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Christopher Paolini: Saber no tiene nada que ver co...




Saber no tiene nada que ver con ser.

 Christopher Paolini


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Hay dos clases de felicidad. Una nos llega cuando las circunstancias son placenteras y estamos relativamente libres de problemas. El inconveniente con esta clase de felicidad es que es fugaz y superficial.
Soy yo el guionista de mi única novela, y siempre gano y me caso con la buena, me va perder, no encontrar mi papel.
¿No es una molécula de ADN garantía de inmortalidad?. Ella es ? le decía a Descartes poco antes de morir- la célula monárquica por excelencia?."Cada una de las dos mitades está exactamente unida a la otra mitad, de la misma manera que Gala estaba unida a mí... Todo se abre y se cierra y se interrelaciona con precisión. La herencia depende de un mecanismo soberano y la vida es el producto del poder absoluto del ácido desoxirribonucleico.
Se detuvo a medio camino para mirar atrás. De pie y temblando en el agua y no de frío porque no hacía ninguno. No le hables. No la llames. Cuando se acercó, él le tendió la mano y ella la tomó. Era tan pálida en el lago que parecía estar ardiendo. Como una luz fosforescente en un bosque tenebroso. Que ardía sin llama. Como la luna que ardía sin llama. Sus cabellos negros flotaban en el agua alrededor, caían y flotaban en el agua. Ella le rodeó el cuello con su otro brazo y miró hacia la luna en el oeste no le hables no la llames y entonces volvió su rostro hacia él. Más dulce por el hurto de tiempo y carne, más dulce por la traición. Grullas que anidaban y se sostenían sobre una pata entre las cañas de la orilla sur habían sacado sus esbeltos picos de debajo de las alas para vigilar. ¿Me quieres?, preguntó ella. Sí, dijo él. Pronunció su nombre. Dios mío, sí, dijo.