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Mesa ( 2 )

Mesa. Encuentra docenas de mesa con fotos para copiar y compartir.


Mientras tanto, en este lado de la mesa se siente mucha atracción. ¿Qué se siente en el suyo?


Linda Howard


Tan pobre como es la mesa que carece de pan, así la vida más ejemplar resulta vacía si le falta amor.


Antonio de Padua




Me he dedicado al humor de observación, algo muy especial. No soy repentista. Frente a una cámara, a un micrófono, a una hoja en blanco, es muy difícil ser sólido apelando a la improvisación.


Juan Carlos Mesa


Jamás haría eso de criticar a la televisión de ahora. No es ni mejor ni peor. Es distinta. Hay situaciones del concierto que a veces me desconciertan, pero sé que tiene que ver con el país, con el mundo, con las nuevas sociedades. Hay que saber adaptarse, que no es lo mismo que conformarse.


Juan Carlos Mesa


Vuelvo a las películas que iba a ver cuando era chico. Hoy repaso todo aquello y me pongo a pensar cómo no se me ocurrió un gag así. Ese sentido de la imagen y de su pureza, se sostenía en algo fundamental en el humor: el poder de síntesis. Es la capacidad, como hacen los dibujantes, de contar toda una historia... En tres cuadritos. El gag es el módulo básico donde todo se asienta.


Juan Carlos Mesa


El costo de la reforma de las pensiones ha sido tal vez el mayor error cometido en el proceso de modernización de la economía de Bolivia.


Carlos Mesa




Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades; él es el campo que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento; él es vuesra mesa y el fuego de vuestro hogar. Cuando os alejéis de vuestro amigo no sintáis dolor. Porque lo que más amáis en él quizás esté más claro en su ausencia.


Khalil Gibran


Las Cosas

Las cosas, nuestras cosas,
les gustan que las quieran;
a mi mesa le gusta que yo apoye los codos,
a la silla le gusta que me siente en la silla,
a la puerta le gusta que la abra y la cierre
como al vino le gusta que lo compre y lo beba,
mi lápiz se deshace si lo cojo y escribo,
mi armario se estremece si lo abro y me asomo,
las sábanas son sábanas cuando me echo sobre ellas
y la cama se queja cuando yo me levanto.
¿Qué será de las cosas cuando el hombre se acabe?
Como perros las cosas no existen sin el amo.


Gloria Fuertes


Aromas

Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.

Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.

Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.

Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.


Baldomero Fernández Moreno




Escribo Y Apareces Siempre

Este amor ¿canta o atestigua?
¿Confesión o hilos invisibles
sueño o verdad
la luz que visita
para hacerse vestido
tantos como mundos
que en este hermoso oficio
yo procuro?

Espiando tú mi pensamiento
aventuras:
canto y testimonio
no pueden separar
ave sobre velero
en el dominio mar y
siempre pagarás ser dueña
pues de agua llamaste un barco
que obedece.
No estoy conforme. Mira el ancho
de los versos:
Te amo bajo los astros
(testimonio sería)
o
Estamos abrazando al mundo
(canto parece).

Y te acercas a la mesa
para decirme
no pierdas más tiempo
de tus manos que escriben
cosa mejor conmigo
ni busques más amparo
que el de tu voz nunca indecisa
ni temerosa al lado de tu amor
que sabe el movimiento puro
del zarpazo cuando habitas
un rostro de escribiente
que me parece abismo
si acerco tu cintura
clavada en esta sala.
Ven, tu poema mejor
es el mío, lo mío, la esfera.

La presa en tus brazos
¿será este libro
puntada de la sangre
fisura del pensamiento
camino de sencillez
amor crecido las estrellas
pegadas a mi cuerpo
egoísmo salvación
condena manzana dulce?

