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Provenir

Provenir. Encuentra docenas de provenir con fotos para copiar y compartir.


Veamos ahora el desorden, lo que las gentes sensatas llaman desorden. Es la protesta del pueblo contra el innoble orden presente, la protesta para romper las cadenas, destruir los obstáculos y marchar luchando hacia un provenir mejor. El desorden es el timbre más glorioso que la humanidad tiene en su historia.


Piotr Kropotkin


Si juzgamos por nuestra experiencia limitada e imperfecta, la generación tiene algunas ventajas sobre la razón; porque todos los días vemos a la última provenir de la primera, pero nunca a la primera de la última.


David Hume




¿Y me va a decir a mí alguien en serio que un universo ordenado tiene que provenir de algún pensamiento y algún arte semejantes a los del hombre porque tenemos experiencia de ello?


David Hume


Nuestro mayor agotamiento proviene de las cosas sin hacer.


Eric Hoffer


¿Quien nos separará de amor de Cristo...?...

...Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo provenir (futuro) ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del Amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 8: 35-39 en la Biblia


Amaury Rodriguez


Las piedras en su camino de entrada pueden provenir de los esclavos que pasan todo el día picando piedra porque es más barato para la empresa para obtener de ellos la India, donde la mano de obra es gratuita. Todos estamos conectados. Y todos tenemos valor humano. Eso es lo que mi trabajo se trata.


Lisa Kristine




Mis óperas suelen provenir de las ideas musicales en lugar de ideas sobre la materia.


Harrison Birtwistle


La esencia de América - lo que realmente nos une - no es la etnicidad o la nacionalidad o la religión - es una idea - y lo que una idea es: Eso puede provenir de circunstancias humildes y hacer grandes cosas.


Condoleezza Rice


La escritura se hace lejos del teclado y fuera del estudio en mi cabeza, en la soledad. Y luego venir y espero tener algo, entonces luchar con los sonidos y las imágenes durante todo el día. Sin embargo, las ideas suelen provenir de un lugar más oscuro, como una conversación con un director, un alguien todavía te, o lo muestra.


Hans Zimmer




Los sueños no son sin querer siempre paseíto puede provenir, de la fantasía, de los elementos, o de otra fuente de inspiración.


Paracelso


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos [... ] oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una inmensa emoción.


Laura Esquivel


Como ve, todos tenemos en nuestro interior los elementos necesarios para producir fósforo. Es más, déjeme decirle algo que a nadie le he confiado. Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre la energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo


Laura Esquivel


Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...


Laura Esquivel




Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio.
Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno por uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte...


Laura Esquivel