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Poemas de montanas cortos

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Cabalgare a lomo cien corceles y trotare por todas tus montañas.
para mirarte desde lo alto de la cima y recrear mi vista con tu imagen...!


Jackselins Arteaga


A veces insistimos en ver la paja en el ojo ajeno y no vemos las montañas, los campos y los olivares.


Paulo Coelho




La vida está compuesta de insignificancias; el año de instantes y las montañas de granos de arena. Por lo tanto no subestimes nada, por pequeño que te parezca.


Lin Yutang


La fe es una de las fuerzas orgánicas más poderosas, puede que no sea capaz de mover montañas, al menos en el sentido literal, pero puede crear a alguien que sí sea capaz de hacerlo.


Terry Pratchett


No escales montañas para que el mundo pueda verte, sino para que tú puedas ver al mundo.




Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver a nuestros pies la miserable charlatanería de egoísmo de los pueblos desarrollados.


Friedrich Nietzsche




Mi trabajo tiene que ver con la aventura y el trabajo en equipo en algunas de las más inhóspitas selvas, montañas y desiertos del planeta. Si usted no es capaz de cuidar de sí mismo y con los demás, entonces la gente muere.


Bear Grylls


Los accidentes en las grandes montañas se producen cuando las ambiciones de la gente nublen su buen juicio. Buena escalada está en subir con el corazón y con el instinto, no la ambición y el orgullo.


Bear Grylls


Todo político con poder, en materia de arte es como una perdiz monstruosa, gigantesca, capaz de aplastar montañas con sus saltitos, mientras que todo político sin poder es solo como un cura de pueblo, una perdiz de tamaño natural.


Roberto Bolaño




Eres muy bonita, Midori -corregí. ¿Cuánto? Tan bonita como para hacer que las montañas se derrumben y el mar se seque.


Haruki Murakami


Vosotros miráis hacia arriba cuando buscáis elevación, yo miro hacia abajo, porque estoy elevado. Decidme, ¿quién de vosotros puede reír y a la vez estar elevado? El que asciende a las más altas montañas se ríe de todas las tragedias: de las del teatro y de las de la vida.


Friedrich Nietzsche


Se aprecia mucho mejor el fondo de los valles cuando se está en la cumbre de las montañas


Marlene Dietrich


Es preciso atravesar el mundo. Pero no hay caminos hechos para vosotros... Los haréis, a través de las montañas, al golpe de vuestras pisadas.


Josemaría Escrivá de Balaguer




Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. (Fragmento del poema Instantes)


Jorge Luis Borges


El fuego le lamió y le inundó y notó que se le marchitaban los delicados tejidos del cerebro. Trató de enfocar su pensamiento en el hielo. Se asió al hielo en busca de salvación, a pedazos de hielo, a montañas de hielo, a icebergs de hielo semihundidos en agua helada. Aunque su alma ardía, pensaba en el hielo.


Harlan Ellison


Puedes cruzar montañas, océanos, superar tragedias, dificultades, responsabilidades, con solamente una cosa: Confianza en ti mismo.


Yogui Bhajan


... concentración y simplicidad. Lo simple puede ser más difícil que lo complejo. Tienes que trabajar duro manteniendo tu mente clara para hacer las cosas simples. Vale la pena llegar hasta el final con esto, porque cuando terminas puedes mover montañas


Steve Jobs


Los poetas de la antigüedad animaron a los objetos sensibles con dioses y genios nombrándolos y dotándolos con las propiedades de los bosques, ríos, montañas, lagos, ciudades, y todo lo que sus enormes y numerosos sentidos podían percibir..


William Blake


La filosofía, tal como yo la he entendido y vivido hasta ahora, es vida voluntaria en el hielo y en las altas montañas - búsqueda de todo lo problemático y extraño en el existir, de todo lo proscrito hasta ahora por la moral.


Friedrich Nietzsche


Me siento más yo mismo en Estados Unidos. Yo puedo regresar allí, y tienen parques con montañas rusas.


Alan Rickman


El bizkaíno que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaíno, es por el carácter natural religioso. El español que habita lejos de las poblaciones es impío o como los bandidos andaluces.


Sabino Arana


Las montañas son altas, los mares profundos, pero nuestro amor es lo más grande que existe en este mundo




Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar.


Nelson Mandela


¡No me importan los motivos económicos ni las finalidades utilitarias! Pero. ¡Oh....SI...¡ La blanca altivez de las montañas, que invaden el horizonte bajo un azul absorto y sin arrugas.


Luis Alberto Costales


¿Como diablos puede un ser humano disfrutar que un reloj alarma lo despierte a las 5:30 am para brincar de la cama , sentarse en el escusado, bañarse y vestirse, comer a la fuerza, cepillarse los dientes y cabello y encima luchar con el trafico para llegar a un lugar donde usted, esencialmente hace montañas de dinero para alguien mas, y encima si le preguntan, debe mostrarse agradecido por tener la oportunidad de hacer eso?


