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Poemas dedicados a las madres de plaza de mayo ( 2 )

Poemas dedicados a las madres de plaza de mayo. Encuentra docenas de poemas dedicados a las madres de plaza de mayo con fotos para copiar y compartir.


... la necesidad de que el proletariado triunfante de las naciones avanzadas preste ayuda, una ayuda real y prolongada, a las masas trabajadoras de las naciones atrasadas, para su desarrollo cultural y económico. (2 de mayo de 1921).


Iósif Stalin


Las delicias de este mundo ya he gozado,
Los di?as de mi juventud hace tanto, ¡tanto!, que se desvanecieron,
Abril y Mayo y Julio esta?n lejanos,
¡Ya nada soy, ya nada me complace!


Friedrich Hölderlin




Que de esta plaza no salga un sólo gesto de rencor, sino de dignidad; que no salga un gesto de odio, pongamos la otra mejilla.


Néstor Kirchner


Si la persona no consigue producir, pobre, va a ser profesor. Entonces es aquella angustia para saber si el investigador va a tener un nombre en la plaza o va a dar clases la vida entera y repetir lo que los otros hacen


Fernando Henrique Cardoso


El único sitio en la estación inter-nodal de la T4 (en el que) podía haber estado, porque es de la Comunidad de Madrid y porque son los elementos de la Comunidad de Madrid, es, o tumbada en las vías o colgada de la catenaria". (Sobre Esperanza Aguirre, el 10 de Mayo de 2007 en la Cámara Baja).


Magdalena Álvarez


marido? ?Soy viuda. ?Será de un fantasma encarnado, porque los otros días yo vi a Peyo caminando por la Plaza ?interrumpió otra de las comadronas que esperaban en la oficina. ?Para lo que sirve, mejor darlo por muerto ?respondió la comadrona que entrevistaba. Rieron ambas.


Mayra Santos-Febres




Los espíritus más libres y ligeros nos anuncian, con sus corrientes, el tiempo futuro. El viento del valle y las opiniones de la plaza pública sólo nos hablan del pasado.


Friedrich Nietzsche


Se podrá hablar un día entero de la decadencia de la tauromaquia, de lo mucho que hay de malo, las famosas homilías sobre la crueldad, etc., pero hay algo que queda en pie, y es la hora de la verdad, es ese momento en que toro y torero están solos y toda la plaza guarda silencio hasta el minuto perfecto del torear ceñido, y los ?olé que festejan sucintamente cada cita y cada pase.


Julio Cortázar


Mi abuelo llegó de Puerto Rico y criado a sus hijos hablan Inglés por lo que sería más fácil para ellos para asimilar.


Aubrey Plaza




Quiero decir, a veces odio las entrevistas porque siempre me siento como que suena estúpido.


Aubrey Plaza


Seguirá Siendo El Sol...

Seguirá siendo el sol, cuando amanece,
hermosamente bello y cada día
la vida será buena todavía
cuando en cada rosal Mayo florece,

Seguirá el mar sereno cuando ofrece
a su virginidad la poesía
de la luna que al cielo desafía
cuando sobre las olas aparece.

Todo seguirá igual que cuando ella
con su callada vocación de estrella
inauguraba todo lo que existe.

Y todo estará igual; el sol, la rosa,
las estrellas, el mar, la luna hermosa;
solo yo, para siempre, estaré triste...


Luis López Anglada


Carta de Roma

Te escribo, amor, desde la primavera.

Crucé la mar para poder decirte
que, bajo el cielo de la tarde, Roma
tiene otro cielo de golondrinas,
y entre los dos un ángel de oro pasa
danzando.

La cascada de piedra que desciende
por Trinitá dei Monti hasta la plaza,
se detuvo de pronto y ahora suben
azaleas rosadas por su cuerpo.

Los árboles repiten siete veces
la música del viento en las colinas,
y el húmedo llamado de las fuentes
guía mis pasos.

Más bella que en el aire
una rota columna hallé en el césped,
caída en el abrazo de una rosa.

