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Poemas de eduardo mendoza

Poemas de eduardo mendoza. Encuentra docenas de poemas de eduardo mendoza con fotos para copiar y compartir.


Lo único que puedo asegurar es que en ninguna ocasión, ni siquiera en los más críticos bretes, he visto, conforme suele contarse, pasar ante mí mi vida entera como si fuera una película, lo que siempre es un alivio, porque bastante malo es de por sí morirse para encima morirse viendo cine español.


Eduardo Mendoza


pues sé que el subconsciente, además de desvirtuar nuestra infancia, tergiversar nuestros afectos, recordarnos lo que ansiamos olvidar, revelarnos nuestra abyecta condición y destrozarnos, en suma, la vida, cuando se le antoja y a modo de compensación, hace las veces de despertador.


Eduardo Mendoza




Que los dioses te guarden, Fabio, de esta plaga, pues de todas las formas de purificar el cuerpo que el hado nos envía, la diarrea es la más pertinaz y diligente.


Eduardo Mendoza


Necesitamos, por ello, una persona conocedora de los ambientes menos gratos de nuestra sociedad, cuyo nombre pueda ensuciarse sin perjuicio de nadie, capaz de realizar por nosotros el trabajo y de la que, llegado el momento, podamos desembarazarnos sin empacho.


Eduardo Mendoza


Porque los catalanes siempre hablan de lo mismo, es decir, de trabajo... No hay en la Tierra gente más aficionada al trabajo que los catalanes. Si supieran hacer algo, serían los amos del mundo.


Eduardo Mendoza


He llegado al límite de mi resistencia física. Descanso apoyando ambas rodillas en el suelo y doblando la pierna izquierda hacia atrás y la pierna derecha hacia delante. Al verme en esta postura, una señora me da una moneda de pesetas veinticinco, que ingiero de inmediato para no parecer descortés.


Eduardo Mendoza




Es muy probable que le gusten las flores y los animales domésticos. Podría enviarle una rosa y dos docenas de dobermans.


Eduardo Mendoza


Se está perdiendo la literatura en favor de la lectura, que es una cosa que solo beneficia a la industria editorial. No es importante que todos lean, sino que algunos lean y lo hagan bien.


Eduardo Mendoza


Contemplo Entre Las Aguas de Tu Cuerpo...

Contemplo entre las aguas de tu cuerpo
la celeste blancura del pantano
desnudo bajo el campo con relieves
y circundado por el verde fuego.

No muy lejos el mar y las estrellas
en las arenas grises de las nubes.
Manos entre las piedras con las olas
y tus ojos azules en las hierbas.

Las alas se aproximan. Descomponen,
perdidas en las páginas del bosque,
Bronwyn, mi corazón, y cenicienta
sobre la tierra negra y en los cielos.


Juan Eduardo Cirlot




Soneto Sediento

Mi tú. Mi sed. Mi víspera. Mi te-amo.
El puñal y la herida que lo encierra.
La respuesta que espero cuando llamo.
Mi manzana del cielo y de la tierra.

Mi por -siempre jamás. Mi agua delgada,
gemidora y azul. Mi amor y seña.
La piel sin fin. La rosa enajenada.
El jardín ojeroso que me sueña.

El insomnio estelar. Lo que me queda.
La manzana otra vez. La sed. La seda.
Mi corazón sin uso de razón:

me faltas tanto en esta lejanía,
en la tarde, a la noche, por el día,
como me faltaría el corazón.


Eduardo Carranza


La geografía me impide estar con ustedes, pero mi abrazo sí puede, y aquí va. Celebro la publicación de esta obra que confirma, una vez más, tu voluntad de justicia y tu voluntad de belleza.
Y confirma que vos sos dos en uno, el artista y el político que dentro tuyo existen, crean, charlan y muchas veces se pelean, porque no es nada fácil la vida en pareja y mucho menos cuando la pareja habita un solo cuerpo.
No es nada cómodo vivir así, ya sé, pero aguantate, qué más remedio, y además me consta que te gusta esa pelea simultánea por la solidaridad y contra la mediocridad.
La hinchada, agradecida.
Dedicatoria de Eduardo Galeano a Pino Solanas por su libro Causa Sur:


Eduardo Galeano


En La Llama

Plumaje azul o la sublime llama
del pájaro temblor del firmamento,
agudo en el martirio donde clama
su descenso final el pensamiento.

