Para que sirve la utopia eduardo galeano ( 3 )
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La divinización del mercado, que compra cada vez menos y paga cada vez peor, permite atiborrar de mágicas chucherías a las grandes ciudades del sur del mundo, drogadas por la religión del consumo, mientras los campos se agotan, se pudren las aguas que los alimentan y una costra seca cubre los desiertos que antes fueron bosques
Eduardo Galeano
Países en desarrollo es el nombre con que los expertos designan a los países arrollados por el desarrollo ajeno
Eduardo Galeano
Mundo: Lugar peligroso. A pesar de desaparición de la amenaza soviética, el mundo continúa siendo un lugar peligroso (George Bush, mensaje anual al Congreso, 1991)
Eduardo Galeano
Las teorías de Milton Friedman le dieron el Premio Nobel; a Chile le dieron el general Pinochet
Eduardo Galeano
En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol
Eduardo Galeano
La llamada comunidad internacional ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?
Eduardo Galeano
Son cada vez más las ciudades, y sobre todo las ciudades del sur, donde la gente está prohibida. Impunemente, los automóviles usurpan el espacio humano, envenenan el aire y, con frecuencia, asesinan a los intrusos que invaden su territorio conquistado
Eduardo Galeano
Si se prohíbe la industria de la droga, industria asesina, ¿por qué no se prohíbe la industria de armamentos, que es la más asesina de todas?
Eduardo Galeano
A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder
Eduardo Galeano
Riqueza: Según los ricos, no produce la felicidad. Según los pobres, produce algo bastante parecido. Pero las estadísticas indican que los ricos son ricos porque son pocos, y las fuerzas armadas y la policía se ocupan de aclarar cualquier posible confusión al respecto
Eduardo Galeano
Al Norte y al Sur, al Este y al Oeste, el hombre serrucha, con delirante entusiasmo, la rama donde está sentado
Eduardo Galeano
No hay que confundir la sombra con el hueso; la democracia puede ser solamente una ficción que enmascare la dictadura económica
Eduardo Galeano
Cuando se van a tomar decisiones que afectan a más de una generación, que de alguna manera pueden hipotecar el destino de tus hijos o el de los hijos de tus hijos, eso tiene que ser Plebiscitado. No puede ser decidido por un gobierno y chao
Eduardo Galeano
Tiene unas horas de edad la Nicaragua recién nacida en los escombros, verdor nuevito entre las ruinas del saqueo y de la guerra; y la cantora luz del primer día de la Creación alegra el aire que huele a quemado.
Eduardo Galeano
El Este ya no es el contrapeso del Oeste. Una nueva era: los Estados Unidos pueden ejercer impunemente su función de policías del mundo. Y ya se sabe que este país, que nunca fue invadido por nadie, tiene la vieja costumbre de invadir a los demás. En un par de siglos de vida independiente, más de doscientas agresiones armadas contra otros países independientes
Eduardo Galeano
En sus 10 mandamientos, Dios olvidó mencionar a la naturaleza. Entre las órdenes que nos envió desde el monte Sinaí, el Señor hubiera podido agregar, pongamos por caso: Honrarás a la naturaleza de la que formas parte. Pero no se le ocurrió
Eduardo Galeano
La cibercomunidad naciente encuentra refugio en la realidad virtual, mientras las ciudades tienden a convertirse en inmensos desiertos llenos de gente, donde cada cual vela por su santo y está cada cual metido en su propia burbuja
Eduardo Galeano
Los presos son pobres, como es natural, porque solo los pobres van presos en países donde nadie va preso cuando se viene abajo un puente recién inaugurado, cuando se derrumba un banco vaciado o cuando se desploma un edificio construido sin cimientos
Eduardo Galeano
La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas
Eduardo Galeano
Quien no tiene miedo al hambre tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados
Eduardo Galeano
El mar
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
?¡Ayúdame a mirar!
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
?¡Ayúdame a mirar!
Eduardo Galeano
El mundo
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso ?reveló?. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todos los demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos juegos, juegos bobos no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso ?reveló?. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todos los demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos juegos, juegos bobos no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Eduardo Galeano
Un caso muy común
Doña Chila Monti ya tenía unos cuantos años y estaba más cerca del arpa que de la guitarra. Bien lo sabía su hijo Horacio, pero se pegó tremendo susto cuando la vio como la vio: las manos tembleques, los ojos salidos, las piernas flojas que no podían caminar... ¿Qué pasó? ¿Qué pasó?, preguntó el hijo. Y la madre con un resto de voz, la poca voz que le quedaba, alcanzó a musitar: ?Me robaron?. El hijo quiso saber qué cosas le habían robado. Y ahí ella pegó un salto y resucitó, furiosa, indignadísima, ?Vos bien sabés que no tengo nada yo, ¿Qué cosas me iban a robar? ¡Ninguna! Cómo se te ocurre semejante barbaridad...¿Tengo cosas yo? Bien sabe Dios que cuando me llegue la hora subiré sin nada...? Bueno, bueno, dijo Horacio, pero si decís que te robaron... ?Sí, me robaron? ¿Y qué se llevaron? ?Las ideas?.
