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Mirar ( 4 )

Mirar. Encuentra docenas de mirar con fotos para copiar y compartir.


Existen infinidad de maneras de forzarte a tomar una decisión. Todo el tiempo hacemos eso: tomar decisiones. Si pensáramos cada vez que tomamos una decisión, nos quedaríamos paralizados. Que palabras deberíamos decir. Hacia donde girar. Que mirar. Que número marcar. Uno tiene que tomar aquellas decisiones que considera importantes y dejar a un lado el resto. Son aquellas ocasiones en las que uno piensa que una de esas opciones podría arruinarlo todo.


Rachel Cohn


Una verdadera revelación, me parece a mí, sólo emergerá de la concentración obstinada sobre un problema solitario. No estoy aliado con inventores o aventureros, tampoco con viajeros en destinos exóticos. La manera más segura - y también la más rápida- de despertar el sentido de la maravilla en nosotros mismos es mirar resueltamente, sin detenernos, un simple objeto. De pronto, milagrosamente, se revelará a sí mismo como algo que nunca antes habíamos visto.


Cesare Pavese




En el último mes había librado a una mujer de un feroz incendio. Había invocado al fuego y al rayo para librarme de unos asesinos. Había matado a una bestia que podía ser un dragón o un demonio, dependiendo de tu punto de vista. Pero allí, en esa habitación, fue la primera vez que me sentí de verdad como una especie de héroe. Si buscáis una razón que explique por qué me convertí en lo que me convertí, si buscáis un principio, ahí es donde debéis mirar.


Patrick Rothfuss


Si un cuadro te llega de verdad al corazón y cambia tu forma de mirar, de pensar, de sentir, no piensas: «Oh, me encanta este cuadro porque es universal» o «Me encanta este cuadro porque habla a toda la humanidad». Esa no es la razón por la que alguien ama una obra de arte. Es un susurro secreto desde un callejón: «Psss. Eh, chico. Sí, tú».




hubo de conocer al hombre que había de labrarle la ruina; no la de la honra; que bien arruinada debía de andar ya por entonces, sino la del bolsillo, que una vez perdida aquélla, era por la única que tenía que mirar.


Camilo José Cela


Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar enseguida el reloj.


Mario Benedetti




Tenía los ojos fijos adelante, sin mirar a nadie ni nada en particular, como quien busca respuestas dentro de sí mismo. Por fin habló, aunque fue breve: ?Cagamos?, declaró, y bajó la mirada.


Eduardo Sacheri


Me gusta pensar que lo que hacemos en la tierra es embellecerla para que las futuras generaciones puedan mirar las formas que les legamos y sientan la misma emoción que yo siento al mirar el Partenón, o la catedral de Chartres.


Philip Johnson


Para mirar los diarios, hay que bajar los ojos.


Mario Benedetti




¡Demasiado tarde! ?exclamó, y por un instante adoptó una actitud infantil?. Has mirado demasiado y no has visto suficiente. Mirar demasiado puede impedirte ver, ¿lo ves?


Patrick Rothfuss


Deambulo por los pasillos del instituto y miro a la gente. Miro a los profesores y me pregunto por qué están aquí. Si les gustará su trabajo. O nosotros. Y me pregunto cómo eran de listos cuando tenían quince años. No con maldad, sino por curiosidad. Es como mirar a los estudiantes y preguntarse a quién le habrán roto el corazón ese día, y cómo puede arreglárselas además con tres exámenes y una redacción. O preguntarse quién fue el que le rompió el corazón. Y preguntarse por qué. Sobre todo porque sé que si fuera a otro instituto, aquel a quien han roto el corazón lo tendría roto por otra persona, así que, ¿por qué nos lo tomamos todo de manera tan personal? Y si yo fuera a otro instituto, nunca habría conocido a Sam ni a Patrick ni a Mary Elizabeth ni a nadie aparte de mi familia.


Stephen Chbosky


No ser codicioso es, paradójicamente, la más elevada forma de mirar por los verdaderos intereses de uno.


Idries Shah


Acababan de salvar a la ciudad con oro más fácilmente de lo que en aquel momento podría haberla salvado cualquier héroe con acero. Pero en realidad no había sido exactamente el oro, ni siquiera la promesa del oro, sino más bien la fantasía del oro, el sueño fabuloso de que el oro estaba ahí, al final del arco iris, y de que seguiría estando ahí eternamente siempre y cuando, por supuesto, uno no se acercase a mirar. Es lo que se conoce como finanzas.


Terry Pratchett




Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás


Jaime Sabines


Sin ninguna duda, es posible mirar al mundo desde otra perspectiva. Es posible querer a la gente. Se puede querer a todo el mundo. Se puede hablar con la gente de Oriente Medio con otro lenguaje, usando otras palabras. En lugar de apoyar ciegamente a un régimen impuesto, se puede establecer relaciones adecuadas con la gente de la región.


