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Palabras para alguien que perdio un ser querido

Palabras para alguien que perdio un ser querido. Encuentra docenas de palabras para alguien que perdio un ser querido con fotos para copiar y compartir.


Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo... Eso, mi querido amigo... ¡es el fin de cualquier nación!.


Adrian Rogers


Cuando dios quiere enloquecer a alguien, satisface todos sus deseos.


Paulo Coelho




Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él.


Paulo Coelho


El mundo es tan de los vivos, y tan poco en verdad de los muertos -aunque permanezcan en la tierra todos y sin duda son muchos más-, que aquéllos tienden a pensar que la muerte de alguien querido es algo que les ha pasado a ellos más que al difunto, que es a quien de verdad le pasó.


Javier Marías


Querido Daniel, cuanto antes usted se de cuenta de esto, mejor: Nada en esta cochina vida vale dos duros si no tienes alguien con quien compartirlo


Carlos Ruiz Zafón


Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.

Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.

Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.

Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.


Gabriel García Márquez




La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.


Gabriel García Márquez


Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece.


Paulo Coelho


Quien lucha, puede perder; quien no lucha, ya perdió.






Tratar de olvidar a alguien es querer recordarlo para siempre.




Un banquero es alguien que os presta un paraguas cuando el sol brilla y os lo reclama al caer la primera gota de agua.


Mark Twain


Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta.


Ralph Waldo Emerson


Amar a alguien es decirle: tú no morirás jamás.


Gabriel Marcel




¡Llora!, no te avergüences de confesar que me has querido un poco.


Gustavo Adolfo Bécquer


Quien fue a Sevilla perdió su silla.


Refrán


Si alguien se vuelve para mirar tu traje, es que no vas bien vestido.


George Bryan Brummel


El mas tacaño de los hombres hace una excepción al tratarse de ayudar a alguien con palabras.


Fernando Diaz Plaja


En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.


Pablo Neruda


Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.


Walt Whitman


La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.


Thomas Chalmers


Fue imposible sacar tu recuerdo de mi mente
Fue imposible olvidar que algún día yo te quise
tanto tiempo paso desde el día que te fuiste
alli supe que las despedidas, son muy tristes
nunca me imagine que un tren se llevara en su viaje
aquellas ilusiones que de niños nos juramos
todos tus sentimientos los guardaste en tu equipaje
quisiste consolarme y me dijiste yo te amo
desde entonces no supe que seria de tu vida
desde entonces no supe si algún día regresabas
los amigos del pueblo preguntaron si volvias,
llorando di la espalda y no les supe decir nada

Ayer que regrese a mi pueblo,
alguien me dijo que ya te casaste
mirame y dime si ya me olvidaste
me marchare con los ojos aguados
despues le pregunte a la luna
me dio la espalda e intento ocultarse
hasta la luna sabe que me amaste
hasta la luna sabe que aun me amas


Y vuela vuela por otro rumbo
ve y sueña sueña que el mundo es tuyo
tu ya no puedes volar conmigo
aunque mis sueños se iran contigo

Es tan triste tener que decirte que me olvides
otro amor ha llegado a mi vida, y no te quiero
es muy tarde y no puedo negarte que me muero
pero no callaran mis palabras pa decirte
que soñare contigo siempre que cierre mis ojos
y entonare por ti mis cantos tristes noche a noche
que llorare sin ti cuando recuerde que estoy solo
y al recordar que duermes en los brazos de otro hombre
me pregunto si aun reflejas algo de mi vida
si en tu memoria vive aquel amor de tantos años
aquel hombre que siempre te ha querido desde niña
que hoy llora porque el amor de su vida se ha casado
que triste es ver que un tren se aleja
y en el se va lo mejor de tu vida
dime el motivo de tu despedida
porque te fuiste dejando mil penas
Un día recibi tu carta
quise leerla y era una hoja en blanco
pues de tu vida nunca supe nada
como preguntas que si aun te amoY vuela vuela por otro rumbo
ve y sueÃña sueña que el mundo es tuyo
tu ya no puedes volar conmigo
aunque mis sueños se iran contigo


