Poema blanco de octavio paz
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Tendida,
piedra hecha de mediodía,
ojos entrecerrados donde el blanco azulea,
entornada sonrisa.
Te incorporas a medias y sacudes tu melena de león.
Luego te tiendes,
delgada estría de lava en la roca,
rayo dormido.
Mientras duermes te acaricio y te pulo,
hacha esbelta,
flecha con que incendio la noche.
El mar combate allá lejos con espadas y plumas.
piedra hecha de mediodía,
ojos entrecerrados donde el blanco azulea,
entornada sonrisa.
Te incorporas a medias y sacudes tu melena de león.
Luego te tiendes,
delgada estría de lava en la roca,
rayo dormido.
Mientras duermes te acaricio y te pulo,
hacha esbelta,
flecha con que incendio la noche.
El mar combate allá lejos con espadas y plumas.
Octavio Paz
Miedo
La sombra de una duda sobre mí se levanta
cuando llega el arrullo de tu voz a mi oído;
miedo de conocerte; pero en el miedo hay tanta
pasión, que me parece que ya te he conocido.
Yo adiviné el misterio cantor de tu garganta.
¿Será que lo he soñado? Tal vez lo he presentido:
mujer cuando promete y nido cuando canta;
mentira en la promesa y abandono en el nido.
Quizá no conocernos fuera mejor; yo siento
cerca de ti el asalto de un mal presentimiento
que me pone en los labios una emoción cobarde.
Y si asoma a mis ojos la sed de conocerte,
van a ti mis audacias, mujer extraña y fuerte,
pero el amor me grita: -¡si has llegado muy tarde!...
La sombra de una duda sobre mí se levanta
cuando llega el arrullo de tu voz a mi oído;
miedo de conocerte; pero en el miedo hay tanta
pasión, que me parece que ya te he conocido.
Yo adiviné el misterio cantor de tu garganta.
¿Será que lo he soñado? Tal vez lo he presentido:
mujer cuando promete y nido cuando canta;
mentira en la promesa y abandono en el nido.
Quizá no conocernos fuera mejor; yo siento
cerca de ti el asalto de un mal presentimiento
que me pone en los labios una emoción cobarde.
Y si asoma a mis ojos la sed de conocerte,
van a ti mis audacias, mujer extraña y fuerte,
pero el amor me grita: -¡si has llegado muy tarde!...
Andrés Eloy Blanco
Primera Estación
Ya rindió una jornada la fiebre de mis brazos
y aún están los leones de mi numen erguidos:
los músculos alertas para nuevos zarpazos
y firmes los pulmones para nuevos rugidos.
Ya rindió una jornada la fiebre de mis brazos
y aún están los leones de mi numen erguidos:
los músculos alertas para nuevos zarpazos
y firmes los pulmones para nuevos rugidos.
Andrés Eloy Blanco
Luna de Abril
Luna de abril, descotada,
con aguazal circunscrito,
desnuda, con desnudez
pura de pecho con niño.
Luna llena, ubre de vaca,
con lucero becerrillo;
¡qué puro se pone el pecho
cuando se le cuelga el niño!
Esta noche yo no siento
ni sombra de odio por nadie
ni pena de verme preso,
ni ganas de que me quiten
los grillos que me pusieron.
Nada hay más impuro, nada,
que el pecho de las mujeres,
pero no hay nada más puro
ni mejor para mirarlo
que un pecho fuera del pecho
y un niño al lado.
Luna de abril, descotada,
con aguazal circunscrito,
desnuda, con desnudez
pura de pecho con niño.
Luna llena, ubre de vaca,
con lucero becerrillo;
¡qué puro se pone el pecho
cuando se le cuelga el niño!
Esta noche yo no siento
ni sombra de odio por nadie
ni pena de verme preso,
ni ganas de que me quiten
los grillos que me pusieron.
Nada hay más impuro, nada,
que el pecho de las mujeres,
pero no hay nada más puro
ni mejor para mirarlo
que un pecho fuera del pecho
y un niño al lado.
Andrés Eloy Blanco
A Florinda En Invierno
Al hombre mozo que te habló de amores
dijiste ayer, Florinda, que volviera,
porque en las manos te sobraban flores
para reírte de la Primavera.
Llegó el Otoño: cama y cobertores
te dio en su deshojar la enredadera
y vino el hombre que te habló de amores
y nuevamente le dijiste: -Espera.
Y ahora esperas tú, visión remota,
campiña gris, empalizada rota,
ya sin calor el póstumo retoño
que te dejó la enredadera trunca,
porque cuando el amor viene en Otoño,
si le dejamos ir no vuelve nunca.
Al hombre mozo que te habló de amores
dijiste ayer, Florinda, que volviera,
porque en las manos te sobraban flores
para reírte de la Primavera.
Llegó el Otoño: cama y cobertores
te dio en su deshojar la enredadera
y vino el hombre que te habló de amores
y nuevamente le dijiste: -Espera.
