Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Parecen ( 4 )

Parecen. Encuentra docenas de parecen con fotos para copiar y compartir.


los pajaros cantan
al salir el sol
las ramas y las ojas de los arboles
se ajitan al soplar de la brisa,
en el cielo las aves observando
el paisaje desde arriba
volando libres haciendo su canto,
el cielo esta celeste,
solo unas nubes alla a lo lejos
parecen formar unas figuras...
las mariposas de colores
se posan sobre las flores
sacando su polem,
todo refleja felicidad y armonia
en un calido dia.
la noche ya empiesa a caer,
los pajaros, las aves
ya todos se empiesan a esconder
empiesa a caer el sol y la luna
cominza a aparecer y las estrellas
una a una se comienzan a ver....


cesar gustavo benitez


PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente




La mayoría de las veces, los sentimientos solo parecen estar en el camino. Son un lujo para el, un concepto burgués inactivo. Sentimientos están sobrevalorados.


Nick Cave


¡Y esos ojos! Contemplarlos es como sumergir la mirada en algo profundo, angustiosamente abisal. Con su brillante negrura, esos ojos parecen no decir nada y expresar, a la vez, lo inexpresable, a tal punto resultan conocidos y desconocidos al mismo tiempo.


Robert Walser


Deseo. Dos llamas que apagan su calor cuando están más fundidas, y tienen más desolación cuando parecen más unidas.


Homero Aridjis


Los sueños son a menudo más profundos cuando parecen más locos.


Sigmund Freud




Es evidente que las leyes escritas no se parecen, ni por el forro, a las leyes naturales. ¡Valiente majestad la de esos pergaminos viejos que cualquier revolución quema en la plaza pública aventando las cenizas para siempre! Una ley que necesita del gendarme usurpa el nombre de ley. No es tal ley: es una mentira odiosa


Rafael Barrett


No vine a decir que sí ni a recordar lo que fui... ni a oir políticos que dicen que hablarán por mí; trato y trato y no recuerdo cuándo se los pedí; ni me parecen maneras de exigir mi elección para cambiar los payasos que saquean mi Nación.


Fernando Delgadillo


Pequeñas cosas parecen nada, pero dan la paz, como las praderas de flores que parecen poco, pero todas juntas llenan el aire de perfume.


Georges Bernanos




Yo soy libre, al margen de las normas que me rodean. Si las encuentro soportables, las soporto; si me parecen detestables, las quebranto. Soy libre porque sé que soy moralmente responsable de todo lo que hago.


Robert A. Heinlein


Los niños parecen naturalmente atraídos a la poesía - es una combinación de la rima, el ritmo y las palabras mismas.


Jack Prelutsky


Estamos avanzando militarmente, no hay duda sobre eso. Usted ha visto los informes de Misrata, a pesar de los informes de las fuerzas de Gaddafi completamente retirarse de Misrata parecen ser exageradas.


William Hague


Hillary Clinton me molesta mucho. Me di cuenta el otro día que sus pensamientos se parecen mucho a Karl Marx. Ella cuelga alrededor de una gran cantidad de los marxistas. Todos sus amigos son marxistas.


Dick Armey




El mundo se rige más por la apariencia de la realidad por lo que es totalmente necesaria para parecen saber algo tan saberlo.


Daniel Webster


¿A qué distancia las estrellas parecen y en qué medida es nuestro primer beso, y ah, qué edad mi corazón.


William Butler Yeats


Claro que es divertido para charlar con las personas con antecedentes de interés que parecen tener una pasión por su empresa. Sin embargo, una entrevista de trabajo no es una charla amistosa. Es necesario determinar si los candidatos, ¿pueden realmente hacer el trabajo. Así que les pedimos que probarlo.


Kathryn Minshew


Incluso durante los peores dificultades, cuando las otras cosas en nuestras vidas parecen desmoronarse, todavía podemos encontrar la paz en el amor eterno de Dios.


Armstrong Williams


No voy a decirle a la gente dónde dar dinero, pero si hay que ser un foco de luz derramada en mí, entonces me gustaría dirigir la atención hacia las causas que me parecen dignos o sobre figuras interesantes y progresistas.


Scarlett Johansson


El matrimonio gay ha saltado del armario a la página principal. Todos, desde el presidente de los EE.UU. a la retirada general de cuatro estrellas Colin Powell está adoptando el tema, ahora con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses. Sin embargo, algunas personas, como la ex primera dama Laura Bush parecen estar en conflicto.


