Pulgas
Pulgas. Encuentra docenas de pulgas con fotos para copiar y compartir.
¿Qué poco vale uno ya! Hasta las ratas se suben a ensuciar la azotea de los pensamientos. Esto es lo que hay de nuevo en mi vida: ratas. Ya tengo ratas, piojos, pulgas, chinches, sarna. Este rincón que tengo para vivir será muy pronto un parque zoológico, o mejor dicho, una casa de fieras...
Miguel Hernández
Tengo algunos amigos calvos y les digo que a lo largo de la evolución la calvicie cumplió una finalidad: evitar las infecciones de piojos, pulgas e insectos
Eduardo Punset
Los naturalistas han observado que una pulga lleva sobre su cuerpo otras pulgas más pequeñas, que a su vez alimentan a otras pulgas más diminutas. Y así, hasta el infinito
Jonathan Swift
Tú conjuras silencios, yo conjuro palabras intentando con ellas esquivar el infierno, que no está, como dicen, debajo de nosotros, sino que nos habita. Un estado mental en el que las estrellas se nos antojan pulgas que nos pican el alma. El infierno es un hombre que dialoga con su desdicha cada día.
Beatriz Villacañas
Las ideas, como las pulgas, saltan de un hombre a otro. Pero no pican a todo el mundo.
StanisÅaw Lem
LOS NADIES
SUEÑAN LAS PULGAS CON COMPRARSE UN PERRO Y SUEÑAN LOS NADIES CON SALIR DE POBRES.
QUE ALGÚN MÁGICO DÍA LLUEVA DE PRONTO LA BUENA SUERTE, QUE
LLUEVA A CÁNTAROS LA BUENA SUERTE; PERO LA BUENA SUERTE NO LLUEVE AYER, NI HOY, NI MAÑANA, NI NUNCA, NI EN LLOVIZNITA CAE DEL CIELO LA BUENA SUERTE,
POR MUCHO QUE LOS NADIES LA LLAMEN Y AUNQUE LES PIQUE LA MANO IZQUIERDA, O SE LEVANTEN CON EL PIE DERECHO, O EMPIECEN EL AÑO CAMBIANDO DE ESCOBA.
LOS NADIES: LOS HIJOS DE NADIE, LOS DUEÑOS DE NADA.
LOS NADIES: LOS NINGUNOS, LOS NINGUNEADOS, CORRIENDO LA LIEBRE,
MURIENDO LAVIDA,
JODIDOS, REJODIDOS:
QUE NO SON, AUNQUE SEAN.
QUE NO HABLAN IDIOMAS, SINO DIALECTOS.
QUE NO PROFESAN RELIGIONES, SINO SUPERSTICIONES.
QUE NO HACEN ARTE, SINO ARTESANÍA.
QUE NO PRACTICAN CULTURA, SINO FOLKLORE.
QUE NO SON SERES HUMANOS, SINO RECURSOS HUMANOS.
QUE NO TIENEN CARA, SINO BRAZOS.
QUE NO TIENEN NOMBRE, SINO NÚMERO.
QUE NO FIGURAN EN LA HISTORIA UNIVERSAL, SINO EN LA CRÓNICA ROJA DE LA PRENSA LOCAL.
LOS NADIES, QUE CUESTAN MENOS QUE LA BALA QUE LOS MATA.
SUEÑAN LAS PULGAS CON COMPRARSE UN PERRO Y SUEÑAN LOS NADIES CON SALIR DE POBRES.
QUE ALGÚN MÁGICO DÍA LLUEVA DE PRONTO LA BUENA SUERTE, QUE
LLUEVA A CÁNTAROS LA BUENA SUERTE; PERO LA BUENA SUERTE NO LLUEVE AYER, NI HOY, NI MAÑANA, NI NUNCA, NI EN LLOVIZNITA CAE DEL CIELO LA BUENA SUERTE,
POR MUCHO QUE LOS NADIES LA LLAMEN Y AUNQUE LES PIQUE LA MANO IZQUIERDA, O SE LEVANTEN CON EL PIE DERECHO, O EMPIECEN EL AÑO CAMBIANDO DE ESCOBA.