Atmósfera león que me amalgama
a extáticas tristezas de un momento,
destrucción sostenida que en su gama
ha insertado mi voz al Gran lamento.

Perpetua exaltación de las llanuras
que la luz acaricia derribando.
Con rumor de monstruosa incontinencia

la boca primordial está cantando
caídas, alas brancas, piedras puras:
El fuego en su furiosa permanencia.


Juan Eduardo Cirlot


A Osiris

Repartido en pedazos y en lamentos,
repartido en países y en canciones,
repartido en lejanos corazones,
repartido en profundos monumentos.

Repartido en obscuros sentimientos,
repartido en distintas emociones,
repartido en palabras y oraciones,
repartido y perdido en los momentos.

Heredero del tiempo y del espacio,
víctima de transcursos y distancias,
ser en seres deshecho y repartido.

Yo busco tu hermosura y tu palacio,
tu boca de rubíes y fragancias
para reunirte solo en un gemido.


Juan Eduardo Cirlot




El Olvidado

A Jorge Gaitán Durán


Ahora tengo sed y mi amante es el agua.
Vengo de lo lejano, de unos ojos oscuros.
Ahora soy del hondo reino de los dormidos;
allí me reconozco, me encuentro con mi alma.

La noche a picotazos roe mi corazón,
y me bebe la sangre el sol de los dormidos;
ando muerto de sed y toco una campana
para llamar el agua delgada que me ama.

Yo soy el olvidado. Quiero un ramo de agua;
quiero una fresca orilla de arena enternecida,
y esperar una flor, de nombre margarita,
para callar con ella apoyada en el pecho.

Nadie podrá quitarme un beso, una mirada.
Ni aún la muerte podrá borrar este perfume.
Voy cubierto de sueños, y esta fosforescencia
que veis es el recuerdo del mar de los dormidos.


Eduardo Carranza


Tono de Conjuro

Cada grito que pide un lunar eco
es la sed que atormenta a un árbol seco.

Cada piedra que sola se levanta
es la estela de un dios que nadie canta.

Cada surco de cal, cada amargura
es el muro sin luz de mi locura.

Cada rosa de vidrio, cada llama
es la voz de un temblor que me reclama.

Cada playa sin mar, cada desnudo
es el campo de sol que nunca eludo.

Cada sangre que sé, cada manzana
es la senda, del mundo, más lejana.

Cada verso que escribo, cada canto
es tan solo un conjuro; solo tanto.


Juan Eduardo Cirlot


seras solo un recuerdo

Mientras que el sol siga brillando
Y las estrellas no cambien su lugar,
Te puedo asegurar q en mi corazón tú
Siempre pero siempre tendrás un lugar

Siempre vas estar pues tu recuerdo
Es muy grato y bello,
Pero si hoy me alejo de ti es para
Así no hacernos sufrir.

Es mejor q se quede asi pues no
Kiero mas sufrimiento,
Es que en verdad te kiero
Y todo será más fácil así
Aunque los 2 sin el otro pueda vivir

Y aunque se acabe esto nada podrá borrar
Tan lindo recuerdo q llevo de ti pues tu
Me enseñaste q la manera de ser feliz.


maria mendoza


me engaño una ilusion

Me sentí cautivada
Y también ilusionada
Totalmente asombrada
Y demasiado impactada

Pero fuiste como el teorema de Pitágoras
Y nada te entiendo a ninguna hora
Y por mas q no quiero tu vos me enamora

Te CREI como el agua lindo y transparente
Un ave q con sus alas vuelan libremente
Hiciste q mi corazón latiera fuertemente
Y ahora por ti el muere lentamente.
Me sentí lastimada
Y muy irrespetada al descubrir tantas mentiras
Por culpa de la vida
Era una película de ficción q creo mi corazón
Fue una simple ilusión de la cual me abrió los ojos la razón


maria mendoza


Exhumaciones

Transito por lugares de abandono
y contemplo las fosas desoladas.
Las aguas de la noche han descendido
a estas costas humildes, deprimidas.
Todo está convertido en un lamento
sin nombre, acurrucado, irreparable.
Los dioses yacen mudos como esclavos,
lamiendo el oro rosa y el estiércol.

