Miedo en el amor ( 121 )
Miedo en el amor. Encuentra docenas de miedo en el amor con fotos para copiar y compartir.
Siempre había escogido al azar las novias de una noche más por el precio que por los encantos, y hacíamos amores sin amor, medio vestidos las más de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores.
Gabriel GarcÃa Márquez
Te amo. ¿Te sorprende? No sé. Amar a alguien es simplemente un hecho. No quiero decir que no hubiera, y que no haya, razones para amarte. Podría hallar miles. Pero en cuanto al pasado, al siempre-haber-sido de este amor, es algo que está ahí y a duras penas consigo recordar alguna época en la que no te amara. Quiero que seas capaz de verme, y como mi amor por ti es una parte esencial de mí (de mí entera, convirtiéndome en algo más que yo misma) entonces también podrás ver eso. No verlo sería como no verme, y no hablarte de esto sería engañarte.
Iris Murdoch
Por eso aunque sea legítimo el acceso directo a Cristo, los congregantes marianos creen interpretar fielmente el pensamiento de Cristo al ir a Él por medio de María y por eso la hacen a Ella centro especial de su culto, de un amor; su acceso a la congregación significa una ratificación expresa de su consagración a Ella como Reina, como Madre, como La Mediadora...
Alberto Hurtado
Somos todos iguales: le tenemos miedo al drama, pero a veces somos lo bastante románticos para desear que ocurra y no nos damos cuenta de que ha empezado ya
Marguerite Yourcenar
Uno no teme una conversación simplemente por el miedo a que se vuelva intensa. Pero la intensidad puede constituir un poderoso disolvente de superficies protectoras finas y frágiles.
Mary Renault
El amor es algo que muere. Y cuando muere se pudre, pero puede servir de humus para un nuevo amor. De modo que aquel amor ya muerto continúa viviendo una vida secreta en el nuevo amor, y así nos hallamos con que el amor es inmortal.
Pär Lagerkvist
Vea. Yo puedo ser su amigo si usted quiere. No trataré de seducirla ni me pondré romántico ni le haré propuestas indecorosas. Pero sepa que yo necesito que exista un amor potencial. Me resulta indispensable que exista una posibilidad en un millón de que algo surja entre nosotros. Le aclaro que es probable que si se da esa circunstancia yo salga corriendo. Pero es únicamente en virtud de esa remotísima chance que yo estoy aquí oyendo su conversación como un imbécil.
Alejandro Dolina
El hambre es deseo. Es un deseo más amplio que el deseo. No es voluntad, que es una forma de fuerza. Tampoco es debilidad, ya que el hambre no conoce la pasividad. El hambriento es un ser que busca. Si Cátulo recomienda resignación es precisamente porque él no se resigna. Hay en el hambre una dinámica que prohíbe aceptar el propio estado. Es un deseo que resulta intolerable. Alguien podrá decirme que el deseo de Cátulo, que está relacionado con la falta de amor, la obsesión debida a la ausencia de la amada, no tiene nada que ver. Sin embargo, mi lenguaje detecta en él un registro idéntico. El hambre de verdad, que no es un capricho de carpanta, el hambre que despechuga y vacía el alma de su sustancia, es la escalera que conduce al amor. Los grandes enamorados fueron educados en la escuela del hambre.
Amélie Nothomb
Ese vínculo humano esencial entre el mundo y el infinito. El único sitio donde el torrente sanguíneo toca la eternidad. Lo que importa es el amor y el deseo. Aquí en la oscuridad se puede hacer como en cualquier otra parte. Quizá mejor que en muchas otras... Así es volar
Stephen King
Todos los mares del mundo se echaron sobre su corazón. Él la arrastraba hacia dentro, la quería ahogar. Se aferró con la dos manos a la barandilla.
-¡Ven! ¡No! ¡No! ¡No! Era imposible. En un ataque de furor sus manos se agarrón a los barrotes. Desde el medio del mar llego un grito de angustia: -¡Eveline! ¡Evy! Corrió hasta más allá de la barrara llamándola para que le siguiera. Le gritaron que continuara, pero él seguía llamándola. Entonces ella le mostró el rostro
pálido, como el de un animal desvalido. Sus ojos no le dieron ninguna señal de amor o de adiós o de gratitud.
