Palabras para una amiga que murio ( 6 )
Palabras para una amiga que murio. Encuentra docenas de palabras para una amiga que murio con fotos para copiar y compartir.
Sin ti mi alma llora mi corazon se rompe mis iluciones muerren y simplemente muero en el olvido y con la soledad mi mas grande amiga la única a ti soledad ofresco mi muerte
mar bernal
Jessica Milagro
" Te entregaría mil poemas de amistad, te daría mi mundo, mi vida y mi ser.. porque eres mi amiga"
" Te entregaría mil poemas de amistad, te daría mi mundo, mi vida y mi ser.. porque eres mi amiga"
seantorregrosa
Andando caminos: Rumbo a lo desconocido
en busca de la amistad que alimenta los sentimientos.
¡Sinceramente! Poema
Dedicado a mi amiga Dolores Sánchez.
Hoy , ahora se me ocurre así, sin pensar,
regalarte unas palabras, unos versos, un poema,
Tú me regalas tu sonrisa, tu cariño,
lo haces constantemente sin tregua, sin descanso.
Quizás sin darte cuenta, me acompañas, en mi caminar ,
en los sombríos y taciturnos y días de mi vivir.
Quizás sin darte cuenta, o a propósito, te has metido en mi corazón, en mi vida, en mi alma.
Deja que hoy sea yo quien te regale,
deliberadamente a propósito o sin darme cuenta,
unas palabras, unos versos, un poema,
un sentimiento, una ilusión una alegría.
Deja que hoy que te diga, cuanto me alegro,
cada vez que sin esperarlo te encuentro en mi camino,
déjame que te diga, para ti hice estos versos,
tal vez sin darme cuenta o a propósito.
Autor: Diego Torrente
~*Dts.*~ ©
en busca de la amistad que alimenta los sentimientos.
¡Sinceramente! Poema
Dedicado a mi amiga Dolores Sánchez.
Hoy , ahora se me ocurre así, sin pensar,
regalarte unas palabras, unos versos, un poema,
Tú me regalas tu sonrisa, tu cariño,
lo haces constantemente sin tregua, sin descanso.
Quizás sin darte cuenta, me acompañas, en mi caminar ,
en los sombríos y taciturnos y días de mi vivir.
Quizás sin darte cuenta, o a propósito, te has metido en mi corazón, en mi vida, en mi alma.
Deja que hoy sea yo quien te regale,
deliberadamente a propósito o sin darme cuenta,
unas palabras, unos versos, un poema,
un sentimiento, una ilusión una alegría.
Deja que hoy que te diga, cuanto me alegro,
cada vez que sin esperarlo te encuentro en mi camino,
déjame que te diga, para ti hice estos versos,
tal vez sin darme cuenta o a propósito.
Autor: Diego Torrente
~*Dts.*~ ©
Diego Torrente
LA AMISTAD ES AQUELLA QUE NO TIENE PRECIO MATERIAL QUE NO HAY NINGUNA CANTIDAD EN DINERO QUE PUEDA CAMBIAR A UNA PERSONA LEAL,FIEL HONESTA, SINCERA Y LO MAS IMPORTANTE QUE SEA UNA GRAN AMIGA INCONDICIONAL EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS.
ERIKA BANCELIN
SEÑOR GRACIAS POR PERDONARME
Mi hombre viejo ya murió
Mas mi nuevo “YO” cambio.
Solo por su gracia fui examinado
Y más por su amor soy renovado.
El peor capítulo de mi vida fue
Cuando andaba perdido en tinieblas.
Más que ahora tengo a Jesucristo
Camino en luz y en verdad.
Señor gracias por perdonarme
Que en ti encuentro mi refugio.
Decir gracias no lo es suficiente
Por todo lo que haces por mí.
Perdonar es más que decir;
Olvido todo lo que me lastimaron.
Perdonar es más que dar una oportunidad.
El verdadero perdón consiste…
En tener mucha misericordia del prójimo
Como el señor nos perdona 70 veces 7.
Es decir, cada vez que sea necesario.
Mi hombre viejo ya murió
Mas mi nuevo “YO” cambio.
Solo por su gracia fui examinado
Y más por su amor soy renovado.
El peor capítulo de mi vida fue
Cuando andaba perdido en tinieblas.
Más que ahora tengo a Jesucristo
Camino en luz y en verdad.
Señor gracias por perdonarme
Que en ti encuentro mi refugio.
Decir gracias no lo es suficiente
Por todo lo que haces por mí.
Perdonar es más que decir;
Olvido todo lo que me lastimaron.
Perdonar es más que dar una oportunidad.
El verdadero perdón consiste…
En tener mucha misericordia del prójimo
Como el señor nos perdona 70 veces 7.
