Oraciones con la palabra corazon ( 2 )
Oraciones con la palabra corazon. Encuentra docenas de oraciones con la palabra corazon con fotos para copiar y compartir.
Una mano pequeña y fría me acarició la mejilla.
?No pasa nada ?dijo Auri en voz baja?. Ven aquí.
Empecé a llorar en silencio, y ella deshizo con cuidado el apretado nudo de mi cuerpo hasta que mi cabeza reposó en su regazo. Empezó a murmurar, apartándome el cabello de la frente; yo notaba el frío de sus manos contra la ardiente piel de mi cara.
?Ya lo sé ?dijo con tristeza?. A veces es muy duro, ¿verdad?
Me acarició el cabello con ternura, y mi llanto se intensificó. No recordaba la última vez que alguien me había tocado con cariño.
?Ya lo sé ?repitió?. Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo.
Contraje todo el cuerpo y de pronto volví a notar aquel sabor a ciruela.
?La echo de menos ?dije sin darme cuenta. Antes de que pudiera agregar algo más, apreté los dientes y sacudí la cabeza con furia, como un caballo que intenta liberarse de las riendas.
?Puedes decirlo ?dijo Auri con ternura.
Volví a sacudir la cabeza, noté sabor a ciruela, y de pronto las palabras empezaron a brotar de mis labios.
?Decía que aprendí a cantar antes que a hablar. Decía que cuando yo era un crío ella tarareaba mientras me tenía en brazos. No me cantaba una canción; solo era una tercera descendente. Un sonido tranquilizador. Y un día me estaba paseando alrededor del campamento y oyó que yo le devolvía el eco. Dos octavas más arriba. Una tercera aguda y diminuta. Decía que aquella fue mi primera canción.
?Nos la cantábamos el uno al otro. Durante años. ?Se me hizo un nudo en la garganta y apreté los dientes.
?Puedes decirlo ?dijo Auri en voz baja?. No pasa nada si lo dices.
?Nunca volveré a verla ?conseguí decir. Y me puse a llorar a lágrima viva.
?No pasa nada ?dijo Auri?. Estoy aquí. Estás a salvo.
?No pasa nada ?dijo Auri en voz baja?. Ven aquí.
Empecé a llorar en silencio, y ella deshizo con cuidado el apretado nudo de mi cuerpo hasta que mi cabeza reposó en su regazo. Empezó a murmurar, apartándome el cabello de la frente; yo notaba el frío de sus manos contra la ardiente piel de mi cara.
?Ya lo sé ?dijo con tristeza?. A veces es muy duro, ¿verdad?
Me acarició el cabello con ternura, y mi llanto se intensificó. No recordaba la última vez que alguien me había tocado con cariño.
?Ya lo sé ?repitió?. Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo.
Contraje todo el cuerpo y de pronto volví a notar aquel sabor a ciruela.
?La echo de menos ?dije sin darme cuenta. Antes de que pudiera agregar algo más, apreté los dientes y sacudí la cabeza con furia, como un caballo que intenta liberarse de las riendas.
?Puedes decirlo ?dijo Auri con ternura.
Volví a sacudir la cabeza, noté sabor a ciruela, y de pronto las palabras empezaron a brotar de mis labios.
?Decía que aprendí a cantar antes que a hablar. Decía que cuando yo era un crío ella tarareaba mientras me tenía en brazos. No me cantaba una canción; solo era una tercera descendente. Un sonido tranquilizador. Y un día me estaba paseando alrededor del campamento y oyó que yo le devolvía el eco. Dos octavas más arriba. Una tercera aguda y diminuta. Decía que aquella fue mi primera canción.
?Nos la cantábamos el uno al otro. Durante años. ?Se me hizo un nudo en la garganta y apreté los dientes.
?Puedes decirlo ?dijo Auri en voz baja?. No pasa nada si lo dices.
?Nunca volveré a verla ?conseguí decir. Y me puse a llorar a lágrima viva.
?No pasa nada ?dijo Auri?. Estoy aquí. Estás a salvo.