Charles Bukowski


Los árboles que cantan se tronchan y se secan. Y se tornan llanuras las montañas serenas. Mas la canción del agua es una cosa eterna


Federico García Lorca




Salmo Desesperado

Como el león llama a su hembra, y cálido
al aire da su ardiente dentellada,
yo te llamo, Señor. Ven a mis dientes
como una dura fruta amarga.
Mírame aquí sin paz y sin consuelo.
Ven a mi boca seca y apagada.
He devorado el árbol de la tierra
con estos labios que te aman.

Venga tu boca como luz hambrienta,
como una sima donde un sol estalla.
Venga tu boca de dureza y dientes
contra esta boca que me abrasa.

Tengo amargura, brillo como fiera
de amor espesa y de desesperanza.
Soy animal sin luz y sin camino
y voy llamándola y buscándola.

Voy oliendo las piedras y las hierbas,
voy oliendo los troncos y las ramas.
Voy ebrio, mi Señor, buscando el agrio
olor que dejas donde pasas.

Dime la cueva donde te alojaste,
donde tu olor silvestre allí dejaras.
Queriendo olerte, Dios, desesperado
voy por los valles y montañas.


Carlos Bousoño


Soneto de La Nieve Todavía

Mira cómo se quema el Guadarrama
en sus torres azules. Esa loma
tiene un poco de nieve, una paloma
que ha librado sus alas de la llama.

Qué desierta de pájaros la rama
donde a la luz mi corazón se asoma,
como un clavel de invierno sin aroma
como un campo segado de retama.

Crezco de amor bajo este sol tendido,
y crecen las montañas imitando
el hielo que mi ardor no te ha deshecho.

Bajo un ave de nieve estoy vencido
y están sus alas frías coronando
una sierra de sangre por mi pecho.


José García Nieto


La Amante

Soy la amante
que estrenas,
la nueva, la eterna,
la de muslos trigueños,
columnas seguras
que se abren perfectamente
para dar paso
a tu mar ancho y espeso.
Soy la de paralelas montañas,
erectas, duras,
por donde han caminado
pájaros heridos de amor.

Soy la amante nocturna,
la de noctámbulos besos,
( mis ojos, túneles profundos
donde se pierde la soledad).

Soy la de siempre, la eterna,
la que te arranca el hastío
de cada costado,
la que se tiende plácidamente,
la que se para,
la que te sorprende,
la que se quita las vestiduras
y se lava en tu río claro.
Soy la que te crucifica
con mis ojos, con mi lengua,
la que se pierde
en tu mirada lela,
la que infatigable
recorre tu cuerpo,
la que vibra con devoción
en tu silencioso mundo.
Soy ella, la eterna,
la antigua, la nueva,
la de siempre
la que se cierra
la que se abre
la de ambivalentes tardes.
Soy la que renace,
la que se abre
la que se cierra.


Orietta Lozano


Con La Forastera

Pues no tendrán en común ni un idioma
(No digamos una ciudad, un hogar, un hijo),
Ni siquiera esas canciones, esos sitios,
Esos olores que acaso solo nos parecen hermosos porque
nos recuerdan un recuerdo,
Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que
llamamos belleza
No sea sino la terca persistencia del ser más allá de sí mismo,
Más allá de su lugar y su tiempo, como la luz de un astro
hace siglos apagado.
Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos
No habrá en el cielo país extranjero.
Aquellas estrellas son estas mismas estrellas,
No distan más de esa ciudad lejana que de ésta.
Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares
O igualmente extraños.
Y también unas desperdigadas horas de febrero
pertenecientes para siempre
Al insaciable pasado.

De "Siempre por primera vez"


Roberto Fernández Retamar


Canciones

Cántame tus canciones,
tus esbeltas, desnudas canciones,
esas que se visten de menudas hojas verdes
y hojas rojas,
y hojas verdidoradas,
con cortezas resinosas
y pequeñas piedras pulidas por el agua.

Cántame tus canciones:
las de los delgados cielos azules,
de las nubes azules,
de las montañas azules.

Y las otras:
las de las aguas hechizadas
que se precipitan gritando por las rocas,
y aquellas en las que bandadas de alondras
levantan la mañana.

Y la canción de los hermosos caballos,
en la que se enumeran los caballos por sus colores,
y sus nombres
y sus orígenes y linajes.

Y la canción de los pájaros, las aves
que se nombran según sus plumajes
y sus vuelos y sus melodías.

Y la canción de las lluvias,
de las lluvias inmemoriales. Y de las otras,
las frívolas y danzarinas.

Y la honda canción de las noches
que hablan doradas palabras
que rebrillan por instantes,
las pacientes noches de larga memoria.


Aurelio Arturo


Mirador Umbrío

Desde la torre observas cómo cae la tarde,
las últimas montañas perdidas con la niebla,
los árboles que ascienden levemente, el abismo,
el fulgor de los astros que brillan por tus ojos.
Cerca quedan las playas del Sur, amplias
y lentas, vacías a esta hora en que el mar
se desvanece en fuegos. Vive el mar en la brisa,
su mágico vaivén como tus pasos, firmes,
en este oscuro mirador, alto, insomne,
distante como el humo de la ciudad en calma.
Y es el tiempo que inventa su eterno desvarío,
tu sombra, ya fundida con las sombras del mundo.


