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Romeo: "Se ríe de las cicatrices quien nunca ha sentido una herida...

 William Shakespeare


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Como hombre que ha dedicado su vida entera a la más clara y superior ciencia, al estudio de la materia, yo puedo decirles que como resultado de mi investigación acerca del átomo, lo siguiente: No existe la materia como tal. Toda la materia se origina y existe sólo por la virtud de una fuerza la cual trae la partícula de un átomo a vibración y mantiene la más corta distancia del sistema solar del átomo junta. Debemos asumir que detrás de esta fuerza existe una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia.
Me pasé varias horas llorando mirándome al espejo, viendo como me caían las lágrimas. Quien diga que nunca lo hizo, miente. Es reconfortable saber que hay testigos de nuestra tristeza, aunque no sea más que nuestro reflejo.
He observado en las vicisitudes de una larga vida que las épocas de los más dulces goces y de los placeres más vivos no son, sin embargo, aquéllas cuya remembranza me atrae y me afecta más. Esos cortos momentos de delirio y de pasión, por vivos que puedan ser, no son, sin embargo, y por su misma vivacidad, sino puntos muy esparcidos por la línea de la vida.
Son demasiado raros y demasiado rápidos como para constituir un estado, y la dicha que mi corazón añora no se compone de instantes fugitivos sino de un estado simple y permanente, que nada tiene de vivo en sí mismo, pero cuya duración acrecienta el encanto hasta el punto de encontrar por fin en él la suprema felicidad.
Chucu chucu chucu, eh, ¡qué cerquita!