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Palabras para alabar a una mujer ( 21 )

Palabras para alabar a una mujer. Encuentra docenas de palabras para alabar a una mujer con fotos para copiar y compartir.


Cuanto más logres que invierta una mujer en ti en términos de emociones, energía, trabajo, dinero, tiempo, etc., más fácil te resultará avanzar con ella. Si deseas obtener algo grande, intenta primero conseguir algo pequeño. Piensa que cuanto más se implique ahora, más natural le resultará implicarse luego..


Egoland


Hasta que ellos vengan con una mujer independiente que está en su propia aventura, creo que no me interesa.


Michelle Rodriguez




La mujer es la única vasija que aún nos queda donde verter nuestro idealismo.


Johann Wolfgang von Goethe


Venezuela, el bravo pueblo de Venezuela, tenemos 14 años de lucha heroica, hemos marchado, hemos protestado, hemos votado, hemos dejado de votar, hemos vuelta a las calles, y aquí estamos sin bajar la cabeza, demostrándole al mundo entero, pero sobretodo a cada uno de nosotros, lo que es capaz de hacer un hombre, una mujer venezolana, cuando le pretenden arrebatar su libertad y su dignidad, ¡GLORIA AL BRAVO PUEBLO DE VENEZUELA! ¡VIVA LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD!, ¡VIVA VENEZUELA!, ! DIOS LOS BENDIGA Y A LUCHAR!


María Corina Machado


De cada acto suyo es origen una mujer; y casi siempre lo que determina esos actos es el miedo a los deberes que impone el amor.


Juan Bosch


Don José es un hombre que, a fuerza de tener que aguantar a su mujer, había conseguido llegar a vivir horas enteras, a veces hasta días enteros, sin más que decir, de cuando en cuando, ¡hum!, y al cabo de otro rato, ¡hum!, y así siempre. Era una manera muy discreta de darle a entender a su mujer que era una imbécil, pero son decírselo claro.


Camilo José Cela




Defendí en Cortes Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que no puede traicionar a su sexo, si, como yo, se juzga capaz de actuación, a virtud de un sentimiento sencillo y de una idea clara que rechazan por igual: la hipótesis de constituir un ente excepcional, fenomenal; merecedor, por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones privativas del varón, y el salvoconducto de la hetaira griega, a quien se perdonara cultura e intervención a cambio de mezclar el comercio del sexo con el espíritu.


Clara Campoamor


Pasamos de una era en la que la biología de la mujer constituía su destino a una era en la que la biología del hombre es su destino.


Warren Farrell


No era comprensible que una mujer con aquel espíritu hubiera regresado a un pueblo muerto, deprimido por el polvo y el calor


Gabriel García Márquez




En el último mes había librado a una mujer de un feroz incendio. Había invocado al fuego y al rayo para librarme de unos asesinos. Había matado a una bestia que podía ser un dragón o un demonio, dependiendo de tu punto de vista. Pero allí, en esa habitación, fue la primera vez que me sentí de verdad como una especie de héroe. Si buscáis una razón que explique por qué me convertí en lo que me convertí, si buscáis un principio, ahí es donde debéis mirar.


Patrick Rothfuss


Definiciones de Mulla Do-Piaza
Emocionalista: un hombre o mujer que cree haber experimentado lo divino.


Idries Shah


se prohibe hablar se prohibe mirar para los lados se prohibe fumar se prohibe pensar sólo se permiten la soledad la tristeza y el vacío el buen trabajador mortal trabaja y muere no es otra su misión tampoco tiene más misión que apretar la tuerca que ve delante de sus ojos durante cinco segundos se prohíbe saber que hay árboles y pájaros la luna las nubes las olas una hoja de color dorado a la que lleva el viento una mujer a la que se le estremecen de amorosa forma casi imperceptible las aletas de la nariz el tiempo es oro y la sociedad precisa que no se dilapide el oro vete siempre mirando para el suelo llega a tu casa cansado y con el desierto habitándote la cabeza nadie te espera si no es para descargar sobre tus espaldas su malhumor debes acostumbrarte a sentirte orgulloso de que el hombre haya llegado a la luna y de que el dolor pueda transmitirse vía satélite nadie quiere decir que la rebelión de la máquina ha esclavizado al hombre


Camilo José Cela


Es lo más padre para una mujer lo que es la maternidad.


Miguel Luis




Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Manchado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detrimentos y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo. [?] El "hijo de la chingada" es el engendro de la violación, del rapto o la burla. SI se compara esta expresión con la española, "hijo de puta", se advierte inmediatamente la diferencia. Para el español la deshonra consiste en ser hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta; para el mexicano, es ser fruto de una violación.


