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Las dificultades también pasan como todo pasa, sin dificultad.
Durmiendo sueño lo que despierto sueño. Y mi soñar es contínuo.
Sí, están equivocados, porque no saben. Y si supieran. . . Nada. Ni estarían equivocados.
Me dice que soy un ciego, lo que veo.
Lo eterno es el producto de efímeras vidas.
Mi corazón me duele a mí. Y no debiera dolerme a mí, porque no vive de mí, ni vive para mí.
Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos.
Mueren cien años en un instante, lo mismo que un instante en un instante.
Cuando comienzan a vernos como esto, como aquello, comienzan a no vernos.
Las cadenas que más nos encadenan son las cadenas que hemos roto.
Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.
A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad.
Mi primer mundo lo hallé todo en mi escaso pan.
El hombre no va a ninguna parte. Todo viene al hombre, como el mañana.
Si amas al sol que te alumbra, tal vez amas y si amas al insecto que te muerde, amas.
No podrá esperarte más. Porque has llegado.
Las alturas guían, pero en las alturas.
Lleve cada uno su culpa y no habrá culpables.
Situado en alguna nebulosa lejana hago lo que hago, para que el universal equilibrio de que soy parte no pierda el equilibrio.
Un alma santa no nace de un paraíso; nace de un infierno.
Iría al paraíso, pero con mi infierno; solo, no.
Miles de soles lejanos no disipan la noche.
No ves el río de llanto porque le falta una lágrima tuya.
Creías que destruir lo que separa era unir. Y has destruido lo que separa. Y has destruido todo. Porque no hay nada sin lo que separa.
Herir al corazón es crearlo.
Con las palabras que no he dicho he desarmado mis armas.
El amor nace de dos amores y muere en uno.
¿Por qué te pido tanto que me ayudes? Es que te estoy ayudando.
Quien hace un paraíso de su pan, de su hambre hace un infierno.
Quien dice la verdad, casi no dice nada.
El hombre, cuando es solamente lo que parece ser el hombre, casi no es nada.
Y si llegaras a hombre, ¿a qué más podrías llegar?.
Quien me tiene de un hilo no es fuerte; lo fuerte es el hilo.
La razón de todos es un monstruo y la razón de uno...es la razón de uno.
Quien ha visto vaciarse todo, casi sabe de qué se llena todo.
Tú crees que me matas. Yo creo que te suicidas.
Y si no pudiera alejarme de mí, no podría acercarme a nadie, a nada. Ni a mí.
El corazón, cuando palpita por nada, palpita escondido.
El corazón es un infinito de pesadísimas cadenas, encadenando puñaditos de aire.
En plena luz no somos ni una sombra.