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Poema para un hijo en su cumpleaños ( 16 )

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La Partida

Contigo, mano a mano. Y no retiro
la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte
será baza final. Apuesto. Miro

tus cartas, y me ganas siempre. Tiro
las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte
trampas. Y no es posible. Clara suerte
tienes, contrario en el que tanto admiro.

Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda
tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda
igualar todavía. Si mi parte

no basta ya por pobre y mal jugada,
si de tanto caudal no queda nada,
ámame más, Señor, para ganarte.


José García Nieto


Textura de Sueño

No he visto el día
más que a través de tu ausencia
de tu ausencia redonda que envuelve mi paso agitado,
mi respiración de mujer sola.

Hay que están hechos para morirse o para llorar,
días poblados de fantasmas y ecos
en los que ando sobresaltada,
pareciéndome que el pasado va a abrir la puerta
y que hoy será ayer,
tus manos, tus ojos, tu estar conmigo,
lo que hace tan poco era tan real
y ahora tiene la misma
textura del sueño.


Gioconda Belli




Yo Soy Danae

Yo soy Dánae. Desnuda caía en el lecho come
bianca neve scende senza vento.
Y llegó secreto con el fulgor
convertido en monedas de oro que cayeron
sobre mí, alrededor, en el suelo
Díjose a sí mismo una voz y aquel oro de ceca
se arremolinó en un amén y se hizo el varón.
Me encontró virgen, me surcó y me sembró.
Me bebió, como quien se echa con sed sobre un río.
Pero lo pasado pasado está.
Ahora soy vieja, y en un reino de columnas derrumbadas
voy y vengo por entre los cipreses y las palomas.
Me tienen por loca, y piensan que miento
cuando digo que fui desvirgada por Zeus.
Para burlarse de mí baten una moneda en el mármol
y yo pienso que él vuelve, y me quito la ropa
y me dejo caer desnuda en la hierba come
bianca neve scende senza vento.
Ni escucho sus risas. Ya voy vieja
pero nunca pude salir de aquel sueño de antaño.

De "Herba aquí ou acolá" 1980
Tr. César Antonio Molina


Álvaro Cunqueiro


Miniatura Del Beso En Candolim

Al despertarme beso
los labios de mi amada,
que saben a mango y a miedo.
Y me tranquilizo.
Tiene la piel suave
como un amanecer
y lleva en sus tobillos
las ajorcas de plata
que tintinean en mi lecho
y envidian mis hermanas.
En la noche repleta
de espejuelos brillantes
como los de su falda
del Rajasthán,
la beso dulcemente
en los labios
y acaricio su frente
con mis dedos
para entender sus sueños.


José Lupiáñez


Al Salir A La Calle...

Al salir a la calle, sobre los plátanos,
muy por encima y por detrás de sus hojas
doradas y crujientes, el cielo, muy por encima
azul, intenso y transparente de la helada.
A cuatro bajo cero se respira
el aire como si fuera el cielo
que es el aire lo que se respirara.
Corta y se expande y un instante
rebrota antes de herir. Ritmos
de la respiración y el cielo, uno
lugar del otro, volumen
que quien respira retrajera, puro
estar del mundo en el frío,
de un color azul que nadie viera, intenso,
que nadie desde ningún lugar mirara,
aire o cielo no para respirar.

De "Del ojo al hueso" 2001


Olvido García Valdés


Luz Mojada Le Llegaba Del Mar...

A Ricardo Carballo

Luz mojada le llegaba del mar.
¡Qué claro el tiempo
para verla en la playa
con presencia de cosa!
¡Qué sencilla la tarde
para besarla en el pelo
con caricia animal y pura!
¡Luz mojada de sus ojos
llevaba el mar!

De "Mar ao norde" 1932
Tr. Vicente Araguas


Álvaro Cunqueiro




Muerto Al Nacer

No aurora fue. Ni llanto. Ni un instante
bebió la luz. Sus ojos no tuvieron
color. Ni yo miré su boca tierna...