De: Pasión inédita


Pureza Canelo


El Alba Inútil

A los labios del hombre taciturno, la aurora
trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares.
El alba en las pupilas noctámbulas había
sorprendido la angustia de las viejas saudades.
En los círculos hondos de las mustias ojeras
se azulaba un exceso de veladas sensuales.
Vertió el vino de Francia
en la copa vibrante.
-La noche prolongaban
los grises cortinajes-.
Miró la flor marchita
de su frac un instante,
y evocó vagamente:
Casi estaba desnuda
en la fiebre del baile.
El breve seno apenas
velaban los encajes.
Oprimía la espalda
la caricia insinuante
que vagaba furtiva
de deseos. El talle
cedía entre su brazo
como un junco ondulante.
Después... aun más desnuda
la tuvo que en el vals,
y pensó vagamente:
Flor y mujer, vosotras
sólo duráis un baile.
-En la mano brillaba la heráldica sortija
herencia antigua y noble de un tiempo inmemorable.
Trémula entre los dedos fatigados, la copa
despertó una añoranza de mujeres fugaces-.


* * *


Las lámparas habían develado la alcoba.
El alba subrayaba de luz los ventanales.
Las severas efigies de los antepasados
miraban desde el fondo de remotas edades.
Con un grito argentado de dagas, la panoplia
al nieto recordaba las glorias ancestrales.
Dejó la copa exhausta
sobre la mesa grave.
Descorrió silencioso
los grises cortinajes,
y pensó vagamente:
¿Y de todo qué resta
tras el sensual alarde?
Solo una flor marchita
en la seda del traje.
-En las manos del hombre taciturno, la aurora
palideció una huella de victorias cobardes-.


Alberto Angel Montoya


Ningún Otro Cuerpo Como El Tuyo

Ningún otro cuerpo como el tuyo
vino a salir sobre la tierra,
porque él es tú. Domingo diario,
simposio y lecho y mesa puesta
para los sentidos no platónicos.

Sin verte ni oírte, voy formándole
el molde de un instante tuyo;
el estuche justo, tu morada.
Espacio puro, impenetrable,
donde guardarlo aprisionado.

Siguiendo los innumerables
peldaños infinitesimales
de tu olor, bajando y ascendiendo,
las superficies reconozco,
maravilladas, de tu cuerpo.

Hueles a escollo soleado,
a huertas en la sombra, a tienda
de perfumes; a desierto hueles,
tierra grávida, a llovizna;
a carne de nardo macerada,
a impulsos de ansias animales.

Y cada aroma halla respuesta
en un sabor que lo sostiene,
y el regusto de la sal, el agrio
del fruto en agraz; dulcísimo,
el del fruto maduro y pleno,
el amargor donde floreces,
mezclándose, ardiendo, disolviéndose,
hacen de ti un sabor; el único
sabor, el que te vuelve en suya.

Y con él completo la armadura
del perfecto espacio: tu recinto
inequívoco, el sitio de ti misma.


Rubén Bonifaz Nuño


Fuera de ti ha de sobrarme el mundo como le sobra al río el aire, al mar la tierra, a la espada la mesa del convite.


Dulce María Loynaz




No se debe adquirir el amigo en la mesa.


Séneca


Mi casa, mi mesa, y mi mujer, todo mi mundo es.


Refrán


No siguió el camino más ancho hacia la eternidad, ni tampoco el más angosto, sino que, a fuerza de rezar mucho y disfrutar de una buena mesa, eligió uno intermedio, que podríamos denominar clerical principesco.


Georg Christoph Lichtenberg


Viajero

La extrañeza del lugar aunque
lo imaginaba. Lo interminable del instante
y lo áspero. Un comedor vasto como el hastío,
Mas aquí, en reposo,
el mudo mantel, el atardecer
junto a la sombra
de los recuerdos en el rostro.
Obstinada la hora
le encierra, solitario, y al hermano
que llora bajo sus pensamientos.

Un sitio siempre ajeno como el amor, un lento salón
que a los fantasmas del viaje, en bandadas,
aparece de súbito con lámparas y memorias.
Conversaciones, alas, palabras apenas,
rumor en tomo. Una cucharada
a los labios con un remordimiento
y sobre la mesa, inmóvil, desconocida;
la silenciosa blancura de sus manos.

Quisiera despertar de entre los muertos
mientras la hora sórdidamente huye.