LOS NADIES: LOS HIJOS DE NADIE, LOS DUEÑOS DE NADA.
LOS NADIES: LOS NINGUNOS, LOS NINGUNEADOS, CORRIENDO LA LIEBRE,
MURIENDO LAVIDA,
JODIDOS, REJODIDOS:
QUE NO SON, AUNQUE SEAN.
QUE NO HABLAN IDIOMAS, SINO DIALECTOS.
QUE NO PROFESAN RELIGIONES, SINO SUPERSTICIONES.
QUE NO HACEN ARTE, SINO ARTESANÍA.
QUE NO PRACTICAN CULTURA, SINO FOLKLORE.
QUE NO SON SERES HUMANOS, SINO RECURSOS HUMANOS.
QUE NO TIENEN CARA, SINO BRAZOS.
QUE NO TIENEN NOMBRE, SINO NÚMERO.
QUE NO FIGURAN EN LA HISTORIA UNIVERSAL, SINO EN LA CRÓNICA ROJA DE LA PRENSA LOCAL.
LOS NADIES, QUE CUESTAN MENOS QUE LA BALA QUE LOS MATA.
Eduardo Galeano
Somos más que la suma de nuestras funciones bioquímicas. Incluso el más pequeño de pulgas es un ser vivo muy compleja, con la boca-partes adaptadas para alimentarse de la sangre de su gato o perro.
Robert Lanza
No estoy seguro de lo mucho que me gustaría estar casado si no estuviera casada con él. Un hombre al que le gusta los mercados de pulgas y no es gay? Yo sabía que era suerte.
Lynda Barry
Cuanto mejor sea el trabajo, más que atrae a las críticas, es como las pulgas que se apresuran a saltar sobre las sábanas blancas.
Gustave Flaubert
Siempre estuve interesado en la moda y la belleza. Yo tenía quince años cuando fue descubierta en un mercado de pulgas. Dos años más tarde, llegué a Nueva York. Yo estaba asombrado porque era como otro planeta.
Candice Swanepoel
Una cultura no puede acostarse con perros y no se convierta completamente infestada de pulgas. Los perros, en este caso, son los medios de mestizos y los señores corporativos que han engordado controversia manufacturada y alarmismo.
Steven Weber
La gobernabilidad es compleja, difícil y, en general, ingrata - ¿por qué nunca deben dejar a los Escándalo con la gestión de sus hoteles, periódicos, bancos, canales de televisión y las empresas a unirse, como las pulgas en un gigante, el gobierno? En qué consiste la diferencia entre los dos mundos?
Upamanyu Chatterjee
Las pulgas de aquel perro estaban tan bien organizadas, que cuando llegaba una nueva, la mandaban a la cola.
