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Mirando hacia delante ( 2 )

Mirando hacia delante. Encuentra docenas de mirando hacia delante con fotos para copiar y compartir.


Era una noche tan cálida casi diría yo perfecta , yo estaba recostada mirando las estrellas y la más grande y más luminosa me imagina que me regalaba de mi querido padre , el pasto estaba un poco largo pues era muy acogedor , estaba sola miraba a mi alrededor y no había nadie , escuchaba el dulce sonido de los arboles moviéndose tras el viento , el canto de los pájaros , los animales entre las ramas , sentía una tranquilidad infinita , era todo casi perfecto , cada vez que miraba el cielo mis ojos se llenaban de lagrimas de esas lagrimas que nacen del corazón que duele hasta el alma , me imaginaba que abrazaba a mi padre de esos abrazos reconfortantes que nunca se olvidan y jugábamos , brincábamos y éramos felices era todo perfecto , me imaginaba que le decía te amo , me imaginaba que le hacía cariño , me imaginaba que lo tocaba , pero luego volvía a mi triste realidad , mi padre había fallecido , estaba enterrado en una fría ataúd bajo tierra su cuerpo estaba frio y ya no tenía vida , ya no estaba a mi lado , se había ido , y todo eso era un hermoso sueño …


fernanda currieco


Vigilia

Esta puerta, tal vez cerrada al viento.
Todo parece -¿contra quién?- cerrado.
Hasta las nubes de la lejanía,
horizontal penumbra, y tantas rejas,

ventanales hostiles. Hace otoños,
la oscura chimenea, fuego ausente,
sólo ofrece cenizas para el frío
consuelo, antiguas lágrimas del aire,

y estas paredes blancas que me ciegan,
y la estancia en clausura y tantos pájaros
con alas nuevas, cántico en fervor
( quizá no estés cerrada, puerta. Cruje

tu madera nocturna en mi tristeza)
y sé que debo huir, no sé por dónde,
soledad de los límites murales,
cuando he de huir, amándote, naciente,

venciendo ventanales enrejados,
o por la siempre muerta chimenea
o por los muros íntimos de miedo:
¿por qué canta el olor primaveral

mientras yo sangro, herido, sin salida?
(La puerta, tan sencilla como el campo,
nadie ha intentado abrirla, y veo sangre
como espejos, amor hacia paredes,

hacia siempre, mi sangre inútil, tuya.)
La puerta cede, y todo, todo es mío,
y tus ojos mirando tan febriles
de ser futuro júbilo, inventando

primavera frutal para mañana,
tardío amanecer, mi flor o sangre
floreciendo ya impunemente tuya:
y qué cerca tus ojos siempre lejos,
toda tu ausencia azul en el paisaje,
joven muerte abrazándome, descalza.


Germán Bleiberg




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Una de mis grandes características ha sido quizá la inconsciencia; gracias a eso todavía ahora miro hacia delante como si me faltaran treinta o cuarenta años de existencia.


Manuel Mujica Láinez


El buen consejo, siempre lo he odiado. Pero mirando hacia atrás, me hizo mejor.


Nicki Minaj


Dejenme decirles que cuando estaba allí, en la cima del mundo, te sientes tan humilde que ya no piensas en batir récords, no piensas en datos científicos. Lo único que quieres es salir vivo porque no quieres morir delante de tus padres, de tu novia y de toda la gente que te está mirando


Felix Baumgartner




En su mundo de oscuridad total los ojos y la boca son un órgano que salta hacia delante para morder con dientes transparentes...


William S. Burroughs


No podemos atrasar el reloj ni aminorar nuestra marcha hacia delante y, como ya volamos sin piloto y con instrumentos de control, es incluso demasiado tarde para preguntar dónde vamos.


Igor Stravinski


Todo alrededor del altar había flores. Le gustaba la música que estaban tocando en ese momento. Vio al Religioso delante de sí y reconoció su aspecto. Entonces, cerró suave los ojos, se inclinó un poco hacia adelante y dijo: Sí.