Lentamente yo busco entre las piedras
una llama de aquel incendio inerte.
Espadas de carbón, rosas de plata
aparecen, de pronto, entre los féretros.
Temblando como pájaros se ofrecen
esas flores tristísimas y sucias.
Las largas cabelleras de los héroes
emergen entre lirios y cerámicas.


Juan Eduardo Cirlot


A Rene Magritte

Las mujeres con pechos de papel
alumbran la armonía de los prados.
A las ventanas vienen los venados
bajo un cielo de páginas de miel.

Detrás de esa cortina hay un doncel
con los ojos azules y vendados
pero en las blancas vendas hay pintados
tres ojos negros donde está Luzbel.

La pierna adolescente de la bella
abre sus abanicos de cristales
mientras un aerolito resplandece.

La carne es un espejo y una estrella.
El hombre la contempla con puñales
pero la rosa corre mientras crece.


Juan Eduardo Cirlot


El día viene y la gente sale
todos lo días ,en invierno
la gente entra,siempre,
para tomar,
el turon mas grande
del mundo,
!entero,......


Eduardo Pascale


No te cambio

No te cambio ni el silencio
ni por alguna otra fulana,
eres todo lo que quiero
eres de mi cuerpo el alma.

Si te pierdes un instante
yo te busco en el mañana
pero esperame en silencio
si me alejo de tu casa.

El silencio de tu rostro
me enamora cuando
callas,
no te cambio por ninguna
de las frases, de las faldas.



Compañera si me alejo un día, una tarde, una mañana, un junio,
solo es momentanea la partida, no te escribo en despedida,
porque no levanto un muro.


Carlos Ariel Garrido Mendoza


Ya no... quiero más amor

No es para quedarnos en casa, que hacemos una casa,
no es para quedarnos en el amor, que amamos,
y no morimos, para morir...
Tenemos sed y paciencias de animal.



No he sentido más amor
desde que el último se fue,
no he podido controlar el dolor
desde que aquella Luz dejo de ser,
ya no... quiero más amor
tu ya no estás aquí,
y que duro el desamor
que has ocasionado en mí.

Y si pasa por mi lado tu fantasma en la alborada,
no me oye, no mira, ni siquiera me respira,
apareces como un hada y aunque jodes mi mañana
necesito que me abraces, que me beses,
como antes,
pero el sol trae consigo, tu desprecio
y sin motivo, te alejas de mi lado
y al arrullo del olvido te vuelvo a esperar sentado.


Carlos Ariel Garrido Mendoza


marcha la vida sin respeto para poder olvidar el sufrimiento, marcha la vida sin saber que aun lo queremos, marcha por aquel valle sin regreso, marcha sin mi angel vida mia, maracha vida mia que este angel aun tiene tiempo; marcha la vida sin respeto aun sin rumbo por el valle del recuerdo, calma vida que aun tenemos su recuerdo, olvida el valle vida que el angel no merece sufrimiento...
marcha la vida sin respeto ni consideración no te lleves mi angel vida, que aun tiene tiempo.
marcha la vida sin respeto, no lo lleves es mi angel aun lo queremos no olvides todo lo que nos ofrecio no dejes como recuerdo aquel angel que ya partio!
Aun marcha la vida sin respeto....


antonella mendoza


El Miedo Manda

Habitamos un mundo gobernado por el miedo, el miedo manda, el poder come miedo, ¿qué sería del poder sin el miedo? Sin el miedo que el propio poder genera para perpetuarse.

El hambre desayuna miedo.
El miedo al silencio que aturde las calles.
El miedo amenaza.
Si usted ama tendrá sida.
Si fuma tendrá cáncer.
Si respira tendrá contaminación.
Si bebe tendrá accidentes.
Si come tendrá colesterol.
Si habla tendrá desempleo.
Si camina tendrá violencia.
Si piensa tendrá angustia.
Si duda tendrá locura.
Si siente tendrá soledad.


