Punto ( 2 )
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32 ?Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. 33 Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas. 34 En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas. 35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.
Jesús de Nazaret
Vestía con la misma sobriedad que el hombre de la escopeta: ropas sencillas, discretas, con aire de usadas, pero aun con ellas no perdía el punto de elegancia y clase, la dignidad de la que siempre se había revestido. La misma que no se perdía ni se ganaba con una guerra, porque iba pegada a la piel y al carácter como un sello de poder.
Jordi Sierra i Fabra
También me temo que nada finaliza realmente cuando llega el fin. Los
recuerdos permanecen mientras son capaces de blandir su espada y encontrar un punto blando en la mente para hacer un tajo y penetrar en ella.
recuerdos permanecen mientras son capaces de blandir su espada y encontrar un punto blando en la mente para hacer un tajo y penetrar en ella.
Markus Zusak
He observado en las vicisitudes de una larga vida que las épocas de los más dulces goces y de los placeres más vivos no son, sin embargo, aquéllas cuya remembranza me atrae y me afecta más. Esos cortos momentos de delirio y de pasión, por vivos que puedan ser, no son, sin embargo, y por su misma vivacidad, sino puntos muy esparcidos por la línea de la vida.
Son demasiado raros y demasiado rápidos como para constituir un estado, y la dicha que mi corazón añora no se compone de instantes fugitivos sino de un estado simple y permanente, que nada tiene de vivo en sí mismo, pero cuya duración acrecienta el encanto hasta el punto de encontrar por fin en él la suprema felicidad.
Son demasiado raros y demasiado rápidos como para constituir un estado, y la dicha que mi corazón añora no se compone de instantes fugitivos sino de un estado simple y permanente, que nada tiene de vivo en sí mismo, pero cuya duración acrecienta el encanto hasta el punto de encontrar por fin en él la suprema felicidad.
Jean-Jacques Rousseau
Y allí estaba yo. Y ellas me vieron y yo las vi. ¿Y qué fue lo que vi? Ojeras. Labios partidos. Pómulos brillantes. Una paciencia que no me pareció resignación cristiana. Una paciencia como venida de otras latitudes. Una paciencia que no era chilena aunque aquellas mujeres fueran chilenas. Una paciencia que no se había gestado en nuestro país ni en América y que ni siquiera era una paciencia europea, ni asiática ni africana (aunque estas dos últimas culturas me son prácticamente desconocidas). Una paciencia como venida del espacio exterior. Y esa paciencia a punto estuvo de colmar mi paciencia.
Roberto Bolaño
Consideremos nuevamente este punto. Eso es aquí, Es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él están todos los que amamos, todo los que conoces, todos de quiénes haz oído hablar, y todos los seres humanos, quiens fueran que han vivido sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja de enamorados, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada ?superestrella?, cada ?líder supremo?, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí: en una mota de polvo suspendida en un rayo de Sol.
La Tierra es un muy pequeño escalón en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre derramados por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueles visitas que los habitantes de una esquina de ese pixel hicieron contra los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; la frecuencia de sus malentendidos, la impaciencia por matarse unos a otros, la generación de fervientes odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la falsa ilusión de tener una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este pálido punto de luz.
Nuestro planeta es una mota solitaria en la inmensa oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro cercano, al cual nuestra especie pudiera migrar. ¿Visitar?, Sí. Establecerse, ¿aún no?. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de la soberbia humana que ésta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar y cuidar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido
La Tierra es un muy pequeño escalón en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre derramados por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueles visitas que los habitantes de una esquina de ese pixel hicieron contra los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; la frecuencia de sus malentendidos, la impaciencia por matarse unos a otros, la generación de fervientes odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la falsa ilusión de tener una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este pálido punto de luz.
Nuestro planeta es una mota solitaria en la inmensa oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro cercano, al cual nuestra especie pudiera migrar. ¿Visitar?, Sí. Establecerse, ¿aún no?. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de la soberbia humana que ésta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar y cuidar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido
Carl Sagan
Examina si estas otras cosas no corrompen a los demás trabajadores hasta el punto de ocasionar su perversión. -¿Y cuáles son ellas? -La riqueza -contesté- y la indigencia.
Platón
Ya no era un estrobo en su vida, sino un punto imaginario en el horizonte del mar.
Gabriel GarcÃa Márquez
Debemos concentrarnos en el punto de partida: ofrecer a los más pobres del mundo bienes tan evidentes como las vacunas, antibióticos, los suplementos alimentarios, las variedades de semillas mejoradas, los fertilizantes, las carreteras, las perforaciones, las cañerías, los libros de textos y las enfermeras. esto no significa convertir a los pobres en seres dependientes de los regalos; es darle los insumos que compenses sus esfuerzos por mejorara su nivel de vida".