Cuando fluye la luz,
cuando se para
el tiempo,
asomada a los puentes Roma busca
su imagen sobre el Tevere,
y en vez del nombre suyo ve que tiembla
tu nombre, amor, en el rodante espejo.


Meira Delmar


Dentro de Una Esmeralda

Junto al plátano sueltas, en congoja
de doncella insegura, el broche al sayo.
La fuente ríe, y en el borde gayo
atisbo el tumbo de la veste floja.

Y allá, por cima de tus crenchas, hoja
que de vidrio parece al sol de mayo,
toma verde la luz del vivo rayo,
y en una gema colosal te aloja.

Recatos en la virgen son escudos;
y echas en tus encantos, por desnudos,
cauto y rico llover de resplandores.

Despeñas rizos desatando nudos;
y melena sin par cubre primores
y acaricia con puntas pies cual flores.


Salvador Díaz Mirón




Hora

Me acordaré de ti
todas las noches a las once!...

En la plaza sin luna de tu ausencia
pronunciaré tu nombre
con el mismo temblor del primer día
todas las noches, a las once!...

Y aunque esté en un café, o en un teatro
o en un duelo, sin que nadie me importe,
te llamaré -subasta de mi pena-
todas las noches a las once...

Y si la gente -¡qué importa la gente!-
no sabe, no comprende, no conoce
lo que es el amor, que aprenda de mis labios
todas las noches a las once...

Que cariño que no es nube, ni melindre,
sino sangre, canción, olvido y monte...
Se quiere así, gritándolo a los vientos,
todas las noches a las once...

Y un día llegará -que Dios me oiga!-
que cuando vaya a pronunciar tu nombre,
tú estés bajo la lluvia de mis besos
a las diez, a las once y a las doce.


Rafael de León


Onírica Última Función

Por Tosca, a Margarita

Terminó la función
y me he soñado arcángel
cuando soy solo un violinista dormido ante su atril.
Vacía la taberna
vacío el corazón como una plaza pública
me encuentro frente a ti
frente a mí misma.
También yo fui una niña y luego fui un traidor
y luego un marinero naufragando
en el agua podrida de su charca.
Y quise desnudarme
echarme sobre ti como sobre el abismo
y después no ser yo sino tu piel
el insalvable pozo de tus ojos
o un violinista dormido ante su atril
soñando que despierta y que te ama.


Odette Alonso


Plaza Del Mundo

Tantas veces canté tu profundo
Vacío de teatro,
Que hace del hombre gárgola indefensa
En la turbia plenitud de las auroras
Pero no dije dónde.
Fui estancado río y llegué junto a ti;
Fui feliz en las estaciones de la flor
Y buscaba tus noches.
Sabedor me sé de cierta inclinación
Que tengo hacia los largos ecos;
Ya cualquier campana recuerda la medida
De alguna berenguela que no hizo
El póstumo poema.
Ahora que ya tienes la longitud
De un sueño
Y podemos, a tientas, proseguir
Viejos andares que van a morir al día,
Cómo voy a evocarte por vez primera!
Donde quise encuentros
Me espera un abrazo nunca dado.

De Pensar no tempestade, 1986


Ramiro Fonte


LA ROSA DEL JARDIN

En un lugar del campo
donde los niños juegan
han montado una feria
con las flores más bellas.

Un portal con mil rosas
nos llama la atención
pues nos muestra seguro
que se hizo de corazón.

En medio de la plaza
una fuente piscina,
no hay mejor medicina
que una gran sonrisa.

Jugando se hace el mundo
de manos de unos niños,
en ellos nada es falso:
¡caballo que eras banco!

Ramos de flores engalanados
y los juguetes a todo tren
cambian de manos en esta feria
donde la rosa es un clavel.

Adivina adivinanza
quien manda en este lugar,
si no lo hace quien juega
¿lo tendrían que cerrar?


