Poemas cortos de guillermo prieto ( 2 )
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Nunca me voy a casar. No creo en el matrimonio. Soy un dictador y la vida en común es imposible, aunque eso no significa que no conviva en pareja.
Guillermo Vilas
Hay que despedir al señor Moreno y poner en su lugar autoridades económicas en serio, reformular el INDEC para tener índices creíbles y dar por fracasada la política de precios llevada adelante por el Secretario de Comercio."
Elisa Carrió, titular de Coalición Cívica.
Elisa Carrió, titular de Coalición Cívica.
Guillermo Moreno
Dublín. ¿Seguro que todos los espejos están tapados DeWitt? Porque uno nunca sabe. Eso que ni qué. Odian la tumba, los muertos. Y cuando dejas a una niña tan dulce como nuestra Edith? pues, no te vas.
Guillermo del Toro
Entonces cuéntanos todo al respecto, Edith, ya que sabes tanto. Cuéntanos una historia que comience: ?Érase una vez, una virgen nerviosa que se casó con el lord fantasmal de un castillo embrujado?.
Guillermo del Toro
Es la versión del superhéroe que a mí me gustaría ser. Cuando era pequeño soñaba con ser Spiderman; ahora mi sueño es convertirme en Hellboy.
Guillermo del Toro
Pebeta, no te metás con el INDEC, detrás de ese tema hay mucho derpo (sic)."
Al dirigirse a Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor.
Al dirigirse a Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor.
Guillermo Moreno
Mientras yo no gane, tienen razón los que dicen que estoy acabado. Pero cuando yo gane un torneo importante, o tenga buenos resultados, que me escuchen?.
Guillermo Vilas
Los hoteles son la única casa verdadera porque, como la vida, te pertenecen sólo unos momentos. Te
Guillermo Fadanelli
La mosca que debía estar muerta y el perro que debía estar muerto en la casa que debía estar muerta y la novia que moriría pronto.
Guillermo del Toro
Moreno no solamente comete delitos periódicos, sino que, además, es completamente ineficiente."
Adrián Pérez, jefe de la bancada de la Coalición Cívica en la Cámara de Diputados nacionales.
Adrián Pérez, jefe de la bancada de la Coalición Cívica en la Cámara de Diputados nacionales.
Guillermo Moreno
Un Conato de Tristeza
Hora de ti bajando la escalera. No puede ser
que un labio sienta tanto desdén cuando mira
lo prieto que está sin quererlo. Me
abruma el rápido desliz con el que bajo
sintiendo la subida.
1988
Hora de ti bajando la escalera. No puede ser
que un labio sienta tanto desdén cuando mira
lo prieto que está sin quererlo. Me
abruma el rápido desliz con el que bajo
sintiendo la subida.
1988
Concha GarcÃa
Conjuro
Los guerreros más augustos ya son sombras
bajo la sombra del viejo encinar.
Cárdena crepita la noche.
Latigazos, ladridos, remotos rayos.
Chirrían las cornejas en el pozo ciego.
Guiarán al manso corcel de hielo.
La tormenta. El sol verde de aguas negras.
No me conozco. Es un lago el pecho muerto.
Bajel de oro, cadalso prieto del día.
Mi cuerpo, como la cuerda de un arco.
Ya labora el invierno, cuando rasga
las cortinas, teatro del mar.
Se enmascara tras las nieblas densas.
Arquero negro, detén tu paso.
Petrifícase el arquero de azabache.
La saeta conoce el derrotero.
Palmo a palmo mensuramos la fosa.
Fango y hojas nos daban la yacija.
Arde y arde el guante de oro del barquero.
La laguna, de nieve y azafrán.
No pensabas que fuera así de blanca.
Ahora vienen las huestes. Cielo allá,
las huestes vienen. Verdor de la encina
en los ojos vacíos, de cal llenos.
Los guerreros más augustos ya son sombras
bajo la sombra del viejo encinar.
Cárdena crepita la noche.
Latigazos, ladridos, remotos rayos.
Chirrían las cornejas en el pozo ciego.
Guiarán al manso corcel de hielo.
La tormenta. El sol verde de aguas negras.
No me conozco. Es un lago el pecho muerto.
Bajel de oro, cadalso prieto del día.
Mi cuerpo, como la cuerda de un arco.
Ya labora el invierno, cuando rasga
las cortinas, teatro del mar.
Se enmascara tras las nieblas densas.
Arquero negro, detén tu paso.
Petrifícase el arquero de azabache.
La saeta conoce el derrotero.