Ahora, ¿sabéis?, lo siento.
Debisteis dármelo. Yo hubiera debido
tenerle un breve tiempo entre mis brazos,
pues solo para mí fue cierto, vivo...

¡Cuántas veces me habló, desde la entraña,
bulléndome gozoso entre los flancos!...


Ángela Figuera Aymerich


Oración

Para este amor que entre ella y yo creamos,
y entre los dos cuidamos y crecimos,
y entre los dos también alimentamos,
un poquito de sangre te pedimos.

Corre dulce y alegre por la acera
y tiene el ojo lleno de entereza,
pero puede caer un día cualquierea
y quedar salpicado de tristeza.

Y se puede mojar en agua mala
y se puede enfermar de pulmonía
y se puede quedar en media sala
con la muerte clavada en la alegría.

Nosotros no podríamos ser felices
sin este amor de carne transparente:
nos matarían las grandes cicatrices
que nos puso el dolor sobre la frente.

Guárdanos este amor de ese siniestro
mal de muerte que ronda almacigales
para toda la vida. Padre nuestro
y Padre de los buenos animales!


Jorge Debravo


Lucía

Lucía es rubia y pálida. Sus quietas
pupilas de princesa vagamente
miran hacia el ocaso, y en su frente
se muere una ilusión. Las violetas

de sus grandes ojeras melancólicas
parece que presienten el intenso
olor del camposanto y el incienso
de preces funerarias y católicas.

Sobre su falda tiene un libro abierto...
Mueve el aire los árboles del huerto,
y a la hoja del libro va una hoja

otoñal...

( En el libro se refiere
cómo besa una hoja que se muere
a una rosa carnal que se deshoja... )

Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!

Hoy las rosas eran más rosas
y las palomas blancas, más blancas
y la risa del niño paralítico
del paseo de invierno estaba

suspensa, quieta, azul y diluida
para ti y para mí.

¡Qué sutil gracia
tiene tu amor, Amada!


Dámaso Alonso




Devocionario

I
La paz no necesita de los héroes.
el heroísmo de la paz es otro.
Es un sereno paso sin angustia
por aquel campo en que acechaban minas.
Y es sobre todo ese convivio afable
de la diversidad de los anónimos.

II
La paz cierra la cripta de los mártires
y los deja dormir, para que olviden
que la tierra es el sitio pavoroso
donde todos los miedos son posibles
Bien se merecen su corona de oro,
bajo la condición de que se duerman.

III
La paz no la hace nadie. Se hace sola.
Lo importante es sembrar una semilla.
La gente piensa que la guerra es fuerte:
!Qué va! La guerra es solo un aneurisma.
Alguien la pincha, y se desangra toda.
La paz en cambio es la verdad de un árbol.

IV
No me pregunten por qué soy pacífico.
Es algo natural, quizás congénito.
Esto es lo que tal vez muchos no entienden
que no todo poeta es un revólver.
Por mí, que los revólveres se esfumen.
Eso sí: No me toquen a la rosa.

"Doy fe de la esperanza" 1985 - 1992


David Escobar Galindo


La Iglesia

En un beato silencio el recinto vegeta.
Las vírgenes de cera duermen en su decoro
de terciopelo lívido y de esmalte incoloro;
y San Gabriel se hastía de soplar la trompeta...

Sedienta, abre su boca de mármol la pileta.
Una vieja estornuda desde el altar al coro...
Y una legión de átomos sube un camino de oro
aéreo, que una escala de Jacob interpreta.

Inicia sus labores el alma reverente.
Para saber si anda de Buenas San Vicente
con tímidos arrobos repica la alcacía...

Acá y allá maniobra después con su plumero,
mientras, por una puerta que da a la cacristía,
irrumpe la gloriosa turba del gallinero.


Julio Herrera y Reissig


Canción

Canción para los que saben
lo que es llorar...
¿Quién pudiera darte al viento
e irse al viento en el cantar!

