Pensamientos marcel proust
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A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear.
¿Buscar? No solo buscar, crear
La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos, después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros
Los vínculos que nos unen a una persona resultan santificados cuando se pone en el mismo punto de vista que nosotros para juzgar una de nuestras tareas.
Así ocurre con nuestro pasado. Es trabajo perdido el querer evocarlo, e inútiles todos los afanes de nuestra inteligencia
Cuando nos vemos al borde del abismo y parece que Dios nos ha abandonado, ya no vacilamos en esperar de él un milagro.
El plagio humano del que resulta más difícil escapar, para los individuos (e incluso los pueblos que perseveran en sus faltas y van agravándolas), es el de uno mismo.
La adolescencia es la única época en la que he aprendido algo
Cada beso llama otro beso. ¡Con qué naturalidad nacen los besos en esos tiempo primeros del amor! Acuden apretándose unos contra otros; y tan difícil sería cortar los besos que se dan en una hora...
Mientras los hombres son libres de hacer lo que debe, la libertad de decir lo que piensan, libre de pensar lo que quieran, la libertad nunca puede ser perdido y la ciencia nunca puede retroceder.
La verdadera felicidad no consiste en encontrar nuevas tierras, sino en ver con otros ojos.
Llegamos a ser moral cuando somos infelices.
A la mala costumbre de hablar de uno mismo y de los propios defectos hay que añadir, como formando bloque con ella, ese otro hábito de denunciar, en los caracteres de los demás, defectos análogos ...
¿Quién lee mejor que un chico?
Resulta asombrosa la poca imaginación de los celos, que pasan el tiempo haciendo suposiciones falsas, cuando de lo que se trata es de descubrir la verdad.
Solo a través del arte podemos salir de nosotros mismos y saber lo que otra persona ve.
Las personas que no están en el amor no puede entender cómo un hombre inteligente puede sufrir a causa de una mujer común y corriente. Esto es como estar sorprendido de que nadie debe ser atacado p...
Los días pueden ser iguales para un reloj, pero no para un hombre.
La enfermedad es el médico al que pagamos más atención, a la bondad, a los conocimientos, hacemos promesas solamente; dolor que obedecen.
La felicidad es saludable para los cuerpos, pero es la pena lo que desarrolla las fuerzas del espíritu
Tan pronto como uno es infeliz se hace moral
El único paraíso es el paraíso perdido
Los paraísos perdidos solo están en nosotros mismos
Todo lo grande en el mundo viene de los neuróticos
Más difícil aún que llevar una vida ordenada es imponérselo a otros
A partir de cierta edad hacemos como que no nos importan las cosas que más deseamos.
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las En cuanto somos desdichados, nos volvemos morales
Mentimos toda la vida incluso -o sobre todo o tal vez sólo- a quienes nos aman.
Nuestros deseos se ponen trabas mutuamente y en la confusión de la vida raras veces una dicha corresponde exactamente a aquel que la había reclamado.
La felicidad en el amor no es un estado normal.
El tiempo de que disponemos cada día es elástica, las pasiones que sentimos que dilatan, los que nos inspiran reducirlo, y la costumbre llena.
No debemos tener miedo de ir demasiado lejos, porque la verdad está más allá.
Como muchos intelectuales, que era incapaz de decir una cosa simple de una manera simple.
En una separación el único que no es muy querido es el que dice las cosas más tiernas.
Cada lector se encuentra. El trabajo del escritor no es más que una especie de instrumento óptico que permite que el lector pueda discernir lo que, sin este libro, que tal vez nunca han visto en sí...
Dejemos las mujeres bonitas a los hombres carentes de imaginación.
Si un poco que soña es peligroso, la curación para ella no es soñar menos, pero soñar más, a soñar todo el tiempo.
Un cambio en el tiempo es suficiente para recrear el mundo y de nosotros mismos.
Somos sanados del sufrimiento solamente cuando lo experimentamos a fondo.
Nuestras entonaciones contienen nuestra filosofía de la vida, lo que cada uno de nosotros está constantemente diciendo a sí mismo de las cosas.