Y ahora esperas tú, visión remota,
campiña gris, empalizada rota,
ya sin calor el póstumo retoño
que te dejó la enredadera trunca,
porque cuando el amor viene en Otoño,
si le dejamos ir no vuelve nunca.
Andrés Eloy Blanco
Regreso Al Mar
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.
No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.
Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.
Andrés Eloy Blanco
El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber)
para correr sin perder el equilibrio.
para correr sin perder el equilibrio.
Platón
La pobreza es un problema de todos. Corta a través de cualquier línea que usted puede nombrar: la edad, la raza, sociales, geográficas o religiosas. Tanto si eres negro o blanco, rico, de clase media o pobres, todos somos tocados por la pobreza.
Kathleen Blanco
No Son Para La Lira...
No son para la Lira manos que odian la calma;
¡para cantarte me he pulsado el alma!
Con un temblor de novia que se inicia,
con un azoramiento de novicia,
el candor de las páginas, rebaño de gacelas,
aguarda ante mis ojos la llegada del Cántico,
virgen como la espuma del Atlántico
antes del paso de las carabelas...
No son para la Lira manos que odian la calma;
¡para cantarte me he pulsado el alma!
Con un temblor de novia que se inicia,
con un azoramiento de novicia,
el candor de las páginas, rebaño de gacelas,
aguarda ante mis ojos la llegada del Cántico,
virgen como la espuma del Atlántico
antes del paso de las carabelas...
Andrés Eloy Blanco
Silencio
Cuando tú te quedes muda,
cuando yo me quede ciego,
nos quedarán las manos
y el silencio.
Cuando tú te pongas vieja,
cuando yo me ponga viejo,
nos quedarán los labios
y el silencio.
Cuando tú te quedes muerta,
cuando yo me quede muerto,
tendrán que enterrarnos juntos
y en silencio;
y cuando tú resucites,
cuando yo viva de nuevo,
nos volveremos a amar
en silencio;
y cuando todo se acabe
por siempre en el universo,
será un silencio de amor
el silencio.
Cuando tú te quedes muda,
cuando yo me quede ciego,
nos quedarán las manos
y el silencio.
Cuando tú te pongas vieja,
cuando yo me ponga viejo,
nos quedarán los labios
y el silencio.
Cuando tú te quedes muerta,
cuando yo me quede muerto,
tendrán que enterrarnos juntos
y en silencio;
y cuando tú resucites,
cuando yo viva de nuevo,
nos volveremos a amar
en silencio;
y cuando todo se acabe
por siempre en el universo,
será un silencio de amor
el silencio.
Andrés Eloy Blanco
La Órbita Del Agua
Vamos a embarcar, amigos,
para el viaje de la gota del agua.
Es una gota, apenas, como el ojo de un pájaro.
Para nosotros no es sino un punto,
una semilla de luz,
una semilla de agua,
la mitad de lágrimas de una sonrisa,
pero le cabe el cielo
y sería el naufragio de una hormiga.
Vamos a seguir, amigos,
la órbita de la gota de agua:
De la cresta de una ola
salta, con el vapor de la mañana;
sube a la costa de una nube
insular en el cielo, blanca, como una playa;
viaja hacia el Occidente,
llueve en el pico de una montaña,
abrillanta las hojas,
esmalta los retoños,
rueda en una quebrada,
se sazona en el jugo de las frutas caídas,
brinca en las cataratas,
desemboca en el río, va corriendo hacia el Este,
corta en dos la sabana,
hace piruetas en los remolinos
y en los anchos remansos se dilata
como la pupila de un gato,
sigue hacia el Este en la marea baja,
llega al mar, a la cresta de su ola
y hemos llegado, amigos... Volveremos mañana.
Vamos a embarcar, amigos,
para el viaje de la gota del agua.
Es una gota, apenas, como el ojo de un pájaro.
Para nosotros no es sino un punto,
una semilla de luz,
una semilla de agua,
la mitad de lágrimas de una sonrisa,
pero le cabe el cielo
y sería el naufragio de una hormiga.
Vamos a seguir, amigos,
la órbita de la gota de agua:
De la cresta de una ola
salta, con el vapor de la mañana;
sube a la costa de una nube
insular en el cielo, blanca, como una playa;
viaja hacia el Occidente,
llueve en el pico de una montaña,
abrillanta las hojas,
esmalta los retoños,
rueda en una quebrada,
se sazona en el jugo de las frutas caídas,
brinca en las cataratas,
desemboca en el río, va corriendo hacia el Este,
corta en dos la sabana,
hace piruetas en los remolinos
y en los anchos remansos se dilata
como la pupila de un gato,
sigue hacia el Este en la marea baja,
llega al mar, a la cresta de su ola
y hemos llegado, amigos... Volveremos mañana.
Andrés Eloy Blanco
Si es real la luz blanca de esta lámpara, real la mano que escribe, ¿son reales los ojos que miran lo escrito?