José Lupiáñez


Mujeres

A Ciro Méndez

De mi ciudad sonora
viene al pueblo de tibia somnolencia,
donde saben a sal los labios de la aurora.

Y traje una dolencia
de mis valles,
ansiosos de marina transparencia.

Cruzaban las angostas cintas de las calles
mujeres de aguzados senos
y agilidad de música en los talles.

Había sol en los rostros morenos;
dos ágatas de luz en sus pupilas,
y en sus labios melifluos los venenos.

en onduladas filas,
eran como de cálidas palomas
Por el limpio tejado de las montañas lilas.

Y soñaban en pomas
paradisíacas de filtrado jugo,
y en un idilio de los vientos con los aromas.

Al Señor Nuestro plugo
darles líneas de copas transparentes,
como se reza en Hugo.

Y secaron mis fuentes
por esa gota lánguida de un beso
en las finas copas de labios adolescentes.

Córdoba, cofre de mujeres, dulce embeleso:
Les prometí la luz de un arrebol
por esa gota lánguida de un beso...

¡Y me dieron el sol!


José Gorostiza


Lamento En La Montaña

Aún te veo, río de mi vida,
con los ojos que miran las montañas.

Yo era una montaña con almendros
montaña solitaria.
Y viniste alegre con tu canto
y me besaste toda con tu agua.
Me dejaste inquietud para la noche
y el alma enamorada.

Aún te veo, río de mi vida,
en la curva lejana,
te vas cantando más entre los chopos,
te vas cantando más que en tu llegada.
Y yo,
paralítica montaña;
inmóvil te recuerdo,
enferma de volcanes, alocada,
espero tu regreso, río loco,
que pasaste besando
mi cuerpo de montaña.
Tuviste que seguir tu destino de río,
y yo el mío triste de tierra amontonada.

Me dice el viento que vas al mar,
Te sigo río mío, con los ojos,
Te sigo río mío con los ojos,
ya que no puedo seguirte con las plantas.
Soñé... te quedarías a mi lado,
como un lago sin cisnes,
para siempre,
acunando mi ansia.
Qué locura más loca
enamorarse de un río una montaña!


Gloria Fuertes


Mi Amor Es Como Un Río Caudaloso

Chorreándose en el cuerpo de mi hombre,
mi amor toca tambor y flauta
en las montañas de mi tierra,
dispara con ametralladora
su descarga de besos.
Es un amor de guerra
con «adiós» y «nos vemos»
un amor con señales de humo
-a lo lejos-
un amor para llevarse en mochilas
para andar clandestino
por ciudades y valles.
Es un amor para cantar victoria,
para llorar heridos
y aprender de derrotas.
Mi amor es bien contento
aunque -a veces- me haga brotar el llanto
es grande como la esperanza
y el valor de mi pueblo;
tiene olores de finca
huele a tierra mojada y campo.
Mi amor es fiero,
ardiente como la libertad,
no conoce de tiempo,
anda dentro de mí
desbocado y rebelde.
Me ha llenado de luz
y lo llevo cargado como un fusil al hombro
lloro y río por él
por este amor hermoso,
claro, como tus ojos.


Gioconda Belli


Fue un día muy especial
el día que me decidi
acercarme a ti

fue un día muy anormal
cuando te pude decir
todo lo que eres para mi

mas que el cielo y las estrellas
que el profundo mar y las grandes montañas
mas que este universo y el infinito entero
eres todo eso que falta par estar completo

fue in día muy especial
aquel día que dijiste si
porque ese día me hiciste feliz;
fue un día tan anormal
aque día que te deje partir
pero se que ese dia, te hice feliz.


Tovléz


TRISTEZA


Tristeza:
Rimas de amor
Ilusionadas miradas
Soledad:
Tardes frías
en la parada del bus
solo
a las cinco.


Un cartel habla
de un ayer alegre,
el presente se estresa
por calmarse.


Tristesa:
Error de diccionario,
excusa compartida
en un juzgado.

Civilizada unión
sentados a la mesa,
callados
como extraños.

A lo lejos el sol
mas cerca las montañas nevadas
y aquí un canción de amor
a tu belleza.

Tristeza…
futuro sin amor
aunque duela la vida
contigo es alegría.


JUAN MARCOS LLAURADO PONS


No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla.
Distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones.


Facundo Cabral


xochitl
xochitl,flor de las montañas,del norte de monterrey,
mi rosa de alejandria,mi rosa del marroqui.

mi pan de dulce
mi dona de ajonjoli.

mi dona de ajonjoli,tiene un dulce sabor a ti,
como quieres que te olvide,
si no te muevo de aqui.


HECTOR ISORDIA CASTRUITA


Se levantan colosales recuerdos
viajan en miradas lejanas
elevan el sentido incierto
de trayectorias ufanas.
que respiran acuchillando el alma
...y cortando las montañas.
Del corazón latido
resonante al oido
puro limpio y tranquilo
arrastra la fiel mañana.
Envuelve consejos
de charlas tempranas
duda inminente un sueño
que suena en turbias campanas.


peri gamboa