Boris Vian




Por mi baile de graduación, mi padre finalmente me dijo que podía ir - todo el tiempo que estaba en casa por 21:00! Eso fue en la época en que la mayoría de las personas se dirigían a cabo. Cuando era pequeña, estaba tan enojado con ellos todo el tiempo. ¿Por qué no puedo hacer esto? ' '¿Por qué hay tantas reglas? Pero mirando hacia atrás ahora, mis padres me dieron la base para tener tantas opciones en la vida.


Amy Chua


Eso es lo que es la guerra y el baile es hacia delante y hacia atrás, cuando se está de paseo que uno quiere no volver por donde habían venido, pero en el baile y en la guerra es hacia delante y hacia atrás.


Gertrude Stein


Me fui hacia atrás y hacia delante sobre él hasta que tuve 22. Y luego, en los últimos años comencé a decirme a mí mismo, OK, mira, no estoy jugando. Esto es algo que quiero atacar, en vez de pensar que voy a ver qué pasa con él.


Christian Bale


Mirando hacia atrás, el diseño de los videojuegos parece algo natural, aunque no había tal cosa cuando yo estaba creciendo. Construí un Tic-Tac-Toe juego de máquinas en mi adolescencia, que se convirtió en humo en la noche que estaba programado para ir a una feria de ciencias.


David Crane




Parte de la razón por la fealdad de los adultos, a los ojos de un niño, es que el niño por lo general mirando hacia arriba, y algunas caras están en su mejor cuando se ve desde abajo.


George Orwell


Al mirar hacia adelante a la libertad, la ciudad brillante en la colina y los mejores días de Estados Unidos que tiene por delante, son los hombres y mujeres de uniforme que protegen, defienden y hacen que nos sintamos orgullosos de los que debemos buscar y dar gracias cada noche.


Robin Hayes


Da siempre un paso hacia delante cuando lo sientas muy dentro de ti...


Josef Ajram


Yo digo que es indispensable mirar hacia delante y detrás de uno mismo en el presente. Si hay una cosa tal como la tradición, y creo que la hay, solo puede existir en el sentido de los movimientos más profundos de la cultura.


Robert Delaunay


Creo que donde yo difiero un poco, que absolutamente hay que pensar en el déficit mirando hacia abajo de la carretera. Y sin duda eso es algo que el presidente ha dicho que necesitamos, ya que la economía se recupera, tiene un plan en marcha para conseguir abajo.


Christina Romer


Es triste saber que he terminado. Pero mirando hacia atrás, tengo un montón de grandes recuerdos.


Bonnie Blair


Quedó claro para mí en un instante que vivir una vida gay sin reconocer públicamente que no es suficiente para hacer una contribución significativa a la inmensa labor que tenemos por delante en el camino hacia una igualdad completa.


Zachary Quinto


La luna es suave en color. Yo lo llamo tonos de gris. Ya sabes, el único color que vemos es lo que traemos y la Tierra, que está mirando hacia abajo sobre nosotros todo el tiempo. Y para encontrar suelo naranja en la Luna fue una sorpresa.


Eugene Cernan


Siempre estaré agradecido por este curioso amor por la historia, lo que me permite pasar toda la vida mirando hacia atrás en el pasado, lo que me permite aprender de estas grandes figuras de la lucha por el sentido de la vida.


Doris Kearns Goodwin


Siempre estoy interesado en mirar hacia delante, hacia el futuro. Talla de nuevas formas de ver las cosas.


Herbie Hancock


Mirando hacia atrás, una de las cosas que más me gusta de mi mamá era que nunca, jamás cedió. Ella se pegó a sus armas hasta el mismo final. Ella no era abusivo, pero ella nunca fue tan emocionado que yo era gay.


Rufus Wainwright


Mirando hacia atrás, tengo esto que lamentar, que con demasiada frecuencia cuando yo amaba, yo no he dicho que sí.