Kitty Kelley


Empecé a escribir cuando era joven, cosas sobre la exposición de la verdad acerca de cómo las personas no son lo que parecen, sobre la forma en que son mucho más disfuncional de lo que parecen. Tirar de la cortina - que se sentía inteligente. Pero a medida que fui creciendo, exponiendo cómo las personas frágiles pueden ser parece cada vez menos profundo.


Mike White


Nunca he entendido por vacaciones de la actividad, ya que parecen tener demasiada actividad en nuestra vida diaria como es. Encontrar una cultura en la holgazanería es el orden del día y en el que no entiende nuestra necesidad de estar constantemente haciendo cosas. Buscar un lugar se puede disfrutar de unas vacaciones hamaca.


Tom Hodgkinson


En estos días la política, la religión, los medios de comunicación parecen tener todo mezclado. Televisión se convirtió en la nueva religión mucho tiempo atrás y los medios de comunicación se ha hecho cargo.


Van Morrison


Yo personalmente no me gusta ir a ver comedias románticas. Pero la gente quiere ver, y ellos parecen querer verme en ellos.


Matthew McConaughey


Bueno, algunos problemas de matemáticas parecen simples, y que traten de un año o así, y luego probarlos durante cien años, y resulta que son muy difíciles de resolver.


Andrew Wiles


Hay una esterilidad culturales generalizada en el arte y la cultura política. Pero hay algunos focos de resistencia en los márgenes extremos, como los movimientos de tecno-inteligente de protesta, pequeña prensa, los cómics de propiedad creador, que parecen estar recibiendo algunas señales de esperanza para el futuro.


Alan Moore


Trastornos por déficit de atención parecen abundar en la sociedad moderna, y no sabemos la causa.


Marilyn vos Savant




La confianza no es simplemente una cuestión de veracidad, o incluso constancia. También es una cuestión de amistad y buena voluntad. Confiamos en aquellos que tienen nuestros mejores intereses en el corazón, y la desconfianza a los que parecen sordos a nuestras preocupaciones.


Gary Hamel


Los sueños parecen reales, pero están en su mente, por lo que se dan cuenta de que el mundo físico es también una construcción, lo que demuestra que la mente puede afectar la realidad de más maneras que usted puede imaginar.


Stephen LaBerge


¿Alguna vez has notado cuando se mira en un espejo, a menos que estés realmente deprimido o algo así, la persona en el espejo por lo general se ve un poco más competente, un poco más curioso, un poco más inteligente de lo que realmente se siente de ser? A menudo parecen más interesantes y más espiritual.


Gregory Maguire


A menudo me parece que los actores de las películas de secundaria parecen demasiado viejo.


Roger Ebert


No hay nada malo con la paz y el amor. Es muy lamentable que muchos de los seguidores de Cristo parecen estar de acuerdo.


Richard Dawkins


Va a encontrar los hombres que quieren ser llevado sobre los hombros de los demás, que piensan que el mundo les debe la vida. No parecen ver que todos tenemos que levantar juntos y aunar esfuerzos.


Henry Ford


Escribo y escribo y escribo, y luego editarlo a las partes que me parecen divertidos, o que ayudan a la historia, o que voy a escribir un cuaderno lleno de ideas de anécdotas o puntos de la historia, y luego voy a tratar y organizarlos de una manera que les cuente una historia semi-cohesivo.


Al Yankovic


Bueno, yo no estoy tratando de deshacerse de los sindicatos, pero estoy diciendo que ellos parecen ser un concepto anticuado en la economía actual.


Jim DeMint


Mis propios ideales de la universidad son los de una auténtica democracia y la erudición seria. Estos dos, de hecho, parecen ir de la mano.


Woodrow Wilson


Vista científico final en el temor y el misterio, perdieron en el borde de la incertidumbre, pero que parecen ser tan profundo y tan impresionante que la teoría de que todo está ordenado como un escenario para que Dios observe el combate del hombre entre el bien y el mal parece inadecuado.


Richard Feynman


Las mujeres tienen liftings en una sociedad en la que las mujeres sin ellas parecen desaparecer de la vista.


Naomi Wolf


He sido principalmente interesado en cómo y por qué la gente común hace cosas inusuales, cosas que parecen ajenos a su naturaleza. ¿Por qué las buenas personas a veces actúan mal? ¿Por qué la gente inteligente a veces hacen cosas tontas o irracional?


Philip Zimbardo


Todas las cosas que me parecen hermosas tienen una oscuridad sobre ellos.


Paloma Faith


Los videojuegos parecen ser sobre todo una cosa de chicos - vistos por chicos jóvenes y creado por los muchachos grandes. Yo creo que si hay más vídeos de juegos fueron creados por las mujeres, la violencia de estos juegos - especialmente contra las mujeres - sería rápidamente bajó el tono.


Madeleine M. Kunin