JUAN MARCOS LLAURADO PONS


Reminiscencias

Amor que no devasta no es
amor. Lees a Omar Jayyam en esta
plaza de bronce y de palomas
aún con olor a oriente y desventura.
(Una vez amé, creí que me amarían,
y no fue así; eso es todo. )
Acepta su patética
invitación a la vida, aférrate
al instante que huye, sacude
tanta apagada y vil tristeza,
la ceniza que mancha tus ropas
todavía inocentes, deja
que el amor y el azar levanten fortalezas
de viento y las deshaga el viento
una y otra vez...
Pero tú
no me oyes. Mientras
un duro terrón de tedio
se deshace en la taza de café
(Hoy no hay nadie a quien no envidie
solo por no ser yo), en un rincón paciente
de A Brasileira esperas
que la vida se siente en la silla vacía.

De "Tinta y papel" 1985


José Luis García Martín


A Tu Orilla

A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.

He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.

Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.

De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.


José García Nieto


Pero A Tu Sombra, Amor

Rompe el tabique, trae a la ceguera
el diálogo, tu música. Me llenas
de otra luz esta carne donde penas,
recuerdos van. Tú sigue, compañera,

cogida de mi mano. Me redime
esa voz tan alzada de romero,
de campo con simienza y caminero
paso. Veo en tu verbo, creo. Dime

por qué este olor -¿es mayo?-, cómo ha sido.
Habla o calla, mujer, pero a mi lado,
pero a tu sombra, amor, pero a tu oído,

pero a tus brazos. Habla o calla, esposa,
pero ahí. ¡No me sienta abandonado
sobre la Tierra inmensa, silenciosa!


Ramón de Garcíasol


La Rueda

El arco o puente que va
de tu mano a la mía cuando
no se tocan, abre
una flor intermedia.
¿Qué toca, qué retoca, qué trastoca
ese vacío de las manos
solas en su fatiga?
Nace una flor, sí,
se agosta en mayo como una
equivocación de la lengua
que se equivoca , sí.
¿Por qué este horror?
En la página de nosotros mismos
tu cuerpo escribe.


Juan Gelman


Jardín

La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.

Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.

Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.

Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.

Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.


Pablo García Baena


Miradme Aquí

Miradme aquí,
clavada en una silla,
escribiendo una carta a las palomas.
Miradme aquí,
s que ahora podéis mirarme.
Clarividencias me rodean
y sapos hurgan en los rincones,
los amigos huyen porque yo no hago ruido
y saben que en mi piel hay un fantasma.
Me alimento de cosas que no como,
echo al correo cartas que no escribo
y dispongo de siglos venideros.
Es sobrenatural que ame las rosas.
Es peligroso el mar si no sé nada,
peligroso el amor si no sé nada.
Me preguntan los hombres con sus ojos,
las madres me preguntan con sus hijos,
los árboles me insisten con sus hojas
y el grito es torrencial
y el trueno es hilo de voz
y me coso las carnes con mi hilo de voz:
¡Si no sé nada!


Gloria Fuertes


En aquella plaza…
Donde nuestros ojos alguna vez
Se encontraron entre tantos seres
Que deambulaban sin darse cuenta
De la existencia de nosotros.
Aquí traigo mis recuerdos
A esta plaza…
Que muchas veces escuchó nuestros
Nombres danzar junto al viento
Donde mis labios amaban a los tuyos
Uniéndose como dos lenguas de fuego


Luis Silva Nuñez


Sentir El Peso Cálido...

Sentir el peso cálido.
Girar
previsora la vista, y saber
que no hay nadie.
Agacharse. Enrollar
el vestido, dejar en las rodillas
la mínima blancura
de la tela, su felpa
y el fruncido que abraza
la cintura y las ingles.

Mojar
con el chorro dorado,
tibio y dulce la tierra
tan reseca de agosto, el desamparo
sutil de las hormigas en la hollada
palidez de los henos.

Mezclar
su fragancia espumosa con el verde
vapor denso de mayo, sus alados
murmullos, la espantada
carrera de los grillos.

Y en invierno, elevar
un aliento de nube
caldeada, aspirando el helor
de hoja fría del aire.

Orinar
era un rito pequeño
de dulzura
en el campo.

