Promesa
Promesa. Encuentra docenas de promesa con fotos para copiar y compartir.
El amor no son frases bonitas ni promesas imposibles de cumplir en vez de hablar has todo realidad xq una promesa motiva a quien se lo prometen, pero desalienta cuando no cumplen ...
Alessandro Mazariegos
Los cuentos de hadas se equivocaban. El príncipe no despertaba a la princesa con un beso, sino con una promesa. En sus brazos ella estaría a salvo para siempre. Ella despertaba para vivir feliz para siempre jamás. Si no lo hubiera sabido, la princesa habría preferido dormir para siempre.
Orson Scott Card
Mi barba significa muchas cosas para mi país. Cuando hayamos cumplido nuestra promesa de un buen gobierno, me afeitaré la barba
Fidel Castro
La buena apariencia es poder, porque, siendo una promesa de bien, procura a los hombres el favor de las mujeres y de los extraños.
Thomas Hobbes
El amor es una promesa, el amor es un regalo. Una vez concedido nunca se olvida, nunca va a desaparecer
John Lennon
Rompiendo mi promesa, de no volverte a verte ni en pintura, me he sentado a tu mesa, Virgen de la Amargura
JoaquÃn Sabina
Estaba como no creo que pueda aguantar esta promesa, (Esperar a casarse para tener sexo) porque este chico es muy mono. El tema del sexo nunca fue hablado en mi casa, pero era una pequeña chica curiosa.
Katy Perry
Esa mujer propone que salte y me estrelle contra un muro de piedras que alza en el cielo, y como combustible me llena de anhelos, de besos sin promesa y sentencia sin leyes
Silvio RodrÃguez
Cuando la vida deja de presentarse como una promesa, no por eso deja de ser todavía una tarea
Henri-Frédéric Amiel
Más aquel a quien, bajo promesa de obediencia la vida y la libertad será entonces conquistado y se convertirá en súbdito.
Thomas Hobbes
Una promesa es un concepto vago hasta el momento en que entra en juego el concepto de lealtad.
Yukio Mishima
Lo que otorga a las acciones humanas un sabor de justicia es esa nobleza o galantería de ánimo, que se da muy raras veces, que hace que un hombre desprecie las ventajas que podría obtener en su vida como resultado del fraude o del quebrantamiento de una promesa.
Thomas Hobbes
Ser uno mismo es, siempre, llegar a ser ese otro que somos y que llevamos escondido en nuestro interior, más que nada como promesa o posibilidad de ser.
Octavio Paz
... Se nos ha dicho que éste es el país del mañana, y obramos (desde luego, dejamos de obrar) confiando en que el mero decurso del tiempo, que nos debe aproximar el futuro, traiga las soluciones que no sabemos o no podemos darnos. Curioso país del mañana, curiosa mañana, la de este país. Curiosa tierra de promisión la nuestra, cuyos depositarios de la promesa se desperdigan por el mundo porque no la sienten propia
Eduardo Angeloz
Mi consciencia, ?susurró Will. ?Tú eres mi consciencia. Siempre lo has sido, James Carstairs. Haré esto por ti, pero primero voy a conseguir una promesa.
?¿Qué clase de promesa?
?Me pediste hace años que cese de buscar una cura para ti, ?dijo Will. ?Quiero que me liberes de esa promesa. Déjame mirar, al menos. Libérame para buscar.
Jem miró con cierto asombro.
?Justo cuando creo que te conozco perfectamente, me sorprendes de nuevo.
?¿Qué clase de promesa?
?Me pediste hace años que cese de buscar una cura para ti, ?dijo Will. ?Quiero que me liberes de esa promesa. Déjame mirar, al menos. Libérame para buscar.
Jem miró con cierto asombro.
?Justo cuando creo que te conozco perfectamente, me sorprendes de nuevo.
Cassandra Clare
Así pues, él hizo lo más difícil que había hecho en su vida: cogió el sombrero y se fue. Y si el hombre que una vez fue el chico que prometió no enamorarse de ninguna otra muchacha mientras viviera cumplió su promesa, no fue por terquedad, ni siquiera por lealtad. No pudo evitarlo.
Nicole Krauss
Cuando la ley de amor y de caridad sea la ley de la humanidad, ya no habrá egoísmo: el débil y el pacífico ya no serán explotados ni pisoteados por el fuerte y el violento. Tal será el estado de la Tierra cuando, según la ley del progreso y la promesa de Jesús, venga a ser un mundo feliz por la expulsión de los malos.