Patrick Rothfuss
En tus manos hay palabras que acarician hasta el alma, y tus ojos un blues que me llena de luz casi como un karma. En tus labios hay indicios de que existe el paraíso y en tu piel hay un mar que quiero navegar sin un rumbo fijo. Mi filosofía y mi religión es buscar, vivir en tu corazón. Mi filosofía y mi religión es la teoría de lograr tu amor.
RBD (band)
Ya no puedo estar sin su presencia; el olor de su piel, el sonido de su voz, las pequeñas maneras de representar a la muchacha más fuerte y a la más frágil del mundo. Su manía de no ponerse gafas para ver el mundo tras el cristal ahumado de su visión lastimada; su forma de protegerse. Ver sin ver de verdad y, sobre todo, sin hacerse notar.
Descubro la extraña mecánica de su corazón. Funciona con un sistema de concha autoprotectora ligada a la falta de confianza que la habita. Una ausencia de autoestima peleándose con una determinación fuera de lo común. Aun no he descubierto qué engranaje tiene roto.
El código de acceso a su corazón cambia todas las noches. A veces, la concha es dura como la piedra. Por mucho que pruebe con mil combinaciones en formas de caricias y palabras de apoyo, apenas consigo quedarme en las puertas de su misterio. Sin embargo, ¡Me gusta tanto hacer crujir su concha! Escuchar ese pequeño ruido que produce al desactivarse, ver los hoyuelos que se marcan en la comisura de sus labios y que parece decir "¡Sopla!". El sistema de protección volando en dulces pedazos".
Descubro la extraña mecánica de su corazón. Funciona con un sistema de concha autoprotectora ligada a la falta de confianza que la habita. Una ausencia de autoestima peleándose con una determinación fuera de lo común. Aun no he descubierto qué engranaje tiene roto.
El código de acceso a su corazón cambia todas las noches. A veces, la concha es dura como la piedra. Por mucho que pruebe con mil combinaciones en formas de caricias y palabras de apoyo, apenas consigo quedarme en las puertas de su misterio. Sin embargo, ¡Me gusta tanto hacer crujir su concha! Escuchar ese pequeño ruido que produce al desactivarse, ver los hoyuelos que se marcan en la comisura de sus labios y que parece decir "¡Sopla!". El sistema de protección volando en dulces pedazos".
Mathias Malzieu
Amistad es una palabra muy amplia, que abarca todo amigo.
Es algo que no se consigue muy a menudo, cuando la encontra-mos es muy difícil de mantenerla, yo encontre a una persona maravillosa que esta cerca de mi corazon para siempre y cumple todos los requisitos que hay que tener con la AMISTAD.
Es algo que no se consigue muy a menudo, cuando la encontra-mos es muy difícil de mantenerla, yo encontre a una persona maravillosa que esta cerca de mi corazon para siempre y cumple todos los requisitos que hay que tener con la AMISTAD.
Monica
Mis labios te dicen adios mientras mi corazon se muere la triste despedida por fin se ha hecho presente yo te ame y te amare siempre tu solo me quisiste como amigo hoy te dejo ir acepto que te he perdido toda mi vida seguiras en mi mente aunque yo en tu vida solo sea un viejo recuerdo......
almitachikita
Los ojos son para mirar, las manos para coger, la cabeza para pensar y el corazón para amar.
Joan Amades
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
(Fragmento de "La gente que me gusta")
(Fragmento de "La gente que me gusta")
Mario Benedetti
Corazón Nuevo
Mi corazón, como una sierpe,
se ha desprendido de su piel,
y aquí la miro entre mis dedos
llena de heridas y de miel.
Los pensamiento que anidaron
en tus arrugas, ¿dónde están?
¿Dónde las rosas que aromaron
a Jesucristo y a Satán?
¡Pobre envoltura que ha oprimido
a mi fantástico lucero!
Gris pergamino dolorido
de lo que quise y ya no quiero.
Yo veo en ti fetos de ciencias,
momias de versos y esqueletos
de mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.
