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Que dice la biblia acerca de la amistad

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La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos.


Jean de la Bruyere


La amistad solo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad.


Dalai Lama




La amistad es como la música; dos cuerdas del mismo tono vibrarán ambas, aunque solo se toque una.


José Zorrilla


Buscaba amistad y encontre amor.
Buscaba comprencion y te encontre a ti. Solo queria esta bien acompa~ada y me halle amada.
Gracias por llegar a mi vida amigo, mi mejor amigo!!!


Maraji


Dar, recibir, contar los secretos, preguntar, comer y convidar a comer, son seis señales de amistad.


Panchatantra


Si planta una semilla de amistad, recogerá un ramo de felicidad.


Lois Kaufman




La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido.


Aristóteles


La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.


Cicerón


Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quienes son sus amigos.


François Fénelon




si los "amigos" fueran aquellos que solo están en las buenas ,
la amistad realmente no existiria.


Aminadab León


La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.


Francis Bacon


La amistad no se agradece, se corresponde.


Roberto Paniagua


Creo que la Biblia es el mejor don que Dios jamás haya dado a los hombres.


Abraham Lincoln




La primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas; y solo cosas honradas hacer por ellos.


Cicerón


La verdadera amistad es aquella que aún siendo diferentes, amamos las diferencias. Aún siendo defectivos, nos aceptamos perfectibles.


José Luis Cunha


Compañerismo no siempre es amistad. Pero amistad siempre es compañerismo.


José Narosky


Amistad= si tu ries, yo rio, si tu lloras yo llora, si tu caes....... Yo me muero de la risa


HANE


Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Juan 15,13


Biblia


El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndoos a lo bueno: 10 amándoos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Romanos 12:9


Biblia


Que Dios te responda cuando estés en angustia, Que El te protega y te envíe ayuda. Que te conceda siempre su apoyo.
Salmo 20:1-2


Biblia


Sobre todo, tened entre vosotros un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados.
1 Pedro 4:8


Biblia


La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad. . . Nunca.


Albert Camus


Un día le dijo el amor a la amistad. ¿Por qué existes tú si ya existo yo?


R@KEL


Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed.


Ovidio


El amor está muy bien a su modo, pero la amistad es una cosa mucho más alta. Realmente no hay en el mundo nada más noble y raro que una amistad verdadera.


Oscar Wilde


Entre un hombre y una mujer la amistad es tan solo una pasarela que conduce al amor.


Jules Renard




La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno.


Erasmo de Rotterdam


Más fácil es encontrar un amor apasionado que una amistad perfecta.


Jean de la Bruyere


Mi amigo no me obliga pero me aconseja, no se molesta pero me hace entender, no me anima pero me enseña a ser feliz y no me dice amigo pero me da su amistad.




