Miguel angel cornejo que significa ser joven ( 2 )
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No haga suposiciones. Encontrar el coraje para hacer preguntas y expresar lo que realmente quieres. Comunicarse con los demás con la mayor claridad posible para evitar malentendidos, tristeza y drama. Con solo este acuerdo, se puede transformar por completo su vida.
Miguel Angel Ruiz
En nuestro desarrollo, a medida que crecemos a través de nuestras vidas, la estructura de nuestras creencias se vuelve muy complicado, y lo hacen aún más complicado porque hacemos la suposición de que lo que creemos es la verdad absoluta.
Miguel Angel Ruiz
Cuando creemos en mentiras, no podemos ver la verdad, así que hacemos miles de supuestos y las tomamos como verdad. Uno de los mayores suposiciones que hacemos es que las mentiras que creemos son la verdad!
Miguel Angel Ruiz
Nunca dejamos de tener en cuenta que nuestras creencias son solo una verdad relativa que siempre va a ser distorsionado por todo el conocimiento que hemos almacenado en nuestra memoria.
Miguel Angel Ruiz
Cada ser humano es un artista. Y este es el arte más importante que tenemos: la creación de nuestra historia.
Miguel Angel Ruiz
Cuando te miras en un espejo, ¿te gusta lo que ves, o por qué juzgas a tu cuerpo y el uso de la palabra para decirle a usted reside? Si usted cree que usted no es lo suficientemente atractivo, entonces creer una mentira, y está utilizando la palabra contra ti mismo, contra la verdad.
Miguel Angel Ruiz
La muerte no es el temor más grande que tenemos, nuestro mayor temor es tomar el riesgo de estar vivo - el riesgo de estar vivo y expresar lo que realmente somos.
Miguel Angel Ruiz
Los seres humanos creen tantas mentiras, porque no somos conscientes. Ignoramos la verdad o simplemente no ver la verdad. Cuando se nos educa, acumulamos una gran cantidad de conocimientos, así como todo conocimiento es como un muro de niebla que no nos permiten percibir la verdad, lo que realmente es.
Miguel Angel Ruiz
La vida es muy, muy simple y fácil de entender, pero que complican con las creencias e ideas que creamos.
Miguel Angel Ruiz
El amor es desconocido. Para abrir el corazón a la confianza es desconocido. Dicen que el amor duele. No tiene por qué.
Miguel Angel Ruiz
A mí, oír la palabra Cantabria me pone, señorías, que me pone, me pone... pero también me pone oír la palabra España.
Miguel Ãngel Revilla
Aquí todos han venido a vender su libro, sí, sí, a vender su libro... a echar la llorada.
Miguel Ãngel Revilla
No puede defender igual los colores del Racing un brasileño que Munitis, que ha nacido en el barrio pesquero. Pero nosotros no somos como el Bilbao, no somos xenófobos, aquí puede jugar cualquiera.
Miguel Ãngel Revilla
¿¡Cajas!? ¿¡Cajas!? ¡Lo único que yo tengo que hacer con las cajas es coger un bate de béisbol y liarme a palos hasta que acabe con todas!.
Miguel Ãngel Fernández Ordóñez
Cuando Pasa Una Joven Como Tú...
Cuando pasa una joven como tú salta el pecho,
se compran las parcelas de este sitio acotado.
No hay un cuerpo en la tarde que te iguale, criatura.
Porque vas explicando lo que queda de verte,
poniendo orden a un mundo que no está en este reino.
No hay un rostro que pueda dormir cuando te ha visto
ni sienta que, por dentro, van cantando los árboles.
Eres como quisieran ser los astros más lentos,
las altas catedrales, las ciudades de Europa
que desnudan sus flores con un copo de nieve.
Convocas impaciencias a los bancos de un parque
que, detrás de los ojos, te acogieran despacio.
Imposible es gozarte como no bendecirte.
No hay nadie que no mire sino dándote gracias.
Cuando pasa una joven como tú salta el pecho,
se compran las parcelas de este sitio acotado.
No hay un cuerpo en la tarde que te iguale, criatura.
Porque vas explicando lo que queda de verte,
poniendo orden a un mundo que no está en este reino.
No hay un rostro que pueda dormir cuando te ha visto
ni sienta que, por dentro, van cantando los árboles.
Eres como quisieran ser los astros más lentos,
las altas catedrales, las ciudades de Europa
que desnudan sus flores con un copo de nieve.
Convocas impaciencias a los bancos de un parque
que, detrás de los ojos, te acogieran despacio.
Imposible es gozarte como no bendecirte.
No hay nadie que no mire sino dándote gracias.
Ãngel GarcÃa López
Domingo
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Ãngel González
Ascensión
Coronada la escoba de laurel, mirto, rosa,
es el héroe entre aquellos que afrontan la basura.
