Poemas de amor gabriel garcia marquez ( 3 )
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Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando, y solo ser más cuidadoso en quién confías dos veces.
Gabriel GarcÃa Márquez
Yo me considero el mejor amigo de mis amigos, y creo que ninguno de ellos me quiere tanto como yo quiero al amigo que quiero menos.
Gabriel GarcÃa Márquez
Para los europeos América del Sur es un hombre de bigotes, con una guitarra y con un revólver.
Gabriel GarcÃa Márquez
Tratándose de un presidente, las peores ignominias pueden ser las dos cosas al mismo tiempo: verdad y mentira.
Gabriel GarcÃa Márquez
No es cierto que la gente deje de perseguir sus sueños porque envejece, que envejecen porque dejan de perseguir sus sueños.
Gabriel Garcia Marquez
En realidad, el único momento de la vida en que me siento ser yo mismo es cuando estoy con mis amigos
Gabriel GarcÃa Márquez
Las mujeres solo se entregan a los hombres de ánimo resuelto, porque les infunden la seguridad que tanto ansían para enfrentarse a la vida
Gabriel GarcÃa Márquez
Faulkner es un escritor que ha tenido mucho que ver con mi alma, pero Hemingway es el que tenía más que ver con mi oficio - no solo por sus libros, sino por su asombroso conocimiento del aspecto de la artesanía en la ciencia de la escritura .
Gabriel Garcia Marquez
Mucho después, en una época incierta en la que trataba de entender algo de mí mismo vendiendo enciclopedias y libros de medicina por los pueblos de Guajira
Gabriel GarcÃa Márquez
-No sea ingenuo coronel -dijo el médico -Ya nosotros estamos muy grandes para esperar al Mesías.
Gabriel GarcÃa Márquez
El deber de los escritores no es conservar el lenguaje sino abrirle camino en la historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos pero los del siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio
Gabriel GarcÃa Márquez
..los amputados sienten dolores, calambres, cosquillas, en la pierna que ya no tienen. Así se sentía ella sin él, sintiéndolo estar donde ya no estaba.
Gabriel GarcÃa Márquez
Aureliano Segundo resolvió que había que llevarla a la casa y protegerla, pero su buen propósito fue frustrado por la inquebrantable intransigencia de Rebeca, que había necesitado muchos años de sufrimiendo y miseria para conquistar los privilegios de la soledad, y no estaba dispuesta a renunciar a ellos a cambio de una vejez perturbada por los falsos encantos de la misericordia.
Gabriel GarcÃa Márquez
Siempre recuerde que lo más importante en un buen matrimonio no es la felicidad, pero la estabilidad.
Gabriel Garcia Marquez
A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad: las putas no me dejaron tiempo para ser casado. Sin embargo, debo reconocer que nunca tuve esta explicación hasta el día de mis noventa años,...
Gabriel GarcÃa Márquez
Yo diría que el machismo, tanto en los hombres como en las mujeres, no es más que la usurpación del derecho ajeno. Así de simple
Gabriel GarcÃa Márquez
Sabía, más por escarmiento que por experiencia, que una felicidad tan fácil no podía durar mucho tiempo
Gabriel GarcÃa Márquez
Era lo último que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto pero sin acabar de acabarse jamás.
Gabriel GarcÃa Márquez
- ¡Carajo!- gritó. Amaranta, que empezaba a meter la ropa en el baúl, creyó que la había picado un alacrán. - ¿Dónde está? - preguntó alarmada. - ¿Qué? - ¡El animal! Úrsula se puso un dedo en el corazón. - Aquí- dijo.
Gabriel GarcÃa Márquez
La palabra mestizaje significa mezclar las lágrimas con la sangre que corre. ¿Qué puede esperarse de semejante brebaje?.
Gabriel GarcÃa Márquez
Y padeció la certidumbre espantosa de que no volvería a dormir en el resto de su vida
Gabriel GarcÃa Márquez
Simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros
Gabriel GarcÃa Márquez
El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas.
Gabriel GarcÃa Márquez
Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir.
