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Palabras para un soldado ( 3 )

Palabras para un soldado. Encuentra docenas de palabras para un soldado con fotos para copiar y compartir.


Todo ciudadano debe ser un soldado. Este fue el caso de los griegos y romanos, y debe ser la de todos los estados libres.


Thomas Jefferson


Yo diría que el corresponsal de guerra tiene más bebidas, más chicas, mejores salarios y mayor libertad que el soldado, pero a estas alturas del partido, tener la libertad de elegir su lugar y que se les permita ser un cobarde y no se ejecutará porque es su tortura.


Robert Capa




El soldado británico puede hacer frente a cualquier cosa excepto el Ministerio de Guerra británico.


George Bernard Shaw


En debería ser el deber de cada soldado para reflexionar sobre las experiencias del pasado, en el esfuerzo por descubrir las mejoras, en su esfera particular de acción, que son factibles en un futuro inmediato.


B. H. Liddell Hart


El valor de un soldado se encuentra que es la calidad más barata y la más común de la naturaleza humana.


Edward Gibbon


Odio la guerra, ya que solo un soldado que ha vivido lo posible, solo como alguien que ha visto su brutalidad, su futilidad, su estupidez.


Dwight D. Eisenhower




Yo era un soldado en la Segunda Guerra Mundial. Los dos últimos meses de la guerra estaba realmente en el combate.


Mel Brooks


Cada soldado piensa que algo de los aspectos morales de lo que está haciendo. Pero toda guerra es inmoral y si dejas que eso te moleste, no eres un buen soldado.


Curtis LeMay


Yo en algún lugar en el camino quedó fascinado con la exploración de personajes que están dispuestos a ponerse en situaciones de violencia, ya sea fútbol, ??hockey, boxeo, ser policía, ser un soldado. No hay una gran cantidad de personas que están dispuestos a ponerse en esas situaciones.


Peter Berg




La gloria de la antigua nación irlandesa, que en nuestra hora crecerá joven y fuerte otra vez. Si fracasamos, el país no va a valer más de lo que es ahora. La espada del hambre es menos conservadora que la bayoneta del soldado.


Thomas Francis Meagher


No hay orgullo de haber sido un niño soldado.


Emmanuel Jal


Para el soldado, la suerte no es más que un sinónimo de habilidad.


Patrick MacGill


Empecé a crecer de prisa y tomar una gran parte de la filosofía que había oído de la iglesia como un niño mucho más en serio - especialmente los Diez Mandamientos - y preguntándose cómo 'No matarás' podría ser tan absolutamente ignorados. Me tomó hasta que estuve en mis 40 años de escribir lo que pensaba cuando era un joven soldado.


Dave Brubeck




Cada soldado debe saber antes de ir a la batalla, cómo la pequeña batalla que es luchar encaja en el cuadro más grande, y cómo el éxito de su lucha influirá en la batalla en su conjunto.


Bernard Law Montgomery


Como soldado, sobreviví la Primera Guerra Mundial, cuando la mayoría de mis compañeros no lo hicieron.


Lester B. Pearson


Pedro. ¡Venga, basta de triunfos, gloriosísimo soldado! Prefiero aquellos otros, aunque paganos, por odio a ti, que -aun siendo padre santísimo en Cristo- celebrabas triunfos por tantos mile de cristianos muertos por culpa tuya, fuiste responsable de la destrucción de tantas legiones, mientras ni con la palabra ni con tu vida has ganado para Cristo ni una miserable alma.


Erasmo De Rotterdam


La sensación de un soldado es, al fin y al cabo, no estaba realmente va a hacer gran cosa con su vida de todos modos. El ejemplo lo general es: que no iba a componer la Quinta de Beethoven.


Kurt Vonnegut


Se asumió erróneamente que deseaba convertirse en una especie de líder entre los activistas homosexuales, mientras que en realidad era más feliz que ser un soldado de a pie.


Ian Mckellen


El valor de un soldado se ve reforzada por el conocimiento de su profesión.


Publius Flavius Vegetius Renatus


Solo son grandes entre los hombres el poeta, el sacerdote, el soldado. El hombre que canta, el hombre que sacrifica y que se sacrifica. E1 resto es digno del látigo. Desconfiemos del pueblo. del buen sentido, del corazón. de la inspiración y de la evidencia


Charles Baudelaire


¿Sabes lo que es un soldado, joven? Él es el muchacho que hace posible que la gente civilizada a despreciar la guerra.


