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No se si te ame mucho nose si te ame poco ( 4 )

No se si te ame mucho nose si te ame poco. Encuentra docenas de no se si te ame mucho nose si te ame poco con fotos para copiar y compartir.


En algunas situaciones es mejor saber en silencio. Pues es conveniente cuando se sabe poco y Prudente cuando se sabe mucho.


Hersson Piratoba


EL DESAPEGO Y EL CAMINO A LA FELICIDAD
Lo normal entre los seres humanos es, casi de forma instintiva, la búsqueda de la felicidad. Pero la realidad es que en nuestro mundo occidental estamos equivocando el camino para lograr esta felicidad ya que pensamos que cuentas más cosas tengamos, cuantas más personas queremos y nos quieran y cuanto mejor lo pasemos en las circunstancias de nuestra vida, más felices seremos.
Esto es un engaño que se puede ver claramente desenmascarado cuando reflexionamos un poco ya que enseguida nos damos cuenta que la felicidad no se puede basar en cosas exteriores, en objetos, en dinero, en personas o en circunstancias porque tan rápido como vienen, tan rápido es que se van. Si intentamos llenar nuestro vacío con las cosas de fuera apegándonos a ellas más tarde o más temprano, cuando desaparezcan de nuestra vida, la felicidad aparente que teníamos no solo desaparecerá sino que aparecerán los problemas de depresiones, ansiedad estrés, etc.
Ya hemos nombrado la palabra clave que me lleva a escribir este artículo, el apego. El apego es una de las causa de infelicidad más grandes entre nosotros los seres humanos. Cuando te apegas a ese trabajo que tanto te gusta y te despiden se te cae el mundo encima, cuando te apegas a esa persona que tanto quieres y te deja, te traiciona o fallece caes en la más profunda desolación y depresión, cuando te apegas a esa moto último modelo que finalmente has conseguido comprar y te la roban, te invade esa rabia, una gran desesperación.
Este camino no puede ser el de la felicidad. Evidentemente no estoy diciendo que no haya que tener posesiones, ni querer a nuestros seres queridos, enamorarnos y casarnos, trabajar para tener dinero. Pero debemos de cambiar nuestra actitud psicológica y emocional ante esto para que podamos encontrar el verdadero camino a la felicidad. Se trata de conseguir un estado de desapego hacia lo que nos rodea y, aparentemente nos pertenece de tal forma que el dolor al desaparecer de nuestras vidas es mucho menor porque la base de nuestra felicidad no depende de esas posesiones o personas queridas sino de nuestra riqueza interior que está más allá del apego a un coche o al dinero. Cosas etéreas
Hay que darse cuenta, tal y como nos cuentan muchas filosofías y religiones como el budismo, que en esta vida estamos de paso y que vinimos sin nada y sin nada nos vamos a marchar, por lo tanto, es mejor vivir como si no tuviéramos nada, con esa comprensión, aunque vivamos rodeados de todo lo que necesitamos y de las personas que nos quieren, pues es el mejor método para no sentir ese dolor e incomprensión cuando esas cosas o personas desaparecen.
Repito, no se trata de renunciar al mundo y lo que nos ofrece, ni a las personas que amamos o que podemos amar, sino al sentimiento de apego hacia ellos que es lo que nos va a hacer sufrir cuando suframos la pérdida y tengamos por seguro que tarde o temprano se pasa por esa pérdida de algo o alguien a lo que estamos apegados.


Diego Torrente




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


PSICOLOGÍA SOCIAL, LA AMISTAD ES VIDA
AMISTAD Y SILENCIO
La amistad se nutre más de la comunicación que del silencio. Sin embargo, el silencio es precisamente en algunos casos el medio de comunicación que utilizan los amigos: es necesario tanto saber estar en silencio como transmitir lo que uno lleva dentro.

Asistir al desvelamiento de un secreto, al desvelamiento de la intimidad de las personas, produce en el ser humano un enmudecimiento del espíritu, un sentimiento de gratitud por lo que se percibe como un don o regalo inmerecido, una impresión de estar pisando terreno sagrado. De hecho, todos podemos remitirnos a alguna ocasión en la que, en conversación íntima con un amigo, al acabar de escuchar, no hemos encontrado palabras adecuadas para decir nada. En esos casos, quizá la prueba de mayor gratitud o de "correspondencia" sea precisamente el silencio; un silencio, eso sí, cuajado de respuesta.