Octavio Paz
Cantan los pájaros, cantan
sin saber lo que cantan:
todo su entendimiento es su garganta.
Octavio Paz
La amistad es un río y un anillo. El río fluye a través del anillo.
El anillo es una isla en el río. Dice el río: antes no hubo río, después sólo río.
Antes y después: lo que borra la amistad. ¿Lo borra? El río fluye y el anillo se forma.
La amistad borra al tiempo y así nos libera. Es un río que, al fluir, inventa sus anillos.
En la arena del río se borran nuestras huellas. En la arena buscamos al río: ¿dónde te has ido?
Vivimos entre olvido y memoria: este instante es una isla combatida por el tiempo incesante
Este poema de amistad refleja cómo este vínculo se va construyendo con el tiempo, fluyendo y reinventándose a través del tiempo.
El anillo es una isla en el río. Dice el río: antes no hubo río, después sólo río.
Antes y después: lo que borra la amistad. ¿Lo borra? El río fluye y el anillo se forma.
La amistad borra al tiempo y así nos libera. Es un río que, al fluir, inventa sus anillos.
En la arena del río se borran nuestras huellas. En la arena buscamos al río: ¿dónde te has ido?
Vivimos entre olvido y memoria: este instante es una isla combatida por el tiempo incesante
Este poema de amistad refleja cómo este vínculo se va construyendo con el tiempo, fluyendo y reinventándose a través del tiempo.
Octavio Paz
Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.
Walt Whitman
La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones. . .
Octavio Paz
Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo. . . . Del miedo al cambio.
Octavio Paz
El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos.
Octavio Paz
La poesia es revelacion de la condicion humana y consagracion de una experiencia historica concreta.
Octavio Paz
Dios perdonará a los que le niegan; pero ¿qué hará con los que cometen maldad en su nombre?.
Jacinto Octavio Picón
En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin es señal de gran necedad.
Aristóteles
El norteamericano blanco relega al negro a la condición de limpiabotas y deduce de ello que solo sirve para limpiar botas.
George Bernard Shaw
El autor es el que menos cobra... De la edición de mi novela Corazón tan blanco, por la que el lector paga ocho dólares, yo me llevo solo 40 centavos.
Javier MarÃas
Boca que arrastra mi boca. Boca que me has arrastrado: boca que vienes de lejos a iluminarme de rayos. Alba que das a mis noches un resplandor rojo y blanco. Boca poblada de bocas: pájaro lleno de pájaros
Miguel Hernández
Entonces, antes de entender, mi corazón se puso blanco como se ponen los cabellos.
Clarice Lispector
Hoy día es frecuente que se vea al votante más que nada como una blanco fácil para la manipulación de los que buscan su consentimiento para ejercer el poder.
Al Gore
Cada vez que el régimen blanco se estabiliza temporalmente en una o varias provincias, las clases dominantes de allí inevitablemente se alian y hacen lo imposible por destruir el Poder rojo.
Mao Zedong
No es una cuestión de negro es hermoso todo lo que es de color blanco no es todo lo que es hermoso.
Bill Cosby
Por extraño que parezca, un golpe que incluso no acierte a dar, puede, bajo ciertas circunstancias, herirnos más que uno que atine en el blanco.
Viktor Frankl
Mi padre era blanco, mi madre era negra, y yo aterricé en el medio. Por lo tanto, ves, no soy nada, todo lo que soy me viene de Dios.
Bob Marley
Y estaban los dientes, también: casi se podían contar millares de dientes dentro de la raya de la boca, y cada pedacito menor que el otro, y más blanco.
Clarice Lispector
Debió de recibir una buena noticia, porque ayer tenía el pelo blanco y hoy apareció completamente rubia.
Adolfo Bioy Casares
Sin la menor duda, el afecto solicito hacia mi persona había impedido a mis amigos traerme algo tan peligroso como es el papel en blanco y ponerlo a disposición de las sílabas que incesantemente segrega mi espíritu.
Günter Grass
En ocasiones solemos coger la pluma y escribimos, sobre una hoja en blanco, signos que dicen esto y aquello: todos los conocen, es un juego que tiene sus reglas.
Hermann Hesse
Supuestamente el cerebro humano es algo parecido a una libreta que se adquiere en la papelería: muy poco mecanismo y muchas hojas en blanco
Alan Turing
Detesto el racismo, porque lo veo como algo barbárico, ya venga de un hombre negro o un hombre blanco
Nelson Mandela
Inclinó hacia atrás el blanco cuello que se dilataba con un suspiro y desfallecida, deshecha en lágrimas con una largo estremecimiento y tapándose la cara, se entregó.
Gustave Flaubert
Cuando hice un test de inteligencia, terminé por entregarlo en blanco, sin marcar ninguna respuesta; estaba totalmente en blanco. Lo peor es que si la vida dependiera de los test de inteligencia, seguramente, yo no habría llegado muy lejos
Richard Branson