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Quiero ser en tu vida una pena de ausencia ( 2 )

Quiero ser en tu vida una pena de ausencia. Encuentra docenas de quiero ser en tu vida una pena de ausencia con fotos para copiar y compartir.


No me siento ni más ni menos afortunada. Mi vida es única y yo estaré aquí hasta que tenga que estar. Yo siento mucha pena cuando se mueren actrices, pero no me comparo.


Rebeca Ghigliotto


Para ser sincero preferiría no haber nacido. Para mí la vida es bastante fastidiosa. Claro está, a estas alturas el daño está hecho y no puedo cambiar nada. Pero dentro de mí siempre existirá esta pena que no lograré erradicar completamente y que echará todo a perder. Ahora de lo que se trata es de envejecer rápido, engullir los años lo más rápido posible, sin mirar ni a diestra ni a siniestra. Aceptar los pequeños embates de la existencia, intentando no sufrir demasiado. La vida está llena de locuras que no son más que pequeñas locuras cotidianas, pero terribles si se observan con atención.


Jean-Marie G. Le Clézio




En la vida, en la seducción y en todo lo que se os ocurra, lo real, sincero y natural es lo que realmente resulta atractivo. Creo que uno de los factores de mi éxito con las mujeres es que busco mi propio disfrute personal y ellas lo perciben. Eso transmite seguridad, naturalidad y ausencia de necesidad de agradar..


Egoland


En momentos de pena y sufrimiento, te abrazaré y te reconfortaré, tomaré tu tristeza y la haré mía. Cuando llores, yo también lloraré, y cuando te sientas herida, yo me sentiré igual. Y juntos intentaremos controlar la marea de lágrimas y desesperación para seguir avanzando y sorteando las accidentadas sendas de la vida.


Nicholas Sparks


Nada se toma en serio en la vida humana: El polvo no merece la pena.


Arthur Schopenhauer


La clave para la inmortalidad es principalmente vivir una vida que valga la pena recordar.


Bruce Lee




El poema debe ser vivencia. Si no es carne y sangre y huesos de uno mismo, no creo que valga la pena. Claro que se puede elaborar intelectualmente un poema, pero ya no es un poema. ?¿Qué es? ?Una construcción mental. Pero el poema debe ser pasión, inteligencia. Creo yo que es la manera de pensar pero con el corazón, vivir, pues. No puede hacer uno de la vida una cosa consciente sólo para escribir.


Elena Poniatowska


La vida era como una canción.
En el comienzo, hay misterio, al final, hay una confirmación, pero es en el medio donde todas las emociones se asientan para hacer que todo valga la pena".


Nicholas Sparks


(...) Lucía comprendió que la muerte no era un final, no era ausencia de vida, sino una poderosa ola oceánica, agua fresca y luminosa, que se la llevaba a otra dimensión.


Isabel Allende




Oiré la voz y obedeceré. ¡Estaré atento y abierto! A las puertas de mi ausencia está llamando la Verdad y la Vida. Tendré encendida mi lamparilla, el entendiendo.


Fernando González Ochoa


Para Entonces

Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía,
y el alma, un ave que remonta el vuelo.

No escuchar los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz, triste, retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven: antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: soy tuya,
aunque sepamos bien que nos traiciona.


Manuel Gutiérrez Nájera


Hoy es bello mirar la vida, porque tal vez mañana no la veras.


Iris Peña


Pena Bienhallada

Ojinegra la oliva en tu mirada,
boquitierna la tórtola en tu risa,
en tu amor pechiabierta la granada,
barbioscura en tu frente nieve y brisa.

Rostriazul el clavel sobre tu vena,
malherido el jazmín desde tu planta,
cejijunta en tu cara la azucena,
dulciamarga la voz en tu garganta.

Boquitierna, ojinegra, pechiabierta,
rostriazul, barbioscura, malherida,
cejijunta te quiero y dulciamarga.

Semiciego por ti llego a tu puerta,
boquiabierta la llaga de mi vida,
y agriendulzo la pena que la embarga.


Miguel Hernández




...pues él no quiere más que mi muerte. Y yo no quiero más que mi vida.