Allan Massie


Al igual que el viejo soldado de la balada, ahora cierro mi carrera militar y se desvanecen, un viejo soldado que trató de cumplir con su deber como Dios le dio a la luz para ver ese deber. Adiós.


Douglas MacArthur


Aunque en el lado rojo no hubiera un solo soldado ni un solo fusil moscovitas, sería igual: la España roja es espiritualmente comunista rusa. En el lado nacional, aunque hubiera millones de italianos y alemanes, el espíritu de la gente es, con sus virtudes y sus defectos, infinitamente español, más español que nunca


Gregorio Marañón


Querido hermano: Recibo atónito tu carta y me asombro de los sanos consejos que en ella me das.
Tienes formado muy mal concepto de las fuerzas republicanas y excesivamente bueno de las monárquicas y de lo que representa el trono.
Siguiendo la monarquía en España, ya conoces el rumbo de la nación. La nobleza, que se considera casta superior, en su mayoría descendientes bastardos de otros nobles, viviendo a costa del país al amparo de la monarquía, con delegaciones regias, negocios dudosos, puestos políticos influyentes, y escarneciendo a las clases inferiores -más morales cuanto más inferiores- con sus desenfrenos de todos conocidos.
El alto clero y las congregaciones, que tienen su principal apoyo en la dinastía reinante, asfixiando las libertades públicas con sus demandas y desafueros, llevándose en forma directa o indirecta un buen trozo del presupuesto, mientras el país languidece y la incultura perdura por falta de escuelas y elementos de enseñanza, pues en los presupuestos no queda dinero para tan perentorias atenciones.
Los príncipes, infantes y demás parientes más o menos cercanos al trono, hacen truculentos negocios con el amparo que les presta el poder.
El ejército, que debiera ser servidor de la nación, hoy sólo sirve al trono y, para proteger a éste, se atreve a ametrallar al pueblo ansioso de recuperar su soberanía, atropellada y escarnecida por la dictadura borbónica.
Mientras, el ejército se apropia el oficio de verdugo de la nación, descuida su eficiencia guerrera y es tan sólo una caricatura de lo que debiera ser.
En cambio, se lleva la tercera parte de los presupuestos nacionales.
La vieja política, desacreditada, dando origen al golpe de Estado del año 23, llegó a aquel punto de descrédito, gobernando, o mejor dicho, desgobernando las clases monárquicas en cooperación con el poder moderador - por no llamarle absoluto - de ese trono que tanto defiendes.
En la monarquía no aparecen valores nuevos. Las mismas causas de antaño producirán los mismos efectos.
Tras una nueva etapa de desgobierno, funesta, desde luego, vendrá otra etapa de dictadura, que completará la labor de la dictadura anterior, terminando de ahogar todo espíritu liberal y ciudadano y convirtiéndonos en lo que son hoy algunas repúblicas americanas.
Los pocos ciudadanos que pueden, para no morir a manos reaccionarias tendrán que emigrar, perdiéndose para España los valores que ellos representan.
Los generales -incapaces- que hoy se agrupan en torno del trono para defenderlo, no llevan otras miras que evitar la llegada de un orden nuevo, en el que por su incapacidad no tendrían puesto decoroso; y para salvar su actual posición privilegiada, defienden a su señor con instinto y dote de esclavos, tratando de poner una vez más el ejército enfrente del pueblo.
Esto, que sucedió otras veces, ya no lo conseguirán, y el soldado y el oficial se pondrán al lado de aquél para ayudarle a sacudir sus yugos legendarios y hacer justicia, su justicia, la verdadera justicia, la justicia popular.
El pueblo paga al ejército y al trono para que le sirvan y no para que lo tiranicen, y cuando se cansa de pagar servidores desleales, está en su legítimo derecho a prescindir de ellos.
El trono rompió la constitución, que es el pacto que tenía con el pueblo; roto el pacto, al pueblo, sólo al pueblo, corresponde rehacerlo o elegir el régimen de gobierno que le ofrezca más sólida garantía de progreso y bienestar.
Un régimen que por evoluciones parlamentarias y no por revoluciones sangrientas consiga que no sea un mito el significado de las tres palabras "Libertad, Igualdad, Fraternidad".
Ese régimen no puede ser ya la monarquía, puesto que ha demostrado cumplidamente que sólo satisface sus egoísmos, sin importarle un ardite las necesidades del país.
El mundo en pocos años ha evolucionado rápidamente. Casi todas las naciones de Europa están hoy constituidas en repúblicas, lo están todas las de América. Los que sentimos el culto de la patria, debemos quererla republicana, única forma de que progrese y se coloque al nivel del resto de Europa, respecto al cual vamos atrasados muchos años.
Una república moderada sería la solución al actual estado de cosas.
Ella atraería a la gobernación del país a las clases privilegiadas sin espantarlas ni ponerles enfrente, como sucedería con el establecimiento de una república radical.
Los elementos más radicales la respetarían, porque verían siempre en ella la posibilidad de evolucionar hacia sus ideales, tratando de ganar puestos en los comicios con su conducta, sus programas y una adecuada propaganda.
El país se gobernaría en definitiva como quisiera y evitaríamos la llegada de una revolución que camina con pasos de gigante y que cuanto más tarde más violenta ha de ser.
Dices en tu carta con un profundo desconocimiento que las izquierdas son averiada mercancía. ¡Mercancía y bien averiada son las derechas! ¡Ya hemos visto cómo se vendían o alquilaban! Lo poco bueno que en ellas quedaban, se ha marchado a la república, por no convivir con tanto profesional de la indignidad y de la falta de decoro. Los partidos monárquicos ¡¡ésos sí que son averiada mercancía!!


