía
cuando la tarde estruja jacintos olorosos
en el cáliz temblante de los árboles.
La montaña se aleja en éxtasis de humo...
Yo espero confiado que tu inicial escrita en la piedra callada
vuelva a hablarme en la noche con tu voz,
con la voz del agua en el venero,
de ese agua que rompe su líquido alabastro
en el silencio verde de las hierbas.

"Mientras cantan los pájaros"


Pablo García Baena


El Lugar Del Crimen

Másalládelasombra
tedelatantusojos,
yteadivinotersa,
comounmapaextendido
deasombroydedeseo.
Datepormuerta
amor,
esunatraco.
Tuslabiosolavida.


Luis García Montero


Heladas Por El Presente

Soy una mujer que se alejó del mar.
El pequeño fin, como dije.
Ponerse la toalla, el pequeño
trozo de pared, pon la mano
y échate sobre mí, un poco lejos,
el pecho es piedra. Sobre mí
deja la cal un rastro de tres dedos,
debió apretar más con el pulgar
que con el índice. Luego esa porquería
de libro y la camarera que nos trajo
la bandeja oxidada el amor
no cabe en fuente alguna tumbas
tierra adentro ondulaciones
de tierra raíces secas brotes
de ramas retorcida hiedra
tierra adentro la mano, la cal,
la bandeja, la camarera,
el mar.

1994


Concha García


Un Conato de Tristeza

Hora de ti bajando la escalera. No puede ser
que un labio sienta tanto desdén cuando mira
lo prieto que está sin quererlo. Me
abruma el rápido desliz con el que bajo
sintiendo la subida.

1988


Concha García




Universos

Narciso

Me gusto en el espejo de tus ojos.

*

Coimbra

Jadeantes callejas en tu busca, amor mío.

*

Barca con tres personajes

En el río del tiempo sonríen y se alejan.

*

El día después

Vuelve el sol. No sabe que te has ido.

*

Otoño

Un solitario fuma en el pretil de un puente.

*

Espejo de una casa de antiguedades

Solo reflejo días olvidados.

*
Desnudo de espaldas

Tu rostro es el del tiempo que nos huye.

*

Domingo junto al mar

Todo lo manchan de ceniza mis ojos.

*

Vaso con rosas

Quien las cortó ya ha muerto.

*
Otra definición del amor

Solo no estaba solo cuando estaba contigo.

*

El foro con lluvia. Roma.

Un murmullo de hexámetros.

De "El pasajero" 1992


José Luis García Martín


1. El Reposo

Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.

1990


Concha García


Se Oye Levísima La Voz

Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.

Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.

¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?

La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.


José García Nieto


Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.


Gabriel García Márquez


Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.


Gabriel García Márquez


Dale valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.


Gabriel García Márquez


Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.


Gabriel García Márquez


Amor de Mis Entrañas

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.


Federico García Lorca


Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.


Gabriel García Márquez


Soneto de La Dulce Queja

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.


Federico García Lorca


Lo que me atrajo al viento.

El encuentro con mi amigo el viento,
desde mi primer aliento
un respiro de amor,
¡Vida te amo tanto!

Te amo por hacer del momento una poesía,
una alegoría,
una fiesta,
porque los dolores son menos intensos,
porque todo lo malo se va con el viento.
El viento es amigo de la lluvia
y con esa lluvia caen los amores,
los amigos, los triunfos y los fracasos.

Luego, me doy cuenta
de que existe el tiempo,
de que existe la realidad,
que crezco cada día
y muero un poco más.
Recorro la cinta de mi vida;
veo personas que
ahora no están.

No hay rencores,
no puedo odiar
pues con solo amar duele el corazón
y me dan ganas de llorar.

Que la vida es mi pasión,
mi corazón una bomba de tiempo
y no sé cuándo estallará,
pero al dormir se calma
y es tan agradable esa sensación;
todo, todo, calla.

Me alejé de mi visión
me alejé de lo que quise
pero el viento
me estacionó ahí, justo ahí.

Me llevó a otro lugar,
para cumplir una misión
para que alguien trabajara en mí;
aquél que me llenó de calidez,
quien me impresionó
quien me desató
y despertó todos los sentidos
incluyendo el del amor.
Él que me hace enloquecer,
que me cubre con sus miradas
y con su calor
como una fresca sábana
en una noche húmeda
donde el viento es testigo
de aquello que solo sabemos
que ha sido en nuestros sueños.

También gané una amiga,
amiga del alma
mi fuerza fraterna,
agua en tiempos de sequía,
mujer de armonía,
su nombre; Rosalía,
llena de alegría
de sonrisa franca,
ternura de niña
mano amiga que tengo hacia mí tendida
cuando mis arranques y mareas me dominan,
¡Que Dios te bendiga Hermanita Mía!

Viento, sigo esperándote
¿A dónde me llevarás?
imponme un reto
estoy con las ansias que muero.


Claudia Lorena García Lara


Por que exiges lo que no eres capaz de dar? Por que jusgas sin ser jusgado? Por que agredes a los sentimientos? Por que te burlas de los demas? Eres perfecto? Conversa con tu conciencia y preguntale si ese talento supera los limites de tu inteligencia. Preguntate a ti mismo cuanto has ganado y también cuanto has perdido.


Liliana Garcia


Mirando a las estrellas me recuerdo de ti. Tu mirada trasciende los limites de mi imaginacion. Como te extrano! Cuanto siento no habertelo dicho tantas veces. Fuistes alguien especial en mi vida. Tu talento fue haberme hecho reir tantas veces. Me parezco tanto a ti y que orgullosa me siento de eso! Me ensenastes tantas cosas y te doy gracias por eso. Por que te fuistes tan deprisa, sin un adios, un perdon, una historia, una frase? Papa, no sabes cuanto desearia conversar contigo por largas horas, decirte buenos dias, buena noches. Nunca es tarde porque ahora lo estoy haciendo!!


Liliana Garcia


Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.


Gabriel García Márquez