Doña Chila Monti ya tenía unos cuantos años y estaba más cerca del arpa que de la guitarra. Bien lo sabía su hijo Horacio, pero se pegó tremendo susto cuando la vio como la vio: las manos tembleques, los ojos salidos, las piernas flojas que no podían caminar... ¿Qué pasó? ¿Qué pasó?, preguntó el hijo. Y la madre con un resto de voz, la poca voz que le quedaba, alcanzó a musitar: ?Me robaron?. El hijo quiso saber qué cosas le habían robado. Y ahí ella pegó un salto y resucitó, furiosa, indignadísima, ?Vos bien sabés que no tengo nada yo, ¿Qué cosas me iban a robar? ¡Ninguna! Cómo se te ocurre semejante barbaridad...¿Tengo cosas yo? Bien sabe Dios que cuando me llegue la hora subiré sin nada...? Bueno, bueno, dijo Horacio, pero si decís que te robaron... ?Sí, me robaron? ¿Y qué se llevaron? ?Las ideas?.
Eduardo Galeano
¿Y de qué te sirve poseer las estrellas? -me sirve para ser rico-¿y de qué te sirve ser rico? -me sirve para comprar más estrellas.
Antoine de Saint-Exupéry
El ajedrez procura una suerte de inteligencia que sirve únicamente para jugar al ajedrez.
Miguel De Unamuno
Los seres humanos serán más felices cuando encuentren caminos para vivir como las antiguas comunidades primitivas. Esa es mi utopía.
Kurt Vonnegut
Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
Oscar Wilde
No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.
Sorcha Carey
Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra.
Gabriel GarcÃa Márquez
El artista sabe lo que hace, pero para que merezca la pena debe saltar esa barrera y hacer lo que no sabe.
Eduardo Chillida
Se todo lo que pasa en el mundo
sólo me importa lo que te pasa a ti;
tú eres para mí, más importante
que el destino de la tierra,
más importante que el porvenir del hombre.
Ninguna causa, ninguna idea,
ninguna utopía me haría renunciar a ti.
En el fondo, poco me importa
si el agujero de ozono se agranda
o si la humanidad desaparece dentro de cien años;
de nada sirvieron las palabras de los sabios
ni los milagros de los santos;
no se pudo evitar una sola guerra,
un solo sufrimiento,
una sola injusticia en este mundo
desde que el mundo es mundo,
y yo que apenas soy un hombre que te ama,
¿Qué puedo hacer...?
me dirás que soy egoísta, tal vez,
que me preocupa solo mi dicha.
Es cierto. Pero mi dicha,
lo sabes ¡Eres tú!
Y todo lo que te pasa me preocupa,
todo el resto no cuenta, no sirve,
no vale una sola sonrisa tuya;
si no te tengo, si algo llegara a sucederte,
si por algún motivo dejaras de amarme,
para mí sería el fin del mundo,
de un mundo que solo tú justificas,
que solo tu le das sentido.
Ningún esfuerzo valdría la pena,
ningún Dios me devolvería tu alma,
ninguna mujer me daría tu amor, el mismo amor,
ninguna razón sería suficiente
para seguir vivo, si de pronto,
si por algún motivo, me faltaras tú, amor mío.
sólo me importa lo que te pasa a ti;
tú eres para mí, más importante
que el destino de la tierra,
más importante que el porvenir del hombre.
Ninguna causa, ninguna idea,
ninguna utopía me haría renunciar a ti.
En el fondo, poco me importa
si el agujero de ozono se agranda
o si la humanidad desaparece dentro de cien años;
de nada sirvieron las palabras de los sabios
ni los milagros de los santos;
no se pudo evitar una sola guerra,
un solo sufrimiento,
una sola injusticia en este mundo
desde que el mundo es mundo,
y yo que apenas soy un hombre que te ama,
¿Qué puedo hacer...?
me dirás que soy egoísta, tal vez,
que me preocupa solo mi dicha.
Es cierto. Pero mi dicha,
lo sabes ¡Eres tú!
Y todo lo que te pasa me preocupa,
todo el resto no cuenta, no sirve,
no vale una sola sonrisa tuya;
si no te tengo, si algo llegara a sucederte,
si por algún motivo dejaras de amarme,
para mí sería el fin del mundo,
de un mundo que solo tú justificas,
que solo tu le das sentido.
Ningún esfuerzo valdría la pena,
ningún Dios me devolvería tu alma,
ninguna mujer me daría tu amor, el mismo amor,
ninguna razón sería suficiente
para seguir vivo, si de pronto,
si por algún motivo, me faltaras tú, amor mío.
lucas arias
Persigo una utopía pero esta se me aleja cada vez que me acerco, entonces ¿para que sirve una utopía? pues para eso, para caminar...
El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.
Jorge Bucay