Lo piensa mientras a su alrededor
la mosca del sueño, el periódico,
el volumen ardiente de una falda,
no importa,
qué cuerpos o miradas, la tenaz
ola de melancolía también
les llega,
y en procesiones nocturnas
los huéspedes no duermen sino avanzan
con equipajes, entre espejos y blancos uniformes,
sonrientes, solos, sonámbulos,
por carrileras, a pie, enlunados,
al subterráneo final de los trenes sin nadie.

De "Los adioses" 1963


Fernando Charry Lara


Soneto Del Emigrado

Cataluña hilandera y labradora,
viñedo y olivar, almendra pura,
Patria: rememorada arquitectura,
ciudad junto a la mar historiadora.

Ola de la pasión descubridora,
ola de la sirena y la aventura
-Mediterráneo- hirió tu singlatura
la nave del destierro con su proa.

Emigrado, la ceiba de los mayas
te dio su sombra grande y generosa
cuando buscaste arrimo ante sus playas.

Y al llegar a la Mesa del Consejo
nos diste el sabor noble de tu prosa
de sal latina y óleo y vino añejo.


Rosario Castellanos


No Persigo Tu Beso

No persigo tu beso
aunque tu beso sea
como una
fiesta.

Ando en busca de un sitio
para hablar de la tierra,
de lo atado y lo libre,
del sueldo y de la mesa,
de Dios
y la protesta.

Ando tras una alianza
fraternal, pura, tierna,
que tú, amadamente,
representas.


Jorge Debravo


Canción Última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.


Miguel Hernández


Séptimo

Tus nobles manos buenas.
Tus manos dulces sobre mi veneno.
Qué llamas tibias, compañera,
entre agujas de invierno.
Qué dos brasas serenas.
En ellas el milagro que solo mi alma y yo sabemos.
El cielo limpio en ellas.
Pósalas, compañera, como dos alas médicas
sobre el turbio hemisferio
de mi cabeza.
Sobre el dolor que tengo
de no ser Dios y sobre mis tormentas,
posa tus manos dulces de silencio,
quietas de amor, grávidas y eternas.
Siembra la fe en mi frente igual que un trigo bueno
con tus manos morenas.
Puerto de paz tus manos en mi pecho.
Como dos puertos son, como dos puertas
luminosas al cielo
que siempre están abiertas.

Soy el marino loco, ebrio de viento.
Vengo del mar oscuro, compañera.
a sal me sabe el sueño.
Traigo las manos viejas.
Soy tu marino amargo que vuelvo de los mares de los muertos
con la proa encendida y encendidas las velas
tras apagar los fuegos de San Telmo.
Vengo a tus manos plenas,
a tu profundo pecho
terrestre y generosa, compañera.
Vengo
al puerto de tus manos que es la tierra
firme en que tengo
hijo y cosecha,
amor, fuego
de hogar, semilla plena,
jubiloso arado, pecho tranquilo y fuerte, raíz, suelo,
agua clara y noble sal para mi mesa.
Y limpio, casto don para mi lecho.

¡Qué llamas tibias, qué brasas serenas,
qué dulces alas de sereno vuelo
tus manos en mi alma, compañera!

Queda mi arboladura en este suelo.
Mi ancla en esta tierra.


Manuel José Arce


En la mesa nadie se aburre durante la primera hora.


Anthelme Brillat-Savarín


de Pronto En Una Playa Interminable

Toco en la oscuridad las cerraduras.
¿Cómo llegué hasta aquí?
Es una extraña casa
que rodean tinieblas, y me llaman.
¿Quién eres tú, la que me canta?
Recuerdo ahora el mar. ¡El mar! Si yo pudiera
volver al mar a aquella playa
donde llovía siempre. Allá arriba las verdes colinas
y más allá la tierra escarlata, y la Gran Cordillera
que vigila volcanes, el viento que sopla desde allí,
y el cielo de cristal.
Nadie en las dunas.
La lluvia ahuyenta
y me deja solo en esta playa de pronto interminable.

Como el mar es la casa, como la lluvia sus muros.
Siento mis pasos: ya están aquí, y abro la puerta.
¿Cómo cruzar el fuego que arde entre tus pasos y los míos?
¿Quién me trajo a estos muros que se encienden y se apagan?