Allan Kardec
Hay un punto muerto en la noche, la hora más negra y fría, cuando el mundo se ha olvidado del atardecer y el alba no es todavía ninguna promesa. Un momento en que es demasiado pronto para levantarse, pero tan tarde que irse a la cama no tiene sentido.
Robin Hobb
La imaginación sociológica nos permite captar la historia y la biografía y la relación entre ambas en la sociedad. Esa es su tarea y su promesa.
Charles Wright Mills
Y lo mismo ocurre en una cultura de consumo como la nuestra, partidaria de los productos listos para uso inmediato, las soluciones rápidas, la satisfacción instantánea, los resultados que no requieran esfuerzos prolongados, las recetas infalibles, los seguros contra todo riesgo y las garantías de devolución del dinero. La promesa de aprender el arte de amar es la promesa (falsa, engañosa, pero inspiradora del profundo deseo de que resulte verdadera) de lograr ?experiencia en el amor? como si se tratara de cualquier otra mercancía. Seduce y atrae con su ostentación de esas características porque supone deseo sin espera, esfuerzo sin sudor y resultados sin esfuerzo.
Zygmunt Bauman
¡Esta es la promesa de la oración! ¡Podemos hacer cambiar de idea a Dios! Su voluntad final es inflexible, pero la implementación de su voluntad no lo es. Él no cambia su carácter ni su propósito, pero sí altera su estrategia debido a los ruegos de sus hijos. Nosotros no cambiamos su intención, pero podemos influenciar sus acciones.
Max Lucado
Acababan de salvar a la ciudad con oro más fácilmente de lo que en aquel momento podría haberla salvado cualquier héroe con acero. Pero en realidad no había sido exactamente el oro, ni siquiera la promesa del oro, sino más bien la fantasía del oro, el sueño fabuloso de que el oro estaba ahí, al final del arco iris, y de que seguiría estando ahí eternamente siempre y cuando, por supuesto, uno no se acercase a mirar. Es lo que se conoce como finanzas.
Terry Pratchett
Miedo
La sombra de una duda sobre mí se levanta
cuando llega el arrullo de tu voz a mi oído;
miedo de conocerte; pero en el miedo hay tanta
pasión, que me parece que ya te he conocido.
Yo adiviné el misterio cantor de tu garganta.
¿Será que lo he soñado? Tal vez lo he presentido:
mujer cuando promete y nido cuando canta;
mentira en la promesa y abandono en el nido.
Quizá no conocernos fuera mejor; yo siento
cerca de ti el asalto de un mal presentimiento
que me pone en los labios una emoción cobarde.
Y si asoma a mis ojos la sed de conocerte,
van a ti mis audacias, mujer extraña y fuerte,
pero el amor me grita: -¡si has llegado muy tarde!...
La sombra de una duda sobre mí se levanta
cuando llega el arrullo de tu voz a mi oído;
miedo de conocerte; pero en el miedo hay tanta
pasión, que me parece que ya te he conocido.
Yo adiviné el misterio cantor de tu garganta.
¿Será que lo he soñado? Tal vez lo he presentido:
mujer cuando promete y nido cuando canta;
mentira en la promesa y abandono en el nido.
Quizá no conocernos fuera mejor; yo siento
cerca de ti el asalto de un mal presentimiento
que me pone en los labios una emoción cobarde.
Y si asoma a mis ojos la sed de conocerte,
van a ti mis audacias, mujer extraña y fuerte,
pero el amor me grita: -¡si has llegado muy tarde!...
Andrés Eloy Blanco
¡Oh tú, que me entregaste la armonía!, desesperando creo en tu promesa. Amor, contémplame, en tus brazos, presa.
Silvina Ocampo
¡otra Vez Dios!
¡Otra vez Dios!... De nuevo la mañana.
De nuevo su pureza conseguida.
De nuevo en mi tarea, la encendida
propuesta de una estrofa soberana.
Florece el corazón. Cunde la sana
canción de lo que nace. Todo olvida.
La luz cae sobre el alma esclarecida
y el alma la acrecienta en su campana.
Naciendo está el amor, ¡oh dulce instante!
Posible es la bondad, Dios es posible...
La muerte y el dolor, mudos despojos.
Hay un silencio nuevo. Una fragante
promesa de ventura preferible...
Solo recuerdo el valle de tus ojos.
