Palabras de amor para una amiga ( 187 )
Palabras de amor para una amiga. Encuentra docenas de palabras de amor para una amiga con fotos para copiar y compartir.
Es de absoluta necesidad decir al abogado toda la verdad franca y claramente, no ocultarle las cosas ... para que él las enrede y embrolle sin pérdida de momento.
Alessandro Manzoni
Necesitamos pocas palabras para expresar lo esencial; necesitamos todas las palabras para hacerlo real.
Paul Ãluard
Si amo a la otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal cual es, no como yo necesito que sea, como un objeto para mi uso. Es obvio que el respeto solo es posible si yo he alcanzado independencia; si puedo caminar sin muletas, sin tener que dominar ni explotar a nadie.
Erich Fromm
Cuando el reino es administrado con justicia y equidad, bastará su palabra para que le sea conferida la dignidad que merece; cuando el reino sea mal gobernado, y se produzca disturbios y sediciones, bastará su silencio para salvar su persona.
Confucio
Publicamos nuestro libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores.
Jorge Luis Borges
Es preciso aprender a amar y a ser bondadosos, y eso, desde la juventud; si ni la educaci6n ni el azar nos proporcionan ocasión de ejercitar tales sentimientos, nuestra alma se volverá seca e incluso inepta para comprender las delicadas invenciones de las personas amables. También es preciso que el odio sea aprendido y alimentado, si queremos llegar a ser buenos odiadotes. De lo contrario también su germen ira muriendo poco a poco.
Friedrich Nietzsche
Me atrevo a cambiar la frase de voltaire para decir que, preferiblemente, si dios realmente existiera, sería necesario abolirlo.
Mikhail Bakunin
Ahora acércate más y escucha los obsesivos latidos del amor que se propagan como el tam tam de los negros tambores en el canto tribal de mi cuerpo.
Forugh Farrojzad
A fin de cuentas las opiniones no son más importantes que las personas como para separarlas.
Doménico Cieri Estrada
¿Te has inclinado a veces para tocar la tierra donde el musgo defiende las flores más pequeñas?.
Sara De Ibáñez
Es bien sabido que la ciencia y el nacionalismo son cosas que se contradicen, aunque los monederos falsos de la política nieguen ocasionalmente ese saber: pero también llegará ¡por fin! el día en que se comprenderá que solo para su daño puede ahora toda cultura superior seguir cercada por vallas nacionales.
Friedrich Nietzsche
Así toda la vida; errancias, cantos, mares, desiertos, ciudades, reflejos fugaces de todo lo perdido para siempre.
Nikolai Gumiliov
Hoy el sol brilla para la humanidad; pero puesto que para nosotros no puede iluminar más dichosos días, me considero feliz al morir, sobre todo si mi muerte puede adelantar un solo minuto la llegada del venturoso día en que aquél alumbre mejor para los trabajadores. Yo creo que llegará un tiempo en que sobre las ruinas de la corrupción se levantará la esplendorosa mañana del mundo emancipado, libre de todas las maldades, de todos los monstruosos anacronismos de nuestra época y de nuestras caducas instituciones.
Samuel Fielden
Solo la religión consigue que los hombres soporten las desigualdades de rango, porque tiene consuelo para todo.
Napoleón Bonaparte
Tus bellas formas cantan himnos contra la sombra y el olvido; tus formas, para quienes la luna resplandece, cada noche se entregan como la vez primera: temblorosas, sí, pero voluntarias.
Francisco Morales Santos
Muchos pensaban. . . Que los horrores de la segunda guerra mundial. . . No se podrían repetir. Y sin embargo se han repetido -- en camboya, en bosnia y herzegovina, en rwanda. Nuestra época. . . Nos ha demostrado que la capacidad del hombre para la maldad no conoce límites.
Kofi Annan
Para llegar a aborrecer a los conquistadores, habría que saber todos los males que causan; habría que ser testigo de la indiferencia con la que se les sacrifican las más inofensivas criaturas en algún rincón del globo en el que ellos jamás han puesto los pies.
François René De Chateaubriand
Maldita ciudad, no es tu mejor momento y aún estás hermosa. He de confesarte que te eché de menos. Agarro la guitarra y canto para ti. Qué bueno estar en casa. Vuelvo a Madrid.
Ismael Serrano
Hay un nuevo entendimiento universal de que las fuerzas de mercado son esenciales para el desarrollo sostenible.
Kofi Annan
Hace falta estar a punto de morirse para caer en la cuenta de que nada en esta vida tiene la más mínima importancia, pero claro, en ese momento lo jodido es que ya tampoco te sirve para nada haberlo descubierto.