Y entro en otros cuartos que se abren a otros cuartos,
y el silencio es un cíngulo dormido en los dinteles.
La imperceptible niebla empapa las recámaras,
pisa los zócalos, roza ventanas, hunde los lechos.

Mis pasos se adelantan al llegar a la sala, al llegar a la mesa,
al llegar al libro abierto de polvo,
al libro y a la mesa que nadie ha tocado en mil años,
y nadie vendrá.
Pero ahora la niebla
toca con su frente los umbrales.
Ya no hay nadie en la casa. (Si hubiera alguien,
¿a quién amar ahora?). Toco la mesa
y la mesa se ilumina.
Toco las cerraduras
y las cerraduras se abren.
Toco en la oscuridad los muros,
y los muros se apartan,
y escucho en el silencio de la sangre el río que me habla
sobre esta oscuridad.


Miguel Arteche


Esta Ternura

Esta ternura y estas manos libres,
¿a quién darlas bajo el viento ? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela la alba.
Tocamos instrumentos para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil,
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, ¿nadie quiere esto,
nadie?


Julio Cortázar


La Vuelta de «caperucita»

Entra sin miedo, hermana: no te diremos nada.
¡Qué cambiado está todo, qué cambiado! ¿No es cierto?
¡Si supieras la vida que llevamos pasada!
Mamá ha caído enferma y el pobre viejo ha muerto...

Los menores te extrañan todavía, y los otros
verán en ti a la hermana perdida que regresa:
puedes quedarte, siempre tendrás entre nosotros,
con el cariño de antes, un lugar en la mesa.

Quédate con nosotros. Sufres y vienes pobre.
Ni un reproche te haremos: ni una palabra sobre
el oculto motivo de tu distanciamiento;

ya demasiado sabes cuánto te hemos querido:
aquel día, ¿recuerdas? tuve un presentimiento...
¡Si no te hubieras ido!


Evaristo Carriego


TRISTEZA


Tristeza:
Rimas de amor
Ilusionadas miradas
Soledad:
Tardes frías
en la parada del bus
solo
a las cinco.


Un cartel habla
de un ayer alegre,
el presente se estresa
por calmarse.


Tristesa:
Error de diccionario,
excusa compartida
en un juzgado.

Civilizada unión
sentados a la mesa,
callados
como extraños.

A lo lejos el sol
mas cerca las montañas nevadas
y aquí un canción de amor
a tu belleza.

Tristeza…
futuro sin amor
aunque duela la vida
contigo es alegría.


JUAN MARCOS LLAURADO PONS




Otro nombre curioso, la combinación de Tolentino Celestino.
Se puede reseñar:
El Señor Tolentino Celestino con mucho tino, acudió a la mesa de votación en la mañana.
Fue un impulso repentino que tuvo el Señor Tolentino Celestino, quien acudió con su niño para cumplir su obligación.


Dochanlu


ORACION A LA SANTA CHELA

Santa chela ke estas en el freezer,

Tan Refrescante suena tu nombre

Venga a mi vaso tu cuerpo

Hazme sentir el sabor del encuentro

Ke después de ti esta mi mujer

Hágase de tu presencia tanto en la mesa

Como en la cama con mi amante

Hasta caer al suelo de tanta pasión

Danos la wasca de cada día

Perdona a la sangría

Así como nosotros perdonamos a la gaseosa

No nos dejes caer en la resaca

Y líbranos de la cirrosis

SALUD


elizabeth rojas rumualdo


Las cartas sobre la mesa,nada de jugar a las escondidas.


dochanlu


"SON SAL Y HUESOS"

Áspero afán, llavero de plata,
sal en la columna vertebral,
silla rota bajo la mesa oscura,
simulación de vida en los entierros,
huesos de ratas y bilis de emociones
próximas al verso que bate palmas…

Con sal y huesos venimos al camposanto.
He existido porque los dioses murieron
y el TODO quiso para mí lo que yo quise
para ti en el momento en que visualizaste
el hogar lúgubre donde descansa el tormento.

Jamás y para siempre
-hija de mi orgullo inexperto-
podrás recorrer con tu túnica de ensueños
este camposanto donde los arcángeles
son mármol de férreos sentimientos.


