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Nacemos ( 2 )

Nacemos. Encuentra docenas de nacemos con fotos para copiar y compartir.


Todos nacemos con un código genético único, que establece las características básicas de nuestra personalidad, así como nuestra salud física y la apariencia... Y sin embargo, todos sabemos que las experiencias de la vida no nos cambian.


Joan D. Vinge


Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Solo a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión por el momento que no estamos solos.


Orson Welles




Cada día un poco más de las mentiras comen en la semilla con la que nacemos, pequeñas mentiras institucionales de la impresión de periódicos, las ondas de choque de la televisión, y los trucos sentimentales de la pantalla de cine.


Norman Mailer


Todos desnudos nacemos, aunque vestidos no vemos.




Nacemos con éxito. Es solo a otros que señalan nuestros errores, y lo que nos atribuyen como un fracaso.


Whoopi Goldberg


Nacemos de la nada. La luz, la juventud. Nunca tenemos nada.


Rafa Dedi




Todos nacemos ignorantes, pero hay que trabajar duro para seguir siendo estúpido.


Benjamin Franklin


Pero nacemos como hijos y nos miramos el mundo con los ojos abiertos... Y nosotros no juzgamos y no traicionamos. No estamos celosos. No somos envidiosos. Ni siquiera estamos cansados, que es un peligro también como niños. Tienen que aprender un poco de conciencia.


Colin Farrell


Su cerebro - todo cerebro - es un trabajo en progreso. Es 'plástico.' Desde el día en que nacemos hasta que morimos, que continuamente revisa y remodelación, mejora o disminuye lentamente, en función de cómo la usamos.


Michael Merzenich




La inteligencia es algo con lo que nacemos. El pensamiento es una habilidad que debe ser aprendida.


Edward de Bono


Todos nacemos marcada por el mal.


Charles Baudelaire


Una sola palabra: entropía. Todo lo que nace muere. Cuando nacemos empezamos a morir. Yo llevo 94 años viviendo, es decir, 94 años muriéndome. Es un proceso vital.


José Luis Sampedro


Para que nacemos en el dolor del otro, y perecer en el nuestro.


Francis Thompson




Nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. ¿Sería eso, verdaderamente? ¿Toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?


Ernesto Sabato


En Australia, crecí viendo 'The Mickey Mouse Club', mi hijo creció viendo 'Sesame Street', mi nieto está creciendo viendo 'Dora la Exploradora'. Así que estamos saturados de clase de la cultura americana desde el día en que nacemos, ya los de aquellos que no tienen un buen oído para él, es una segunda naturaleza.


Jacki Weaver


Nacemos con encanto, fresca y espontánea y debemos ser civilizados antes de que estén en condiciones de participar en la sociedad.


Judith Martin


Nacemos en una cama y morimos en una cama. Interesante el drama de la raza humana, es el hecho de que esta escena ha jugado comedia ridícula y terribles tragedias.


Xavier de Maistre


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos [... ] oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una inmensa emoción.


Laura Esquivel


Muerte somos y muerte vivimos. Nacemos muertos, muertos pasamos y muertos ya, irrumpimos en la Muerte.


Fernando Pessoa


Prefiero no defraudarlo y dejar que descubra por sí mismo la vacuidad de las ilusiones que perseguimos desde que nacemos, que tropiece como yo en cada peldaño de la escalera que recorremos en el camino a ninguna parte que es la existencia.


Julio Llamazares


Como ve, todos tenemos en nuestro interior los elementos necesarios para producir fósforo. Es más, déjeme decirle algo que a nadie le he confiado. Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre la energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo


Laura Esquivel


Todos nacemos felices. Por el camino se nos ensucia la vida, pero podemos limpiarla. La felicidad no es exuberante ni bulliciosa, como el placer o la alegría. Es silenciosa, tranquila, suave, es un estado interno de satisfacción que empieza por amarse a sí mismo. Tú deberías quererte como te quiero yo y como te quieren todos los que te conocen


Isabel Allende


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...


Laura Esquivel


Desde el momento en que nacemos, también se inicia la vejez


María Luisa Bombal


Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡tan corto es el vivir!

La Gloria y el Amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos;
¡despertar es morir!


Gustavo Adolfo Bécquer


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio.
Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno por uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...


Laura Esquivel