Palmo a palmo mensuramos la fosa.
Fango y hojas nos daban la yacija.
Arde y arde el guante de oro del barquero.
La laguna, de nieve y azafrán.
No pensabas que fuera así de blanca.
Ahora vienen las huestes. Cielo allá,
las huestes vienen. Verdor de la encina
en los ojos vacíos, de cal llenos.
Pere Gimferrer
Solamente...
Hay un fuego que anima todo lo invio1ado.
Guillermo Valencia
Mía solo en el dón de su presencia,
con sus manos sedeñas y sedantes,
con sus ojos -berilos fascinantes--
y sus silencios -cálida cadencia-.
Mía tan solo en la frutal esencia
de plenitud vertida en los instantes
del coloquio... (los labios suspirantes
la apuran como un vino de sapiencia).
Mía solo en el claro cautiverio
de la imagen, el roce y el latido,
en insondable, embriagador misterio,
¡Oh fervor en sus manos recogido!
¡Oh placidez de su inasible imperio!
¡Oh deleite en sus ojos exprimido!
Hay un fuego que anima todo lo invio1ado.
Guillermo Valencia
Mía solo en el dón de su presencia,
con sus manos sedeñas y sedantes,
con sus ojos -berilos fascinantes--
y sus silencios -cálida cadencia-.
Mía tan solo en la frutal esencia
de plenitud vertida en los instantes
del coloquio... (los labios suspirantes
la apuran como un vino de sapiencia).
Mía solo en el claro cautiverio
de la imagen, el roce y el latido,
en insondable, embriagador misterio,
¡Oh fervor en sus manos recogido!
¡Oh placidez de su inasible imperio!
¡Oh deleite en sus ojos exprimido!
Carlos López Narváez
AMOR
Baja del cielo la endiablada punta
Con que carne mortal hieres y engañas.
Untada viene de divinas mañas
y cielo y tierra su veneno junta.
La sangre de hombre que en la herida apunta
florece en selvas: sus crecidas cañas
de sombras de oro, hienden las entrañas
del cielo prieto, y su ascender pregunta.
En su vano aguardar de la respuesta
las cañas doblan la empinada testa.
Flamea el cielo sus azules gasas.
Vientos negros, detrás de los cristales
de las estrellas, mueven grandes masas
de mundos muertos, por sus arrabales.
Baja del cielo la endiablada punta
Con que carne mortal hieres y engañas.
Untada viene de divinas mañas
y cielo y tierra su veneno junta.
La sangre de hombre que en la herida apunta
florece en selvas: sus crecidas cañas
de sombras de oro, hienden las entrañas
del cielo prieto, y su ascender pregunta.
En su vano aguardar de la respuesta
las cañas doblan la empinada testa.
Flamea el cielo sus azules gasas.
Vientos negros, detrás de los cristales
de las estrellas, mueven grandes masas
de mundos muertos, por sus arrabales.
Alfonsina Storni
Cuando un hombre descubra sus faltas, dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, dios las descubre, cuando las reconoce, dios las olvida.
San AgustÃn
No condeno al franquismo porque libró a España de la revolución, de la guerra mundial y de un nuevo intento de guerra civil que fue el maquis. Estoy más bien con Marañón y con Besteiro, que aceptaban aquel régimen, con todos sus defectos, porque salvaba al país de algo mucho peor. Y de la izquierda, la que me parece respetable es la de Besteiro, no la de Largo Caballero o Prieto. Y ustedes, ¿condenan al Frente Popular? ¿Condenan las checas?
PÃo Moa
Criticar al César no es criticar a Roma. Criticar a un gobierno no es criticar al país.
?Carlos Fuentes, al reportero Guillermo Ochoa, Excélsior, 4 de marzo de 1969
?Carlos Fuentes, al reportero Guillermo Ochoa, Excélsior, 4 de marzo de 1969
Elena Poniatowska
No creo que muchos diputados hayan leído un solo discurso de Cánovas, Sagasta, Prieto, Azaña, Sagasta o Calvo Sotelo. Desconocen la tradición parlamentaria de la Restauración y de la II República. Estamos en manos de unos políticos que están haciendo una España virtual que no tiene nada que ver con la realidad. Si paras en cualquier taberna de pueblo o cualquier bar de carretera, allí donde haya trabajadores, te das cuenta de un divorcio absoluto. Se han construido una España política sólo para ellos, en la cual medran y se acuchillan, aunque luego se van a comer juntos tras el número parlamentario. Y esto es indignante.
Arturo Pérez-Reverte