Hay veces en las que no se puede decir nada... porque las palabras lo estropean todo. Hay cosas que la única contestación que merecen o que exigen es el silencio; hay cosas con las que solo puede mantenerse conversación en silencio. Porque o el lenguaje es limitado, o uno es limitado, o ambas cosas. Pero algunas cosas, si se expresan, se profanan. Así ocurre en las experiencias de encuentro: con un amigo, con un paisaje, una obra de arte. En esos momentos, pronunciar algo es mancharlo; hablar es romperlo. Algunas veces la comunicación con las cosas y también con las personas requiere como condición que haya silencio; solamente silencio. Y no un silencio para llenar, sino como medio de entendimiento.

Cuando se tiene la suerte de topar con alguien que tiene algo -poco o mucho- que decir; cuando se tiene la suerte de que esas personas te abran sus puertas y dejan que te asomes y penetres en su mundo interior, en la mayor parte de los casos solo se puede contestar enmudeciendo. Y ese silencio quiere ser entonces un homenaje: la mayor muestra de agradecimiento y de admiración. Porque no se trata de un silencio vacío sino pletórico de contenido: no significa carencia sino plenitud.

El silencio es importante en la amistad. Estar con un amigo es también poder estar en silencio sin miedo a que éste tenga que romperse y sin sentir la necesidad perentoria de tener que llenarlo con palabras. No hay verdadera amistad entre dos amigos si no saben disfrutar y valorar su silencio. El silencio es en sí mismo un espacio y un tiempo para compartir. Rico de contenido y esencialmente valioso porque supone una íntima comunión de espíritus.

LA INTERIORIDAD
La amistad está también muy relacionada con la interioridad. Entre dos amigos ésta es más rica y sólida cuanta mayor sea la intimidad, la interioridad de cada uno de ellos. Hay quienes tienen un gran mundo interior; tienen mucho que decir porque son personas que integran en sí todo lo que hay a su paso: una frase que ha dicho en clase el profesor, la actitud de tal o cual persona, la satisfacción de haber llegado al pico de la montaña, la crisis que le produce una situación difícil de trabajo, un libro que ha leído, los tirones de la madurez.

Así es como las personas se van enriqueciendo por dentro y como su interioridad cobra cada vez mayor volumen: integrando la experiencia, la vivencia personal y las de las otras personas. Aprendemos también a través de las vivencias de los demás, de la experiencia ajena. Quien está atento a su alrededor aprovecha todo intensamente.

Se puede aprender a sentir de un modo distinto al propio; se puede aprender a pensar de manera diferente a la que uno piensa; se puede aprender a valorar cosas que yo no valoro. Escuchar a las personas y tratar de ser ellas, nos permite conocer el mundo desde mil perspectivas diferentes a las nuestras. Y eso conlleva ampliación personal, crecimiento, enriquecimiento, altura, perspectiva y profundidad. La interioridad rica hace que la relación entre los amigos se amplíe. Una amiga me decía hace poco -hablando de otra persona-la satisfacción que le producía tratar con ella "porque es de esas personas que tienen algo que aportar".

El conocimiento que alimenta la intimidad es-una vez más-el que sabe mirar, sabe escuchar, sabe estar. La sola convivencia con las personas, o el mero estar junto a las cosas o entre las cosas (junto al mar rodeado de un bellísimo paisaje, o entre las obras magníficas del Louvre) no basta. Más de una vez las ratas habrán correteado por los pasillos del Louvre; sin embargo, todavía no hemos tenido ocasión de encontrarlas embelesadas frente a la Venus de Milo, tras haber pasado frente a ella toda la noche. Para las personas, las que son capaces de ello, las cosas tienen una historia que contar, la naturaleza tiene algo que transmitir y todo lo que encuentran es capaz de darles un mensaje.

El hombre con interioridad es capaz de ver sentido a todas las cosas; y en cierto modo de darles él mismo el sentido puesto que es él quien lo capta, lo descubre y -en ese sentido lo crea, lo recrea. Por eso, forma parte del "tesoro" de la amistad tener amigos con un gran mundo interior.

