Palabras para sobrino
Palabras para sobrino. Encuentra docenas de palabras para sobrino con fotos para copiar y compartir.
Eché una partida de ajedrez con mi sobrino de 8 años. Obviamente, le di una paliza bestial. Porque me ganó el muy hijo de puta.
No sería una buena madre. Quiero decir, me encanta ser una tía a mi sobrina y sobrino. Y yo solía desear, como, adoptar 10 niños - porque tenía amigos que fueron adoptados, y pensé que era la cosa más fresca, para ser elegido. Pero una vez más, mi trabajo es demasiado egoísta.
Kelly Clarkson
Las huellas en la arena que dejó tu sobrino, hoy el mar las borra de allí, porque regresan a su lugar de origen. Él ahora descansa en paz, sabemos que el dolor de su partida es mucho, pero recuerda que todos, ya sea tarde o temprano, nos reuniremos y estaremos juntos de nuevo. Muchos ánimos y fuerza
-¡Nadie amenaza a su alteza en la presencia de la Guardia Real! (Ser Meryn Trant)
-No estoy amenazando al rey, Ser. Estoy educando a mi sobrino. Bronn, la próxima vez que hable Ser Meryn, mátalo. Esto fue una amenaza. ¿Ves la diferencia? (Tyrion Lannister)
-No estoy amenazando al rey, Ser. Estoy educando a mi sobrino. Bronn, la próxima vez que hable Ser Meryn, mátalo. Esto fue una amenaza. ¿Ves la diferencia? (Tyrion Lannister)
Juego de Tronos
'Eyes Wide Open' tomó forma a partir de dos hechos reales directamente de mi propio pasado. Uno era el suicidio triste de mi sobrino, un niño con problemas, que fue encontrado en el fondo de un acantilado hito en el centro de California. El segundo fue un encuentro casual hace cuarenta años con otro que, ejem, Charles Manson!
Andrew Gross
-Lo que yo quiero -decía don Nicolás a su sobrino Pedrito, que hacía unos versos muy finos y estudiaba Filosofía y letras- es una cachonda con arrobas que me haga gozar, ¿me entiendes?, una tía que este apretada que tenga a donde agarrarse. Todo lo demás son monsergas y juegos florales.
Camilo José Cela
Yo no conocía mi país, mi ciudad; nunca había ido ni a Tepito. No sabía cómo era. Ni a la gente la conocía. Creo que tampoco conocía a mis hijos, a mis sobrinos. Los imaginaba siempre en discotheques, nunca los visualicé con un casco, un paliacate, disciplinándose, olvidados de si mismos. Mucho menos, cargando cadáveres.
Elena Poniatowska