Es decir, cada vez que sea necesario.
Victor Alfredo Ticlla Calla
que triste es aver compartido con una amiga tristezas y alegrias y luego darse cuenta que se ha llegado el momento de decir adios solo quedan los recuerdos de momentos lindos la Amistad es algo muy hermoso que Dios nos ha regalado eres mi major amiga....
yeny
PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.
A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".
Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.
LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".
Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.
La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.
La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.
Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.
Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).
Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.
MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.
Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.
Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.
Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.
En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.
La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.
La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.
A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".
Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".
Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.
LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.
Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.
Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).
Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.
Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.
Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.
A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".
Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.
LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".
Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.
La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.
La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.
Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.
Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).
Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.
MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.
Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.
Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.
Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.
En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.
La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.
La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.
A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".
Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".
Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.
LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.
Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.
Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).
Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.
Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.
Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.
Diego Torrente
Andando caminos: Rumbo a lo desconocido
en busca de los regalos de la vida.
la amistad es una luz
Poema. ¡A mi amiga especial!
Poema: ¡Por tu amistad!
lucero
Cuando le preguntaron: Qué es la amistad?, él respondió: “Es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que palpita en dos almas. (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
lucero
¡Para ti amiga!
Para ti amiga son estas palabras que hoy escribo
Palabras del alma que con sentimiento,
hoy ensamblan en versos
La pasión, que vive en mí.
lucero
Hoy me alcanza la virtud
Y ya puedo comprender,
Que amigas como tú
No se encuentran por doquier.
lucero
Eres humilde y sencilla, eres, todo un amor
Sabes, cuando yo te llamo Amiga.
Me sale del corazón.
lucero
Es difícil en la vida,
Conseguir una amistad,
Que comparta recelos temores,
sentimientos y todo lo demás.
lucero
Con el corazón abierto
Y mis brazos extendidos,
Esto que te digo es cierto
Aquí tienes, a un buen amigo velezano.
lucero
De mi alma de aprendiz de poeta
Ha salido lo que de verdad quise expresar.
Palabras sinceras que transformadas
en versos un día mas te quise dedicar.
lucero
Para ti amiga por tu humilde y sencilla amistad.
en busca de los regalos de la vida.
la amistad es una luz
Poema. ¡A mi amiga especial!
Poema: ¡Por tu amistad!
lucero
Cuando le preguntaron: Qué es la amistad?, él respondió: “Es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que palpita en dos almas. (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
lucero
¡Para ti amiga!
Para ti amiga son estas palabras que hoy escribo
Palabras del alma que con sentimiento,
hoy ensamblan en versos
La pasión, que vive en mí.
lucero
Hoy me alcanza la virtud
Y ya puedo comprender,
Que amigas como tú
No se encuentran por doquier.
lucero
Eres humilde y sencilla, eres, todo un amor
Sabes, cuando yo te llamo Amiga.
Me sale del corazón.
lucero
Es difícil en la vida,
Conseguir una amistad,
Que comparta recelos temores,
sentimientos y todo lo demás.
lucero
Con el corazón abierto
Y mis brazos extendidos,
Esto que te digo es cierto
Aquí tienes, a un buen amigo velezano.
lucero
De mi alma de aprendiz de poeta
Ha salido lo que de verdad quise expresar.
Palabras sinceras que transformadas
en versos un día mas te quise dedicar.
lucero
Para ti amiga por tu humilde y sencilla amistad.
Diego Torrente
Como le iba diciendo, soy dentista, y su amiga tiene los dientes más afilados que he visto en mi vida; largos, afilados, puntiagudos como una lanza, como un alfiler. Sí, los he visto perfectamente: son unos dientes peligrosos. Yo entiendo de estas cosas, y aquí estoy con mi lima, mi punzón y mis pinzas. Se los dejaré redondeados y bonitos.
Sheridan Le Fanu
El esqueleto nos da la historia de un individuo. Sexo. Edad. Antepasados. En algunos casos, la historia clínica o cómo murió. Los huesos antiguos son una fuente de información de las poblaciones extinguidas. Cómo vivían, cómo morían, qué comían, las enfermedades que padecían...
Kathy Reichs
Ella lo idolatró y Él la adoraba... ¿Se casaron al fin? No, señor, Ella se casó con otro ¿Y murió de sufrir? No, señor, de un aborto. ¿Y Él, el pobre, puso a su vida fin? No, señor, se casó seis meses antes del matrimonio de Ella, y es feliz.
Manuel Gutiérrez Nájera
Al igual que la cigarra es amiga de la cigarra y la hormiga lo es de la hormiga, así el cantor lo es de la musa y del canto.