Roger Wolfe
Coral
El sacrificio ha sido favorable
Aristófanes
La gloria conquistada por los adolescentes
Píndaro
El otro día, hojeando un viejo álbum
de fotografías,
apareciste. En una playa
que ciega el sol (seguramente,
Le Lavandou), orgullosa y alegre
sobre las brasas
de aquel Verano.
Como un pinchazo
esa imagen me trae
algo de la pasión que sacudió esos días.
Contemplé largo rato la fotografía:
tus ojos dichosos, tu boca, esa
mano que
desenfocada
parece querer tapar el objetivo.
¿Te das cuenta? No has envejecido.
Dios sabe dónde
estarás, ni siquiera si aún vives. Pero ahí,
ah cómo brilla
intacta
tu sonrisa,
los crepitantes ojos del deseo.
Te había olvidado. Pero ahora
que esa fotografía te devuelve,
me doy cuenta de cómo la memoria
generosa
te había guardado sin decírmelo
para darme algún día
este regalo. Poder casi tocar
un instante de felicidad.
Tanto se ha ido...
y entonces apareces
tú,
en esa playa de la juventud,
y me haces este regalo,
la posibilidad
de que viva en alguien el que fui,
la imagen deseada de quien era,
esa que hasta yo mismo ya he olvidado.
Porque igual que la otra tarde tú viniste
puede que alguna vez, si tu recuerdas esos días,
de ellos emerja un joven mediterráneo y sonriendo
y recuerdes el placer de esas horas
y algo de la pasión que entonces
abrasó nuestros cuerpos
aún te toque.
Gracias.
El sacrificio ha sido favorable
Aristófanes
La gloria conquistada por los adolescentes
Píndaro
El otro día, hojeando un viejo álbum
de fotografías,
apareciste. En una playa
que ciega el sol (seguramente,
Le Lavandou), orgullosa y alegre
sobre las brasas
de aquel Verano.
Como un pinchazo
esa imagen me trae
algo de la pasión que sacudió esos días.
Contemplé largo rato la fotografía:
tus ojos dichosos, tu boca, esa
mano que
desenfocada
parece querer tapar el objetivo.
¿Te das cuenta? No has envejecido.
Dios sabe dónde
estarás, ni siquiera si aún vives. Pero ahí,
ah cómo brilla
intacta
tu sonrisa,
los crepitantes ojos del deseo.
Te había olvidado. Pero ahora
que esa fotografía te devuelve,
me doy cuenta de cómo la memoria
generosa
te había guardado sin decírmelo
para darme algún día
este regalo. Poder casi tocar
un instante de felicidad.
Tanto se ha ido...
y entonces apareces
tú,
en esa playa de la juventud,
y me haces este regalo,
la posibilidad
de que viva en alguien el que fui,
la imagen deseada de quien era,
esa que hasta yo mismo ya he olvidado.
Porque igual que la otra tarde tú viniste
puede que alguna vez, si tu recuerdas esos días,
de ellos emerja un joven mediterráneo y sonriendo
y recuerdes el placer de esas horas
y algo de la pasión que entonces
abrasó nuestros cuerpos
aún te toque.
Gracias.
José MarÃa Ãlvarez
Solía Diógenes algunas veces irse a las estatuas y demandarles alguna cosa. Y como se maravillasen de esto los que lo veían, dijo: Hago esto para acostumbrarme a no moverme ni perturbarme si alguna vez demandare algo a los hombres y no lo alcanzare.
Erasmo De Rotterdam
Tengo que escoger lo que detesto – o el sueño, que mi inteligencia odia, o la acción, que a mi sensibilidad repugna; o la acción para la que no nací, o el sueño para el que no ha nacido nadie. Resulta que como detesto a ambos, no escojo ninguno, pero, como alguna vez tengo que soñar o actuar, mezclo una cosa con la otra.
Fernando Pessoa
Que en lugar de apuntar hacia un enemigo difuso, es mejor esperar que se torne en amigo, es mejor contar hasta diez con el palo en la mano, es mejor dejar una salva para mañana.
George Brassens
Las armas son instrumentos para matar y los Gobiernos permiten que la gente las fabrique y las compre, sabiendo perfectamente que un revólver no puede usarse en modo alguno más que para matar a alguien.
Giovanni Papini
Con múltiple espejo captaba yo aun su mirada cuando su boca estaba cerrada, para que me hablaran sus ojos. Y sus ojos me hablaban, en efecto.
Friedrich Nietzsche