Jeffrey D. Sachs
Tengo treinta y tres años y la impresión de que ha pasado mucho tiempo y que cada vez pasa más deprisa. Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan. Y empiezo a entender cómo, a medida que el tiempo se acelera, mis opciones disminuyen y las descartadas se multiplican exponencialmente hasta que llego a un punto en la enorme complejidad de ramificaciones de la vida en que me veo finalmente encerrado y atrapado en un camino y el tiempo me empuja a toda velocidad por fases de pasividad, atrofia y decadencia hasta que me hundo por tercera vez, sin que la lucha haya servido de nada, ahogado por el tiempo. Es terrorífico. Pero como son mis propias elecciones las que me encierra, me parece inevitable: si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes e intentar vivir con ello
David Foster Wallace
¿Después de todo que es el hombre en la naturaleza?, nada en relación con la infinidad, todo en relación a la nada. Un punto central entre la nada y el todo e infinitamente lejos de entender la diferencia entre estas dos posturas.
Blaise Pascal
un mate es como un punto y
aparte. Uno lo toma y después se puede empezar un nuevo párrafo.
aparte. Uno lo toma y después se puede empezar un nuevo párrafo.
Julio Cortázar
Tocar al niño es tocar el punto más delicado y vital, donde todo puede decidirse y renovarse, donde todo está lleno de vida, donde se hallan encerrados los secretos del alma, por ahí se elabora la educación del hombre del mañana.
Maria Montessori
¿Si quiero cambiar el mundo con música? Bien si quiero cambiar el mundo hasta cierto punto. Necesita ser cambiado, necesita una patada en el trasero.
Billie Joe Armstrong
CUESTIONARIO PARA REGISTRO (punto 5) 01. Según tu experiencia, ¿cómo presionan las amistades a un hombre o a una mujer para tener sexo? 02. Menciona los requisitos para que una mujer sienta un orgasmo. 03. ¿Cuáles crees que serían los requisitos para que un hombre experimente un orgasmo?
Carlos Cuauhtémoc Sánchez
Desaparecido el hombre de la faz de la Tierra, en ella reinarán todavía los lagartos, los berberechos, el bacilo de Koch y otras criaturas que resistan hasta el final la adversidad del universo. Tal vez el último superviviente será una bacteria semejante a aquella mediante la cual se inició la vida en una charca africana. (?) Entre estas dos bacterias hermanas, el tiempo se habrá constreñido a un punto inmaterial en cuyo interior se hallará la historia de la humanidad como un episodio secundario de la bioquímica. A pesar de esto, hay gente que saca pecho y dice: usted no sabe con quién está hablando.»
Manuel Vicent
La zorra y el espino Una zorra saltaba sobre unos montículos, y estuvo de pronto a punto de caerse. Y para evitar la caída, se agarró a un espino, pero sus púas le hirieron las patas, y sintiendo el dolor que ellas le producían, le dijo al espino -- ¡ Acudí a ti por tu ayuda, y más bien me has herido.! A lo que respondió el espino: -- ¡Tú tienes la culpa, amiga, por agarrarte a mí, bien sabes lo bueno que soy para enganchar y herir a todo el mundo, y tú no eres la excepción! Nunca pidas ayuda a quien acostumbra a hacer el daño.
Esopo
Cuando creemos algo, suponemos que tenemos razón hasta el punto de llegar a destruir nuestras relaciones para defender nuestra posición.
Miguel Ruiz
Si fuera más joven, rechazaría tu ofrecimiento-dijo dando un suspiro-. Pero el orgullo es el lujo de los fuertes.-Puso una delgada mano sobre mi brazo y lo utilizó como punto de apoyo para ponerse de pie-. Yo debo optar por ser gentil.
- La gentileza es el lujo de los sabios-dije con soltura-. De modo que se puede afirmar que la sabiduría aporta gentileza.
- La gentileza es el lujo de los sabios-dije con soltura-. De modo que se puede afirmar que la sabiduría aporta gentileza.