Marco Aurelio Almazán
Ante la Ley hay un guardián. Hasta ese guardián llega un campesino y le ruega que le permita entrar a la Ley. Pero el guardián responde que en ese momento no le puede franquear el acceso. El hombre reflexiona y luego pregunta si es que podrá entrar más tarde. ?Es posible ?dice el guardián?, pero ahora, no. Las puertas de la Ley están abiertas, como siempre, y el guardián se ha hecho a un lado, de modo que el hombre se inclina para atisbar el interior. Cuando el guardián lo advierte, ríe y dice: ?Si tanto te atrae, intenta entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda esto: yo soy poderoso. Y yo soy sólo el último de los guardianes. De sala en sala irás encontrando guardianes cada vez más poderosos. Ni siquiera yo puedo soportar la sola vista del tercero. El campesino no había previsto semejantes dificultades. Después de todo, la Ley debería ser accesible a todos y en todo momento, piensa. Pero cuando mira con más detenimiento al guardián, con su largo abrigo de pieles, su gran nariz puntiaguda, la larga y negra barba de tártaro, se decide a esperar hasta que él le conceda el permiso para entrar. El guardián le da un banquillo y le permite sentarse al lado de la puerta. Allí permanece el hombre días y años. Muchas veces intenta entrar e importuna al guardián con sus ruegos. El guardián le formula, con frecuencia, pequeños interrogatorios. Le pregunta acerca de su terruño y de muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y al final le repite siempre que aún no lo puede dejar entrar. El hombre, que estaba bien provisto para el viaje, invierte todo ?hasta lo más valioso? en sobornar al guardián. Este acepta todo, pero siempre repite lo mismo: ?Lo acepto para que no creas que has omitido algún esfuerzo. Durante todos esos años, el hombre observa ininterrumpidamente al guardián. Olvida a todos los demás guardianes y aquél le parece ser el único obstáculo que se opone a su acceso a la Ley. Durante los primeros años maldice su suerte en voz alta, sin reparar en nada; cuando envejece, ya sólo murmura como para sí. Se vuelve pueril, y como en esos años que ha consagrado al estudio del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de pieles, también suplica a las pulgas que lo ayuden a persuadir al guardián. Finalmente su vista se debilita y ya no sabe si en la realidad está oscureciendo a su alrededor o si lo engañan los ojos. Pero en aquellas penumbras descubre un resplandor inextinguible que emerge de las puertas de la Ley. Ya no le resta mucha vida. Antes de morir resume todas las experiencias de aquellos años en una pregunta, que nunca había formulado al guardián. Le hace una seña para que se aproxime, pues su cuerpo rígido ya no le permite incorporarse. El guardián se ve obligado a inclinarse mucho, porque las diferencias de estatura se han acentuado señaladamente con el tiempo, en desmedro del campesino. ?¿Qué quieres saber ahora? ?pregunta el guardián?. Eres insaciable. ?Todos buscan la Ley ?dice el hombre?. ¿Y cómo es que en todos los años que llevo aquí, nadie más que yo ha solicitado permiso para llegar a ella? El guardián comprende que el hombre está a punto de expirar y le grita, para que sus oídos debilitados perciban las palabras. ?Nadie más podía entrar por aquí, porque esta entrada estaba destinada a ti solamente. Ahora cerraré.
Franz Kafka
Una religión -cualquier religión- es una forma de tranquilizarse y pensar que lo que es ahora siempre será: que todo está diseñado y controlado desde aquí hasta el fin de los tiempos, y que el poder-un dios, los dioses- ha sido y será el mismo. Si un fiel creyera que los poderes universales cambian ¿quién podría prometerle una vida eterna? Y los poderosos -reyes, emperadores- se colgaron de esta idea: nuestro poder no debe cambiar porque está basado en el Gran Poder que nunca cambia: el derecho divino.
Una religión necesita lo inmutable; por eso, por ejemplo, las reacciones violentísimas de la Iglesia católica cuando ciertos fulanos de hace un par de siglos empezaron a hurgar rastros geológicos, cuevas, huesos, y demostraron que el mundo era mucho más viejo que lo que contaba la Biblia, y que no siempre había sido como es: que había habido animales extraños, que las vacas y las pulgas no habían sido creadas por el Señor sino por la evolución de las especies, que los hombres éramos monos bien tuneados. Nada podía ser más subversivo -y subvirtió.
Una religión necesita lo inmutable; por eso, por ejemplo, las reacciones violentísimas de la Iglesia católica cuando ciertos fulanos de hace un par de siglos empezaron a hurgar rastros geológicos, cuevas, huesos, y demostraron que el mundo era mucho más viejo que lo que contaba la Biblia, y que no siempre había sido como es: que había habido animales extraños, que las vacas y las pulgas no habían sido creadas por el Señor sino por la evolución de las especies, que los hombres éramos monos bien tuneados. Nada podía ser más subversivo -y subvirtió.
MartÃn Caparrós