No entiendo el porque de este fin, no entiendo el porque todo tubo que empezar, no entiendo porque si tanto querias esa amistad y todo lo que tenias a tu al rededor tuviste que cambiarlo con un simple echo, con un echo que lo único que hizo fue erir dos personas, dos personas que lo tenian todo, todo funcionaba...
Es verdad que las cosas siempre canvian a medida que pasa el tiempo, pero quien nos dice "hoy te canviara la vida", son cosas que nos toca aprender a nosotros, a veces las cosas nos pueden salir bien y de otras que pueden salir mal. Siempre cuando las cosas nos salen mal, en ese instante lo único que deseas en parar el tiempo, intentar echar marcha atras, perderte en algún lugar, nunca es una solucion, la única solución que nos toca siempre es seguir adelante, admitir el echo erroneo, y aprender del error, de esa forma es cuando una persona empieza aprender de verdad. Aprendiendo y afrontando los errores es la única forma de aprenentaje que tenemos, lo único que nos enseña que es de verdad todo lo que vivimos el día a día.
Y bien ahora a lo importante de esta actualizacion.
Ahora no quiero que después de leer esto, que dudo que lo leas, porque íltimamente tienes otras cosas que hacer antes de arreglar, de pensar, cosas que según tu de verdad te importan, esto lo dejaras para daqui unos años igual que todo. No acabo de acostumbrarme a estar sin una de las personas mas importantes de mi vida, es verdad que puede ser una tonteria, pero esque viniendo de ti no, y no es la primera vez que haces que ocurra esto. Si no llego hacer esto antes, la cosa abria acabdo pero, porque todo empieza desde hace tiempo ya, nose como no te puedes dar cuenta, de la gente que tienes al rededor que de verdad te importan o eso almenos dices tu, cuando están bien o están mal. Han sido cosas estupendas a tu lado, cosas que por nada canviaria, porque si algo en esta vida e aprendido es a valorar los amigos de verdad, porque esos son los que están contigo día a día, los que matarian por que tu estes feliz, tu lo demostrabas, pero ahora dudo, en cada momento me entero de cosas nuevas echas o dichas, y me hacen pensar si todo lo ocurrido estos años fue de verdad o de mentira, podria hacercarme a ti y preguntartelo, pero, y si me vuelves a mentir? O te inventas otra escussa? Que según tu eso es lo que hago yo. Hay cosas que se pordonan y de otras que no. Y pensar que todo estaba solucionando en aquel momento que lo "hablemos"... ahora veo que no, que solo fueron palabras falsas por tu parte, pero que palabras si no hablabas... Yo no puedo perdonar cuando al día siguiente, después de haberlo "hablado", y tu aver dicho que por ti ya estaba todo arreglado, no cuentas para nada conmigo, que ya ni nisiquiera seas capaz de mirarme a la cara, ni siquiera capaz de decirme un simple Hola. Eso hace de pensar mucho. Yo echo todo lo que podio para intentar hablarlo y solucionarlo, porque tu para mi si que eres como mi hermana, pero nose si yo para ti lo soy, estos días lo has dicho si, pero demostrar has demostrado lo contrario... No escribire mas para que, para que después hagas igual que siempre no. Lo tengo claro que esta vez a pasado, pero que ami no me va a pasar nunca mas, porque tu lo único que mas echo a sido enseñarme la verda


tovles


Caín sigue siendo la izquierda y Abel la derecha. Son los agricultores contra los pastores. Abel es el agricultor que cuida muchos sus frutos y la Biblia dice que para ofrecérselos al Señor; y Caín es el trashumante que cruza el mundo. Claro, siempre hay más revolución, más inquietud, más novedad, más progreso, en el hombre errante y aventurero que en el primer burgués que es Abel.


Francisco Umbral


PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


La pulsera dice: 'Miedo nada. Se le ha dado a mí por mis amigos, y que se hizo para mí y mis amigos durante el período de tiempo que yo estaba pasando por la quimioterapia. Y todavía me pongo, porque es un gran recordatorio de la amistad y de cómo mis amigos y otras personas se reunieron en mi momento de necesidad.


Joseph J. Lhota


Dice que un verdadero amigo es el que no teniendo nada que ofrecerte más que su amistad.




Toda historia de éxito tiene un padre que dice, 'sobre mi cadáver'. Toda historia de éxito tiene una persona de edad, que se acerca a ti y te dice, cuando se está actuando el tonto, 'usted sabe que me preocupa a veces. '


Bill Cosby


Tengo muchos amigos, pero no hay mucho acerca de la amistad, que no es demostrativo en mi caso.


Warren Christopher


'Shake It Up' enseña a los niños acerca de duda la importancia de llegar a sus sueños y establecer metas altas. También enseña grandes lecciones sobre la amistad y la familia.


Zendaya


¿Qué es la amistad? ¿Dar todo a cambio de nada? Si es así, ¿quién me dice que es el amor?




Quien dice que la amistad no existe o que es una mentira, es que nunca ha tenido un verdadero amigo.




Un amigo es un amigo, me dijo un amigo mío, que era tan amigo mío y tanta amistad la nuestra, que no supe que pensar, pero le dije muy dolido: un amigo de verdad, no lo dice y lo demuestra...