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William Shakespeare: el espíritu olvida todos los ...




el espíritu olvida todos los sufrimientos cuando la tristeza tiene compañia y amistad que la consuele

 William Shakespeare


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El corazón nuevo. Dice Yavé: "No hago esto por tenerles lástima a ustedes, sino para salvar el honor de mi Nombre, quea causa de ustedes ha sido despreciado en todas las naciones donde han llegado. Yo mostraré la santidad de mi gran Nombre que ustedes han profanado. Y las naciones sabrán que yo soy Yavé, cuando manifieste mi santidad en ustedes a la vista de ellas.
Los recogeré de todos los países, los reuniré y los conduciré a su tierra. Derramaré sobre ustedes agua purificadora y quedarán purificados. Los purificaré de toda mancha y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo, y pondré dentro de ustedes un espirítu nuevo. Les quitaré del cuerpo el corazón de piedra y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes para que vivan según mis mandatos y respeten mis órdenes. Habitarán en la tierra que yo dí a sus padres. Ustedes serán para mí un pueblo y a mí me tendrán por su Dios. Los limpiaré de sus manchas. Mándare trigo y lo multiplicaré y no les dejaré pasar más hambre. Multiplicaré los frutos y los productos del campo, y no serán más humillados ante los demás pueblos, padeciendo hambre. Entonces ustedes recordarán sus costumbres perversas y sus malos afectos, y mirarán con amargura sus maldades y perversidades. Pero esto, no lo haré por amor de ustedes, dice el Señor, ténganlo bien entendido. Humíllense y avergüencense de su conducta, gente de la casa de Israel.
Poema del tiempo del destierro. Jerusalén se levanta.
No te alegres de mi desgracia, oh enemiga mía, pues si he caído, me levantaré; si ahora estoy a oscuras, Yavé es mi luz.
Por ahora debo soportar la cólera de Yavé, pues me rebelé contra él, mientras examina mi causa y me hace justicia; entonces me hará salir a la luz y me alegraré viendo la honradez de su conducta.
Cuando mi enemiga, que se burlaba de mí diciendo: ¿dónde se metió tu Dios?, vea esto, se sentirá avergonzada. Mis ojos se recrearán viendo cómo es pisoteada, igual que el barro de las calles.
Palabras contra Nínive. Este es el libro de la visión que tuvo Nahúm de Elcós. Yavé es un Dios celoso y vengador. Se venga contra sus adversarios y se enfurece contra sus enemigos. Yavé es lento a la cólera pero tremendo de poder y no dejará sin castigo al culpable.
Yavé camina entre tempestades y huracanes, y las nubes son el polvo de sus pies. Amenaza a los mares y los seca. El Basan y el Carmelo desfallecen y se marchita el verdor del Líbano, los cerros tiemblan ante él, y las lomas se estremecen. Ante él se derrumba la tierra, el universo y todos los que en él viven. ¿Quién podrá resistir ante su enojo? ¿Quién podrá soportar el ardor de su cólera? Su furor se extiende como el fuego, y las rocas se quiebran ante él.
Sobre el fin de Nínive. Monta la guardia en el muro. Vigila el camino y prepárate para el asalto, porque viene contra ti el destructor.
El escudo de sus valientes rojea, sus valientes están vestidos de púrpura. Los carros alistados brillan como antorchas y sus hombres llevan el rostro cubierto. Se lanzan a las calles y corren por las plazas, como antorchas encendidas, como relámpagos.
En la ciudad el rey llama a sus generales, pero tropiezan en su carrera; corren hacia la muralla y se coloca la pared de defensa. Se rompen los diques del río y se derrumba el palacio. La diosa ha sido llevada y desterrada y sus siervas lloran y gimen como palomas, y se dan golpes en el pecho. Nínive parece un estanque de aguas; pero de aguas que se van, todos huyen. Nadie vuelve cuando se le grita: "Detente".