Poemas de alegria cortos ( 5 )
Poemas de alegria cortos. Encuentra docenas de poemas de alegria cortos con fotos para copiar y compartir.
La alegría es tributaria del sufrimiento. El sufrimiento es parte esencial de la alegría. Cuando tenemos hambre ¡qué bueno nos parece el alimento!
Graham Greene
El libro es fuente para la sed, almohada para el cansancio, tamiz sereno para la loca alegría, pañuelo para las lágrimas, y consuelo para el dolor
Amigos míos, pedid a Dios la alegría. Sed alegres como los niños, como los pájaros del cielo
Fiódor Dostoyevski
¡Ella te ha visto, te ha visto! Hacia ti viene tendiéndote los brazos. ¡Es la Alegría de tu madre, es la Alegría-sin-igual-del-amor-materno!
Maurice Maeterlinck
Mañana por la mañana, vencidos, regresaremos el gato y yo allí donde las gallinas no ponen y los geranios no dan flor. Donde sin alegría me encuentran los días mirando la vía del tren
Joan Manuel Serrat
El llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría, lo cual del uno y del otro tan ajeno ser solía
Juan de la Cruz
O no debo decir que quien vive correctamente no experimenta el problema como tristeza, es decir, como algo problemático, sino más bien como una alegría; por así decirlo, como un ligero éter en torno a su vida y no como un trasfondo dudoso.
Ludwig Wittgenstein
Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espada la magia: es allí a donde voy.
Clarice Lispector
Hay tres cosas que es indiscreto manifestar: el ingenio en presencia de todos, la riqueza delante de los pobres y la alegría frente a los que lloran.
Thomas Fuller
El arte más importante del maestro es provocar la alegría en la acción creadora y el conocimiento.
Albert Einstein
Los mejores doctores del mundo son: el Dr. Dieta, el Dr. Tranquilidad y el Dr. Alegría.
Jonathan Swift
Es el verdadero arte del maestro, despertar la alegría por el trabajo y el conocimiento.
Albert Einstein
Me detesto y me acuso por esa demencia de orgullo que me hace jadear en pos de la quimera. Un cuarto de hora después, todo ha cambiado; el corazón me late de alegría.
Gustave Flaubert
María recibe con gozo el anuncio de que será madre de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. La auténtica alegría nace de la unión con Dios.
Benedicto XVI
No poseo nombre: pero nací hace dos días. ¿Cómo te llamaré? Soy feliz. Me llamo alegría.
William Blake
Quería comprobar si la tristeza, sobre la cual el poderoso ideólogo afirmaba que es enfermiza y perjudicial, podía darme, con su con consonancia, algún alegría (porque, en mi situación, difícilmente podía buscar la alegría en la alegría)
Milan Kundera
Todo pesar va acompañado de
una alegría que lo ilumine. En este mundo nada es perfecto por completo, ni nada
por completo insoportable.
una alegría que lo ilumine. En este mundo nada es perfecto por completo, ni nada
por completo insoportable.
Georgette Heyer
Veremos si algun día, algún minero tome un pico con placer y vaya a envenenar sus pulmones con consciente alegría. Dicen que allá, donde viene la llamarada roja que deslumbra hoy al mundo, es así. Yo no sé.
Che Guevara
Digamos para concluir que lo que en ciertos casos se denomina, con demasiada dureza, ingratitud de los hijos, no es siempre tan reprensible como se cree. Es la ingratitud de la Naturaleza. La Naturaleza divide a los vivientes en seres que vienen y seres que se van. De ahí cierto desvío, fatal en los viejos, involuntario en los jóvenes. Las ramas, sin desprenderse del tronco, se alejan. No es culpa suya. La juventud va donde está la alegría, la luz, el amor; la vejez camina hacia el fin. No se pierden de vista, pero no existe ya el lazo estrecho. Los jóvenes sienten el enfriamiento de la vida; los ancianos el de la tumba.
Victor Hugo
Sin la alegría de vivir, sin el ansia de vivir, no hay seres humanos. Quienes se ven privados de su dignidad y luchan por recuperarla, luchan en la misma medida por su derecho a reconquistar las ganas de vivir. Las personas que tratan de salir de un campo de concentración o de sociedades agrarias depauperadas e ir a los prósperos países de Europa, y cuyos cadáveres arriban a las playas de Lampedusa y de Sicilia, también pretendían recuperar la alegría de vivir.