Octavio Paz


Las discriminaciones se dan hasta muchas veces hacia las mujeres que tal vez ocupamos lugares en los sistemas de poder y también hay un comportamiento diferente hacia esa mujer que forma parte de un sistema de poder que cuando son los hombres los que forman parte de ese sistema de poder.


Cristina Fernández de Kirchner


¿Es mejor ser repartidor de carbón o niñera? ¿Es menos útil al mundo una mujer de limpiezas que ha criado a ocho niños que el abogado que ha hecho cien mil libras?


Virginia Woolf


La ley encierra al hombre o la mujer


James Boyle


Solo después de casarse descubrió Galip que en la vida de aquella persona anónima a la que las estadísticas y los encasillamientos burocráticos llaman "ama de casa" (aquella mujer con detergente e hijos que Galip jamás había podido relacionar con Rüya) existía una región así de secreta, así de misteriosa y así de resbaladiza.


Orhan Pamuk


Una pareja de (supuestos) hombres intentaron golpear a una mujer de 100 libras y fallaron. Y terminaron con sus caras rotas y pasaron la noche en el calabozo del Condado Pima, donde estoy segura --siendo, como son, buenos liberales-- sus convicciones acerca de las uniones homosexuales les servirían de mucha ayuda.


Ann Coulter


Únicamente en la sexualidad la millonésima diferencial aparece como algo extraordinario, porque no está al alcance del público y es necesario conquistarla. No hace más de medio siglo era necesario dedicar semejante conquista mucho tiempo (¡semanas y hasta meses!), de modo que el período dedicado a la conquista era la medida del valor de lo conquistado. Y aún hoy, aunque la época de conquista se ha reducido enormemente, la sexualidad sigue siendo la caja de caudales en la que está oculto el secreto del
yo de la mujer.
De modo que no era el deseo de placer (el placer llegaba como un premio, por añadidura), sino el deseo de apoderarse del mundo (de hendir con el escalpelo el cuerpo yacente del mundo) lo que le hacía ir tras las mujeres.


Milan Kundera


¿Yo pedofilo?, mi mujer es la hija de mi esposa, no la mía.


Woody Allen


Tres mujeres hay en mi vida: la Virgen María, mi madre que es una santa y la mujer que me aguanta.


José María Ruiz-Mateos


¡Pan: la revolución necesita pan! ¡Que se ocupen otros de lanzar circulares con prosa brillante! ¡Que se pongan todos los galones que puedan soportar sus hombros! ¡Que otros finalment hagan peroratas acerca de las libertades políticas! Nuestra tarea específica consistirá en obrar de manera tan que, desde los primeros días de la revolución, y mientras ésta dure, no haya un solo hombre en el territorio insurrecto a quien le falte el pan, ni una sola mujer que se vea obligada a hacer cola ante una panadería para recoger el pedazo de pan de salvado que le quieran arrojar de limosna, ni un solo niño a quien le falte lo necesario para su debil constitución


Piotr Kropotkin


Lo que uno ve en otra mujer cuando está borracho, lo ven en Garbo cuando está sobrio.


Greta Garbo


Para aproximarse a una criatura salvaje es necesario tener cuidado. El sigilo no sirve de nada. Las criaturas salvajes reconocen el sigilo y saben que es una mentira y una trampa. Si bien a veces las criaturas salvajes juegan a juegos de sigilo y, al hacerlo, en ocasiones son presa del sigilo, en realidad el sigilo nunca las atrapa.
Pues bien. Con lento cuidado, más que con sigilo, es como debemos aproximarnos a determinada mujer. Una mujer salvaje hasta tal punto que temo abordarla demasiado deprisa incluso en una historia. Si me moviera de modo imprudente, podría asustar a la idea de esa mujer y hacerla salir volando precipitadamente.
Así que, con lento cuidado, hablaré de cómo la conocí. Y para eso debo hablar de los sucesos que me llevaron, a regañadientes, al otro lado del río y a Imre.


Patrick Rothfuss


Pero cuando a uno le llama la atención una mujer, hace todo lo posible para entrar en relación con ella, al menos de un modo indirecto, mediante alguna estratagema, para tomar contacto al menos desde lejos con su mundo y ponerlo en movimiento.


Milan Kundera




De mujeres, y de otros menesteres mundanos, bastante mas que usted. Como nos enseña Freud, la mujer desea lo contrario de lo que piensa o declara, lo cual, bien mirado, no es tan terrible por que el hombre, como nos enseña Perogrullo, obedece por contra al dictado de su aparato genital o digestivo.


Carlos Ruiz Zafón


A veces una mujer encuentra los restos de un barco hecho pedazos y decide hacer con ellos un hombre sano. En ocasiones lo consigue. Otras veces una mujer encuentra un hombre sano y decide hacerlo pedazos. Siempre lo consigue.


