Oraciones con sentido ironico ( 2 )
Oraciones con sentido ironico. Encuentra docenas de oraciones con sentido ironico con fotos para copiar y compartir.
Puede usted cortocircuitar las dos o tres neuronas que usa la gente a modo de sentido común, apelando a su avaricia. Nada define mejor al ser humano que su voluntad para hacer cosas irracionales en la persecución de recompensas fenomenalmente improbables. Es el principio en el que se basan las loterías, las citas a ciegas y la religión.
Scott Adams
Los eruditos con escaso sentido común aprenden generalmente más de lo que necesitan, mientras que a los más sensatos entre ellos nunca les basta con lo que aprenden.
Georg Christoph Lichtenberg
Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él.
Ralph Waldo Emerson
No solemos considerar como personas de buen sentido sino a los que participan de nuestras opiniones.
Francisco de La Rochefoucauld
Nadie ha aprendido el sentido de la vida hasta que ha sometido a su ego para servir a sus hermanos.
Ralph Waldo Emerson
Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.
Jorge Luis Borges
El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida.
Viktor Frankl
El artista vive una relación peculiar con la belleza. En un sentido muy real puede decirse que la belleza es la vocación a la que el Creador le llama con el don del talento artístico.
Juan Pablo II
Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.
Miguel de Unamuno
Si afirmas que tu vida carece de sentido porque un día deberás morir. ¿Cuál sería su sentido si hoy te dijeran que nunca morirás?... Mira que la cosa no cambia por el solo hecho de durar.
Adolfo Roberto Arman
En el fondo tener sentido del humor es ser consciente de la relatividad de las cosas.
Antonio de Senillosa
Ese precioso y necesario don del sentido común, que es el menos común de los sentidos.
Ramón Gómez de la Serna
La existencia humana en algún momento dado tuvo que tener su comienzo ¿no? Sería absurdo pensar que desde siempre ha habido hombres, un principio hubo de haber. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? El hombre va evolucionando, se suceden las distintas etapas de la historia, pasan por este mundo millones de personas que luego mueren y de las que nadie se acuerda. Y todo va quedando atrás. De los que hoy vivimos no quedará ninguno dentro de 150 años. Y seguirán pasando los años y la vida que creímos fue tan bonita o tan divertida queda enterrada por el paso del tiempo. ¡No tiene sentido! ¡Tiene que haber “algo” de fondo, algo que confiera sentido al interior de todas las personas que han habitado el mundo. Sería ruin que las vidas pasaran y pasaran simplemente ¡porque pasan!
¿Por qué no buscar respuestas?
¿Por qué no buscar respuestas?
frases.
Un vestido carece totalmente de sentido, salvo el de inspirar a los hombres el deseo de quitártelo.
Françoise Sagan
Existe gente que está tan llena de sentido común que no le queda el más pequeño rincón para el sentido propio.
Miguel de Unamuno
Todos los grandes hombres son maníacos. Están poseídos por una manía que los hace avanzar hacia una meta. Los grandes científicos, los filósofos, los líderes religiosos, todos son maníacos. ¿Qué otra cosa sino la ciega individualidad de un propósito podría dar sentido a su genio y mantenerlos en el camino de su empeño?
Ian Fleming
No hay sentido ni verdad en mi actual situación, en mi libertad física mientras el libro al que he dedicado mi vida está en la cárcel
Vasili Grossman
¡Viva la intensidad!
?¡No os durmáis, espabilad, acelerad, pisotead, lanzaos!? Como expresa tan poéticamente esta canción de rap, la exhortación ?¡vivid intensamente!? se ha convertido en el leitmotiv del hombre moderno. Una hiperactividad compulsiva en la que no debe haber el menor ?blanco?, el menor vacío, por miedo a encontrarse con uno mismo. El sentido es lo de menos, con tal de que haya intensidad. De ahí el gusto y la fascinación por la violencia, las proezas, la excitación máxima de los sentidos, los deportes de riesgo. Hay que bajar las cataratas del Niágara dentro de un barril, abrir el paracaídas a unos metros escasos del suelo, bucear sin oxígeno a una profundidad de cien metros. Hay que exponerse a morir por algo que no vale la pena ser vivido, acelerar para no ir a ningún sitio, cruzar la barrera del sonido de lo inútil y poner de relieve el vacío. Así que pongamos a todo volumen cinco radios y diez televisores al mismo tiempo, démonos cabezazos contra la pared y revolquémonos en la grasa. ¡Eso es vivir plenamente!.
?¡No os durmáis, espabilad, acelerad, pisotead, lanzaos!? Como expresa tan poéticamente esta canción de rap, la exhortación ?¡vivid intensamente!? se ha convertido en el leitmotiv del hombre moderno. Una hiperactividad compulsiva en la que no debe haber el menor ?blanco?, el menor vacío, por miedo a encontrarse con uno mismo. El sentido es lo de menos, con tal de que haya intensidad. De ahí el gusto y la fascinación por la violencia, las proezas, la excitación máxima de los sentidos, los deportes de riesgo. Hay que bajar las cataratas del Niágara dentro de un barril, abrir el paracaídas a unos metros escasos del suelo, bucear sin oxígeno a una profundidad de cien metros. Hay que exponerse a morir por algo que no vale la pena ser vivido, acelerar para no ir a ningún sitio, cruzar la barrera del sonido de lo inútil y poner de relieve el vacío. Así que pongamos a todo volumen cinco radios y diez televisores al mismo tiempo, démonos cabezazos contra la pared y revolquémonos en la grasa. ¡Eso es vivir plenamente!.
Matthieu Ricard
Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo.
Ralph Waldo Emerson
Vivir sería una experiencia realmente extraordinaria en la ahistoridad total del sentido de las cosas que ocurren.
José Saramago
Todo lenguaje poético, tanto en este sentido amplio como en el más estricto de lo poético, es en el fondo un pensar. La esencia poética del pensar guarda el reino de la verdad del ser
Martin Heidegger