Teócrito
Pero recuerdo el momento en que murió mi padre. Yo no era un católico muy comprometido de antemano, pero cuando eso sucedió de repente todo pareció tan obvio: ahora que la religión es el intento de encontrar una explicación, para que nos sintamos más protegidos.
Javier Bardem
Toyita: Mi dulce y tierna niña de cuatro patas. Cuánto nos enseñaste!. Cuánto aprendimos contigo!. Fuiste lealtad, amor, amistad, alegría, valentía y lucha hasta el final. Tu recuerdo está en cada rincón de nuestro hogar (Tus juguetes, tu camita, tu comida). Pero más en nuestra alma, mente y corazón. Dejaste una huella imborrable. Te amamos desde el principio. Te convertiste en nuestra amiga incondicional; siempre estuviste con nosotros consintíéndonos. No pudiste querenos más y nosotros no tuvimos más fuerzas para amarte...No pudimos querernos ni entregarnos más. Tu partida nos deja un vacío enorme! Mi valiente niña. Mi consentida. Yo te traje a nuestra casa y te saqué de ella. Te dí la bienvenida y hoy te digo adiós!. Con solo mirarnos te sentías bien, con solo saber que estábamos ahí te sentías contenta. Te recordaremos como la luchadora, la hermosa y la que nos acompañó; ese ser incondicional con tanto amor para dar! Dios nos hizo un regalo mutuo y hasta hoy dispuso de el. Tus días estaban en sus tiernas y poderosas manos. Te amaremos por siempre... hasta el último respiro en este mundo!
Diana Carolina H.
Sabes algo...TE ADMIRO..
Pero hay una lucha en mí que no sabe que admira más de ti…
Si tu dedicación a lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas. Sin embargo, la sonrisa tierna que emanan tus labios, y esa mirada dulce que tus ojos me brindan, son otros aspectos que erizan mi piel cuando los recuerdo.
Pensar con el corazón no es fácil, pero tu espíritu en mí basta para que el corazón razone con amor…y digo amor dudando, porque esa palabra TIENE MUCHOS SIGNIFICADOS..POR TODOS LOS TIPOS DE AMOR QUE EXISTEN Y para lo que siento por ti.
Por amor las personas se casan, tienen hijos, pelean, gritan, están juntas, se quieren…La mayoría cree que de eso se trata el amor, y tal vez sea así. Pero lo mío no es amor, es algo mucho más grande. Porque yo no tendré nada de eso contigo y aún así llenas mi alma.
No necesito nada más de ti, solo tu persona como amiga, como el ser que me hizo creer en mí y en las casualidades de la vida. Solo necesito la mujer que admiro infinitamente por su personalidad. Solo necesito tu amistad y confianza, pero me brindas mucho más.
Esto se salio de control, pero estoy feliz por que haya pasado así.
Las personas dictan las reglas, pero no plantearon alguna que nos diga que tenemos que seguirlas. La mayoría de los humanos basan los aspectos de su vida dentro de lo “normal” y doy gracias porque lo nuestro no es ni normal, ni razonable y si demasiado cuestionable. Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí: un ejemplo a seguir y un aprendizaje de tomar las cosas buenas de las situaciones, personas y de la vida.
Puso frente a mí una madurez para enfrentar la realidad cuando es necesario. Puso frente a mí, a un ser que me hizo creer en la amistad sobre todas las cosas y lo más importante, me dio la oportunidad de ilusionarme de algo que realmente vale la pena...en algún momento de mi vida...aunque hoy dia..SOLO ERES ALGUIEN MUY ESPECIAL QUE LLEGO MUY DENTRO DE MI.
Contigo es difícil contenerse. A ti, es a quien debo decir: “eres parte de mi”.
Diría te amo, pero uno puede llegar a amar a muchas personas a lo largo de su vida.
Te digo Te admiro, por que en la vida hay pocas personas dignas de admiración, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance, pero tú estás conmigo aunque estarás lejos…por eso prefiero decir desde mi corazón TE ADMIRO.
Gracias por simplemente llegar a mi vida..y llenarme de tanto... aun en la distancia..aun en el silencio..
TE ADMIRO POR SOBRE TODO..TE QUIERO Y TE RESPETO..N..AGUEDA
Pero hay una lucha en mí que no sabe que admira más de ti…
Si tu dedicación a lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas. Sin embargo, la sonrisa tierna que emanan tus labios, y esa mirada dulce que tus ojos me brindan, son otros aspectos que erizan mi piel cuando los recuerdo.
Pensar con el corazón no es fácil, pero tu espíritu en mí basta para que el corazón razone con amor…y digo amor dudando, porque esa palabra TIENE MUCHOS SIGNIFICADOS..POR TODOS LOS TIPOS DE AMOR QUE EXISTEN Y para lo que siento por ti.