¿Te colgaré sobre los muros
de mi museo sentimental,
junto a los gélidos y oscuros
lirios durmientes de mi mal?
¿O te pondré sobre los pinos,
-libro doliente de mi amor-
para que sepas de los trinos
que da a la aurora el ruiseñor?
Mi corazón, como una sierpe,
se ha desprendido de su piel,
y aquí la miro entre mis dedos
llena de heridas y de miel.
Los pensamiento que anidaron
en tus arrugas, ¿dónde están?
¿Dónde las rosas que aromaron
a Jesucristo y a Satán?
¡Pobre envoltura que ha oprimido
a mi fantástico lucero!
Gris pergamino dolorido
de lo que quise y ya no quiero.
Yo veo en ti fetos de ciencias,
momias de versos y esqueletos
de mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.
¿Te colgaré sobre los muros
de mi museo sentimental,
junto a los gélidos y oscuros
lirios durmientes de mi mal?
¿O te pondré sobre los pinos,
-libro doliente de mi amor-
para que sepas de los trinos
que da a la aurora el ruiseñor?
Federico GarcÃa Lorca
Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
JosemarÃa Escrivá de Balaguer
La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad.
Pablo Neruda
El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.
MarÃa Zambrano
Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios.
Madre Teresa de Calcuta
Tu visión devendrá mas clara solamente cuando mires dentro de tu corazón... Aquel que mira afuera, sueña. Quién mira en su interior, despierta.
Carl Jung
El tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es la paz. La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar. Pero, en verdad, en lo íntimo de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrió fue que renunciamos a luchar por nuestros sueños.
Paulo Coelho
Ola Feliz
Suena este mar, tu corazón, bajo la piel.
Bello el reloj, se mueve .
Anda del seno tu lugar.
Potro en la nieve, se hace nuca su belfo.
Come de la bandeja blanca de las sienes.
Muere de delgadez. Y es ave,
relámpago concéntrico con peces
hechos música, luz, bolsa obediente
del diapasón.
Feliz más que una playa, acude al vientre,
Edifica del agua la esbeltez. Allí te crece
como un inmenso pájaro. Y distiende
alas de olor sobre el cantil, te bebe
la piedra transparente del cuerpo.
Después, yedra invisible, baja hasta el pie.
Jinete, torre en el cuero juvenil,
tambor de lo turgente,
cede su forma a la presión.
Sonoro resplandece.
Te late en las paredes de la carne que beso.
Se convierte en ruido de unos bosques,
en rostros de violines
que pulsan de ese alegre sitio del sol.
Y así la noche emerge solícita.
A tus manos, que hablan en la sombra
su celeste palabra.
Su situación de fiebre y de jardín.
Su fuerte voz.
Y así mientras conoce, la boca vibra,
enciende su tacto.
Llega al hombro con presencia de río,
pone caricia y redes a la virtud.
Transita entre los sauces y el aire adolescente
que amo, fruto interior silvestre.
Cuerpo tuyo que canta.
Y aventa de mis dedos respiración de mieses.
Suena este mar, tu corazón, bajo la piel.
Bello el reloj, se mueve .
Anda del seno tu lugar.
Potro en la nieve, se hace nuca su belfo.
Come de la bandeja blanca de las sienes.
Muere de delgadez. Y es ave,
relámpago concéntrico con peces
hechos música, luz, bolsa obediente
del diapasón.
Feliz más que una playa, acude al vientre,
Edifica del agua la esbeltez. Allí te crece
como un inmenso pájaro. Y distiende
alas de olor sobre el cantil, te bebe
la piedra transparente del cuerpo.
Después, yedra invisible, baja hasta el pie.
Jinete, torre en el cuero juvenil,
tambor de lo turgente,
cede su forma a la presión.
Sonoro resplandece.
Te late en las paredes de la carne que beso.
Se convierte en ruido de unos bosques,
en rostros de violines
que pulsan de ese alegre sitio del sol.
Y así la noche emerge solícita.
A tus manos, que hablan en la sombra
su celeste palabra.
Su situación de fiebre y de jardín.
