Muy ( 4 )
Muy. Encuentra docenas de muy con fotos para copiar y compartir.
El mercado para los ordenadores personales está muerto. La innovación ha cesado, virtualmente. Microsoft domina con muy poca innovación. Se acabó. Apple perdió. Ese mercado ha entrado en la edad oscura, y va a estar en esa edad oscura durante los próximos diez años.
Steve Jobs
La verdadera ciencia está muy por encima de los apasionamientos políticos, de las diferencias de raza e idioma y de los sectarismos religiosos.
Orison Swett Marden
Es un examen muy fuerte, una experiencia muy nueva y muy rigurosa prueba, poner al que está mortal en los labios el cristal, y decide que no beba.
Pedro Calderón De La Barca
Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.
Voltaire
No hay ningún general que no crea tener los mismos derechos al trono que yo. No hay ningún hombre influyente que no crea haber dirigido mi marcha el 18 de Brumario. Estoy obligado, pues, a ser muy severo con estos hombres. Si me familiarizase con ellos no tardarían en repartirse mi poder y el tesoro público. No me quieren, pero me temen, y eso es suficiente.
Napoleón Bonaparte
Los jóvenes solo pueden entenderse entre ellos. Es muy difícil que una persona mayor escuche y comprenda a un joven.
François Mauriac
No es muy difícil atacar las opiniones ajenas, pero sí el sustentar las propias: porque la razón humana es tan débil para edificar, como formidable ariete para destruir.
Jaime Luciano Balmes
La gente, en cualquier administración, sin importar lo inteligente o capaz que sea, no trabaja muy racionalmente. Trabajan, en cambio, por sus intereses egoístas.
Norman Mailer
Evidentemente debo muy poco a los esquimales o al congo; pero, en realidad, hago cuanto puedo para ser digno de la universidad del mundo.
Jorge Luis Borges
El artista desempeña una función muy precisa en este mundo: clarificar las cosas.
Roberto Rossellini
Algunas veces en la vida conviene tener los ojos muy abiertos, otras a la mitad y otras más bien cerrados. La cuestión está en saber cómo cada vez.
Doménico Cieri Estrada
No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos.
Groucho Marx
Yo no soy comercial desde el momento en que no vendo discos. Yo me ofenderia si me dijeran "música ligera", sin peso. Mi música es una música de cámara, popular, derivada del tango, en fin, hay mil vueltas que se le pueden dar, pero yo me conformo con hacer lo que se me da la gana, que es muy importante.
Ãstor Piazzolla
(Los judíos) Se cortan el prepucio en honor de Dios, cosa muy consecuente. Los hotentotes son más devotos: se cortan un cojón.
Voltaire
Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos.
Heinrich Heine
Cuando era niño nunca fui muy listo tocaba el piano como un animal yo se que algunos piensan que soy mixto pero yo tengo personalidad.
Charly GarcÃa
Los cómics, descritos como imágenes en secuencias que cuentan una historia, es una forma muy antigua de comunicación gráfica. Comenzaron con los jeroglíficos en egipto y aparecieron de manera reconocible en láminas de cobre en la época medieval producidas por la iglesia católica para contar historias morales.
Will Eisner
La ciencia es respecto del alma lo que es la luz respecto de los ojos, y si las raíces son amargas, los frutos son muy dulces.
Aristóteles
El medio más seguro de no llegar a ser muy infeliz es no pretender ser muy feliz.
Arthur Schopenhauer
Arrullo
La noche está muy atareada
en mecer una por una,
tantas hojas.
Y las hojas no se duermen
todas.
Si le ayudan las estrellas,
cómo tiembla y tintinea la infinita
comba eterna.
¿Pero quién dormirá a tantas,
tantas,
si ya va subiendo el día
por el río?
(¿Dónde canta este país
de las hojas
y este arrullo de la noche
honda?).
Por el lado del río
vienen los días
de bozo dorado,
vienen las noches
de fino labio.
(¿Dónde el bello país de los ríos
que abre caminos
al viento claro
y al canto?)
La noche está muy atareada
en mecer una por una,
tantas hojas.
Y las hojas no se duermen
todas.
Si le ayudan las estrellas...
Pero hay unas más ocultas,
pero hay unas hojas, unas
que entrarán nunca en la noche,
nunca.
(¿Dónde catan este país
de las hojas,
y este arrullo de la noche
honda?)
La noche está muy atareada
en mecer una por una,
tantas hojas.
Y las hojas no se duermen
todas.
Si le ayudan las estrellas,
cómo tiembla y tintinea la infinita
comba eterna.
¿Pero quién dormirá a tantas,
tantas,
si ya va subiendo el día
por el río?
(¿Dónde canta este país
de las hojas
y este arrullo de la noche
honda?).
Por el lado del río
vienen los días
de bozo dorado,
vienen las noches
de fino labio.
(¿Dónde el bello país de los ríos
que abre caminos
al viento claro
y al canto?)
La noche está muy atareada
en mecer una por una,
tantas hojas.
Y las hojas no se duermen
todas.
Si le ayudan las estrellas...
Pero hay unas más ocultas,
pero hay unas hojas, unas
que entrarán nunca en la noche,
nunca.
(¿Dónde catan este país
de las hojas,
y este arrullo de la noche
honda?)
Aurelio Arturo
Durante toda esta lucha por la justicia a favor de los oprimidos, he llegado a esta conclusión: el gobierno, todo gobierno, cualquiera que sea su forma, está siempre al lado del fuerte y es la maldición del débil; y la de que el gobierno no ha sido creado para proteger las vidas e intereses de los pobres, sino para los ricos que constituyen una muy pequeña minoría, mientras que la gran masa de los pobres forma el 99% de los habitantes de la tierra. Esta es la razón por la cual yo estoy en contra de este sistema de desigualdad e injusticia, y que busque una nueva sociedad que tenga en sí libertad, amor y justicia para todos.
Librado Rivera
La Última Costa
Había una barcaza, con personajes torvos,
en la orilla dispuesta. La noche de la tierra,
sepultada.
Y más allá aquel barco, de luces mortecinas,
en donde se apiñaba, con fervor, aunque triste,
un gentío enlutado.
Enfrente, aquella bruma
cerrada bajo un cielo sin firmamento ya.
Y una barca esperando, y otras varadas.
Llegábamos exhaustos, con la carne tirante, algo seca.
Un aire inmóvil, con flecos de humedad,
flotaba en el lugar.
Todo estaba dispuesto.
La niebla, aún más cerrada,
exigía partir. Yo tenía los ojos velados por las lágrimas.
Dispusimos los remos desgastados
y como esclavos, mudos,
empujamos aquellas aguas negras.
Mi madre me miraba, muy fija, desde el barco
en el viaje aquel de todos a la niebla.
Había una barcaza, con personajes torvos,
en la orilla dispuesta. La noche de la tierra,
sepultada.
Y más allá aquel barco, de luces mortecinas,
en donde se apiñaba, con fervor, aunque triste,
un gentío enlutado.
Enfrente, aquella bruma
cerrada bajo un cielo sin firmamento ya.
Y una barca esperando, y otras varadas.
Llegábamos exhaustos, con la carne tirante, algo seca.
Un aire inmóvil, con flecos de humedad,
flotaba en el lugar.
Todo estaba dispuesto.
La niebla, aún más cerrada,
exigía partir. Yo tenía los ojos velados por las lágrimas.
Dispusimos los remos desgastados
y como esclavos, mudos,
empujamos aquellas aguas negras.
Mi madre me miraba, muy fija, desde el barco
en el viaje aquel de todos a la niebla.
Francisco Brines