Poemas cortos de protesta ( 2 )
Poemas cortos de protesta. Encuentra docenas de poemas cortos de protesta con fotos para copiar y compartir.
Señalé que el bombardero Olímpicos de Atlanta -, así como Timothy McVeigh y la gente que protesta en contra de los derechos de los homosexuales en los funerales militares - son cristianos, pero los periodistas no los identifican por su religión.
Juan Williams
Jugar en las calles de Irak, o en Israel o en la franja de Gaza, me cantaba canciones de protesta contra la guerra furiosas. La gente decía: 'Haznos aplaudir, nos hacen bailar y reír y cantar. " Realmente me hizo pensar en la importancia de la música alegre.
Michael Franti
El movimiento de protesta y su pasión surgieron en respuesta a déficit de un trillón de dólares en la medida que el ojo puede ver y por un sentido de que Washington está en la necesidad de una reforma fiscal que grave.
Ari Fleischer
He visto tanto coraje en la guerra de Vietnam y en la lucha para detenerla. Aprendí que el patriotismo incluye protesta, no solo el servicio militar.
John F. Kerry
Estoy involucrado en un paseo en libertad en protesta por la pérdida de los derechos de las minorías pertenecientes a las pocas estrellas terrestres restantes. Todos exigimos era nuestro derecho a brillar.
Marilyn Monroe
Nadie te hace caso si no protestas, si tu operador telefónico no funciona, si no dices que te vas a cambiar, no te lo arreglan.
El Chojin
Pero no quiero andar entre locos?, protestó Alicia. ?Oh, no puedes evitarlo?, dijo el Gato: ?todos estamos locos por aquí. Yo estoy loco. Tú estás loca?.
Lewis Carroll
Bianca arrugó el entrecejo.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
Rick Riordan
Bianca arrugó el entrecejo.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
Rick Riordan
Contra las escandalizadas protestas de Úrsula, que lo lloró con más dolor que a su propio padre, José Arcadio Buendía se opuso a que lo enterraran. «Es inmortal ?dijo? y él mismo reveló la fórmula de la resurrección.» Revivió el olvidado atanor y puso a hervir un caldero de mercurio junto al cadáver que poco a poco se iba llenando de burbujas azules.
Gabriel GarcÃa Márquez