Mahmud Ahmadineyad


No miro los ojos de la gente, ni prefiero mirar el alma, pero si tus ojos son la entrada de todo lo demás, yo quiero entrar


Andrés Calamaro


A veces la única manera en la que puedes mirar a una persona y amarla exactamente de la manera en la que lo hicistes antes, es mirarla con ojos nuevos.


Jeremy Davis


Hijo mío cuanto tiempo desde el último abrazo que te dí...espero con el alma volver a sentir el roce de tu piel y el dulce mirar de tus ojos que hablan sin hablar y hacen sentir sin tocar, te amo hijo mío...


María Suyapa Guadamuz


LA MARIONETA

Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol.

Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna.

Regaría con lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalo...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...

No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos
y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre
solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.


Gabriel García Márquez


Los ojos son para mirar, las manos para coger, la cabeza para pensar y el corazón para amar.


Joan Amades


Arte Poética

Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche , que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.


Jorge Luis Borges


Llévame Contigo

¿No me ves sumergida en el silencio,
y amordazada en soledad y olvido?
Al pasar por la sombra de mi vida,
dame la mano y llévame contigo.

Te esperé tantos años sin saberlo,
perdida dentro de mi laberinto…
ahora que me has abierto la salida,
dame la mano y llévame contigo.

No quiero abrir el libro del pasado,
porque detesto cuanto en él he escrito;
uno en blanco abriré para tu pluma;
dame la mano y llévame contigo.

Llena mis hojas de apretada letra,
yo no quiero escribir, hazlo tú mismo,
enrojeciéndome de sangre y fuego;
dame la mano y llévame contigo.

Dondequiera que vayas, te acompaño,
porque haré tu camino mi camino;
déjame despertar en tus mañanas;
dame la mano y llévame contigo.

No he de mirar atrás, solo adelante;
perdí el pasado, y el futuro es mío;
no te quiero perder; dame la mano,
dame la mano y llévame contigo.


Francisco Alvarez


No Puedo

No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas:
he de salir al camino
donde el mundo gira y clama,
he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.

He de salir a mirar
cómo crece y se derrama
sobre el planeta encogido
la desatinada raza
que quiebra su fuente y luego
llora la ausencia del agua.

He de salir a esperar
el turbión de las palabras
que sobre la tierra cruza
y en flor los cantos arrasa,
he de salir a escuchar
el fuego entre nieve y zarza.

No puedo cerrar las puertas
ni clausurar las ventanas,
el laúd en las rodillas
y de esfinges rodeada,
puliendo azules respuestas
a sus preguntas en llamas.

Mucha sangre está corriendo
de las heridas cerradas,
mucha sangre está corriendo
por el ayer y el mañana,
y un gran ruido de torrente
viene a golpear en el alba.

Salgo al camino y escucho,
salgo a ver la luz turbada;
un cruel resuello de ahogado
sobre las bocas estalla,
y contra el cielo impasible
se pierde en nubes de escarcha.

Ni en el fondo de la noche
se detiene la ola amarga,
llena de niños que suben
con la sonrisa cortada,
ni en el fondo de la noche
queda una paloma en calma.

No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas.
A mi diestra mano el sueño
mueve una iracunda espada
y echa rodando a mis pies
una rosa mutilada.

Tengo los brazos caídos
convicta de sombra y nada;
un olvidado perfume
muerde mis manos extrañas,
pero no puedo cerrar
las puertas y las ventanas,
y he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.


Sara de Ibáñez


Busca En Todas Las Cosas...

Busca en todas las cosas un alma y un sentido
oculto; no te ciñas a la apariencia vana;
husmea, sigue el rastro de la verdad arcana,
escudriñante el ojo y aguzado el oído.

No seas como el necio, que al mirar la virgínea
imperfección del mármol que la arcilla aprisiona,
queda sordo a la entraña de la piedra, que entona
en recóndito ritmo la canción de la línea.

Ama todo lo grácil de la vida, la calma
de la flor que se mece, el color, el paisaje.
Ya sabrás poco a poco descifrar su lenguaje...
¡Oh divino coloquio de las cosas y el alma!

Hay en todos los seres una blanda sonrisa,
un dolor inefable o un misterio sombrío.
¿Sabes tú si son lágrimas las gotas de rocío?
¿Sabes tú qué secreto va contando la brisa?

Atan hebras sutiles a las cosas distantes;
al acento lejano corresponde otro acento.
¿Sabes tú donde lleva los suspiros el viento?
¿Sabes tú si son almas las estrellas errantes?

No desdeñes al pájaro de argentina garganta
que se queja en la tarde, que salmodia a la aurora.
Es un alma que canta y es un alma que llora...
¡Y sabrá por qué llora, y sabrá por qué canta!

