Nadie ( 3 )
Nadie. Encuentra docenas de nadie con fotos para copiar y compartir.
La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad; por tanto nunca mandes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
John Donne
Nadie enseña a nadie filosofía. El sistema es lo único que ofrece seguridad al angustiado, castillo de razones, muralla cerrada de pensamientos invulnerables frente al vacío.
MarÃa Zambrano
Domingo
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Domingo, flor de luz, casi increíble
día. Bajas sobre la tierra
como un ángel inútil y dorado.
Besas
a las muchachas
de turbia cabellera,
vistes de azul marino
a los hombres que te aman, y dejas
en las manos del niño
un aro de madera
o una simple esperanza. Repartes
golondrinas, globos de primavera,
te subes a las torres
y giras las veletas
oxidadas. Tu viento agita faldas
de colores, estremece banderas,
lleva lejos canciones
y sonrisas, llena
las estancias de polvo plateado.
Los árboles esperan
tu llegada
para cubrirse de gorriones. Sabe más fresca
el agua de las fuentes.
Las campanas dispersan
palomas imprevistas
que vuelan
de otro modo.
No hay nadie que no sepa
que es domingo,
domingo.
Tu presencia
de espuma lava,
eleva,
hace flotar las cosas y los seres
en un nítido cielo que no era
-el lunes- de verdad:
apenas desteñido papel, vidrio olvidado,
polvo tedioso sobre las aceras.
Ãngel González
Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo.
Selma Lagerlof
Que nadie elogia a la felicidad... por eso dicen que en la mitad de la vida en nada se diferencian los felices de los desgraciados.
Aristóteles
Y al llegar el final, tendrán su premio, nadie los nombrará, serán lo "anónimo", pero ninguna tumba guardará su canto.
Atahualpa Yupanqui
Soy un cantor de artes olvidadas que camina por el mundo para que nadie olvide lo que es inolvidable: la poesía y la música tradicional de Argentina.
Atahualpa Yupanqui
Cascar una nuez no es realmente un arte, y en consecuencia nadie se atrevería a congregar a un auditorio para entretenerlo entonces ya no se trata meramente de cascar nueces. O tal vez se trate meramente de cascar nueces, pero entonces descubrimos que nos hemos despreocupado totalmente de dicho arte porque lo dominábamos demasiado, y este nuevo cascador de nueces nos muestra por primera vez la esencia real del arte, al punto que podría convenirle, para un mayor efecto, ser un poco menos hábil en cascar nueces que la mayoría de nosotros.
Franz Kafka
Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.
Karl Marx
A veces pienso que la prueba más fehaciente de que existe vida inteligente en el universo es que nadie ha intentado contactar con nosotros.
Bill Watterson
Me puse a consolarla, a buscar razones que explicaran la ausencia de él, a ofrecer argumentos y pruebas. Nadie era tan fácil de engañar como ella entonces, porque en momentos así todos escuchamos con alegría cualquier palabra de consuelo y nos contentamos con una sombra de justificación.
Fiodor Dostoievski
A menudo se hace ostentación de las pasiones, aunque sean las más criminales; pero la envidia es una pasión cobarde y vergonzosa, que nadie se atreve nunca a admitir.
Francisco de La Rochefoucauld
No voy a hacer el camino universitario porque el estudio universitario es la muerte del arte. Los museos y los estudios universitarios son la muerte del arte. Entonces me voy a ir a hacer el arte, que después me metan de momia en un museo, ya vendrá... pero yo no voy a meter a nadie en un museo.
Alejandro Jodorowsky
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.
Jaume Perich
Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.
Margaret Thatcher
Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente.
Johann Wolfgang Von Goethe
Después de aquellos que ocupan los primeros puestos, no conozco a nadie tan desgraciado como quien los envidia.
Marquesa de Maintenon
Nadie puede sospechar cuántas idioteces políticas se han evitado gracias a la falta de dinero.
Charles-Maurice Talleyrand Périgord
Sobre Unos Lirios
(APUNTES)
I
Mancebos como príncipes,
os habéis alejado del jardín
y crecéis en mi alma,
en algún oculto declive.
Morados y blancos, malvas y amarillos
son los colores de vuestras vestiduras,
y espolvoreados de plata
desafiais al tiempo.
Cuando sopla la brisa
de mi corazón enamorado,
sonreís lentamente
como si recordarais.
II
Os llevaba conmigo,
como un manojo de príncipes
que rodean al maestro
en el ejercicio de la mañana.
Luego engalanabais
mi mísera vivienda,
pero vuestros verdes espadines
me recordaban nuestra distancia.
III
Os amo,
flores lejanas,
jóvenes reyes
del monte misterioso.
Comprendo que hayáis huido
del jardín y su gente;
nada atrae allí
a vuestra altiva sencillez.
Entre estas cuatro paredes,
¿os resultaré un triste inoportuno?
Y sin embargo vuestro dulce aroma
me llega como la respiración de un amigo.
IV
Desde muchos años,
nadie había sabido acompañarme
con esta gentileza
que me cautiva.
Cautivadores sois,
inexpresables,
y vuestra presencia ha sido en estos días
como el sueño de mi juventud.
Cuando la pálida púrpura
del capullo se aje,
¿qué imagen entristecedora
os llevaréis de mí?
V
Os puse junto al recuerdo
de una jovencilla desaparecida,
porque me gusta rodearme
de seres que no dañan al amor.
Quizás entre ella y vosotros
hay un diálogo inefable
que yo nunca entendería,
porque soy un hombre.
De "Las iusiones"
(APUNTES)
I
Mancebos como príncipes,
os habéis alejado del jardín
y crecéis en mi alma,
en algún oculto declive.
Morados y blancos, malvas y amarillos
son los colores de vuestras vestiduras,
y espolvoreados de plata
desafiais al tiempo.
Cuando sopla la brisa
de mi corazón enamorado,
sonreís lentamente
como si recordarais.
II
Os llevaba conmigo,
como un manojo de príncipes
que rodean al maestro
en el ejercicio de la mañana.
Luego engalanabais
mi mísera vivienda,
pero vuestros verdes espadines
me recordaban nuestra distancia.
III
Os amo,
flores lejanas,
jóvenes reyes
del monte misterioso.
Comprendo que hayáis huido
del jardín y su gente;
nada atrae allí
a vuestra altiva sencillez.
Entre estas cuatro paredes,
¿os resultaré un triste inoportuno?
Y sin embargo vuestro dulce aroma
me llega como la respiración de un amigo.
IV
Desde muchos años,
nadie había sabido acompañarme
con esta gentileza
que me cautiva.
Cautivadores sois,
inexpresables,
y vuestra presencia ha sido en estos días
como el sueño de mi juventud.
Cuando la pálida púrpura
del capullo se aje,
¿qué imagen entristecedora
os llevaréis de mí?
V
Os puse junto al recuerdo
de una jovencilla desaparecida,
porque me gusta rodearme
de seres que no dañan al amor.
Quizás entre ella y vosotros
hay un diálogo inefable
que yo nunca entendería,
porque soy un hombre.
De "Las iusiones"
Juan Gil-Albert
Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
Charles Caleb Colton