Su fuerte voz.
Y así mientras conoce, la boca vibra,
enciende su tacto.
Llega al hombro con presencia de río,
pone caricia y redes a la virtud.
Transita entre los sauces y el aire adolescente
que amo, fruto interior silvestre.
Cuerpo tuyo que canta.
Y aventa de mis dedos respiración de mieses.
Ãngel GarcÃa López
Noria de Noches
Otros sufren de hambre o padecen prisión
o viven con vergüenza o con humillación
o rumian una culpa o aguardan un perdón
Yo llevo este secreto que va en mi corazón
Otros están enfermos y se sienten morir
o elaboran de noche la manera de huir
o fatigan las calles sin saber dónde ir
Yo guardo mi secreto y no puedo dormir
Otros en la miseria callan con estupor
o en la tortura aprietan los dientes y el honor
o solitarios llenan las calles de dolor
Yo me entro en el silencio con la palabra amor.
Otros sufren de hambre o padecen prisión
o viven con vergüenza o con humillación
o rumian una culpa o aguardan un perdón
Yo llevo este secreto que va en mi corazón
Otros están enfermos y se sienten morir
o elaboran de noche la manera de huir
o fatigan las calles sin saber dónde ir
Yo guardo mi secreto y no puedo dormir
Otros en la miseria callan con estupor
o en la tortura aprietan los dientes y el honor
o solitarios llenan las calles de dolor
Yo me entro en el silencio con la palabra amor.
Félix Grande
Cancioncilla de La Esposa
Mariuca, esposica, madre:
Dios te salve
en este día y siempre.
dios te guarde,
y mi corazón de rabia y trigo
y sangre,
esta luz amorosa que en el filo
de las palabras arde.
¡Cuánta pasión, que solo sabe
morder, callar, rugir,
ponerse grave
o niña, desesperarse
porque no puede saltar la carne
y fundirse contigo eternamente,
Mariuca, esposica, madre!
¡Que calle
ese tener que ir a las cosas,
este dejarse
los ojos entre las ideas,
el oleaje
que rompe contra las cuartillas!
¡Hoy es todo Mariuca, esposa, madre!
Reza por mí, Mariuca, esposa.
Yo te rezo a mi modo. Sale
el corazón en ritmo por la boca, me renace
tanto amor que no sé decirte,
y me resuena dentro en los panales
del sentimiento y en los huesos. Dame
la palabra sencilla, la sonrisa
Ingenua de la infancia, madre,
Mariuca, esposica, amor.
Tú me salves.
Mariuca, esposica, madre:
Dios te salve
en este día y siempre.
dios te guarde,
y mi corazón de rabia y trigo
y sangre,
esta luz amorosa que en el filo
de las palabras arde.
¡Cuánta pasión, que solo sabe
morder, callar, rugir,
ponerse grave
o niña, desesperarse
porque no puede saltar la carne
y fundirse contigo eternamente,
Mariuca, esposica, madre!
¡Que calle
ese tener que ir a las cosas,
este dejarse
los ojos entre las ideas,
el oleaje
que rompe contra las cuartillas!
¡Hoy es todo Mariuca, esposa, madre!
Reza por mí, Mariuca, esposa.
Yo te rezo a mi modo. Sale
el corazón en ritmo por la boca, me renace
tanto amor que no sé decirte,
y me resuena dentro en los panales
del sentimiento y en los huesos. Dame
la palabra sencilla, la sonrisa
Ingenua de la infancia, madre,
Mariuca, esposica, amor.
Tú me salves.
Ramón de GarcÃasol
Sombra Y Rito de Amor...
Sombra y rito de amor:
di tú ángel visible
cuya existencia se fragua en la insumisión
a la palabra y a su asilo
di tú ángel adelgazado por el silencio,
esbeltísimo en lo callado,
con el costado intacto antiguo en guerras
di tú la palabra que leo en el minuto que dura mi corazón.