Gabriel GarcÃa Márquez
Mi edad sexual no me preocupó nunca, porque mis poderes no dependían tanto de mí como de ellas, y ellas saben el cómo y el porqué cuando quieren.
Gabriel GarcÃa Márquez
He aprendido que el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada
Gabriel GarcÃa Márquez
Nunca hablo de literatura, porque no sé lo que es, y además estoy convencido de que el mundo sería igual sin ella. En cambio, estoy convencido de que sería completamente distinto si no existiera la policía. Pienso, por tanto, que habría sido más útil a la humanidad si en vez de escritor fuera terrorista.
Gabriel GarcÃa Márquez
Últimas palabras del doctor Juvenal Urbino, quien deja a la muerte aguardando, hasta ver al motivo de su último aliento y le dice:...Solo Dios sabe cuánto te quise.
Gabriel GarcÃa Márquez
Una mujer es como la buena literatura al alcance de todos pero incomprensible para los estúpidos.
Gabriel GarcÃa Márquez
sucumbió a la depresión, renunció a comer, durmió mal, perdió el norte, y optó por la solución compasiva de morirse una vez y no morirse millones de veces cada día.
Gabriel GarcÃa Márquez
No importa lo que los médicos dicen, la rabia en los seres humanos con frecuencia es una delas trampas del enemigo.
Gabriel GarcÃa Márquez
A veces atribuimos al demonio ciertas cosas que no entendemos, sin pensar que pueden ser cosas que no entendemos de Dios.
Gabriel GarcÃa Márquez
Los años de ahora ya no vienen como los de antes, solía decir, sintiendo que la realidad cotidiana se le escapaba de las manos
Gabriel GarcÃa Márquez
Desde entonces no me gané un centavo que no fuera con la máquina de escribir, y esto me parece más meritorio de lo que podría pensarse, pues los primeros derechos de autor que me permitieron vivir de mis cuentos y novelas me los pagaron a los cuarenta y tantos años, después de haber publicado cuatro libros con beneficios ínfimos. Antes de eso mi vida estuvo siempre perturbada por una maraña de trampas, gambetas e ilusiones para burlar los incontables señuelos que trataban de convertirme en cualquier cosa que no fuera escritor.
Gabriel GarcÃa Márquez
¡Dios de los pobres!" suspiró el general. "Estamos llegando". Y así era. Pues ahí estaba el mar, y del otro lado del mar estaba el mundo.
Gabriel GarcÃa Márquez
los ateos no acertamos a vivir sin los clérigos', dijo Abrenuncio. 'Los pacientes nos encomiendan sus cuerpos, pero no sus almas, y andamos como el diablo, tratando de disputárselas a Dios'.
Gabriel GarcÃa Márquez
A través de la puerta entreabierta se le vislumbraba en la oscuridad y su rostro seco e inexpresivo, su cabello revuelto, la vitalidad enfermiza de sus duros ojos amarillos, le daban el inconfundible aspecto del hombre que ha empezado a sentirse derrotado por las circunstancias.
Gabriel GarcÃa Márquez
Pero cuando ella entraba en la casa, alegre, indiferente, dicharachera, él no tenía que hacer ningún esfuerzo para disimular su tensión, porque aquella mujer cuya risa explosiva espantaba a las palomas, no tenía nada que ver con el poder invisible que le enseñaba a respirar hacia dentro y a controlar los golpes del corazón, y le había permitido entender por qué los hombres le tienen miedo a la muerte.
Gabriel GarcÃa Márquez
Ambos eran conscientes de tener tan pocas cosas en común que nunca se sentían más solos que cuando estaban juntos, pero ninguno de los dos se atrevía a lastimar los encantos de la costumbre. Necesitaron de una conmoción nacional para darse cuenta, ambos al mismo tiempo, de cuánto se habían odiado, y con cuánta ternura, durante tantos años.
Gabriel GarcÃa Márquez
Tan pronto como quedó libre, Sierva María le saltó al cuello, y permanecieron abrazados sin hablar mientras ella lloraba. Él la dejó desahogarse. Luego le levantó la cara y le dijo "No más lágrimas". Y enlazó con Garcilaso.
Gabriel GarcÃa Márquez