Por amor las personas se casan, tienen hijos, pelean, gritan, están juntas, se quieren…La mayoría cree que de eso se trata el amor, y tal vez sea así. Pero lo mío no es amor, es algo mucho más grande. Porque yo no tendré nada de eso contigo y aún así llenas mi alma.
No necesito nada más de ti, solo tu persona como amiga, como el ser que me hizo creer en mí y en las casualidades de la vida. Solo necesito la mujer que admiro infinitamente por su personalidad. Solo necesito tu amistad y confianza, pero me brindas mucho más.
Esto se salio de control, pero estoy feliz por que haya pasado así.
Las personas dictan las reglas, pero no plantearon alguna que nos diga que tenemos que seguirlas. La mayoría de los humanos basan los aspectos de su vida dentro de lo “normal” y doy gracias porque lo nuestro no es ni normal, ni razonable y si demasiado cuestionable. Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí: un ejemplo a seguir y un aprendizaje de tomar las cosas buenas de las situaciones, personas y de la vida.
Puso frente a mí una madurez para enfrentar la realidad cuando es necesario. Puso frente a mí, a un ser que me hizo creer en la amistad sobre todas las cosas y lo más importante, me dio la oportunidad de ilusionarme de algo que realmente vale la pena...en algún momento de mi vida...aunque hoy dia..SOLO ERES ALGUIEN MUY ESPECIAL QUE LLEGO MUY DENTRO DE MI.
Contigo es difícil contenerse. A ti, es a quien debo decir: “eres parte de mi”.
Diría te amo, pero uno puede llegar a amar a muchas personas a lo largo de su vida.
Te digo Te admiro, por que en la vida hay pocas personas dignas de admiración, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance, pero tú estás conmigo aunque estarás lejos…por eso prefiero decir desde mi corazón TE ADMIRO.
Gracias por simplemente llegar a mi vida..y llenarme de tanto... aun en la distancia..aun en el silencio..
TE ADMIRO POR SOBRE TODO..TE QUIERO Y TE RESPETO..N..AGUEDA
LAPOLI
Los pacientes negros eran tratados mucho más tarde en el proceso de la enfermedad. A menudo no se les dio el mismo tipo de tratamiento del dolor que los pacientes blancos habrían conseguido y murió con más frecuencia de las enfermedades.
Rebecca Skloot
Si usted no cree que su impacto ansiedad, la depresión, la tristeza y el estrés de su salud física, se equivoca. Todas estas emociones desencadenan reacciones químicas en el cuerpo, que puede conducir a la inflamación y un sistema inmune debilitado. Aprenda cómo hacer frente, dulce amiga. Siempre habrá días oscuros.
Kris Carr
EN 04 1882 murió mi padre, y yo era a la vez girado fuera de mi país de los sueños en un ámbito muy diferente.
Edward Carpenter
Debo decir que te admiro.
Pero hay una lucha en mí que no sabe que admira más de ti…
Si tu dedicación a lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas. Sin embargo, la sonrisa tierna que emanan tus labios y esa mirada dulce que tus ojos me brindan, son otros aspectos que erizan mi piel cuando los recuerdo.
Pensar con el corazón no es fácil, pero tu espíritu en mí basta para que el corazón razone con amor…y digo amor dudando, porque esa palabra tiene MIL SIGNIFICADOS!! Y EN ESTA VIDA HAY TANTOS TIPOS DE AMORES...PERO TU SABES BIEN ESE QUE SIENTO POR TI..EL Q ES LIMPIO..SIN ATADURAS....Por amor las personas se casan, tienen hijos, pelean, gritan, están juntas, se quieren…La mayoría cree que de eso se trata el amor, y tal vez sea así. Pero lo mío no es amor, es algo mucho más grande. Porque yo no tendré nada de eso contigo y aún así llenas mi alma.
No necesito nada más de ti, solo tu persona como amiga, como el ser que me hizo creer en mí y en las casualidades de la vida. Solo necesito esa mujer que admiro infinitamente por su personalidad. Solo necesito tu amistad y confianza, pero me brindas mucho más.
Las personas dictan las reglas, pero no plantearon alguna que nos diga que tenemos que seguirlas. La mayoría de los humanos basan los aspectos de su vida dentro de lo “normal” y doy gracias porque lo nuestro no es ni normal, ni razonable y si demasiado cuestionable. Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí: un ejemplo a seguir y un aprendizaje de tomar las cosas buenas de las situaciones, personas y de la vida.