Canción como lluvia fina
sobre el mar,
que se disuelve y es nube
que sube y vuelve a llorar...

Canción que en el alma es lluvia,
canción que es llanto en el mar...
¡Quién pudiera darte al viento
e irse al viento en el cantar!


Enrique González Martínez


Entrega

Guardaré mi voz en un pozo de lumbre
y será crepúsculo toda la vida.

Ya girarán más leves los cuchillos
porque no encontrarán dónde herirme.
Erguida de rocíos negros,
para ti cantaré.

¡Que no me busquen los sin vista,
que no me llamen los ahogados,
que no me sientan los que huyo!

A mi soledad de reflejos,
amor,
sólo tú.


Carmen Conde




Palabras En La Noche

Cecilia, dulce amiga. Hoy yo quisiera hablarte
con la verdad que nace de un corazón pequeño.
Decirte cómo un día yo quise condenarte.
A ti que fuiste solo la luz para mi sueño.

A ti que fuiste siempre la luz para mi vida,
la luz parada en medio de mi existencia vana,
la luz suave y callada, la luz dulce, esparcida,
valiente en la tristeza, luciente en la mañana.

A ti, blanca presencia del día silencioso,
escala de ternura, licor que yo he bebido.
a ti, prado o colina que esparce su reposo.
A ti a quien tantas veces mi amor ha entristecido.

Decirte, suavizarte, hablarte del rocío,
hablarte de la noche que baja lenta a verte,
cual baja ya tu vida, más dulce al pecho mío,
que quiso un día amarte y vino a deshacerte...


Carlos Bousoño


Momento Melodioso

Eres sobre mi vida
una suave canción de ojos azules.
Nunca sabrás que soy como una llama
que besa agudamente tus cabellos.

En mi silencio quedarás dormida,
clara y azul como un jazmín de oro.
Aquietaré todo rumor del mundo
para que tengas el perfil sereno
sobre el espejo turbio de mi vida.

¡Pasarás como un canto
que va en puntillas para no morir!


Ángel Cruchaga


La Entrega

Llegará para ti la suspirada
derrota, y una tarde florecida
la pasión morderá la pulpa henchida
de tus senos, como una llamarada.

Un velo cruzará por tu mirada
y sin memoria, contra mí ceñida,
sentirás el misterio de la vida
revelarse en tu carne desgonzada.

Ya vuelta al mundo me dirás: ¿Qué has hecho?
Restregarás los ojos, sobre el pecho
reanimarás tu deshojada rosa;

y, para más inenarrable encanto,
habrá un amago de temblor de llanto
en tu voz, casi, casi silenciosa.


Juan Lozano y Lozano


Miedo Un Instante

Tengo miedo de ti, o de mí. Cabalgo,
cabalgas tú mi piel por los umbrales
sombríos del amor. Y nunca sales
a mi luz, a tu luz. Y nunca salgo.

Tengo un algo de ti. Tienes un algo
de mí por tus distancias siderales.
¡Ah, si Dios me dijese lo que vales
para poder saber lo que yo valgo!

Estoy, estás, como cumpliendo un rito,
como dando postura por el viento
a esta voz con que gritas, con que grito.

Todo termina, justo, en el momento
en que casi nos toca lo infinito.
tienes miedo, y me mientes. Y te miento.


Rafael Guillén


Canción Lejana

Y yo también como la tarde
toda me tornaré dichosa
para quererte y esperarte.
Iluminada de tus ojos
vendrá la luna,
vendrá la luna por el aire.

Tú me querrás inmensamente.
Mi corazón será infinito
para la angustia de tu frente.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.
Después será la enamorada sonrisa,
el beso, la memoria llena de ti, maravillada.
Y el gozo azul de estar contigo
fuera del tiempo, sin palabras.
De golondrina en golondrina
nos llegará la primavera
de la mirada pensativa.
Y un mismo cauce de dulzura
tendrán las rosas y los días.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.