Cesare Pavese


Yo encuentro interesante el hecho de que la mujer, cuando ella ejerce un cargo con alguna autoridad, siempre es tachada de dura, rígida, dama de hierro o cualquier cosa similar. Y yo encuentro eso, de hecho, un estereotipo. Es un patrón, una camisa de fuerza que intentan encuadrar en nosotras mujeres


Dilma Rousseff


PREFACIO

Mientras exista, a consecuencia de las leyes y de las costumbres, una condena social que cree artificialmente infiernos en plena civilización, y enturbie con una fatalidad humana el destino, que es divino; mientras no se resuelvan los tres problemas del siglo: la degradación del hombre en el proletariado, la decadencia de la mujer por el hambre, la atrofia del niño por las tinieblas; mientras en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos, y desde un punto de vista más dilatado aún, mientras haya ignorancia y miseria sobre la tierra, los libros de igual naturaleza que éste podrán no ser inútiles.

Victor Hugo, Hauteville-House, 1 de enero, 1862.


Victor Hugo


Se ha demostrado en un estudio tras otro que no existe ninguna estrategia de desarrollo eficaz en que no se reserve a la mujer un papel protagonista. Cuando las mujeres ponen todo de su parte, los resultados se ven inmediatamente: familias más sanas y mejor alimentadas, y mayores ingresos, ahorros y reinversiones. Y lo que sucede en las familias también ocurre en las comunidades y, a largo plazo, en países enteros.


Kofi Annan


Si cuarenta mil niños sucumben diariamente
en el purgatorio del hambre y de la sed
si la tortura de los pobres cuerpos
envilece una a una a las almas
y si el poder se ufana de sus cuarentenas
o si los pobres de solemnidad
son cada vez menos solemnes y más pobres
ya es bastante grave
que un solo hombre
o una sola mujer
contemplen distraídos el horizonte neutro
pero en cambio es atroz
sencillamente atroz
si es la humanidad la que se encoge de hombros.


Mario Benedetti


Un caballero es aquel que no hanla demasiado de los impuestos que paga ni de la mujer con quien se acuesta.


Haruki Murakami


La libertad hermosa y pura de una mujer era infinitamente más maravillosa que cualquier amor sexual. La única desgracia era que los hombres estuvieran tan retrasados en este asunto con respecto a las mujeres. Insistían en la cosa del sexo como perros.


David Herbert Lawrence


Coronel defendía también su preferencia por las feas diciendo que cuánta belleza debía haber en una mujer fea, cuando, a pesar de ser fea nos atraía


Ernesto Cardenal


Si aquella noche el rostro de Inés se me mostró en las facciones de Bob, si en algún momento el fraternal parecido pudo aprovechar la trampa de un gesto para darme a Inés por Bob, fue aquella, entonces, la última vez que vi a la muchacha. Es cierto que volví a estar con ella dos noches después en la entrevista habitual, y un mediodía en un encuentro impuesto por mi desesperación, inútil, sabiendo de antemano que todo recurso de palabra y presencia sería inútil, que todos mis machacantes ruegos morirían de manera asombrosa, como si no hubieran sido nunca, disueltos en el enorme aire azul de la plaza, bajo el follaje de verde apacible en mitad de la buena estación.

Las pequeñas y rápidas partes del rostro de Inés que me había mostrado aquella noche Bob, aunque dirigidas contra mí, unidas a la agresión, participaban del entusiasmo y el candor de la muchacha. Pero cómo hablar a Inés, cómo tocarla, convencerla a través de la repentina mujer apática de las dos últimas entrevistas. Cómo reconocerla o siquiera evocarla mirando a la mujer de largo cuerpo rígido en el sillón de su casa y en el banco de la plaza, de una igual rigidez resuelta y mantenida en las dos distintas horas y los dos parajes; la mujer de cuello tenso, los ojos hacia delante, la boca muerta, las manos plantadas en el regazo. Yo la miraba y era ?no?, sabía que era ?no? todo el aire que la estaba rodeando.


Juan Carlos Onetti


Supongo que en una mujer, hasta el odio es una forma del amor


Yasunari Kawabata


Bajo la impresión que tenemos de que los deberes del hombre son públicos, parecería que sólo y exclusivamente privados deberían ser los de la mujer; pero, ¿podemos admitir que el reino de la mujer esté encerrado entre los mueros del jardín donde abren sus flores?


Carmen Karr


Si me hacéis decidir entre una mujer y una botella os contestaré: Lo que llegue primero.


Santiago Pajares


Los hombres no saben tratar a las mujeres. Son egoístas; cuando saben que son amados, nos olvidan; no se dan cuenta de que la mujer necesita más caricias del alma que del cuerpo.


Carmen Karr