Busca en todas las cosas el oculto sentido;
lo hallarás cuando logres comprender su lenguaje;
cuando sientas el alma colosal del paisaje
y los ayes lanzados por el árbol herido...


Enrique González Martínez


Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado... El camino en donde, sin dejar huella, se dejó la vida entera.


Dulce María Loynaz


Cuando la desgracia se asoma a la ventana, los amigos no se acercan a mirar.


Proverbio Alemán




La copa está, solo apenas por la mitad pero tú, que felicidad... No la ves vacía, vuelve a mirar, imagina y vuelve a pensar que te puedes emborrachar, pero de alegría.


Eladia Blazquez


Palabras

Fui lenta, vaporosa,
alegre espectadora
de un noctámbulo teatro
a mirar risueñamente
a la cantante calva
cuyos cabellos había dejado
suspendidos
en la intimidad del tiempo.


Orietta Lozano


Solo en la ruta de mi destino sin el amparo de tu mirar, soy como un ave que en el camino rompió las cuerdas de su cantar.


Alfredo Le Pera


Nunca se debe mirar a una persona que duerme. Es como sí abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros.


Sacha Guitry


Puedes mirar una estrella por el agujero de una aguja. Esto se llama perspectiva.


Valeriu Butulescu


Respeto no significa temor y sumisa reverencia; denota, de acuerdo con la raíz de la palabra (respicere: mirar), la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única. Respetar significa preocuparse por que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es. De ese modo, el respeto implica la ausencia de explotación.


Erich Fromm


Al mirar hacia atrás, el crítico ve la sombra de un eunuco. ¿Quién sería crítico si pudiera ser escritor?.


George Steiner


La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos.


Alejandra Pizarnik


Personalmente, yo prefiero mirar hacia el futuro en donde un programa de computadora gane el título mundial de ajedrez. La humanidad necesita una lección de humildad.


Richard Dawkins


Quise

A Susana Rivera

Quise mirar el mundo con tus ojos
ilusionados, nuevos,
verdes en su fondo
como la primavera.
Entré en tu cuerpo lleno de esperanza
para admirar tanto prodigio desde
el claro mirador de tus pupilas.
Y fuiste tú la que acabaste viendo
el fracaso del mundo con las mías.


Ángel González


Tengo Marcado Un Nombre

Tengo marcado un nombre
no sé por quién, ni donde. Tengo un número
como deben tenerlo las plantas y los pájaros.
Me llaman y respondo.
Me vuelven a llamar desde una cima,
debajo de una roca, en un bosque desierto.
Me vuelvan a llamar desde una iglesia,
desde una sobremesa familiar, desde un amigo.
Me vuelven a llamar desde una tumba.

Sé que pude ser ciervo,
o pude ser encina, o no pasar de tierra.

Para decir: ya voy, tengo una voz concreta
que no me sé escuchar porque no es mía.
Parte de mí y se esconde,
aunque presiento que después de todo
he de volver a verla.

Es fácil responder,
A veces solo basta mirar o ser mirado
o sentirse sabido de memoria.
Puede ser suficiente
abrir los ojos, extender los brazos
y decir: aquí estoy.

Contestar es vivir. Basta gritar: ¡alerta!
La muerte debe ser
la primera llamada incontestable.


Rafael Guillén


Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar.


Marquesa de Sévigné


Mientras Muere La Tarde

Noble señora de provincia: unidos
En el viejo balcón que ve al poniente,
Hablamos tristemente, largamente,
De dichas muertas y de tiempos idos.

De los rústicos tiestos florecidos
Desprendo rosas para ornar tu frente,
Y hay en los fresnos del jardín de enfrente
Un escándalo de aves en los nidos.

El crepúsculo cae soñoliento,
Y si con tus desdenes amortiguas
La llama de mi amor, yo me contento
Con el hondo mirar de tus arcanos
Ojo, mientras admiro las antiguas
Joyas de las abuelas en tus manos.

Ingenuas provincianas: cuando mi vida se halle
Desahuciada por todos, iré por los caminos
Por donde vais cantando los más sonoros trinos
Y en fraternal confianza ceñiré vuestro talle.

A la hora del Ángelus, cuando vais por la calle,
Enredados al busto los chales blanquecinos,
Decora vuestros rostros -¡Oh rostros peregrinos!-
La luz de los mejores crepúsculos del valle.

De pecho en los balcones de vetusta madera,
Platicáis en las tardes tibias de primavera
Que Rosa tiene novio, que Virginia se casa.

Y oyendo los poetas vuestros discursos sanos
Para siempre se curan de males ciudadanos,
Y en la aldea la vida buenamente se pasa.


Ramón López Velarde


El Oficio Del Poeta

Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.

La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.


José Agustín Goytisolo