"Báculo de Babel" 1982
Sombra y rito de amor:
di tú ángel visible
cuya existencia se fragua en la insumisión
a la palabra y a su asilo
di tú ángel adelgazado por el silencio,
esbeltísimo en lo callado,
con el costado intacto antiguo en guerras
di tú la palabra que leo en el minuto que dura mi corazón.
"Báculo de Babel" 1982
Blanca Andreu
Canción Del Recuerdo Intacto
Solo tú, verdadero, ningún dolor me diste.
Tu regalo perfecto no cabía en mis manos:
era el ramo fragante, el vino de alegría
y la espiga madura para el pan cotidiano.
Solo tú adivinaste el motivo secreto
que doblaba mi vida en curva de fracaso;
sólo tú me dijiste la palabra de aliento
que me mantiene recta a través de los años.
Por camino de sombras y vueltas de peligro
tu pie, firme y valiente, perseguía mis pasos.
¡Oh saltador de abismos, distancias y barreras!
¿Quién detuvo el impulso de tu amor obstinado?
Para saber quererme afinaste el sentido
volviendo suave y dulce lo violento y lo amargo.
Para alcanzar mi ensueño abriste alas veloces;
para poder copiarme fuiste un espejo claro.
Ardía en tus pupilas hoguera de fulgores,
se enredaba en tu lengua el arpegio de un canto,
y mecido en tus brazos, como un niño pequeño,
dormía sin temores mi corazón cansado.
Todos los que me amaron algún dolor me dieron
y todos los que amé un dolor me dejaron;
sólo tú me alegraste como un día de fiesta;
sólo el momento tuyo fue perfecto regalo.
Por eso, en hora quieta, en el pecho se esponja
el beso de ternura que revienta en los labios:
¡Música errante y vaga, azul de lejanía
lucero del silencio en lágrimas cuajado!
Solo tú, verdadero, ningún dolor me diste.
Tu regalo perfecto no cabía en mis manos:
era el ramo fragante, el vino de alegría
y la espiga madura para el pan cotidiano.
Solo tú adivinaste el motivo secreto
que doblaba mi vida en curva de fracaso;
sólo tú me dijiste la palabra de aliento
que me mantiene recta a través de los años.
Por camino de sombras y vueltas de peligro
tu pie, firme y valiente, perseguía mis pasos.
¡Oh saltador de abismos, distancias y barreras!
¿Quién detuvo el impulso de tu amor obstinado?
Para saber quererme afinaste el sentido
volviendo suave y dulce lo violento y lo amargo.
Para alcanzar mi ensueño abriste alas veloces;
para poder copiarme fuiste un espejo claro.
Ardía en tus pupilas hoguera de fulgores,
se enredaba en tu lengua el arpegio de un canto,
y mecido en tus brazos, como un niño pequeño,
dormía sin temores mi corazón cansado.
Todos los que me amaron algún dolor me dieron
y todos los que amé un dolor me dejaron;
sólo tú me alegraste como un día de fiesta;
sólo el momento tuyo fue perfecto regalo.
Por eso, en hora quieta, en el pecho se esponja
el beso de ternura que revienta en los labios:
¡Música errante y vaga, azul de lejanía
lucero del silencio en lágrimas cuajado!
Claudia Lars
Amor de Mis Entrañas
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Federico GarcÃa Lorca
¿QUE ESTAS HACIENDO? Dame un minuto, quiero decirte: Cuando tu corazón esta quebrantado, YO ESTOY CERCA DE TI. No hay nadie que me lo impida, porque NADA NI NADIE, TE APARTARA JAMAS DE MI. Cada una de esas lagrimas quitare, y te dare una GRANDE Y NUEVA ALEGRIA - Mi Palabra no vuelve a mi vacia, y la he enviado, para llenarte esta noche de mi paz....
la mano de Dios
El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.
Henry Frédéric Amiel
Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que hace, en lo que ha logrado, sino en lo que aspira a hacer.
Khalil Gibran
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.
Friedrich Nietzsche
Hay infinidad de cosas que se pueden percibir en la vida, pero solo las realmente importantes llegan al corazón.
Jesús Angel de Prado