Henning Mankell
Después de su confesión y perdón, fue desatada la elocuencia que Dios le había dado a David. Lea las urgentes palabras de su oración. Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. Aparta
Dave Earley
Lo único que realmente demuestra es que nuestro futuro será igual a nuestro pasado, y que el pecado que hemos cometido una vez, y con amargura, lo repetiremos muchas veces, y con alegría.
Oscar Wilde
Hay lágrimas para su afecto, alegría para su fortuna, honra para su valor, y muerte para su ambición." (Bruto)
William Shakespeare
No estoy ni triste ni alegre; este aire de aquí te llena de una muy vaga exaltación y te hace conocer un estado que parece tan lejano de la alegría como de la pena; quizá esto sea la felicidad.
André Gide
Si en el goce hasta el triste desconfía
en el escalón de la tristeza
no hay tristeza mayor que la alegría.
en el escalón de la tristeza
no hay tristeza mayor que la alegría.
Mario Benedetti
El niño, guiado por un maestro interior trabaja infatigablemente con alegría para construir al hombre. Nosotros educadores, solo podemos ayudar... Así daremos testimonio del nacimiento del hombre nuevo.
Maria Montessori
La Rosa de la Belleza Americana, sólo pueden producir el esplendor y la fragancia que traen alegría a su espectador, sólo mediante el sacrificio de los demás brotes que crecen a su alrededor. Esto no es una mala tendencia en los negocios, se trata simplemente de la expresión máxima de una ley de la naturaleza y del mismo Dios.
John Davison Rockefeller
Se paseaba triunfante por las calles de Buenos Aires, hacía gala de su popularidad, recibía a todo el mundo, era un eco de alegría y de aplausos el que se alzaba por donde él pasaba; su casa era el pueblo, el pueblo lo amaba?.
Juan Manuel de Rosas
No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y montes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
Federico GarcÃa Lorca
El cielo no pertenece a la geografía del espacio, sino a la geografía del corazón. Y el corazón de Dios, en la Noche santa, ha descendido hasta un establo: la humildad de Dios es el cielo. Y si salimos al encuentro de esta humildad, entonces tocamos el cielo. Entonces, se renueva también la tierra. Con la humildad de los pastores, pongámonos en camino, en esta Noche santa, hacia el Niño en el establo. Toquemos la humildad de Dios, el corazón de Dios. Entonces su alegría nos alcanzará y hará más luminoso el mundo.
Benedicto XVI
La educación de la voluntad debe estar edificada sobre la alegría, que nos conducirá poco a poco a ser mejores, pero que no hay que confundir con hacer grandes gestas, cosas increíbles, ni renuncias extraordinarias. Para fortalecer la voluntad lo mejor es seguir una política de pequeños vencimientos:
Enrique Rojas
El LSD quiso contarme algo.... Me aportó una alegría interior, una mentalidad abierta, un agradecimiento, me abrió los ojos y me dio una sensibilidad interior de los milagros de la creación.
Albert Hofmann
feliz! No es la alegría de la infancia o la juventud, es la alegría de la madurez, la tranquilidad y la aceptación».
Taylor Caldwell
Hay que amigarse con la muerte. Hubo un momento en el que la sentí en mi espalda, heladísima, y me dio mucha pena morirme. Sentí que no era el momento. Pero ahora todo lo tomo con alegría.
Rebeca Ghigliotto
piensa que el hecho de que no existan luchas, odio ni deseos significa que tampoco existen las cosas opuestas. Es decir, la alegría, la paz de espíritu, el amor. Porque es de la desesperanza, del desengaño y de la tristeza de donde nace la alegría y, sin ellas, ésta no podría existir. Es imposible encontrar una paz de espíritu sin desesperación
Haruki Murakami
¡Oh, inmodesto mortal! ¡Tu destino es la alegría de ver la batalla en constante evolución!.
Ludwig Boltzmann
Ojalá te encuentre por aquí, en alguna calle del sueño. Es una gran alegría ésta de aprisionarte con mis párpados al dormir.
Jaime Sabines
La felicidad es un estado de alegría no contradictoria, una alegría sin pena ni culpa, una alegría que no choca con ninguno de tus valores y que no te lleva a tu propia destrucción; no es la alegría de escapar de tu mente, sino la de usar su poder total; no es la alegría de disimular la realidad, sino la de alcanzar valores reales; no es la alegría de un borracho, sino la de un productor.
Ayn Rand
Para las masas en su existencia más honda, inconsciente, las fiestas de alegría y los incendios son sólo un juego en el que se preparan para el instante enorme de la llegada de la madurez, para la hora en la que el pánico y la fiesta, reconociéndose como hermanos, tras una larga separación, se abracen en un levantamiento revolucionario.
Walter Benjamin