Meira Delmar


Muerto de Amor

No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura,
ni lo sabe la luna que está interna
en mi jardín de amor y calentura.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura,
como una agua redonda en la cisterna
o un perro de amarilla dentadura.

Y hoy que es Corpus, Señor, he paseado
mi cadáver, de amor iluminado,
como un espantapájaro siniestro.

La gente, sin asombro, me ha mirado
y ninguno el sombrero se ha quitado
para rezarme un triste padrenuestro.


Rafael de León


Iban Mirándome Al Pasar

En una cueva de un monte lejano
me refugié. Y era de día
y cantaba el agua en el agua
y el aire soñaba en el aire.

Me refugié para no huirme
y no encontrarme. Era de noche
y el monte aquel era de luz.

Nunca supe de procesiones
como aquéllas: vestían clámides
transparentes, sin fibrias, iban
mirándome al pasar.

Lo que no tiene fin no se posee
ni nos posee: las miradas,
suyas y mías, eran formas
de otra forma de amor.

No hay dioses muertos si son dioses,
ni aquella cueva, ni aquel monte,
ni aquella luz, ni clámides
sin fimbrias, pues abrí
los ojos, y hasta el pecho
surgió el río del río.


Ángel Crespo


Mar de Pafos

Aquí me tienes, félido y esfinge.
Como el guardián tricéfalo ladrando
cadáveres de ti. No sé decirte.
Recuerdo otras palabras, otros partos

de otro primer dolor, reciente aún.
No se hace la pupila a la sorpresa,
a los claros celestes, a ese azul
valiente de entre nubes que te acecha

para esculpir siluetas conocidas.
Me da miedo buscarte, me das miedo
con tus fantasmas cárnicos, sofistas.
Tranquilos: yo nací para querernos.

Hay ganas de quererla entre las nubes;
hay claridad, azul, respuesta etérea
al corazón que sobra y que descubre
la pulsación sutil, la luz, la espera.


Esther Giménez


Regreso Al Mar

Siempre es el mar donde mejor se quiere,
fué siempre el mar donde mejor te quise;
al amor, como al mar, no hay quien lo alise
ni al mar , como al amor, quien lo modere.

No hay quien como la mar familiarice
ni quien com la ola persevere,
ni el que más diga en lo que vive y muere
nos dice más de lo que el mar nos dice.

Vamos de nuevo al mar;quiero encontrarte
la hora más azul para besarte
y el lugar más allá para quererte,
donde el agua es al par agua y abismo,
en la alta mar, en donde el aire mismo
se da un aire al amor y otro a la muerte.


Andrés Eloy Blanco


El Mar Y Tú...

El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.

El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.

Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.

Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.


Enrique Azcoaga


Pericles Anastasiades, El Año de 1895

Para Raúl Lecuona Rodríguez

Vagos, son ya, los rostros de su rostro
vaga, también, la forma de sus manos
lejos, está, su aliento de mi boca
su pequeña estatura
sus quince años
Solo un ayer ocupa mi memoria
nuestro pequeño amor
nuestro pequeño mes
hace diez lunas

De repente
en la alta noche
tus ojos, de púrpura vestidos,
tus labios
labios de un amor apresurado
tus largos brazos
brazos de inolvidable carnadura
aparecen
¡Cuanto he perdido buen Dios
Cuanto he perdido!


Harold Alvarado Tenorio


Cuando Te Quedas Solo

Cuando te quedas solo, eres espejo
de lo que fuiste:
una mañana
contemplada desde el balcón
entornado; unos pasos
armoniosos que no has seguido
para no derramar tu gozo;
unas cuantas palabras
que te cambiaron más que el tiempo;
una mirada que se ahogó
como luz en tus venas;
un viaje que nunca querías
terminar; tu alma ausente
de lo que te esperaba
al quedarte tan solo.