Puso frente a mí una madurez para enfrentar la realidad cuando es necesario. Puso frente a mí, a un ser que me hizo creer en la amistad sobre todas las cosas y lo más importante, me dio la oportunidad de conocerte..tal vez en las circunstancias menos pensable..UNA PÁGINA! y por una pelea!! jajaContigo es difícil contenerse. Sí, es difícil contenerse...Diría te amo, pero uno puede llegar a amar a muchas personas a lo largo de su vida.
Te digo Te admiro, por que en la vida hay pocas personas dignas de admiración, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance, pero tú estás conmigo aunque estaras lejos…por eso prefiero decir desde mi corazón TE ADMIRO...y GRACIAS POR SER COMO ERES...DIOS POR TU LUCHA CON LA VIDA POR TU FAMILIA...quiero ser como tu!! y si la vida algún día me pone en ese lugar que tu estas..ufff.. BIEN QUE A LA PERSONA QUE ACUDIRE SERÁ A TI!! ASÍ QUE NO ES UN ADIOS..ES UN HASTA PRONTO O HASTA LUEGO..AQUI SIEMPRE ESTARE PARA TI.....de mi.. QUE TE ADMIRO... J R R
Pero hay una lucha en mí que no sabe que admira más de ti…
Si tu dedicación a lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas. Sin embargo, la sonrisa tierna que emanan tus labios y esa mirada dulce que tus ojos me brindan, son otros aspectos que erizan mi piel cuando los recuerdo.
Pensar con el corazón no es fácil, pero tu espíritu en mí basta para que el corazón razone con amor…y digo amor dudando, porque esa palabra tiene MIL SIGNIFICADOS!! Y EN ESTA VIDA HAY TANTOS TIPOS DE AMORES...PERO TU SABES BIEN ESE QUE SIENTO POR TI..EL Q ES LIMPIO..SIN ATADURAS....Por amor las personas se casan, tienen hijos, pelean, gritan, están juntas, se quieren…La mayoría cree que de eso se trata el amor, y tal vez sea así. Pero lo mío no es amor, es algo mucho más grande. Porque yo no tendré nada de eso contigo y aún así llenas mi alma.
No necesito nada más de ti, solo tu persona como amiga, como el ser que me hizo creer en mí y en las casualidades de la vida. Solo necesito esa mujer que admiro infinitamente por su personalidad. Solo necesito tu amistad y confianza, pero me brindas mucho más.
Las personas dictan las reglas, pero no plantearon alguna que nos diga que tenemos que seguirlas. La mayoría de los humanos basan los aspectos de su vida dentro de lo “normal” y doy gracias porque lo nuestro no es ni normal, ni razonable y si demasiado cuestionable. Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí: un ejemplo a seguir y un aprendizaje de tomar las cosas buenas de las situaciones, personas y de la vida.
Puso frente a mí una madurez para enfrentar la realidad cuando es necesario. Puso frente a mí, a un ser que me hizo creer en la amistad sobre todas las cosas y lo más importante, me dio la oportunidad de conocerte..tal vez en las circunstancias menos pensable..UNA PÁGINA! y por una pelea!! jajaContigo es difícil contenerse. Sí, es difícil contenerse...Diría te amo, pero uno puede llegar a amar a muchas personas a lo largo de su vida.
Te digo Te admiro, por que en la vida hay pocas personas dignas de admiración, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance, pero tú estás conmigo aunque estaras lejos…por eso prefiero decir desde mi corazón TE ADMIRO...y GRACIAS POR SER COMO ERES...DIOS POR TU LUCHA CON LA VIDA POR TU FAMILIA...quiero ser como tu!! y si la vida algún día me pone en ese lugar que tu estas..ufff.. BIEN QUE A LA PERSONA QUE ACUDIRE SERÁ A TI!! ASÍ QUE NO ES UN ADIOS..ES UN HASTA PRONTO O HASTA LUEGO..AQUI SIEMPRE ESTARE PARA TI.....de mi.. QUE TE ADMIRO... J R R
LAPOLI
O mi Luve es como un rojo, rosa roja,
Eso recién brotado en junio:
O mi Luve es como la melodía,
Eso es dulce play'd en sintonía.
Como tú eres hermosa, amiga mía lass bonie,
Tan profundo en luve estoy;
Y haré de ti Luve todavía, mi querido,
Hasta que una "pandilla de los mares secos.
Hasta que un "seco pandillas mares, mi querido,
Y las rocas se funden wi 'el sol;
Y haré de ti Luve todavía, mi querido,
Si bien la vida de la arena o 'se ejecutará.
Y la tarifa-thee-weel, mi única Luve!
Y la tarifa-thee-weel, un tiempo!
Y vendré otra vez, mi Luve,
¡Había diez mil millas!
Eso recién brotado en junio:
O mi Luve es como la melodía,
Eso es dulce play'd en sintonía.