Reinaldo Arenas


*Lo Bello de la Vida, es Saber Vivirla*

Vive cada instante de tu vida, con intensidad, con amor, sin razón ni medida, solamente vive a plenitud cada momento que la vida te ofrece.

Si te pone pruebas, supéralas, es un reto, pero disfruta al superarlas y alcanza tus metas sin miedo, sin rendirte. Porque el fuerte lucha jamás se rinde.

Si tropiezas y caes, levántate no te des por vencido antes de empezar, y si volvieras a tropezar y de nuevo caer, levántate con mas ímpetu y mas fuerzas de luchar que antes, No hay obstáculos que no se puedan vencer.
Hazte grande ante la adversidad, superarlo está en ti.
No te afanes a lo material, es necesario, pero no imprescindible.

Vive con humildad esto, te hará grande ante los demás
Da todo cuanto puedas sin esperar nada a cambio, pero hazlo que salga de tu corazón, nada impuesto es bueno. La vida te sabrá recompensar.

Vive con sencillez no hagas alarde de lo que eres o posees, has sido bendecido por Dios al obtenerlo. No hagas leña del árbol caído. Ten presente que en algún momento de la vida, tal vez hayas estado o puedes estar en las mismas condiciones.

No permitas en tu vida, la mediocridad, ni la hipocresía, son sentimientos vanos y bajos, que solo conllevan a la tristeza, la amargura y la soledad.

Aleja de ti los malos pensamientos, la rabia, la venganza, la envidia, la soberbia y la mentira, corroen tu alma y dañan tu corazón.

Abre tu corazón al amor y al perdón, esto te hará libre y dejará fluir la nobleza que habita en él.

“Vive a plenitud cada instante de tu vida, sin tener presente el ayer, sin pensar en el mañana, solo vive hoy cada momento que la vida te regala”
“Porque la Vida es Bella, y Vale la Pena Vivirla”

ALMA


Alma Esperanza


Poema de La Despedida

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.


José Angel Buesa


Quiero tener ese hijo tuyo, amor. Dárteme desde dentro de mi vientre en una nueva prolongación de tu inmortalidad. Mostrarte hasta dónde puede crecer mi vida, como un árbol, si tú la riegas; hasta dónde puedo llegar a dárteme en todas las formas, en todos los momentos conscientes e inconscientes, llegar a ser tu río, tu sombra, la almohada suave donde apoyar tu cabeza, el viento, el mar, la risa, la mañana, tu cama, tu suelo, tu mujer.