Ángel Crespo


Este Triste Animal

A este triste animal que me soporta
le duele el vuelo de mi espíritu,
la sagacidad de mi garganta
que huye de la soga,
la escueta salud de mis microbios,
el juego lúgubre de mi carne.
La recolecta está hecha,
la oreja de Van Gogh, para un poema
de agua y de dolor,
un rayo de sol para mi ombligo.
Todos me dieron la palabra
plena de sutiles formas,
todos me dieron el ayuno pleno de sus bocas,
ahora, mis brazos fatigados
recogen las flores funerarias
esparcidas en mi alcoba.


Orietta Lozano




Un Cabello de Ángel

Un cabello de ángel
colgando del cielo,
si no es la espada de Damocles,
es soga para el espíritu,
gemido equilibrista,
que, en él agarrado,
puede mecerse sobre la tierra
y creer que es la araña de un hilo
arrancado de su propio cerebro,
cordón umbilical que lo vincula
a su nido que está en el azul.
Pero no sabemos
qué es el norte, qué es el sur,
el cenit y la nada,
la vida y la muerte,
la tierra y el cielo,
cuál es el metro que lleva al paraíso
y qué aeronave nos conduce al infierno.

De "Poemas colgados de un cabello"


Ricardo Carballo Calero


Portero de Noche

Bajo el arduo sopor del mediodía
Vuelvo y veo tus ojos, esa noche.

Al volver abriste la puerta
y para verme mejor preguntaste la hora:
eran la una y cuarto.

Tu cuerpo exigía otro cuerpo.
Y eso obtuviste.


Harold Alvarado Tenorio


1. El Reposo

Es suficiente. Acaso se baste a sí misma
para luego parpadear. No la auguréis
de leve y poco mordaz, es una isla
de altivez escondida, un lloro breve.
La sabiduría del cabizbajo la tiene, empieza
tratados esculpiendo la letra y no ama
con destino, su amor es una sucesión
de sensaciones acunadas en un sueño
que preconiza.

1990


Concha García


Un Beso Nada Más

Bésame con el beso de tu boca,
cariñosa mitad del alma mía:
un solo beso el corazón invoca,
que la dicha de dos... me mataría.

¡Un beso nada más! Ya su perfume
en mi alma derramándose la embriaga
y mi alma por tu beso se consume
y por mis labios impaciente vaga.

¡Júntese con la tuya! Ya no puedo
lejos tenerla de tus labios rojos...
¡Pronto... dame tus labios! ¡Tengo miedo
de ver tan cerca tus divinos ojos!
Hay un cielo, mujer en tus abrazos,
siento de dicha el corazón opreso...
¡Oh! ¡Sosténme en la vida de tus brazos
para que no me mates con tu beso!


Manuel María Flores


Aladas

Yo no soy esa muchacha
de pelo ensortijado y cintas en el pelo
que baila para ti en los antiguos salones del Coimbra.
Yo no soy esa otra que se desliza suavemente
por las gastadas alfombras del viejo comedor
-los brazos en alto como nubes o pájaros-
tarareando canciones que te dejan partido el corazón..
No te engañes, mi amor,
no confundas mi voz y mis canciones
con el tono ligero de las suyas.
Resucítame y créceme, amado, no te escondas.
Emerge de la lluvia, del mar, de las cenizas.
Resurge en llamaradas.
Que el brillo de tu rostro no lo empañe la noche
ni el llanto de mis ojos.
Acaricia mis hombros
con la suave ternura de otros tiempos
-la misma que utilizas con ella-
y di que aún soy hermosa
y que mi pelo brilla como si fueran alas.

No me hagas la muerte más difícil.

2002


Elsa López


Siempre Empezó A Llover

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.


Julio Cortázar


Se Oye Levísima La Voz

Se oye levísima la voz
del viento. Suena entre los árboles
quizá como nunca sonó.
La noche nace como un río
de las manos mismas de Dios.