¡Otra vez Dios!... De nuevo la mañana.
De nuevo su pureza conseguida.
De nuevo en mi tarea, la encendida
propuesta de una estrofa soberana.
Florece el corazón. Cunde la sana
canción de lo que nace. Todo olvida.
La luz cae sobre el alma esclarecida
y el alma la acrecienta en su campana.
Naciendo está el amor, ¡oh dulce instante!
Posible es la bondad, Dios es posible...
La muerte y el dolor, mudos despojos.
Hay un silencio nuevo. Una fragante
promesa de ventura preferible...
Solo recuerdo el valle de tus ojos.
Enrique Azcoaga
Un día me prometiste que harías todo lo que estuviera en tu mano por hacerme feliz. Pues bien, ha llegado el momento de poder cumplir tu promesa.
Te voy a pedir una única cosa, solo una, y nada más…
Quiero que salgas de mi vida.
Y no pongas cara de incredulidad. Me lo prometiste, ¿no? Solo quiero eso… por favor… No lo soporto más.
Quiero dejar de sonreír como una estúpida cada vez que pienso en ti.
Quiero dejar de ilusionarme cada vez que recibo un mensaje tuyo, esperando que, por fin, me digas que te has dado cuenta de lo mucho que me quieres.
Demuéstrame que tus promesas no son en vano. Hazlo. Desaparece de mi vida. De golpe; quizás así sea menos doloroso.
No quiero pasarme noches enteras sin dormir pensando en que esa mañana me has abrazado.
Ojala pudiera coger una escopeta y matar de una vez por todas a esas malditas mariposas que no quieren salir de mi estómago.
No quiero seguir fingiendo que solo te quiero como amigo.
No quiero que vuelvas a pedirme consejo sobre chicas porque resulta que te gusta mi amiga. Nunca más, por favor…
¿Sabes lo que había detrás de esa sonrisa que yo mostraba cuando conquistaste a la chica que te gustaba? Había un corazón apuñalado por cientos de cuchillos. Había una chica que deseba lanzarse a tus brazos y besarte hasta que se acabara el mundo. Y sin embargo, ¿que era lo que yo hacía? Seguía ayudándote y te seguía animando para que siguieras con esa chica. Mi mejor amiga.
Te odio por todo lo que me has hecho pasar. Pero, entonces, ¿por qué sigo teniendo escalofríos cada ve que me tocas?
¿Estás contento con lo que has conseguido? Pues si ya estas satisfecho, esfúmate de una maldita vez. Vete y no vuelvas jamás…
Te voy a pedir una única cosa, solo una, y nada más…
Quiero que salgas de mi vida.
Y no pongas cara de incredulidad. Me lo prometiste, ¿no? Solo quiero eso… por favor… No lo soporto más.
Quiero dejar de sonreír como una estúpida cada vez que pienso en ti.
Quiero dejar de ilusionarme cada vez que recibo un mensaje tuyo, esperando que, por fin, me digas que te has dado cuenta de lo mucho que me quieres.
Demuéstrame que tus promesas no son en vano. Hazlo. Desaparece de mi vida. De golpe; quizás así sea menos doloroso.
No quiero pasarme noches enteras sin dormir pensando en que esa mañana me has abrazado.
Ojala pudiera coger una escopeta y matar de una vez por todas a esas malditas mariposas que no quieren salir de mi estómago.
No quiero seguir fingiendo que solo te quiero como amigo.
No quiero que vuelvas a pedirme consejo sobre chicas porque resulta que te gusta mi amiga. Nunca más, por favor…
¿Sabes lo que había detrás de esa sonrisa que yo mostraba cuando conquistaste a la chica que te gustaba? Había un corazón apuñalado por cientos de cuchillos. Había una chica que deseba lanzarse a tus brazos y besarte hasta que se acabara el mundo. Y sin embargo, ¿que era lo que yo hacía? Seguía ayudándote y te seguía animando para que siguieras con esa chica. Mi mejor amiga.
Te odio por todo lo que me has hecho pasar. Pero, entonces, ¿por qué sigo teniendo escalofríos cada ve que me tocas?
¿Estás contento con lo que has conseguido? Pues si ya estas satisfecho, esfúmate de una maldita vez. Vete y no vuelvas jamás…
Erika
Te quiero por cada beso, por cada contacto secreto, por las promesas que hicimos, por el tiempo andado y desandado.
Jenniley Bonilla
Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado.
Gotthold Ephraim Lessing