Alexander Vórtice


Poema Sin Nombre

He de amoldarme a ti como el río a su cauce,
como el mar a su playa, como la espada a su vaina.
He de correr en ti,
he de cantar en ti,
he de guardarme en ti ya para siempre.
Fuera de ti ha de sobrarme el mundo
como le sobra al río el aire, al mar la tierra,
a la espada la mesa del convite.
Dentro de ti no ha de faltarme
blandura de limo para mi corriente,
perfil de viento para mis olas,
ceñidura y reposo para mi acero.
Dentro de ti está todo; fuera de ti no hay nada.
Todo lo que eres tú está en su puesto;
todo lo que no seas tú me ha de ser vano.
En ti quepo, estoy hecha a tu medida;
pero si fuera en mí donde algo falta, me crezco...
Si fuera en mí donde algo sobra, lo corto.


Dulce María Loynaz


Otros Poemas:

Del mar brota entonces lo desconocido
familiar, el abandono celeste,
la perseverancia del desorden.
Héctor, sediento de éxtasis,
busca
el apóstrofe de la luz,
el desamparo de la certeza,
la seguridad de los cobardes,
el fulgor en los escombros.
El veneno de un puñal,
amante y esperado,
cañamazo de desdichas.
En el principio Perséfone era un árbol
la mujer fue incluso un bosque,
el estupor y el silencio

*

Por ti todo lo he olvidado,
mi niñez y mi patria.
Bebí tu vino. A tu mesa
me senté.
Con pies de medianoche
recibí los abrazos del viento.
Intriga, astucia, tiempo.
Una marea infinita del mundo
hacía alto el terror de tu éxito.

*

Inventaré palabras nuevas
Para hablar con tus silencios.

Un enjambre de verbos incide en la dulce luz
Que robo ilesa de tus ojos.

Una infancia llena de oscuros secretos,
De palabras afrutadas,
De verbos ensimismados en el tiempo.
-El miedo también es un camino,
un corredor de sombras
que apura el opio perfumado del olvido-.

Tus uñas obscenas,
Ácidas de noches lentas,
Descienden por mi cuerpo,
Arañan
La transparencia súbita de enero,
Una carne de luna
Alegre en la derrota,
- nunca es para siempre -
Con la complicidad de las fronteras.

Al norte del futuro hay una palabra
Que espera ser escrita,

Tal vez pueda sobrevivir a tanto olvido hacia dentro.


Beatriz Hernanz


La televisión encendida,
el desayuno en la sartén,
un periódico en la mesa, y mil cosas que hacer.

Miro hacia arriba, no busco una señal divina
veo la hora, ¡oh oh no llegaré...!
rápido, zapatos,
el labial, el bolso el celular...

Mujer ocupada, que va de aquí para allá
¿le faltan brazos?...
no, le sobra energía, y ganas por la vida.

Dice mama:
debes ser seria, recatada,
mejor quédate en tu casa,
aprende a cocer, cocinar,
y tal vez a un bebé cuidar...
¡Una bola de patrañas!

Claro que no,
una aventura por dia,
hay que disfrutar la vida.
tan solo un día mas
para dejar la rutina y disfrutar el dia...

Volviendo a la realidad, cuelgo el teléfono
Y termino de cenar, sin darme cuenta
El calendario me grita jueves,
Ya puedes respirar.

merecido descanso,
fin de semana, ¿qué haremos hoy?
La respuesta es fácil,
buscar un poco de diversión...
hacer llamadas, publicar en facebook
o un mail enviar,
a las personas que no rechazaran,
ir al cine, a cenar, tal vez a bailar

y nuevamente la semana va a comenzar
con los pendientes, el jefe,
y mil proyectos por realizar.
esta soy yo te guste o no.
una mujer ocupada, pero sin duda realizada.

ya es lunes, lista dispuesta,
preparada para las sorpresas, las sorisas,
el estres, y tantas maravillas.


Enaiiad Lebasí


Componer no es difícil, lo complicado es dejar caer bajo la mesa las notas superfluas.