Como tú eres hermosa, amiga mía lass bonie,
Tan profundo en luve estoy;
Y haré de ti Luve todavía, mi querido,
Hasta que una "pandilla de los mares secos.
Hasta que un "seco pandillas mares, mi querido,
Y las rocas se funden wi 'el sol;
Y haré de ti Luve todavía, mi querido,
Si bien la vida de la arena o 'se ejecutará.
Y la tarifa-thee-weel, mi única Luve!
Y la tarifa-thee-weel, un tiempo!
Y vendré otra vez, mi Luve,
¡Había diez mil millas!
Robert Burns
Mi mejor amiga en el movimiento es Jack Nichols. Si no hay tal cosa como homosexuales o heterosexuales, nos sigue hablar y compartir experiencias hasta el fin de los tiempos.
George Weinberg
Yo escribí la canción para un bailarín por un amigo mío que murió en un incendio. Él estaba en la sauna, en una casa que se quemó, por lo que no tenía idea de todo lo que estaba pasando. Fue muy triste.
Jackson Browne
Entienda, cuando comes carne, que algo se murió. Usted tiene la obligación de valorar - no solo el solomillo, sino también todos aquellos maravillosos pequeños trozos difíciles.
Anthony Bourdain
Goethe murió en 1832. Como ustedes saben, Goethe fue muy activo en la ciencia. De hecho, él hizo un muy buen trabajo científico en la morfología de la planta y la mineralogía. Pero era bastante amargo en la forma en que muchos científicos se negaron a concederle una audiencia porque él era un poeta y, por tanto, se sentían, que no podía estar hablando en serio.
Stephen Jay Gould
La gente teme la muerte más que al dolor. Es extraño que teman a la muerte. La vida duele mucho más que la muerte. En el momento de la muerte, el dolor ha terminado. Sí, supongo que la muerte es una amiga.
Jim Morrison
Quizá no sea la mejor amiga del mundo pero quiero estar a tu lado en aquellos momentos en los que incluso a mí me odies.
Había una razón, mi primer papel importante después de la rehabilitación era jugar un loco cuya historia personal terminó mal. Yo sabía lo que era ir esos lugares oscuros. Jugué un hombre que murió como consecuencia de su abuso.
Charlie Sheen
PSICOLOGÍA SOCIAL, LA AMISTAD ES VIDA
AMISTAD Y SILENCIO
La amistad se nutre más de la comunicación que del silencio. Sin embargo, el silencio es precisamente en algunos casos el medio de comunicación que utilizan los amigos: es necesario tanto saber estar en silencio como transmitir lo que uno lleva dentro.
Asistir al desvelamiento de un secreto, al desvelamiento de la intimidad de las personas, produce en el ser humano un enmudecimiento del espíritu, un sentimiento de gratitud por lo que se percibe como un don o regalo inmerecido, una impresión de estar pisando terreno sagrado. De hecho, todos podemos remitirnos a alguna ocasión en la que, en conversación íntima con un amigo, al acabar de escuchar, no hemos encontrado palabras adecuadas para decir nada. En esos casos, quizá la prueba de mayor gratitud o de "correspondencia" sea precisamente el silencio; un silencio, eso sí, cuajado de respuesta.
Hay veces en las que no se puede decir nada... porque las palabras lo estropean todo. Hay cosas que la única contestación que merecen o que exigen es el silencio; hay cosas con las que solo puede mantenerse conversación en silencio. Porque o el lenguaje es limitado, o uno es limitado, o ambas cosas. Pero algunas cosas, si se expresan, se profanan. Así ocurre en las experiencias de encuentro: con un amigo, con un paisaje, una obra de arte. En esos momentos, pronunciar algo es mancharlo; hablar es romperlo. Algunas veces la comunicación con las cosas y también con las personas requiere como condición que haya silencio; solamente silencio. Y no un silencio para llenar, sino como medio de entendimiento.
Cuando se tiene la suerte de topar con alguien que tiene algo -poco o mucho- que decir; cuando se tiene la suerte de que esas personas te abran sus puertas y dejan que te asomes y penetres en su mundo interior, en la mayor parte de los casos solo se puede contestar enmudeciendo. Y ese silencio quiere ser entonces un homenaje: la mayor muestra de agradecimiento y de admiración. Porque no se trata de un silencio vacío sino pletórico de contenido: no significa carencia sino plenitud.
El silencio es importante en la amistad. Estar con un amigo es también poder estar en silencio sin miedo a que éste tenga que romperse y sin sentir la necesidad perentoria de tener que llenarlo con palabras. No hay verdadera amistad entre dos amigos si no saben disfrutar y valorar su silencio. El silencio es en sí mismo un espacio y un tiempo para compartir. Rico de contenido y esencialmente valioso porque supone una íntima comunión de espíritus.