La amistad de las personas es un regalo. El regalo es mayor cuanta mayor sea la interioridad y la intimidad compartida. Esta debe cuidarse y en ella juega un papel muy importante el saber mirar porque puede franquearnos el paso al alma del amigo.
Una vez dentro, el mundo se abre ante nosotros de un modo desconocido y luminoso que provoca en nosotros muy diversos sentimientos (admiración, compasión, respeto, etc.), pero siempre el de "desear el bien del amigo, por el amigo mismo" (Aristóteles).


Diego Torrente


Uno promete mucho, para no dar poco.


Luc de Clapiers


La realidad es que los precios del gas deben ser mucho más caro que lo son porque no estamos incorporando el verdadero daño al medio ambiente y los costos ocultos de la extracción de petróleo y su transporte a los EE.UU. Cada vez que usted tiene una externalidad sin precio, que tiene un poco de un fallo de mercado, en la medida en que la eternidad permanece sin precio.


Elon Musk




Siempre que trato con hombres del campo pienso en lo mucho que ellos saben y nosotros ignoramos, y en lo poco que a ellos importa conocer cuanto nosotros sabemos.


Antonio Machado


La palabra «solidaridad» está un poco desgastada y a veces se interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad


Papa Francisco


...mucho antes de que le tocara echar mano de sus recuerdos, fabricados y almacenados pensando en hallar un poco de variedad en la vejez


Javier Marías




Tengo fama de muy serio, o incluso de arrogante o de altivo, y de todas estas cosas que estoy harto de oír. Creo sin embargo que en mis novelas hay mucho humor, pequeñas bromas y hay alguna escena que aspira a ser cómica o en todo caso es un poco disparatada. El humor es una de las pocas cosas que nos salva.


Javier Marías


Nunca es poco lo que es bastante; nunca es bastante lo que es mucho


Séneca


Sentir mucho por los demás y poco por nosotros mismos, para restringir nuestro egoísmo y ejercer nuestros afectos benevolentes, constituye la perfección de la naturaleza humana.


Adam Smith


Los últimos años han sido mi más feliz. Estoy feliz en los años que la mayoría de las personas son de color azul y triste y esperando la muerte. Yo no creo que un poco. Sonreír tiene mucho que ver con eso. Usted puede simplemente levantar el ánimo con una sonrisa un poco.


William Proxmire




Tuve un poco de caldo aérea, pero las aerolíneas tanked. Yo no tenía mucho dinero en ellos, sin embargo.


Mickey Gilley


Esta parte de Brasil ofreció el curioso espectáculo de un gran mal, que ha sufrido durante mucho tiempo de existir y ahora está avanzando, poco a poco pero sin duda, a ese estado que debe implicar la destrucción inevitable en el Gobierno actual del país.


George Grey


Un poco de conocimiento que actúa vale infinitamente más que mucho conocimiento que está inactivo.


Khalil Gibran


No hay mucho espacio más para lo que yo llamo 'made-up' drama. El drama viene de lugares reales ahora - el matrimonio requiere trabajo y el enfoque, la cosa de niños requiere paciencia y compromiso. Y si no crecer como personas y como pareja, dentro de todo eso, entonces usted tiene un poco de drama real.


Jeremy Sisto


No hay personajes de 'Stay Close ', incluyendo los cables, son de color blanco y negro. Yo quiero que sean grises. Creo que lo convierte en una experiencia de lectura mucho más interesante, algo que se quedará con ustedes un poco más de tiempo.


Harlan Coben


La felicidad no consiste en tener mucho, sino en estar contento con poco.


Marguerite Gardiner


Yo era un niño muy feliz, por así decirlo. Pero, ya que no tenemos los videojuegos o la televisión, y muy poco de radio, en términos de una forma de entretenimiento, solía leer mucho y quiero llamar mucho, y esas dos cosas acostumbrados a ocupar mi tiempo.


Mako


Cualquier hombre que lee mucho y usa su propio cerebro muy poco cae en hábitos perezosos de pensamiento.


Albert Einstein


He sabido por mucho tiempo que es parte del plan de Dios para mí de pasar un poco de tiempo con cada una de las personas más estúpidas del mundo.


Bill Bryson


Hacer deporte es algo frívolo, pero me gustó. Me rebelé un poco, y no iría a clases de música y cosas así, pero me gustaría ir a jugar a la pelota. Mis padres aprendieron a amarla porque vieron lo mucho que me salí de ella.