Francisco Franco


Una vez visto mi modo de explicar el miedo que te tengo, podrías responder:

«Tú afirmas que yo simplifico las cosas cuando te doy toda la culpa de la relación que tengo contigo, pero creo que tú, pese a tus aparentes esfuerzos, simplificas cuando menos tanto como yo y además lo haces de manera mucho más ventajosa para ti.
En primer lugar, tú también rechazas cualquier culpa o responsabilidad de tu parte, en eso procedemos, pues, de la misma manera. Pero mientras que yo con toda sinceridad, tal y como lo pienso, te inculpo únicamente a ti, tú quieres ser al mismo tiempo ?superlisto? y ?superdelicado? absolviéndome también a mí de toda culpa. Esto último, obviamente, sólo lo consigues en apariencia (y eso es lo que quieres), y a pesar de toda tu ?fraseología? sobre esencia y naturaleza y contraste y desvalimiento, lo que resulta entre líneas es que yo he sido en realidad el agresor, mientras que tú, todo lo que has hecho, lo hiciste en defensa propia. Con esa falta de sinceridad, ya habrías conseguido bastante, pues has demostrado tres cosas, primero que eres inocente, segundo que yo soy culpable, y tercero que tú, por pura magnanimidad, estás dispuesto no sólo a perdonarme sino incluso -lo que es más pero
también menos a probar y hasta a creer -en contra por supuesto de la verdad- que también
yo soy inocente. Con eso ya te podría bastar, pero todavía no te basta. Se te ha metido en la cabeza que vives enteramente a mi costa. Admito que luchamos el uno contra el otro,
pero hay dos clases de lucha. La lucha entre caballeros, en la que miden las fuerzas
adversarios independientes: cada uno está solo, pierde solo, vence solo. Y la lucha del
parásito, que no sólo pica sino que chupa instantáneamente la sangre que necesita para
vivir. Eso es en el fondo el soldado profesional y eso eres tú también. Eres incapaz de
vivir; pero con el fin de instalarte en la vida cómodamente, libre de preocupaciones y sin
reprocharte nada, demuestras que yo te he quitado toda la capacidad de vivir y que me la
he metido en el bolsillo. Qué te importa entonces no ser capaz de vivir, yo soy el culpable de ello, tú en cambio te tumbas tranquilamente y dejas que yo te arrastre, física y espiritualmente, por la vida. (...)».

A ello respondo que la totalidad de esa objeción, que en parte puede volverse contra ti
mismo, no viene de ti sino de mí, precisamente. Esa desconfianza que tú tienes hacia todo
no es, sin embargo, tan grande como la que yo tengo frente a mí mismo y en la que tú me
has educado.


Franz Kafka


Ser violento al principio y terminar temiendo después a los propios soldados es el colmo de la ineptitud.


Sun Tzu




Nuestro mundo civilizado no es más que una mascarada donde se encuentran caballeros, curas, soldados, doctores, abogados, sacerdotes, filósofos, pero no son lo que representan, sino solo la mascara, bajo la cual, por regla general, se esconden especuladores de dinero


Arthur Schopenhauer


Para reforzar el punto, Xcor se sentó al pie de la puerta. Poniendo la espalda contra los paneles. Confiaba en sus soldados con su vida en el campo de batalla, pero había una hermosa y fuerte hembra allá abajo y ellos eran unos cachondos hijos de puta en celo, la gran mayoría.
Habrían pasado por encima de él para tenerla.