Yo miro desde mi ventana.
Yo no rezo ni lloro. Yo
no pregunto ni espero. Miro.
Te sé mirándome, Señor.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.

¿Qué mandato el de tu palabra?
qué música la de tu voz?
No hay nadie. No, Señor; no hay nadie.
Solo con mi silencio estoy.
Solo contigo. Me das miedo.
¿Y a Ti no te doy miedo yo?

La noche es una espada fría
que amenaza con su fulgor.
Luchamos denodadamente
para ganarnos. ¡Cuánto amor
nos dejamos en la batalla!
Los caballos de mi pasión
piafan inquietos en la sangre,
pero tu ejército es peor.


José García Nieto


Absoluto Amor

Como una limpia mañana de besos morenos
cuando las plumas de la aurora comenzaron
a marcar iniciales en el cielo. Como recta
caída y amanecer perfecto.

Amada inmensa
como un violeta de cobalto puro
y la palabra clara del deseo.

Gota de anís en el crepúsculo
te amo con aquella esperanza del suicida poeta
que se meció en el mar
con la más grande de las perezas románticas.

Te miro así
como mirarían las violetas una mañana
ahogada en un rocío de recuerdos.

Es la primera vez que un absoluto amor de oro
hace rumbo en mis venas.

Así lo creo te amo
y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.


Efraín Huerta


Amor de Tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.


Mario Benedetti


Nunca detengas con una mano el pasado,
y con la otra el futuro,
para asi no quedarte crusificado,
en un presente sin sentido...


cancionXti


hoy cierro la página de mi vida contigo.
Para comenzar otra historia.
OLVIDAR LO VIVIDO es pedir demasiado.
Mi primera meta, amar mas que antes.
volver a vivir lo vivido con mas intensidad con otros personajes.para no permitir cabidad alguna de comparacion contigo.
Hacer que cada momento sea mas que unico,
magico e impoderable.
que sean tantos, para no tener tiempo de recordarte.
Y asi , almacenando lo vivido tu recuerdo quede bien abajo en el baul de mi existencia,
donde no tenga espacio para subir arriba y perturbar mi presente por un instante siquiera.
ANTES DE CERRAR MI BAUL.
quiero desirte gracias.
por de alguna forma haber sido parte de mi vida.
LA PAZ DE LAS NACIONES NO SE HUBIERA FIRMADO NUNCA SI ANTES NO HUBIERA HABIDO UNA GUERRA..........


noelia marlene insfran aquino


EL AMOR DE UNA
MADRE
Una ves por casualidad se empeso a
insendiar un boske y al ver eso una gallina no corrio para nada horas después pasaba un niño y bio ala gallina todo kemada y al verlo con palitto lo golpeo y salieron tres pollitos ...
NO TE DAS KUENTA !!!K EL SIEMPRE K ESTEES KON TU MAMA ELLA SIEMPRE VA ESTAR FIRME HASTA K TODO TERMINE
KIERELA MUCHO POR KUANDO ESCRIBO K ELLA ESTAR FIRME ES K ESLLA ESTARA HASTA KA MUERTE KON TIGO


hermano luis


no hay un instante en el que
sin darme cuenta piense en ti,
no hay un momento para pensar
en alguien mas, para dejarte de amar;

No entiendo porque el tiempo
no se a llevado tu recuerdo,
no entiendo porque los días
no borran lo que fue,
porque tu olvido no llega a mi memoria;

Y pensandolo bien, nunca
en lo que resta de vida
te dejare de amar aunque tu
ni siquiera estas.


Tovléz


receta medica para el Amor:
besos 1000gr
abazos 1000gr
caricias 1500gr
confianza 2000gr
pasion 2000gr
locura 2000gr
razon 100gr
perdon 1000gr
tentacion 1500gr
sinseridad 2000gr
comunicacion 2000gr

esta receta esta bajo el cargo de la sociedad anonima del corazon. Para que todos nuestros pacientes puedan convivir en perfecta salud y sin problemas.


Andrea Donoso