LA INTERIORIDAD
La amistad está también muy relacionada con la interioridad. Entre dos amigos ésta es más rica y sólida cuanta mayor sea la intimidad, la interioridad de cada uno de ellos. Hay quienes tienen un gran mundo interior; tienen mucho que decir porque son personas que integran en sí todo lo que hay a su paso: una frase que ha dicho en clase el profesor, la actitud de tal o cual persona, la satisfacción de haber llegado al pico de la montaña, la crisis que le produce una situación difícil de trabajo, un libro que ha leído, los tirones de la madurez.
Así es como las personas se van enriqueciendo por dentro y como su interioridad cobra cada vez mayor volumen: integrando la experiencia, la vivencia personal y las de las otras personas. Aprendemos también a través de las vivencias de los demás, de la experiencia ajena. Quien está atento a su alrededor aprovecha todo intensamente.
Se puede aprender a sentir de un modo distinto al propio; se puede aprender a pensar de manera diferente a la que uno piensa; se puede aprender a valorar cosas que yo no valoro. Escuchar a las personas y tratar de ser ellas, nos permite conocer el mundo desde mil perspectivas diferentes a las nuestras. Y eso conlleva ampliación personal, crecimiento, enriquecimiento, altura, perspectiva y profundidad. La interioridad rica hace que la relación entre los amigos se amplíe. Una amiga me decía hace poco -hablando de otra persona-la satisfacción que le producía tratar con ella "porque es de esas personas que tienen algo que aportar".
El conocimiento que alimenta la intimidad es-una vez más-el que sabe mirar, sabe escuchar, sabe estar. La sola convivencia con las personas, o el mero estar junto a las cosas o entre las cosas (junto al mar rodeado de un bellísimo paisaje, o entre las obras magníficas del Louvre) no basta. Más de una vez las ratas habrán correteado por los pasillos del Louvre; sin embargo, todavía no hemos tenido ocasión de encontrarlas embelesadas frente a la Venus de Milo, tras haber pasado frente a ella toda la noche. Para las personas, las que son capaces de ello, las cosas tienen una historia que contar, la naturaleza tiene algo que transmitir y todo lo que encuentran es capaz de darles un mensaje.
El hombre con interioridad es capaz de ver sentido a todas las cosas; y en cierto modo de darles él mismo el sentido puesto que es él quien lo capta, lo descubre y -en ese sentido lo crea, lo recrea. Por eso, forma parte del "tesoro" de la amistad tener amigos con un gran mundo interior.
La amistad de las personas es un regalo. El regalo es mayor cuanta mayor sea la interioridad y la intimidad compartida. Esta debe cuidarse y en ella juega un papel muy importante el saber mirar porque puede franquearnos el paso al alma del amigo.
Una vez dentro, el mundo se abre ante nosotros de un modo desconocido y luminoso que provoca en nosotros muy diversos sentimientos (admiración, compasión, respeto, etc.), pero siempre el de "desear el bien del amigo, por el amigo mismo" (Aristóteles).
AMISTAD Y SILENCIO
La amistad se nutre más de la comunicación que del silencio. Sin embargo, el silencio es precisamente en algunos casos el medio de comunicación que utilizan los amigos: es necesario tanto saber estar en silencio como transmitir lo que uno lleva dentro.
Asistir al desvelamiento de un secreto, al desvelamiento de la intimidad de las personas, produce en el ser humano un enmudecimiento del espíritu, un sentimiento de gratitud por lo que se percibe como un don o regalo inmerecido, una impresión de estar pisando terreno sagrado. De hecho, todos podemos remitirnos a alguna ocasión en la que, en conversación íntima con un amigo, al acabar de escuchar, no hemos encontrado palabras adecuadas para decir nada. En esos casos, quizá la prueba de mayor gratitud o de "correspondencia" sea precisamente el silencio; un silencio, eso sí, cuajado de respuesta.
Hay veces en las que no se puede decir nada... porque las palabras lo estropean todo. Hay cosas que la única contestación que merecen o que exigen es el silencio; hay cosas con las que solo puede mantenerse conversación en silencio. Porque o el lenguaje es limitado, o uno es limitado, o ambas cosas. Pero algunas cosas, si se expresan, se profanan. Así ocurre en las experiencias de encuentro: con un amigo, con un paisaje, una obra de arte. En esos momentos, pronunciar algo es mancharlo; hablar es romperlo. Algunas veces la comunicación con las cosas y también con las personas requiere como condición que haya silencio; solamente silencio. Y no un silencio para llenar, sino como medio de entendimiento.
