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José Batlle y Ordóñez: Las más terribles desgracias ...

Las más terribles desgracias de la humanidad se debieron siempre al despotismo individual, nuestro más crueles infortunios tuvieron también el mismo origen.

José Batlle y Ordóñez

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Solo disfruto ahora con la televisiÃ³n. Me paso la mayor parte del dÃa viendo los concursos, las pelÃculas antiguas, los culebrones e, incluso, los programas infantiles y los dibujos animados. Y no soy capaz de apagarla. Tarde, por la noche, hay pelÃculas antiguas, de miedo, la funciÃ³n de noche y la funciÃ³n de madrugada y luego la breve homilÃa antes de que se acabe la emisiÃ³n con la imagen de la bandera de los Estados Unidos ondeando al fondo y finalmente la pantalla de prueba de imagen me contempla a travÃ©s de su pequeÃ±a ventana cuadrada con su ojo siempre abierto...

(...)

Y cuando se ha acabado todo, me doy asco porque apenas me queda tiempo para leer, escribir y pensar, y porque sÃ© que no deberÃa drogarme con esa porquerÃa que estÃ¡ dirigida al niÃ±o que hay en mÃ. Sobre todo porque el niÃ±o que hay en mÃ estÃ¡ reclamando mi mente

Si esto es un sueÃ±o, que nadie me despierte

Nota: PrÃ³logo a la ediciÃ³n argentina de Historia de la guerra en EspaÃ±a, firmado en ParÃs, 1940. Buenos Aires: La Vanguardia, 1940.

En 1998, el mÃ©dico Andrew Wakefield publicÃ³ un estudio en la revista The Lancet en el que se relacionaba la vacuna del sarampiÃ³n, las paperas y la rubÃ©ola (la conocida como triple vÃrica) con el autismo. DespuÃ©s, el estudio se considerÃ³ un Â«fraude meticulosoÂ» y se desposeyÃ³ a Wakefield de la autorizaciÃ³n para ejercer la medicina.