-¡Ven! ¡No! ¡No! ¡No! Era imposible. En un ataque de furor sus manos se agarrón a los barrotes. Desde el medio del mar llego un grito de angustia: -¡Eveline! ¡Evy! Corrió hasta más allá de la barrara llamándola para que le siguiera. Le gritaron que continuara, pero él seguía llamándola. Entonces ella le mostró el rostro
pálido, como el de un animal desvalido. Sus ojos no le dieron ninguna señal de amor o de adiós o de gratitud.
James Joyce
La costumbre de amar suele limar el amor, debilitarlo. Hay que amar al margen de cualquier costumbre, improvisadamente.
Mario Benedetti
Creé Oasis porque nunca me sentí a gusto en el mundo real. No conectaba bien con su gente. Durante toda mi vida tuve miedo. Hasta el momento en que supe que llegaba a su fin. Fue entonces cuando me di cuenta de que, por más aterradora y dolorosa que pueda ser, también es el único lugar donde puede encontrarse la verdadera felicidad. Porque la realidad es real. ¿Entiendes? ?Sí
Ernest Cline
El dolor no es necesario. ¿Por qué el peor de ellos queda reservado para quienes no aceptan su necesidad? Nosotros, los portadores del amor y del secreto que confiere la alegría, ¿a qué castigo hemos sido sentenciados y por quién?...
Ayn Rand
«Sé fiel a ti mismo, pero avanza hacia arriba, hacia una mayor conciencia y un amor más profundo. En la cima encontrarás junto a ti a otros que han ascendido de un modo similar, pues todo lo que sube, converge»
Flannery O'Connor
Hay muchas clases de amor. El de un abuelo por sus nietos. El de unos padres por sus hijos. El de los hermanos. El de la familia. El de los amigos. El de las parejas, y tanto da que sean recién casadas o lleven cincuenta años juntas. Pero, sin duda, el amor que más nos cambia es el primero.
Jordi Sierra i Fabra
El orador estuvo muy bien. No dijo nada y lo vivaron. Era perfecto. Nosotros, los que deberíamos decir algo, aquí estamos como ves hablándonos bajito por miedo a que nos muelan a palos. El orador encaja mucho mejor que nosotros.
Julio Cortázar
Esa es una gran enfermedad de las dumas. No sois capaces de ver que el amor es capaz de grandes cosas. Algo dentro de ti llora desconsoladamente, urbanita.
Laura Gallego GarcÃa
¿Qué es el amor? ?preguntó Adèle mientras miraba la luna como si buscara la respuesta en el cielo.
?Es la simpatía de las almas ?susurró el abogado con una voz que parecía proceder del viento.
?Es la simpatía de las almas ?susurró el abogado con una voz que parecía proceder del viento.
Johann August Strindberg
Vienen los días y van los días y el amor queda. Allá dentro, muy dentro, en las entrañas de las cosas, se rozan y friegan la corriente de este mundo con la contraria corriente del otro, y de este roce y friega viene el más triste y el más dulce de los dolores: el de vivir.
Miguel de Unamuno
Necesito una respuesta en este momento, el amor no se piensa, se siente o no se siente.
Laura Esquivel
Casi no queda nada; sí, el amor vergonzoso entrando en los buzones para llorar, o andando solo por las esquinas (pero lo ven igual) guardando sus objetos dulces, sus fotos y leontinas y pañuelitos guardándolos en la región de la vergüenza, la zona de bolsillo donde una pequeña noche murmura entre pelusas y monedas.
Julio Cortázar
Hugo y yo nos entregamos totalmente el uno al otro. No podemos estar el uno sin el otro, no soportamos la discordia, la guerra, el alejamiento, no podemos dar paseos solos, no nos gusta viajar sin el otro. Nos hemos entregado a pesar de nuestro individualismo, de nuestra aversión a la intimidad. Nuestro amor ha absorbido nuestro egocentrismo. Nuestro amor es nuestro ego.
Anaïs Nin
En demasía lo bueno se hace malo,
la píldora veneno
y vicio la caricia;
sabes de todo un poco y vas al cine,
sabes de todo mucho y te suicidas.
Mucha vida (cien años) es la muerte
?se hace malo lo bueno en demasía?.
La soledad, es ese gran espejo
donde acabas por verte monstruoso;
el silencio es la tuerca en el oído
que se te va ajustando al agujero,
demasiado silencio es igual que una bomba
y demasiado amor es igual que un entierro.
la píldora veneno
y vicio la caricia;
sabes de todo un poco y vas al cine,
sabes de todo mucho y te suicidas.
Mucha vida (cien años) es la muerte
?se hace malo lo bueno en demasía?.