Johannes Brahms


Luego, Jesús estuvo en una comida en casa de Mateo. Se presentaron buen número de cobradores de impuestos y otra gente pecadora, y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores? Pero Jesús los oyó y dijo: "Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Yo no les pido ofrendas, sino que tengan compasión. Pues no vine a llamar a hombres perfectos sino a pecadores.


Sagradas Escrituras


Si te sientas a la mesa de un grande, cuídate de lo que hay frente de tí; si sientes demasiado apetito, pones un cuchillo a tu garganta. No codicies sus guisos delicados: es un alimento engañoso. No te fatigues por tener riqueza, no pienses en ella. Si fijas en ella los ojos, ya no existe. Porque sabe ponerse alas y, como el águila, vuela al cielo. No comas el pan del hombre malo, ni codicies sus delicados manjares. Todo es apariencia, menos lo que medita en sí mismo. Te dice: "Come y bebe",pero no es sincero. Vomitarás el bocado apenas tragado y perderás tus palabras aduladoras. No hables a oídos necios: no sabrán apreciar tus discursos.


Sagradas Escrituras


Actitud con las mujeres. No tengas celo de tu propia esposa: le vendrían tentaciones para desgracia tuya. No te entregues completamente a una mujer, no sea que llegue a dominarte. No te acerques a la mujer fácil, que puedes caer en sus redes. No te demores con la mujer graciosa, para no quedar prendido en sus enredos. No te fijes en la jovencita, para no ser castigado con ella. No te entregues a las prostitutas, para no perder tu herencia. No pasees tu mirada por las calles de la ciudad, ni antes vagabundeando por lugares solitarios. Aparta tus ojos de la mujer hermosa. No te quedes mirando la belleza ajena. La belleza de la mujer ha perdido a muchos, junto a ella se inflama como fuego. No te sientes nunca al lado de la mujer casada. No festejes ni tomes vino con ella, no sea que tu corazón se incline hacia ella y tu deseo te lleve a la perdición. No abandones a tu viejo amigo, que el nuevo no se le iguala. Vino nuevo, amigo nuevo, si se vuelve añejo lo beberás con alegría. No envidies el éxito del pecador, que no sabes cuál será su suerte. No te sientas feliz con la aprobación de los impíos, recuerda que serán condenados antes de la muerte. Mantente alejado del hombre que tiene poder de matar y no sentirás miedo a la muerte. Si te acercas a él no te descuides, que te puede quitar la vida; sábete que caminas entre trampas y andas sobre murallas. En cuanto puedas, muéstrate sociable, y busca la compañía de la gente responsable. Que te guste conversar con los hombres inteligentes y que tu conversación siempre sea sobre la Ley del Altísimo. Que se vean en tu mesa los hombres buenos, enorgullécete de tu temor del Señor. Se juzga del artesano por sus obras, y del dirigente por la sabiduría de sus discursos. El hombre hablador es temido en la ciudad; el que habla disparates se hace odioso.


Sagradas Escrituras


Ludopata.

Pones tus cartas sobre la mesa, juegas apostando al premio mayor.
Tienes tu as bajo la manga esperando que sea suficiente para ganarle a esa reina de corazones...
Lo pierdes todo intentandolo...
Hay que saber cuando retirarse de un juego para que no pierdas mas de lo que estas dispuesto a dar.

Y así es esto como en los naipes, Así es en el amor.
Un ludopata y una persona enamorada aunque quieran retirarse no lo hacen, por la esperanza de que una noche tengan suerte y ganen.
En la vida y en los juegos de azar todo puede pasar...
Y cuando pase espero verte ganar...


Edgar Rubén Leõn Galicia


Por la tarde, nos pusieron en fila. Tres prisioneros trajeron una mesa e instrumentos médicos. Con la manga del brazo izquierdo levantada, cada uno debía pasar delante de la mesa. Los tres antiguos, agujas en mano, nos grabaron un número en el brazo izquierdo. Yo me convertí en A-7713. En adelante no tendría otro nombre.


Elie Wiesel


Queremos que la leche, el pan, la carne, las frutas, las verduras puedan llegar a la mesa de todos los argentinos, a precios que los argentinos puedan pagar, y no a los precios que nos pagan en el exterior.


Cristina Fernández De Kirchner