Gioconda Belli


Carta a Ana María Foglia (Mara). 13/01/49 al 22/02/2010
Te fuiste la mañana del 22 de febrero de este año víctima de esa maldita enfermedad (cáncer) a la que peleamos (juntos y terriblemente solos) con la fé de aquellos que independientemente lo duro del presente, no bajan los brazos ante nada.
Nuestra relación fue muy especial debido a que si bién de apariencia distinta, en el fondo, nuestras metas eran las mismas.
Puedo afirmar, sin equivocarme, que el amor que nos teníamos en lo que la vida marcó el final de nuestra relación cotidiana, fue mil veces superior a todos y cada uno de los momentos vividos.
Mara, te quise y te quiero cada día más, y ese amor fue debido a que aprendí a reconocer tus valores, luego surgió el respeto y la admiración hacia el ser que tenía a mi lado.
Te extraño y no puedo entender tu ausencia, porque siempre sentí la necesidad de compartir con vos cada momento. En más de 30 años de nuestra relación, te llamaba montones de veces por día desde el trabajo para hacerte llegar cada pensamiento, cada situación. Si éramos una pareja.
Hace muchos años cuidaste a mi padre en su enfermedad en sus últimos momentos y en aquel entonces surgió una deuda de gratitud que me comprometió a velar por vos y cuidarte por el resto de tus días. Desde 1985 se convirtió en mí en el compromiso de cada día.
Tu família fue tu debilidad y la preocupación de toda tu vida, como vos te convertiste en la mía. Como hermana mayor fuiste durante más de 40 años el soporte económico de tus padres y tus hermanos y yo lo asumí porque te quería y respetaba tus decisiones y además contribuía a ayudarlos. Hoy, mas friamente, y no lo digo por tus padres, pienso que si tuviste que empujar autos más de 40 años para que arrancaran, “el problema estába en los autos”. Tu amor por los tuyos nunca te permitió asumirlo.
Sabés muy bién que este siglo 21 no fue bueno para mí (para ambos). Tu primer cáncer a fines del 2000 seguido de una operación mutilante y la aplicación de radioterapia que te llevó a preguntarme preocupada: “y ahora como seguimos?”. Mi respuesta fue: “Te prefiero así, a muerta, sigamos”. Sé que siempre este tema fue tu preocupación, como me lo manifestaste en varias oportunidades. Creo que nunca llegaste a entender que mi amor por vos era superior a todos los contratiempos. Nunca estuviste bién. Ni física, ni anímicamente. Desde aquel momento fueron muchos los malestares, pero seguimos adelante (juntos y solos). Al poco tiempo falleció mi madre y este fue un hecho que nunca pude superar. Si yo no tenía tu fortaleza Mara. Luego siguieron años malos. Uno peor que otro. Pérdida de amigos, familiares, compañeros. La enfermedad y fallecimiento en 2006 de nuestra perra Chinita (como la peleé, Dios mío), que te cuidó desde tu enfermedad con un cariño y un celo que supera el entendimiento humano. Llegaste a decir a posteriori de su muerte, que Chinita había cambiado roles con vos y se había ido en tu lugar de tanto que te quería. Yo creo que es cierto. Después siguió la pérdida de mi puesto en el trabajo (me permitía a ayudar a miles de personas y lo amaba) por el mismo problema que te arrancó de la vida, el cigarrillo y la falta de consideración hacia los que no éramos fumadores. El deterioro de mi salud, humillaciones en mi trabajo por personas que no entendieron el respeto hacia el otro y cuando parecía que las cosas se iban a acomodar, surgió tu segundo y definitivo cáncer.
Luchamos sólos como también fuí solo el único que peleó todos los días para sacarte de las garras del cigarrillo. En mi soledad, fracasé. Y me atribuyo el fracaso a tu final, no por no pelear, que lo hicimos y mucho, porque respeté tus decisiones, apoyadas por algunos médicos. Pienso que tal vez podríamos haber tomado otro camino y el resultado hubiera sido distinto. Resumiendo, hoy no estás conmigo. Me adjudico el fracaso y te pido perdón, porque yo no me lo perdono.
Cuantos planes tenía para que juntos vivieramos el resto de nuestras vidas. Toda una vida abocada a construir un mañana que no se pudo concretar.
Te acordás? En casa eramos en el 2006 5 seres vivos, vos, yó y “nuestras tres hijas de 4 patas”. Hoy Mara quedamos 2. A pocos días de tu partida, Vaqui, nuestra perrita "cachorra" de más de 18 años y medio, de improviso quiso irse con vos y no pude impedirlo. Dos pérdidas en la casa en menos de 20 días. Quiero creer que debés estar en alguna parte paseando con "las nenas" y a la noche cuando te vás a descansar, Vaqui seguirá durmiendo como siempre, en la almohada encima de tu cabeza y Chinita aprovechará cada hueco que deje tu cuerpo para hacerse un bollito y pegarse a él. Me muero de extrañarlas.
Hoy me queda solo Rayita y te aseguro Mara que la obligación de cuidarla es la principal por no decir la única motivación para seguir viviendo. Han pasado tantas cosas que no puedo rescatar del pasado un solo momento de felicidad.
Respecto a como quedó la relación con tu família (“tus hermanos, a quienes tanto ayudamos”), te cuento que todo se fue al diablo. Inmediatamente después de tu fallecimiento resurgieron como el Ave Fénix aduciendo que les habías dejado todos los ahorros que teníamos para nuestra vejez y amparándose en un artilugio legal, se los apropiaron y me dejaron después de 53 años de trabajo sin nada. Que importante que esa vitalidad que demostraron después de tu muerte la hubieran utilizado en su momento para contribuir a salvar tu vida. Yo no tuve hermanos. Tal vez sea por eso que no los entiendo ni justifico.
Hoy mi vida es como un carrousel en el que las figuras han sido reemplazadas por hechos amargos, pérdidas y luchas en vano. Mi madre, amigos entrañables (el 6 de enero perdí a uno que tenía desde los veinte años), familiares, un trabajo que me dignificaba, mi salud, nuestras hijas de 4 patas (Chinita y Vaqui), el hecho de que vos y yó nos brindamos generosamente durante toda nuestra vida y el reconocimiento llegó en la forma de un despojo. Y principalmente a vos Mara, con quién compartí muchos momentos buenos y también, juntos, afrontamos tantos malos.
Me pregunto Mara si todo esto dá un sentido a nuestras vidas. Tanto esfuerzo. Tanto pelear. Tanto dar. Si yo tendría hoy que estar abocado a llevar adelante mi luto por tu partida y el desconcierto por todo lo sucedido no me permite encontrar el rumbo.
Quisiera que alguién me diga cual es la verdad, porque aparentemente todas las lecciones de vida que me dieron mis mayores estaban equivocadas.
Esta mal ser derecho, generoso, cuidar al prójimo, luchar hasta lo imposible por conservar vivos a quienes queremos, superando nuestras múltiples limitaciones?
Mara. Te amo, te extraño. Siempre te admiré como admiré tu valor, tu lucha y fortaleza para enfrentar tus últimos momentos. No creo llegarte a la altura de tus pies. Te enciendo todos los días una velita para que ilumine tu camino, el de Chinita y el de Vaqui, que estoy seguro te acompañan y para que no sufran el frío terrible de la soledad y dolor que me invade.
Me quedan como consuelo las palabras que dijiste en tu última nochebuena, que quisiste pasar en casa, con quienes realmente te daban su amor y luchaban por tu vida: "mi familia, son ustedes" . Tus perras y tu pareja. También tu último "gracias por cuidarme". Que otra cosa puede hacerse por el ser que uno ama?
Te dejo un poema que amabas y que te daba fuerzas ante la pérdida de tus afectos.
ESTAR JUNTOS
La muerte no es nada, solo me ha deslizado al cuarto contiguo.
Lo que éramos para cada uno, todavía lo somos.
Llámenme por mi viejo nombre familiar,
Háblenme de la misma manera fácil que siempre lo han hecho.
Ríanse como siempre con las pequeñas cosas y momentos que disfrutamos juntos.
Jueguen, ríanse, piensen en mi, recen por mí.
Dejen que mi nombre permanezca en las conversaciones de casa, como siempre ha sido.
Menciónenme sin dificultad: la vida continúa y significa lo que siempre significó
¿Por qué habría de estar yo fuera de sus vidas, solo porque no me pueden ver?
Yo estoy esperando por ustedes a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada se ha perdido, solo unos momentos que pasarán rápido, y todo será como entonces, pero mucho mejor
Y ... PARA SIEMPRE
Jorge