La soledad, es ese gran espejo
donde acabas por verte monstruoso;
el silencio es la tuerca en el oído
que se te va ajustando al agujero,
demasiado silencio es igual que una bomba
y demasiado amor es igual que un entierro.
Gloria Fuertes
Anhelaba volver a la inconsciencia de entonces, a sentir tanto amor sin saberlo y a confundirlo con las risas y el pan untado con poco más que el aroma de la mermelada.
Fue la mejor época de su vida.
Aunque quedaría sembrada de bombas
Fue la mejor época de su vida.
Aunque quedaría sembrada de bombas
Markus Zusak
Siento que no puedo parar y me asusto. Procuro distraerme del miedo. Pero ya hace mucho que pararon los golpes reales, estoy sintiendo el incesante redoblar en mí.
Clarice Lispector
Y lo mismo ocurre en una cultura de consumo como la nuestra, partidaria de los productos listos para uso inmediato, las soluciones rápidas, la satisfacción instantánea, los resultados que no requieran esfuerzos prolongados, las recetas infalibles, los seguros contra todo riesgo y las garantías de devolución del dinero. La promesa de aprender el arte de amar es la promesa (falsa, engañosa, pero inspiradora del profundo deseo de que resulte verdadera) de lograr ?experiencia en el amor? como si se tratara de cualquier otra mercancía. Seduce y atrae con su ostentación de esas características porque supone deseo sin espera, esfuerzo sin sudor y resultados sin esfuerzo.
Zygmunt Bauman
todo eso es diletancia. El matrimonio y la familia no son más que lo que nosotros hacemos de ellos. Sin eso, no son más que un pesebre de hipocresías. Morralla y palabrería. Pero si hay amor de verdad, del que no se habla ni se declara a los cuatro vientos, del que se nota y se demuestra...
Carlos Ruiz Zafón
Lo que importa es el amor, el cariño ? Siempre el deseo, nunca el tiempo. Tal vez es lo único que podemos llevarnos, cuando salimos del azul del cielo para entrar en la negrura. Es un frío consuelo, tal vez, pero mejor que nada.»
Stephen King
Creo que he oído atentamente y sopesado bien las pruebas de ambas partes, y me mantengo como un no creyente absoluto de casi todo lo que consideras las verdades más sagradas [... ] Puedo ver mucho de admirable en todas las religiones [... ] pero sobre si hay un Dios y cuál sea su naturaleza; sobre si tenemos un alma inmortal o no, o cuál sea nuestro estado tras la muerte, no puedo tener miedo de tener que sufrir por el estudio de la naturaleza y la búsqueda de la verdad.
Alfred Russel Wallace
No tengo miedo de la soledad ?continúa?. Tengo miedo de vivir engañándome a mí mismo, viendo la realidad como quiero que sea, y no como es realmente.
Paulo Coelho
Creo que si un hombre se atreviera a vivir su vida plena y totalmente, a dar forma a cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada ensueño? creo que el mundo cobraría de nuevo un ímpetu de alegría, que olvidaríamos todas las enfermedades del medievalismo, y tornaríamos al ideal helénico? a algo quizá más bello, más rico que el ideal helénico. Pero hasta el más audaz de nosotros tiene miedo de sí mismo. La mutilación del salvaje tiene su trágica supervivencia en la renuncia de sí mismo que frustra nuestras vidas. Y somos castigados por ello. Cada impulso que luchamos por estrangular, germina en el espíritu y nos envenena. El cuerpo peca una vez, y acaba con su pecado, pues la acción es una especie de purificación. Nada queda entonces, excepto el recuerdo de un placer, o la voluptuosidad de un arrepentimiento. El único medio de librarse de una tentación es ceder ante ella. Resistan, y su alma enfermará de deseo por las cosas que se ha prohibido a sí misma, y de concupiscencia por aquello que sus leyes monstruosas han hecho ilícito y monstruoso. Se ha dicho que los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en el cerebro. En el cerebro también, y sólo en el cerebro, tienen lugar los grandes pecados del mundo.
Oscar Wilde
No hay que tener miedo a perder. De hecho, yo he perdido mucha más carreras de las que he ganado.
Miguel Indurain
Si supiéramos lo mucho que Jesucristo ama a los niños y jóvenes y el ansia con que desea su alegría y su búsqueda del amor que él les tiene, en lugar de considerar penosa la enseñanza y de quejamos de lo que nos cuesta, estaríamos dispuestos a sacrificar la vida en este esfuerzo.
Marcelino Champagnat