Eduardo Galeano


El miedo global

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares. Los militares tienen miedo a la falta de armas.
Las armas tienen miedo a la falta de guerra.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones y miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura.
Al tiempo sin relojes.
Al niño sin televisión.
Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar.
Miedo a la soledad y miedo a la multitud.
Miedo a lo que fue.
Miedo a lo que será.
Miedo de morir.
Miedo de vivir.


Eduardo Galeano


Indicios

No se sabe si ocurrió hace un rato o hace siglos o nunca.

A la hora de ir a trabajar un leñador descubrió que le faltaba el hacha.

Observó a su vecino. El vecino tenía todo el aspecto de un ladrón de hachas. Estaba claro: la mirada, los gestos, la manera de hablar.

Unos días después el leñador encontró el hacha que había perdido. Y cuando volvió a observar a su vecino, comprobó que no se parecía para nada a un ladrón de hachas, ni en la mirada ni en los gestos ni en la manera de hablar.


Eduardo Galeano




Seguridad

Durmiendo nos vio. En el sueño de Elena estábamos los dos haciendo fila con muchos otros pasajeros en algún aeropuerto, quién sabe cual, porque todos los aeropuertos son más o menos todos iguales. Y cada pasajero llevaba una almohada bajo el brazo. Rumbo a una máquina, que nos esperaba, pasaban las almohadas bajo la máquina y la máquina leía los sueños de la noche anterior.

Era una máquina detectora de sueños peligrosos para el orden público.


Eduardo Galeano


Un caso muy común

Doña Chila Monti ya tenía unos cuantos años y estaba más cerca del arpa que de la guitarra. Bien lo sabía su hijo Horacio, pero se pegó tremendo susto cuando la vio como la vio: las manos tembleques, los ojos salidos, las piernas flojas que no podían caminar... ¿Qué pasó? ¿Qué pasó?, preguntó el hijo. Y la madre con un resto de voz, la poca voz que le quedaba, alcanzó a musitar: ?Me robaron?. El hijo quiso saber qué cosas le habían robado. Y ahí ella pegó un salto y resucitó, furiosa, indignadísima, ?Vos bien sabés que no tengo nada yo, ¿Qué cosas me iban a robar? ¡Ninguna! Cómo se te ocurre semejante barbaridad...¿Tengo cosas yo? Bien sabe Dios que cuando me llegue la hora subiré sin nada...? Bueno, bueno, dijo Horacio, pero si decís que te robaron... ?Sí, me robaron? ¿Y qué se llevaron? ?Las ideas?.


Eduardo Galeano


El mar
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
?¡Ayúdame a mirar!


Eduardo Galeano


El mundo
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso ?reveló?. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todos los demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos juegos, juegos bobos no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.


Eduardo Galeano


No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.


Eduardo Galeano


Un hombre tiene que tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo.


Eduardo Chillida


¿Hasta cuándo los países latinoamericanos seguiremos aceptando las órdenes del mercado como si fueran una fatalidad del destino? ¿Hasta cuándo seguiremos implorando limosnas, a los codazos, en la cola de los suplicantes? ¿Hasta cuándo seguirá cada país apostando al sálvese quien pueda? ¿Cuándo terminaremos de convencernos de que la indignidad no paga? ¿Por qué no formamos un frente común para defender nuestros precios, si de sobra sabemos que se nos divide para reinar? ¿Por qué no hacemos frente, juntos, a la deuda usurera? ¿Qué poder tendría la soga si no encontrara pescuezo?.


Eduardo Galeano


El mundo es una gran paradoja que gira en el universo. A este paso, de aquí a poco los propietarios del planeta prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua.


Eduardo Galeano


El artista sabe lo que hace, pero para que merezca la pena debe saltar esa barrera y hacer lo que no sabe.


Eduardo Chillida


Sobre el ladrillo. . . Primer material creado por el dominio de la inteligencia humana sobre los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.


Eduardo Torroja Miret


En una línea el mundo se une, con una línea el mundo se divide, dibujar es hermoso y tremendo.


Eduardo Chillida


La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


Eduardo Galeano


Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.


Eduardo Galeano


La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respetuo mutuo.


Eduardo Galeano