elizabeth rojas rumualdo


Cada año, es un año de lucha continua, es siempre el mismo siglo de vida, caerse y levantarse, una y otra vez . Cada año descubrimos cosas nuevas, maduramos a nuestra manera, y crecemos como personas .
Yo lo noto, me voy volviendo menos cierta, confusa, disolviéndome en el aire cotidiano, burda jirón de mí, deshilachada y rota por los puños . He vivido un año más por que así lo ha querido el destino, y eso es muy duro , Mover el corazón todos los días casi cien veces por minuto .
Para vivir un año más, es necesario morirse muchas veces y revivir a momentos .
Hagamos memoria de los recuerdos, de las personas, de lo que un día fue y lo que en el presente del futuro ya no será . Mirarse en fotos y sorprenderte de lo mucho que has cambiado y hasta donde has podido llegado, el tiempo es sabio y no perdona, siempre va a su marcha y no se detiene por nada .
Es realmente sorprendente la capacidad de reacción y cambio a la que nos vemos sometidos, decimos cosas y al rato nos contradecimos, supongo que será por que en fondo cada uno de nosotros gozamos de bipolaridad y que no existe verdad cierta ni mentira real .
Rebozo de orgullo, en él pasa mi dignidad, me cuesta dar el brazo a torcer, y por no hacerlo, lo hago mal, a veces hay que reconocer los errores y dar marcha atrás aun que ni casi siempre con un simples perdón, lo puedas arreglar . Se basa en aprender cada día de lo que nos proporcionan, por mi pequeño que sea, eso nos hace ser mejor persona .
Nacemos solos y solos nos morimos, y no creo la existencia, si somos buenos, de una paraíso, ni mucho menos del infiernos, si somos malos, simplemente dejamos de existir, de estar, aun que nuestro alma y espíritu se pueda manifestar .
Por las noches antes de dormir, al cerrar los ojos me bombardean imágenes, sueño despierta con el futuro, finjo conversaciones en la que tú no me entiendes, hago recuento de cuantas veces siento que mi corazón se detiene a causa del frío, necesito de alguien que lo encienda para mantenerlo vivo .


Flavia Caetano


eres capaz de hablarle al corazón,
eres capaz de no mentirte a ti mismo,
eres capaz de no hacerte daño a ti mismo,
y aun mas a terceros,
es cierto que todos somos capaces de todo,
pero no solo de lo bueno,
sino también de lo malo,

Y dime,
eres capaz de dejar ir a un ser querido,
eres capaz de arrancarte el corazón para que alguien mas sea feliz,
eres capaz de sonreír aun a pesar del dolor que puedas tener,
recordar siempre todos somos capaces de todo,
sin embargo todos somos egoístas,

¿Por que he de decir que todos somos egoístas?
por el simple hecho de que todos queremos que esa persona,
sea feliz con uno mismo
por el simple hecho de que no queremos perder a ese ser que tanto amamos,
por el simple hecho de que si esa persona no es alguien significativo en tu vida no harias nada por ella y aun incluso siendolo puede que no hagas nada por esa persona.

analiza,
Y dime,
¿De que eres capaz?


esequien


PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Todo lo que vale la pena, todo lo de valor, tiene su precio. Todo lo que alguna vez alguien ha querido ha llegado cuidadosamente envuelto en sus penas.


Loretta Young


Cuando clase de fue a 'Street Fighter', en la que había que pulsar 13 botones con los 13 dedos y arrancó la columna vertebral de alguien, ya sabes, los juegos violentos pierden las mujeres. Complejidad perdió el jugador casual.


Nolan Bushnell




Incluso los ricos tienen hambre de amor, para ser atendidos, para ser querido, para tener a alguien a llamar suyo.


Madre Teresa De Calcuta


Todos somos víctimas, debido a las circunstancias, pero no estoy seguro de qué decir a alguien que ha perdido a un ser querido. Sé que el sentimiento mismo, y las palabras simplemente no hago mucho para aliviar el dolor.