Para librar del polvo sin vuelo cada cosa
bajó, porque era palma y azul, desde la altura.
Su ardor de espada joven y alegre no reposa.
Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura,
azucena que barre sobre la misma fosa,
es cada vez más alta, más cálida, más pura.
¡Nunca! La escoba nunca será crucificada
porque la juventud propaga su esqueleto
que es una sola flauta, muda, pero sonora.
Es una sola lengua, sublime y acordada.
Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieto,
y asciende una palmera, columna hacia la aurora.
Coronada la escoba de laurel, mirto, rosa,
es el héroe entre aquellos que afrontan la basura.
Para librar del polvo sin vuelo cada cosa
bajó, porque era palma y azul, desde la altura.
Su ardor de espada joven y alegre no reposa.
Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura,
azucena que barre sobre la misma fosa,
es cada vez más alta, más cálida, más pura.
¡Nunca! La escoba nunca será crucificada
porque la juventud propaga su esqueleto
que es una sola flauta, muda, pero sonora.
Es una sola lengua, sublime y acordada.
Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieto,
y asciende una palmera, columna hacia la aurora.
Miguel Hernández
Nunnally Johnson tiene una cita con el matrimonio en No estamos Casados, en el cine Roxy, y todos acabamos pasando un buen rato... Con David Wayne y Marilyn Monroe (que tiene el aspecto de haber sido creada por Miguel Ángel), todo ello se convierte en una excusa para que un marido harto de ser esclavo de la cocina pida a su esposa que abandone su ajetreada carrera en busca de títulos de belleza y vuelva al hogar.
Marilyn Monroe
Y por primera vez capto que ser joven no significa sólo tener pocos años, sino sentir más de la cuenta, sentir tanto que crees que vas a explotar.
Alberto Fuguet
El Otoño Se Acerca
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
Ãngel González
Niño Hermoso
Niño hermoso, qué tienes en las manos. Que rico
presente, voz silbante
de junco, das.
Mi puma más inocente, arroyo
de arrogancia, divino bien.
A qué callar. Te amo.
Dispones de la llave
del corazón. En esta tarde roja que hierve
cuando miras. Si muerdes la gran manzana en flor
que va cantando bajo tu bozo. Mientras músicas
arden en cada sílaba precoz. Como gacelas
nerviosas, ya atraídas al bosque de tu labio
virginal.
Niño hermoso que fuiste, excelso pájaro,
un trino en el jardín. Ramo de mirto. Brazo
de luna entre lo oscuro.
Quién, mirado, enamora
como tú. Qué así vive sobre el alma, conforma
esferas de ilusión, deja su nombre en sábanas
de hierba, pulsa la miel.
Oh, hijo mío, regato
de mis fuentes. Seguro yo. Gran copia. Caricia
de mi espejo.
Te amo, oh, sí, te amo. No llegue
rubor a mis mejillas al confesar que tuve
tu cáliz, tu amapola
finísima. El murmullo de tu lengua de mar
entre la playa. El mismo yo naciendo. La gloria
difícil de tus años, tu carne atroz.
Bien mío,
recuerdo sólo, hoy humo flotando en la ciudad.
Qué trajo aquí tu estatua de doncel.
Oh, criatura
color de pan. Milagro de piel espesa y grata.
Caballo torpe. Mozo
mollar. Tigre feliz. Arte menor. Hermoso
joven. Luz en la niebla
de la memoria.
Y beso, vez repetida, aquella
superficie. El vaso de licor. -Ah memento,
así arañado-. Rama
que fui. Narciso mío, reflejado en el lago
de la niñez y el Sur. Libro mortal de ejemplos.
Niño hermoso, qué tienes en las manos. Que rico
presente, voz silbante
de junco, das.
Mi puma más inocente, arroyo
de arrogancia, divino bien.
A qué callar. Te amo.
Dispones de la llave
del corazón. En esta tarde roja que hierve
cuando miras. Si muerdes la gran manzana en flor
que va cantando bajo tu bozo. Mientras músicas
arden en cada sílaba precoz. Como gacelas
nerviosas, ya atraídas al bosque de tu labio
virginal.
Niño hermoso que fuiste, excelso pájaro,
un trino en el jardín. Ramo de mirto. Brazo
de luna entre lo oscuro.
Quién, mirado, enamora
como tú. Qué así vive sobre el alma, conforma
esferas de ilusión, deja su nombre en sábanas
de hierba, pulsa la miel.
Oh, hijo mío, regato
de mis fuentes. Seguro yo. Gran copia. Caricia
de mi espejo.
Te amo, oh, sí, te amo. No llegue
rubor a mis mejillas al confesar que tuve
tu cáliz, tu amapola
finísima. El murmullo de tu lengua de mar
entre la playa. El mismo yo naciendo. La gloria
difícil de tus años, tu carne atroz.