robert ryan


Petit-cru

En Tintagel suena un cascabel. Petit-cru.
Vino de Avalón, la isla de las hadas. Tristán
para la rubia Iseu lo atrajo. Alegra el corazón
su música hechizada. La amiga es
por el embrujo, lejos del amigo, feliz. ¡Dios:
el desdichado envió a la desdichada la dicha! Renunció
al talismán para que pudiera la reina, separada de él,
vivir dichosa, y la rubia encuentra alegre el vivir.

Hermosos son los mantos forrados de blanco armiño,
gentiles las cabalgadas por el matorral en la corte de Marés,
y los torneos en los que los caballeros muestran amorosas divisas.

Dulce el recuerdo de Tristán como sonrisa del amanecer.
El cascabel del blanco cachorro es más fuerte
que la copa fatal que la imprudente prudencia materna
llenó de amor y de muerte y abrasadora pasión.

Pero ¿cómo la amiga en la ausencia del amigo se siente
con cuerpo ligero, con alas de alondra, con el espíritu
gracioso? La reina piensa. Desvela el secreto.
Hechizo de amor es. El desdichado desea
la dicha de aquella que es su dolor.
Petit-cru. Los labios adornados de dulce
amargura requieren el ser milagroso. Del regazo
le tira el cascabel. No quiero, amigo hermoso
la alegría mientras tú estas triste, señor;
la vida mientras tú mueres. Bebemos el vino
juntos, debemos morir o vivir.

Desde la florida ventana arroja el cascabel al mar.

Arrastrando su larga cola bordada camina
por los pasajes del llanto al sombrío sepulcro del dolor.