(De Fisterra, Libertarias, Madrid 1992)


Juana Castro


Maestu

A Javier Monedero

Río del tiempo
que cruza el alma
fluyendo siempre
desde el mañana.

Orillas mustias
por donde pasa
lánguida y lenta
su lengua el agua.

Juncal del sueño
junto a la mansa
corriente. Lecho
de piedras blancas.

Sobre las ondas
sombra de garza.
Manos del viento
desmadejadas.

Ay, devolvedme
los campos de Álava,
el terso llano
color de espada,

la Fuente de Ocho
Caños que mana
el bebedizo
de la nostalgia.

Dadme el sol pálido
sobre la plaza:
aquel perfecto
sol de la infancia

(luz taciturna
que presagiaba
el nacimiento
de la palabra).
Sí, devolvedme
la voz del alba.

Inédito


Jon Juaristi




TE QUIERO.

Te quiero, como nunca había querido
te adoro, como a nadie había adorado
si ha habido en mi vida otros amores
el tuyo es el mas puro y mas sagrado.

Nunca había querido tanto como a ti
nunca te había amado con locura te repito
tu eres en mi vida y para siempre
mi fin y mi principio.


Milagros Villegas Orozco.
17 de Mayo de 1950.


Ignacio Rivas Castro


TE NECESITO.

Necesito de ti para que me ames
necesito saber que solo quiero
un poco de cariño necesito
un poco de cariño que me des.

Quiero que tu me estreches en tus brazos
muy fuerte, tan fuerte como puedas
quiero que tu me beses en los labios
muchas, muchas veces, como a nadie quizás
habías besado, como a nadie habías querido
para entregarte mi alma y mis sentidos.


Milagros Villegas Orozco.
17 Mayo de 1950.


Ignacio Rivas Castro


TU BESO I.

Nuestras manos se enlazaron
nuestros ojos se encontraron
nuestros labios se juntaron
en un beso de pasión incomparable
me dijiste:

¡ Yo te quiero ¡
te repuse:
¡ Te idolatro ¡

Y…….tus ojos se clararon en mi alma
como filos de puñales
y tu beso se quedo también clavado
muy adentro, muy adentro de mi alma
como dardo envenenado.


Milagros Villegas Orozco.
16 de Mayo de 1950.


Ignacio Rivas Castro


TU BESO II.

Nuestras manos de enlazaron
nuestros ojos se encontraron
nuestras bocas se juntaron
en un beso de pasión incomparable
me dijiste……….te quiero
te repuse……….te adoro.

Tus ojos se clavaron en mi alma
filosos puñales.

Y tu beso; igual que dardo
envenenado emponzoño mi alma.


Milagros Villegas Orozco.
16 de Mayo de 1950.


Ignacio Rivas Castro


EN DONDE ESTAS.

¿En donde estas? te haz perdido en las sombras
Te haz fugado en el viento, te esfumaste en la luna
Y quizás no vuelvas nunca.

¡No! Yo quiero que vuelvas, necesitas volver a mi
A darme el calor que me falta en tus brazos
Y encender con un beso, en un fuego inextinguible
Mi desgarrado y yerto corazón.

Milagros Villegas Orozco.
11 de Mayo de 1950.


Ignacio Rivas Castro


MIEDO.

Miedo de mirarme dentro de tus ojos
de tus ojos claros, azules y bellos
miedo, tengo de ellos, y de sus destellos.

Miedo……de acercarme muy junto a su cara
para no entregarte lo que no deseara;
¿un beso? Tal vez te lo diera,
quien sabe lo que mas pasara
lo que sucediera………………..

Tengo miedo……………
miedo dentro de tus ojos
dos azules lagos tan quietos………

Miedo de sentirte cerca de mi boca
porque con un beso me volvería loca
loca de pasión; loca de alegría
y entonces mi alma te la entregaría
en un largo beso….lleno de alegría.

Milagros Villegas orozco.
16 de Mayo de 1950.