Patrick Rothfuss
Ante la Ley hay un guardián. Hasta ese guardián llega un campesino y le ruega que le permita entrar a la Ley. Pero el guardián responde que en ese momento no le puede franquear el acceso. El hombre reflexiona y luego pregunta si es que podrá entrar más tarde. ?Es posible ?dice el guardián?, pero ahora, no. Las puertas de la Ley están abiertas, como siempre, y el guardián se ha hecho a un lado, de modo que el hombre se inclina para atisbar el interior. Cuando el guardián lo advierte, ríe y dice: ?Si tanto te atrae, intenta entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda esto: yo soy poderoso. Y yo soy sólo el último de los guardianes. De sala en sala irás encontrando guardianes cada vez más poderosos. Ni siquiera yo puedo soportar la sola vista del tercero. El campesino no había previsto semejantes dificultades. Después de todo, la Ley debería ser accesible a todos y en todo momento, piensa. Pero cuando mira con más detenimiento al guardián, con su largo abrigo de pieles, su gran nariz puntiaguda, la larga y negra barba de tártaro, se decide a esperar hasta que él le conceda el permiso para entrar. El guardián le da un banquillo y le permite sentarse al lado de la puerta. Allí permanece el hombre días y años. Muchas veces intenta entrar e importuna al guardián con sus ruegos. El guardián le formula, con frecuencia, pequeños interrogatorios. Le pregunta acerca de su terruño y de muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y al final le repite siempre que aún no lo puede dejar entrar. El hombre, que estaba bien provisto para el viaje, invierte todo ?hasta lo más valioso? en sobornar al guardián. Este acepta todo, pero siempre repite lo mismo: ?Lo acepto para que no creas que has omitido algún esfuerzo. Durante todos esos años, el hombre observa ininterrumpidamente al guardián. Olvida a todos los demás guardianes y aquél le parece ser el único obstáculo que se opone a su acceso a la Ley. Durante los primeros años maldice su suerte en voz alta, sin reparar en nada; cuando envejece, ya sólo murmura como para sí. Se vuelve pueril, y como en esos años que ha consagrado al estudio del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de pieles, también suplica a las pulgas que lo ayuden a persuadir al guardián. Finalmente su vista se debilita y ya no sabe si en la realidad está oscureciendo a su alrededor o si lo engañan los ojos. Pero en aquellas penumbras descubre un resplandor inextinguible que emerge de las puertas de la Ley. Ya no le resta mucha vida. Antes de morir resume todas las experiencias de aquellos años en una pregunta, que nunca había formulado al guardián. Le hace una seña para que se aproxime, pues su cuerpo rígido ya no le permite incorporarse. El guardián se ve obligado a inclinarse mucho, porque las diferencias de estatura se han acentuado señaladamente con el tiempo, en desmedro del campesino. ?¿Qué quieres saber ahora? ?pregunta el guardián?. Eres insaciable. ?Todos buscan la Ley ?dice el hombre?. ¿Y cómo es que en todos los años que llevo aquí, nadie más que yo ha solicitado permiso para llegar a ella? El guardián comprende que el hombre está a punto de expirar y le grita, para que sus oídos debilitados perciban las palabras. ?Nadie más podía entrar por aquí, porque esta entrada estaba destinada a ti solamente. Ahora cerraré.
Franz Kafka
Después de dos o tres estrofas compuestas con toda facilidad y de algunas comparaciones que lo sorprendieron, el don del trabajo se apoderó de él y advirtió la proximidad de lo que se llama inspiración. La correlación de las fuerzas que presiden la creación parecen tomar entonces la iniciativa. La prioridad ya no corresponde a su autor ni a su estado de ánimo, al que trata de dar expresión, sino al lenguaje con que quiere expresarlo. El lenguaje, del cual nace el significado y la belleza adquiere su ropaje, comienza de suyo a pensar y hablar y todo se hace música, no en el sentido de pura resonancia fonética, sino como la consecuencia y duración de su flujo interno. Entonces, lo mismo que la masa corriente de un río, que con su fluir limpia las piedras del fondo y hace girar las ruedas del molino, el lenguaje que fluye, va creando por sí, en su carrera, casi inadvertidamente con la fuerza de sus leyes, el metro y la rima y mil otras formas y relaciones más secretas, desconocidas hasta ese, momento, no singularizadas y sin nombre.
En aquellos momentos Yuri Andréivich se daba cuenta de que no era él quien llevaba a cabo el trabajo esencial, sino algo más grande que él, que por encima de él lo guiaba: la situación del pensamiento y la poesía en el mundo, lo que a la poesía le estaba reservado en el porvenir, el camino que ella tenía que recorrer en su desarrollo histórico. Él era solamenta una ocasión y un punto de apoyo para que ella pudiera ponerse en movimiento.