Bien mío,
recuerdo sólo, hoy humo flotando en la ciudad.
Qué trajo aquí tu estatua de doncel.
Oh, criatura
color de pan. Milagro de piel espesa y grata.
Caballo torpe. Mozo
mollar. Tigre feliz. Arte menor. Hermoso
joven. Luz en la niebla
de la memoria.
Y beso, vez repetida, aquella
superficie. El vaso de licor. -Ah memento,
así arañado-. Rama
que fui. Narciso mío, reflejado en el lago
de la niñez y el Sur. Libro mortal de ejemplos.
Ãngel GarcÃa López
Esperando
El ángel cubierto con un ropaje oscuro en invierno quedó,
esperando una nueva primavera languidecía en en el frío,
esperanzado en el amor primaveral resistía el crudo frío.
En primavera escogería un lirio para vestirse de blanco
y una rosa rosada que se convertiría en su fiel enamorada.
El ángel cubierto con un ropaje oscuro en invierno quedó,
esperando una nueva primavera languidecía en en el frío,
esperanzado en el amor primaveral resistía el crudo frío.
En primavera escogería un lirio para vestirse de blanco
y una rosa rosada que se convertiría en su fiel enamorada.
Miguel Visurraga Sosa
EL DILEMA DEL ÁNGEL
Llega el verano
alumbrando
débil en su ser,
ser consumiéndose
por el apremio
de vivir o morir.
Y se juntan
en el despertar
de un nuevo verano,
el querer:
vivir o morir.
Con ganas de llorar,
por lo que se viene:
un camino no definido.
Y el ángel
en el dilema:
vivir o morir;
inmóvil hoy,
alumbrado por una luz
falto de esperanza.
Llega el verano
alumbrando
débil en su ser,
ser consumiéndose
por el apremio
de vivir o morir.
Y se juntan
en el despertar
de un nuevo verano,
el querer:
vivir o morir.
Con ganas de llorar,
por lo que se viene:
un camino no definido.
Y el ángel
en el dilema:
vivir o morir;
inmóvil hoy,
alumbrado por una luz
falto de esperanza.
Miguel Visurraga Sosa
Ángel en desamparo
El ángel solo en verano quedó,desamparado con su ropaje oscuro,esperando en primavera un nuevo amor,amor que nunca llegó,por que él murió de negro fúnebre.
El ángel solo en verano quedó,desamparado con su ropaje oscuro,esperando en primavera un nuevo amor,amor que nunca llegó,por que él murió de negro fúnebre.
Miguel Visurraga Sosa
Ser excelente es hacer las cosas, no buscar razones para demostrar que no se pueden hacer.
Mi yo interior me clama que siga batallando contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance, llevando en mí nada más que el temor a Dios. (Ángel Ugas)
Mi yo interior me clama que siga batallando contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance, llevando en mí nada más que el temor a Dios. (Ángel Ugas)
Ãngel Ugas - Maracay
Uno que no solo tiene las cuatro S de, que son necesarios en toda buena amante, pero incluso todo el alfabeto, como por ejemplo... Agradable, generoso, constante, obediente, fácil, Fiel, galante, Honorable, ingenioso, amable, leal, dulce, noble, solícito, prudente, tranquilo, rico, secreto, cierto, valiente, sabio, el X de hecho, es muy dura la carta de acuerdo con él, pero él es joven y celoso.
Miguel de Cervantes
Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha.
Miguel de Unamuno
Emprender la acción es estar vivo. Es arriesgarse a salir y expresar tu sueño. Esto no significa que se lo impongas a los demás, porque todo el mundo tiene derecho a expresar su propio sueño.
Miguel Ruiz
Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá ala nada de que salió...! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos, sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo! Se morirán todos, todos, todos. Os lo digo yo, Augusto Pérez, ente ficticio como vosotros, nivolesco lo mismo que vosotros. Porque usted, mi creador, mi don Miguel, no es usted más que otro ente nivolesco, y entes nivolescos sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez, que su víctima...
Miguel de Unamuno
Poema de La Despedida
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
José Angel Buesa
Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.
José Angel Buesa
Y para los amantes su amor desesperado podrá ser un delito... pero nunca un pecado
José Angel Buesa
Política es eso: el arte de ir levantando hasta la justicia la humanidad injusta; de conciliar la fiera egoísta con el ángel generoso; de favorecer y de armonizar para el bien general, y con miras a la virtud, los intereses.
José MartÃ
La libertad significa responsabilidad. Es por eso que la mayoría de los hombres la ignoran.
George Bernard Shaw
Yo te amaré en silencio... como algo inaccesible, como un sueño que nunca lograré realizar y el lejano perfume de mi amor imposible rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.
José Angel Buesa
El amor... esa estrella de una sombra infinita aunque muera cien veces... cien veces resucita
José Angel Buesa