David Grayson


Mirando hacia atrás 25 años después, lo que puedo decir es que los hechos han sido mucho mejor que los sueños. En el largo curso de la vida de la célula en esta tierra se mantuvo, para nuestra época para nuestra generación, para recibir la plena propiedad de nuestra herencia.


Albert Claude




Es muy fácil para mí decir qué es el éxito. Creo que el éxito está conectando con un público que te entiende y tener un diálogo con ellos. Creo que el éxito sigue empujarse hacia delante de manera creativa y no una especie de convertirse en una caricatura de sí mismo.


Lena Dunham


Cuando alguien está mirando hacia abajo, están diciendo no. Cuando están mirando hacia arriba, que están buscando a su cerebro para la memoria. Cuando miran a la izquierda, que están buscando una mentira o algo que memorizar. Cuando miran a la derecha, que están sintiendo pena - que no quiere contestar.


Duane Chapman


Mirando hacia atrás en los juegos, probablemente apresuré fuera de su posición tanto como empujones a su posición ya que realmente nunca tuve ningún entrenamiento real. Yo estaba trabajando en los instintos solo.


Jim Evans


Vive el momento, día a día, y no el estrés sobre el futuro. Las personas están tan atrapados en mirar hacia el futuro, que tipo de perder lo que está delante de ellos.


Jenna Ushkowitz


Soy un poco de un particular, por lo que no se pierda esa parte del mundo del espectáculo en absoluto. Mirando hacia atrás en mi carrera en la televisión y hacer una película como 'The Sound of Music 'desde el punto de vista de un adulto, en realidad parece un poco irreal. Yo estaba involucrado en la muestra que las personas crecieron con - que tienen recuerdos para ellos - y es una sensación de frescor.


Angela Cartwright


No se olvide que es el horario de verano. Puedes saltar hacia delante, y luego vuelven a caer. Es como Robert Downey Jr. levantarse de la cama.


David Letterman


A principios de la temporada pasada, George estaba muy preocupado acerca de las emociones de otras personas, en especial la forma en que la vieron, y sentía que estaba fuera mirando hacia adentro Este año, se mantiene la esperanza de la gente aceptará ella por lo que ella es, pero si no lo hacen, ella está bien con eso.


Ellen Muth


Mirando hacia atrás me resulta difícil de creer que podía forjar una carrera en la que no sea el fútbol nada pero yo no lo hice tan mal en mis exámenes finales y hubo algunos cursos relacionados con la empresa que me interesaban.


Kenny Cunningham


En el Sahara, los asientos se apilan y la mayoría de la audiencia está mirando hacia abajo en el escenario. Todo el mundo en el negocio sabe: para los cantantes, por debajo de los cómics. La gente quiere idealizar un cantante. Ellos quieren sentirse superior a un cómic. Usted está tratando de hacer reír. Ellos no pueden reírse de alguien que está mirando al.


Buddy Hackett


La gente mira a la vez en la expectativa de que con el tiempo se hará felices, pero no se puede encontrar la verdadera felicidad mirando hacia el futuro.


Eckhart Tolle


Creo que es mi responsabilidad como primer ministro de Israel a hacer lo que se puede hacer para aprovechar las oportunidades únicas que tenemos por delante para avanzar hacia la paz. No todo se puede hacer mediante un acto.


Yitzhak Rabin


La oportunidad en orbitar la Tierra, siendo testigo de múltiples amaneceres y puestas de sol cada día, mirando hacia atrás a nuestro pequeño azul vital joya desde la distancia, me da el mayor sentido de la anticipación.


Sarah Brightman


Es una de las paradojas de la literatura norteamericana que nuestros escritores están siempre mirando hacia atrás con amor y nostalgia en la vida que no podía esperar a salir.


Anatole Broyard


No, te digo lo que me gusta es tener la obra cerca después de una carrera decente y mirando hacia atrás y decir, sí, lo hice, y ¿no es maravilloso? Porque mientras lo estás haciendo, es muy difícil. Es muy duro.


Mary Tyler Moore