En aquellos momentos Yuri Andréivich se daba cuenta de que no era él quien llevaba a cabo el trabajo esencial, sino algo más grande que él, que por encima de él lo guiaba: la situación del pensamiento y la poesía en el mundo, lo que a la poesía le estaba reservado en el porvenir, el camino que ella tenía que recorrer en su desarrollo histórico. Él era solamenta una ocasión y un punto de apoyo para que ella pudiera ponerse en movimiento.
BorÃs Pasternak
Queremos dejar a Cataluña en pelotas desde el punto de vista laico, de neutralidad; que los poderes públicos no tengan trampa ni cartón; que quepan todos: los que son nacionalistas, los que no lo son, los religiosos y los que no son religiosos.
Albert Rivera
Mientras me hablaba, yo me preguntaba si tenía o no razón al decir que son los ritos lo que hemos perdido, o si, en realidad, son las gentes las que han perdido su capacidad de sentir, hasta el punto de que ya ningún rito podrá devolvérsela.
Anaïs Nin
Muchos grandes encestadores de baloncesto, como Hank Aaron, por ejemplo, visionan una y otra vez vídeos de los pívots del equipo al que están a punto de enfrentarse para descubrir, en el juego de sus adversarios, indicios que pueden resultarle de alguna utilidad.
Daniel Goleman
Electra Heart es la antítesis de todo lo que represento. Y el punto de introducción de ella y la construcción de un concepto en torno a ella es que ella representa el lado corrupto de la ideología estadounidense, y básicamente eso es la corrupción de uno mismo. Mi peor temor - que es el peor temor de nadie - es perderme a mí misma y convertirme en una persona vacía. Y eso sucede mucho cuando se es muy ambicioso.
Marina and the Diamonds
Así que, bueno, si me pides una respuesta clara a la pregunta de si intento hablarte de un hombre o de la leyenda que fue creciendo alrededor de ese hombre como lo hace la perla alrededor de un granito de arena, tendría que decirte que la respuesta está en algún punto intermedio entre hombre y leyenda. Lo único que sé a ciencia cierta es que Andy Dufresne no era como yo ni como ningún otro individuo que yo haya conocido desde que estoy en la cárcel. Entró en la cárcel con quinientos dólares en su puerta trasera, pero aquel sesudo hijo de perra logró no sé cómo entrar también con algo más. Un sentido de su propia valía, quizás, o la certeza de que al final ganaría él... o quizá fuera sólo el sentido de la libertad, dentro incluso de estos muros grises malditos. Era una especie de luz interior que llevaba consigo a todas partes. Sólo una vez le vi perder esa luz, y también eso forma parte de esta historia.
Stephen King
Me exasperaba no poder confundirme con la población local más que en lo puramente físico y accesorio (compartir su espcaio, o a lo sumo rozarme con ellos en los transportes públicos), no poder participar en los negocios y afanes que se traían entre manos delante de mis propios ojos, ni de los movimientos resueltos, casi mecánicos - denotadores de un objetivo, un cálculo, una ocupación, de prisas-, de los transeúntes y los automovilistas que cruzaban sin cesar ante mi vista en cualquier punto de la capital y a cualquier hora que eligiera para mis extravíos. Me irritaba no ser uno de ellos; me irritaba no poder compartir sus almas.
Javier MarÃas
Es curioso que las concepciones populares sobre seres perversos y malignos son del tipo que se producirían por una mayor gravitación - sapos, reptiles y animales nocivos que se arrastran -, mientras que el mismo demonio se representa tal vez como la forma definitiva que podría ser asumida por un cerebro pensante y su maquinaria necesaria si el poder de la gravitación aumentara hasta el punto más alto compatible con la existencia - una serpiente arrastrándose por el suelo. Por otro lado, los tipos más elevados de la belleza son los que serían comunes en virtud de una gravedad disminuida.
La hija de los dioses, divinamente alta, y el atleta saltando, nos agradan por el delicioso triunfo sobre la atracción hacia la tierra que su estatura o su salto implican.
La hija de los dioses, divinamente alta, y el atleta saltando, nos agradan por el delicioso triunfo sobre la atracción hacia la tierra que su estatura o su salto implican.
William Crookes
Creo que la vida humana está amenazada como nunca antes en la historia de este planeta. No es un solo peligro; son muchos peligros que obran en conjunto y que están llegando a un punto decisivo aproximadamente al mismo tiempo. Y ese momento se halla muy próximo al año 2000. Soy uno de esos científicos a quienes les resulta difícil imaginar que la raza humana haya de perdurar mucho más allá del año 2000.