Jessica Bird


Las bellas mujeres aprestan coronas de flores, y bajo los pórticos vense sus rostros de rosa; y la más hermosa sonríe al más fiero de los vencedores. ¡Honor al que trae cautiva la extraña bandera; honor al herido y honor a los fieles soldados que muerte encontraron por mano extranjera!


Rubén Darío


Una vez que dejas la matriz, a los conservadores no les importas nada hasta que cumples edad para prestar servicio militar. Desde ese instante eres lo que ellos están buscando. Los conservadores quieren bebes vivos así ellos pueden educarlos para que sean soldados muertos.


George Carlin


Mi nacionalismo, antes que andaluz, es humano. Creo que, por el nacimiento, la naturaleza señala a los soldados de la Vida el lugar en donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la Causa del espíritu en Andalucía porque en ella nací. Si en otra parte me encontrare, me esforzaría por esta Causa con igual fervor.


Blas Infante


Si a cualquier persona que pasa por la calle le preguntan si iría a vivir a la Malvinas, respondería que no. Pienso que uso un emblema, tanto en la Argentina como en Inglaterra. Solo un escocés loco viviría ahí, y ya hace algún tiempo que están. Para mí la tierra es de la gente que vive ahí, que tiene su pedazo de tierra y la cuida todo el año. Yo no digo que son ingleses, porque los kelpers tampoco les gusta tener a todos esos soldados ingleses ahí.


Luca Prodan


Luchamos por aquellas tierras para no perderlas. Lo perdimos casi todo. [?] La nación americana es demasiado poderosa para nosotros. Cuando habíamos de luchar durante pocos días, nos sentíamos frescos y dispuestos. [?] Con el tiempo, los soldados nos agotaban e infligían sobre nosotros la desesperación y el hambre.


Manuelito


Los soldados mexicanos se empiezan a pregun-tar qué hacen persiguiendo mexicanos, dónde quedaron la Patria y su historia, dónde el honor y la verguenza...


Subcomandante Marcos


A la gente no le gustan los políticos que minan la moral de nuestros soldados cuestionando la guerra.


Ken Follett


La Revolución de Octubre es la primera revolución del mundo que ha servido de vivo ejemplo salvador para los obreros y soldados del Occidente...


Iósif Stalin


Mi nacionalismo, como he dicho, no consiente, al contrario, estima grotesca la alabanza de un pueblo a sí mismo tanto como la propia alabanza individual. Mi patriotismo sigue otros derroteros; antes que andaluz es humano. Creo que, por el nacimiento, la naturaleza no circunscribe un recuerdo para el nacido sino que complementa, discierne a los soldados de la vida el lugar en donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la causa del espíritu, en Andalucía, porque en ella vine a nacer; si en otra parte me encontrare, me esforzaría por esta causa con igual fervor


Blas Infante


Nunca te fíes de los que dicen servir a Dios. Te hablará con serenidad y buenas palabras, tan cultas que no alcanzarás a entenderlas. Tratarán de convencerte con argumentos que sólo ellos saben hilvanar hasta adueñares de tu razón y tu conciencia. Se presentarán a ti como hombres bondadosos que dirán querer salvarnos del mal y de la tentación, pero en realidad su opinión sobre nosotros está escrita y todos ellos, como soldados de Cristo que se llaman, siguen con fidelidad aquello que está escrito en los libros. Sus palabras son excusas y sus razones, idénticas a las que tú podrías darle a un mocoso.


Ildefonso Falcones


Resultado común y natural de un respeto indebido por la ley es que uno pueda ver, por ejemplo, una columna militar: coronel, capitán, cabo, soldados rasos, artilleros, etc. marchando en admirable orden colina arriba, colina abajo y valle a través en dirección al frente. ¡En contra de su voluntad! ¡Sí! Contra su sentido común y su conciencia, lo que hace del marchar tarea ardua, en verdad, y causa se sobresalto cardíaco. A ninguno de ellos cabe la menor duda de que el asunto que les ocupa es ciertamente condenable; su inclinación auténtica se orienta hacia el hacer pacífico. Y bien ¿cómo los describiríamos? ¿Son acaso personas? ¿Pequeños objetos, parapetos, pertrechos movibles a voluntad, al servicio de alguien sin escrúpulos que detenta el poder? Visitad un establecimiento naval y contemplad al marino, es decir, a lo que puede hacer de un hombre el gobierno americano o alguien provisto de malas artes... una simple sombra, un vestigio de humanidad, un ser vivo y de pie, pero enterrado ya, podría decirse, bajo salvas y demás ceremonias.


Henry David Thoreau