Cuando se tiene la suerte de topar con alguien que tiene algo -poco o mucho- que decir; cuando se tiene la suerte de que esas personas te abran sus puertas y dejan que te asomes y penetres en su mundo interior, en la mayor parte de los casos solo se puede contestar enmudeciendo. Y ese silencio quiere ser entonces un homenaje: la mayor muestra de agradecimiento y de admiración. Porque no se trata de un silencio vacío sino pletórico de contenido: no significa carencia sino plenitud.
El silencio es importante en la amistad. Estar con un amigo es también poder estar en silencio sin miedo a que éste tenga que romperse y sin sentir la necesidad perentoria de tener que llenarlo con palabras. No hay verdadera amistad entre dos amigos si no saben disfrutar y valorar su silencio. El silencio es en sí mismo un espacio y un tiempo para compartir. Rico de contenido y esencialmente valioso porque supone una íntima comunión de espíritus.
LA INTERIORIDAD
La amistad está también muy relacionada con la interioridad. Entre dos amigos ésta es más rica y sólida cuanta mayor sea la intimidad, la interioridad de cada uno de ellos. Hay quienes tienen un gran mundo interior; tienen mucho que decir porque son personas que integran en sí todo lo que hay a su paso: una frase que ha dicho en clase el profesor, la actitud de tal o cual persona, la satisfacción de haber llegado al pico de la montaña, la crisis que le produce una situación difícil de trabajo, un libro que ha leído, los tirones de la madurez.
Así es como las personas se van enriqueciendo por dentro y como su interioridad cobra cada vez mayor volumen: integrando la experiencia, la vivencia personal y las de las otras personas. Aprendemos también a través de las vivencias de los demás, de la experiencia ajena. Quien está atento a su alrededor aprovecha todo intensamente.
Se puede aprender a sentir de un modo distinto al propio; se puede aprender a pensar de manera diferente a la que uno piensa; se puede aprender a valorar cosas que yo no valoro. Escuchar a las personas y tratar de ser ellas, nos permite conocer el mundo desde mil perspectivas diferentes a las nuestras. Y eso conlleva ampliación personal, crecimiento, enriquecimiento, altura, perspectiva y profundidad. La interioridad rica hace que la relación entre los amigos se amplíe. Una amiga me decía hace poco -hablando de otra persona-la satisfacción que le producía tratar con ella "porque es de esas personas que tienen algo que aportar".
El conocimiento que alimenta la intimidad es-una vez más-el que sabe mirar, sabe escuchar, sabe estar. La sola convivencia con las personas, o el mero estar junto a las cosas o entre las cosas (junto al mar rodeado de un bellísimo paisaje, o entre las obras magníficas del Louvre) no basta. Más de una vez las ratas habrán correteado por los pasillos del Louvre; sin embargo, todavía no hemos tenido ocasión de encontrarlas embelesadas frente a la Venus de Milo, tras haber pasado frente a ella toda la noche. Para las personas, las que son capaces de ello, las cosas tienen una historia que contar, la naturaleza tiene algo que transmitir y todo lo que encuentran es capaz de darles un mensaje.
El hombre con interioridad es capaz de ver sentido a todas las cosas; y en cierto modo de darles él mismo el sentido puesto que es él quien lo capta, lo descubre y -en ese sentido lo crea, lo recrea. Por eso, forma parte del "tesoro" de la amistad tener amigos con un gran mundo interior.
La amistad de las personas es un regalo. El regalo es mayor cuanta mayor sea la interioridad y la intimidad compartida. Esta debe cuidarse y en ella juega un papel muy importante el saber mirar porque puede franquearnos el paso al alma del amigo.
Una vez dentro, el mundo se abre ante nosotros de un modo desconocido y luminoso que provoca en nosotros muy diversos sentimientos (admiración, compasión, respeto, etc.), pero siempre el de "desear el bien del amigo, por el amigo mismo" (Aristóteles).
Diego Torrente
La vida de cada hombre termina de la misma manera. Es solamente los detalles de cómo vivió y cómo murió que distinguen a un hombre de otro.
Ernest Hemingway
La razón por la cual me pareció actuar es porque mi padre falleció. Murió muy joven. Yo iba a ir a la escuela de medicina. El sueño de mi padre era que todos sus hijos se convierten en doctores. Me di cuenta de que en la escuela no me gustó. Cuando murió, fue como una llamada de atención. La vida es demasiado corta como para hacer algo que no quieres hacer.
Adepero Oduye
Dios no muere el día en que dejamos de creer en una deidad personal, pero murió en el día en que nuestras vidas dejan de ser iluminados por el resplandor constante, renovada diariamente, por un milagro, la fuente de la que está más allá de toda razón .
Dag Hammarskjold