Mike Krzyzewski


Se me ocurrió durante la generación de 'Star Wars' y que era una especie de lo que he conectado mucho más. Fue un poco antes de mi tiempo y creo que fue una especie de lidiar con estas ideas intelectuales que eran un poco avanzado para mi joven mente. Al tiempo. Pero ahora tengo un aprecio más profundo por ella.


Zachary Quinto


Los cristianos que han tenido mucho que decir con la boca y lo poco que mostrar con nuestra vida. Lamento que tantas veces hemos olvidado el Cristo de nuestro cristianismo.


Shane Claiborne


Siempre vuelvo a cómo se comporta la gente. Si observas cómo la gente se comporta en una situación, es muy sencillo y honesto y contenido. No necesitas utilizar mucho la expresión ni mucho sentimiento. Algunos personajes se desbordan, y eso es otra cosa, pero muchas veces pienso que eso lo puedes hacer muy, muy poco.


Robert de Niro




La película acondicionado es un poco diferente, donde tal vez te contamos lo que vamos a hacer, pero nunca se va por el camino que espera porque hay mucho de doble cruce y trucos y mentiras pasando a lo largo de todo el camino.


Edward Burns


Estoy sorprendido de lo que todos quieren saber sobre mi vida amorosa. Ellos susurran a mí, 'Dime la verdad? ¿Es cierto? A quién le importa? Debido a que tenemos este trabajo, hemos de decir a todo el mundo lo que hacemos, o con quien dormimos? Es un poco absurdo, pero es por eso que todo el mundo miente mucho.


Penelope Cruz


Yo estaba un poco de un atleta en la escuela. La belleza no era algo que pasaba mucho tiempo en.


Nina Dobrev


Crecí en San Antonio, Texas, y se fue a una escuela secundaria grande llamado Douglas McArthur, donde había una gran cantidad de pistas y mucho fútbol. Era un poco como 'Friday Night Lights'. Yo solía pasar mucho tiempo en la pista.


Norah O'Donnell


Mantequilla para untar es maravilloso para la torta de decisiones: es mucho más fácil de crema que el tipo de bloque y un poco más ligero porque está mezclado con aceite.


Jane Asher


Si todos nos miramos el uno al otro un poco más, creo que no tendríamos mucho de la crisis que tenemos en la sociedad actual.


Criss Angel


Ahora, mucho de lo que estamos haciendo en este momento, con toda franqueza, es por lo que pasó el día de Navidad. Muchas de las cosas eran un poco en las obras. Ya estábamos pensando, por ejemplo, la compra y el despliegue de la tecnología de imagen avanzada. Usted llama a los escáneres corporales. Les AITS (Advanced Imaging Technologies) llamamos.


Janet Napolitano


Las consecuencias de las cosas no siempre son proporcionales a la magnitud aparente de los eventos que los han producido. Así, la revolución americana, de la que poco se esperaba, producido mucho, pero la Revolución Francesa, de la que se esperaba mucho, produce poco.


Charles Caleb Colton


Observa, escucha, calla. Juzga poco, pregunta mucho.


Arturo Graf


El genio del pueblo español es exquisitamente sutil, sin ser en absoluto aguda, por lo que hay mucho humor y tan poco ingenio en su literatura.


Samuel Taylor Coleridge


Me he divertido mucho desarrollo y lanzamiento de mi primera fragancia con Avon, así que para mi segunda fragancia, tenía muchas ganas de añadir un poco más borde. Outspoken Intense es una provocativa mezcla de confianza sexy y audaz feminidad que captura la emoción y la emoción de ser el centro del escenario.


Fergie


Uno pasa por la escuela, la universidad, la escuela de medicina y prácticas de un aprendizaje poco o nada acerca de la bondad, pero mucho sobre el éxito.


Ashley Montagu


Los neurólogos dicen que nuestros cerebros están programados mucho más para las historias que las ideas abstractas. Cuentos con un poco de drama se recuerdan mucho más tiempo que cualquier diapositiva repleto de análisis.


John P. Kotter


Lo que he aprendido en mi vida, es un estudio social muy interesante para mí, para ir y venir entre ser el tipo en el país y ser el hombre en el camino y ser el hombre en el estudio y de ser el chico de la entrevista. El ambiente que te rodea tiene mucho que ver con su carácter, y cuando estoy en casa, mi personaje realmente cambia un poco.


John Mayer