Lonnie Earl Johnson


Sobre todo, no me gusta cuando se hace la música únicamente para impresionar a la gente, o con el fin de complacer a la gente de negocios, que no suena bien para mí. Si usted está haciendo la música para llegar a ser famoso o ser querido por las masas... eso no es lo que estoy a punto. Cuando alguien está haciendo música por las razones equivocadas, lo escucho de inmediato.


John Frusciante


Es una trampa he caído en principio de mi carrera - tratando de ser querido. No lo hagas. Cuando veo la televisión y veo a alguien tratando de hacerme como ellos, actuando lindo o extravagante o ridículo, no me impresionó. No actúes como América mirando. Solo trabar sobre tu personaje. Los personajes son defectuosos. Ser antipático. Sea defectuoso. Ser una persona.


Nathan Fillion


No tengo nada que hacer de periodista. Soy el menos, yo soy el menos - Yo soy el que más confían, estoy totalmente de hacer un hábito de creer cualquier cosa que alguien me dice acerca de sí mismos. Nunca he tenido ninguna razón en el mundo para pensar que alguien ha querido hacerme daño, o me mientas. Creo que todo lo que se vende, la mayor parte del tiempo.


Elizabeth Gilbert


La empatía es realmente lo opuesto a la mezquindad espiritual. Es la capacidad de entender que toda guerra es a la vez ganó y perdió. Y el dolor que alguien más es tan significativo como el suyo propio.


Barbara Kingsolver


A veces no hay una segunda oportunidad, que es mejor aceptar los regalos que el mundo nos ofrece. Claro que es arriesgado, pero ¿será el riesgo mayor que un accidente del autobús que tardó cuarenta y ocho horas en traerme hasta aquí? Si tengo que ser fiel a alguien o a algo, en primer lugar tengo que ser fiel a mí misma. Si busco el amor verdadero, antes tengo que cansarme de los amores mediocres que encuentre. La poca experiencia de vida que tengo me ha enseñado que nadie es dueño de nada, todo es una ilusión, y eso incluye tanto los bienes materiales como los bienes espirituales. Aquel que ya perdió algo que daba por hecho (algo que ya me ocurrió tantas veces) al final aprende que nada le pertenece.


Paulo Coelho


Con dieciséis años me habló de las autopsias sexuales. Me contó que estaría bien que cada cinco años nos practicaran una de estas autopsias. Que nos quedáramos muy quietos y alguien nos dijera qué parte de nuestro cuerpo no había sido acariciada; cuántos besos habíamos recibido; si había sido más querido una mejilla o una ceja o una oreja o los labios. Una autopsia en toda regla de nuestro sexo, pero con nosotros vivos, aunque inmóviles. Ella se lo imaginaba y le gustaba pensar que alguien, sólo mirando nuestros dedos, supiese si habían tocado con pasión o simplemente por rutina. Si nuestros ojos habían sido mirados con deseo o nuestra lengua había conocido muchos congéneres [... ] Y según ella, lo mejor era que cuando acabase esa autopsia sabríamos que estábamos vivos, que podíamos mejorar y lograr que nos acariciasen, que deseáramos, que amáramos y nos amasen. Nunca me he hecho una autopsia de este tipo. Me ha dado miedo el resultado.


Albert Espinosa


Algo más, algo menos, mi querido muchacho, las voces de los hombres son todas un engaño; solo somos honestos cuando niños, y ya después en el sepulcro.


Hermann Hesse


Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.


Henri Montherlant


Qué triste es escuchar a alguien que no se escucha a sí mismo.


Noel Coward


La mejor manera de crecer es cayéndose y la forma más útil de ayudar a alguien es únicamente acompañándolo mientras se levanta.


Carlos Cuahutemoc Sánchez


Nunca, como al morir un ser querido, necesitamos creer que hay un cielo.


Jacinto Benavente


Un genio es alguien que descubre que la piedra que cae y la luna que no cae representan un solo y mismo fenómeno.


Ernesto Sábato