Ignacio Rivas Castro


Otro Mayo

cuando pasabas con tu otoño a cuestas
mayo por mi ventana
y hacías señales con la luz
de las hojas finales
¿qué me querías decir mayo?
¿porqué eras triste o dulce en tu tristeza?
nunca lo supe pero siempre
había un hombre solo entre los oros de la calle

pero yo era ese niño
detrás de la ventana
cuando pasabas mayo
como abrigándome los ojos

y el hombre sería yo
ahora que recuerdo


Juan Gelman


Almuñecar

Durante un anochecer en esta playa te amé tanto
que una respiración
para los dos bastaba.
Suspendieron el mar, para mirarnos,
su armonioso escalofrío,
y su unánime vuelo de gaviotas.
Se divertía el agua, sonrosada,
como si fuera a amanecer,
y se posó el silencio sobre el aire
lo mismo que un jilguero en una rama.
No existía para el amor
futuro ni pretérito:
todo era eterno instante....
Y de repente, sobre tus hombros
observé, mientras te besaba,
que nos veían ojos codiciosos.
No supe si eran de los viejos fenicios
o quizá de la noche...
No tardó en quedar claro
dónde va el ruiseñor cuando mayo termina.
La muerte que los devoró a ellos,
sigilosa nos acechaba.
Nuestro amor, como el de ellos, fue vencido.
Pero yo te amo todavía.


Antonio Gala


Quiero una vida contigo,
pasar los días de tu mano,
y dormir abrazado a tu cintura

Quiero una vida contigo,
pasar cada minuto a tu lado,
caminar juntos

Quiero que entiendas desde hoy
que cada día del resto de mi vida
quiero besar tus labios
que a cada instante quiero estar a tu lado
que no quiero caminar solo, ni mal acompañado

Quiero que sepas que el resto de mis dias
estaran dedicados a tu que sonrisa
exista y resista cada golpe de la vida

Quiero el resto de mi vida a tu lado
sea una condena o sea un regalo,
solo se que quiero estar contigo,
que quiero estar a tu lado
que no pienso en otro alguien,
que solo pienso en tus labios,
que me muero por tomar tu mano
que te necesito, que te extraño
y en este maldito momento sin ti a mi lado
no soporto las ganas de gritar cuanto te amo.


Tovléz


Estamos cansados del llanto de las madres por sus hijos muertos
De la mirada triste en los niños huérfanos
Del abuelo abandonado por que ahora no sabemos que hacer con él
¿es tan difícil entender que somos hermanos?


Ana Maria Castillo Avella


Patricia
Es esbelta, de figura perfecta, su cabello lacio y corto es maravilloso, sus ojos cafes y lindos gestos al mirar hacen que tenga una mirada encantadora, sus mejillas color durazno son un monumento a la belleza y su boca adornada con unos labios divinos hacen que tenga una sonrisa perfecta. Tiene un alma transparente como el cristal y un fiel corazon.

Sin embargo ella no esta conmigo a pesar que mi amor por ella es inmenso como el mar. Pasamos tardes hermosas de amor en el crowne plaza y nuestra canción era "Para que no me olvides" de Lorenzo Santamaria

Te extrañare por siempre Brujilla


El señor


Sueño y realidad

Amor de Mayo es el nuestro,
jugando con versos,
buscándonos
extrañándonos.

Corriendo a tu lado como nunca lo hice,
viéndote salir de tu casita
llamándote con todas mis fuerzas por tu nombre.

Es el nuestro amor,
buscándonos para hallarnos,
no nos separa ningún abismo,tu y yo.

Gritemos ya:
amor es lo que necesitamos
somos el uno para el otro.

Tú y yo: sueño y realidad.


Miguel Visurraga Sosa


Mayo en otoño

Mayo es otoño
puerta de invierno,
de amor sereno
sin ese veneno
de primavera
primavera de amor en quimera.


Miguel Visurraga Sosa


Mayo cruel

Mayo,mayo...por que eres cruel,
me das una flor roja símbolo de amor,
como si estuviéramos en primavera,
para arrebatármelo en un segundo de tiempo.


Miguel Visurraga Sosa