George Wald
Y el punto de intersección es lo que somos. Nuestra misión consiste en vivir en el mundo y a la vez tener sólo pensamientos celestiales, y cuando lo hacemos, el poder de ese punto de intersección entre el hombre y Dios (simbolizado visualmente tanto en la Cruz como en la Estrella de David) supera toda fuerza negativa. Ésa es la superación
Marianne Williamson
Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... lo que es 'sagrado' para él no es sino la ilusión, pero lo que es profano es la verdad. Mejor aún: lo sagrado aumenta a sus ojos
a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también para él el colmo de lo sagrado
a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también para él el colmo de lo sagrado
Ludwig Feuerbach
¿Qué es más fuerte que la realidad? Saber que tú eres el creador de tu realidad. Ese es el punto fundamental.
Deepak Chopra
Bajé por espacio y aires
y mas aires, descendiendo,
sin llamado y con llamada
por la fuerza del deseo,
y a más que yo caminaba
era el descender más recto
y era mi gozo más vivo
y mi adivinar más cierto,
y arribo como la flecha
éste mi segundo cuerpo
en el punto en que comienzan
Patria y Madre que me dieron.
¡Tan feliz que hace la marcha!
Me ataranta lo que veo,
lo que miro o adivino,
lo que busco y lo que encuentro;
pero como fui tan otra
y tan mudada regreso,
con temor ensayo rutas,
peñascales y repechos,
el nuevo y largo respiro,
los rumores y los ecos.
O fue loca mi partida
o es loco ahora el regreso;
pero ya los pies tocaron
bajíos, cuestas, senderos,
gracia tímida de hierbas
y unos céspedes tan tiernos
que no quisiera doblarlos
ni rematar este sueño
de ir sin forma caminando
la dulce parcela, el reino
que me tuvo sesenta años
y me habita como un eco (...)
y mas aires, descendiendo,
sin llamado y con llamada
por la fuerza del deseo,
y a más que yo caminaba
era el descender más recto
y era mi gozo más vivo
y mi adivinar más cierto,
y arribo como la flecha
éste mi segundo cuerpo
en el punto en que comienzan
Patria y Madre que me dieron.
¡Tan feliz que hace la marcha!
Me ataranta lo que veo,
lo que miro o adivino,
lo que busco y lo que encuentro;
pero como fui tan otra
y tan mudada regreso,
con temor ensayo rutas,
peñascales y repechos,
el nuevo y largo respiro,
los rumores y los ecos.
O fue loca mi partida
o es loco ahora el regreso;
pero ya los pies tocaron
bajíos, cuestas, senderos,
gracia tímida de hierbas
y unos céspedes tan tiernos
que no quisiera doblarlos
ni rematar este sueño
de ir sin forma caminando
la dulce parcela, el reino
que me tuvo sesenta años
y me habita como un eco (...)
Gabriela Mistral
Pero a despecho de todo, queda en pie el punto esencial: la mujer es un objeto de goce. Y ella lo sabe. Es lo mismo que la esclavitud. Pues la esclavitud no consiste sino en la explotación del trabajo obligatorio de los unos para el goce de los otros. [... ] Lo mismo pasa con la emancipación de la mujer. La servidumbre estriba únicamente en el hecho de que se quiere y se estima usar de ella como de un instrumento de placer. He aquí que emancipan a la mujer, le dan toda clase de derechos iguales a los del hombre, pero siguen mirándola como medio de goce, y así se educa desde niña y en la opinión pública. Así sigue siempre humillada y corrompida y el hombre siempre queda su amo corrompido. Se emancipa a las mujeres en las universidades y en las Cámaras, pero se sigue mirándolas como instrumentos de placer. Enseñadlas a mirarse como tales, según hacemos nosotros, y seguirán siendo siempre seres inferiores. [... ] Esto no pueden cambiarlo ni los colegios, ni las universidades. La única cosa que podría cambiarlo sería un cambio de la opinión del hombre sobre la mujer y de la mujer sobre sí misma.
León Tolstói
Es curioso advertir con qué eficacia operan las cosas cuando uno las reconoce.
Es curioso observar hasta qué punto es incómodo el regalo del mando.
Es curioso observar hasta qué punto es incómodo el regalo del mando.
Thomas Harris
La verdadera generosidad es anónima hasta tal punto que un hombre debería estar incluso preparado para ser considerado tacaño antes que tener que explicar sus acciones a otros.
Idries Shah
La Capilla Peligrosa es una etapa en la búsqueda mágica en la cual tus mapas resultan ser completamente inadecuados para el territorio y estás completamente perdido. Y en ese punto tienes un aliado que te ayuda a encontrar tu camino de regreso a algo que puedas entender.
Robert Anton Wilson