De "Poemas colgados de un cabello"


Ricardo Carballo Calero


¡Y LLEGÓ LA HORA!

No, y no. Yo no te quiero perder...
Sin tus llamados, sin tus enojos;
no será lo mismo.
Hermano Santo, cuánto me duele
Que tus consejos no tenga yo.
Te juro que aquí en mi pecho
me duele.
Siento mucha desesperación.

No, no y no quiero que partas.

También se muere el alma de todos
con tu partida.
No importa que tomes, te enojes,
Que hagas corajes.
¡que no vuelvas temprano!

No eres mal agradecido.
Eres todo un profesional.
Dios te perdona todo.
Nosotros no tenemos nada
que perdonarte.

Es la realidad.

Hermano, hermano, mío
No nos equivocamos contigo.
Llegaste y después de tantos años
de tantas alegrías logramos formar
una gran familia...
Gran excepción que formes
parte de nosotros.

Tu voz, tu risa y hasta tus gritos
se metieron en nuestras mentes
como un puñal... y duele.

Duele mucho recordarte.

Ya me cansé de busca y no hay
quien llene ese hueco que dejaste.

Unidos todos... siempre te recordamos.

Qué cadena tan hermosa provocaste.
Con que placer te recordamos.
Pero cada quien -a su manera singular-
Te inmortalizamos...

Ese 24 de Junio de 2003
Desde que te fuiste somos otros.
Es la triste realidad.
Ahora todos estamos tristes,
Lo reconocemos.
Les suplicamos a los doctores,
Les rogamos a las enfermeras,
Les pedimos a los practicantes de
Medicina y hasta a los intendentes
Del seguro social... y nada...
Todo fue en vano... nos miraban
Con desprecio y hasta hartos de
tanto suplicarles.
El cáncer ganó la batalla.
Te rogué que te quedaras
carnal...
Querías, pero no pudiste.
Ya no escuchaste y...
Simplemente te marchaste.

Nos dejaste viéndote a nuestra
querida madre, ¡estupefacta!, a nuestra
cuñada Verónica -atónita-, a Alejandra y
a mí perplejos.
Llegando ese momento al que todos
le sacamos la vuelta:
¡la hora de la muerte!
Ya llegaban nuestros demás hermanos:
El otro cuate, Camerina, César, Ana...
Todos con el llanto, si no en silencio
con poco murmullo... confusos.
Es cierto, desde que te fuiste
No es lo mismo.
Tu ausencia nos volvió a todos
a la realidad de la vida.

Tu proceder -en vida- tal vez,
No fue el idóneo, pero sí
el satisfactorio para ti.
Pero..
No hay duda supiste ser
Un buen hermano, un buen
Primo, tío, trabajador...
Tus cuentas, todas...
Las dejaste saldadas..

Descansa en paz...
Así sea.


Rafael Michel


A veces me pongo a pensar que no existe en el mundo una persona como tú
Qué lindo es a la vez sentir tu cariño, mirar esos ojos en los cuales veo tanto amor, ese mismo amor que siento yo al verte.
Ver tus ojos tan tiernos y tu sonrisa tan bonita se ha convertido en lo más importante de cada instante de mi vida, Me gusta tu sonrisa, me encanta escuchar tu risa, te cuento amor mis sueños han sido simples y sencillos, nada del otro mundo. Paseos por los sitios mas bonitos que pudieramos imaginar, sonrisas y besos que no tuvieran fin.
Hoy me siento enamorada de tu boca porque me enloquecen tus besos y tus caricias porque a mi me pertenecen…Me encanta poder decir que te amo, y saber que lo nuestro es asi de especial. A tu lado siento paz y felicidad.
De tanto que te he escrito a veces que ya no sé lo que me queda por escribir pero luego me detengo a pensar en ti y me lleno de nuevos sentimientos me lleno de más y más amor por ti.
Amor me pongo a pensar en como era antes, en como soy ahora y como sere luego con tigo...
La verdad mi amor me has cambiado demasiado mucho mucho diria yo, tu me has enseñado tantos valores como lo es la paciencia la educación y sobretodo el amor y la alegría.
Solamente tu me enseñaste lo que es sentirse amada lo que es sentir que alguien te apoya en cada instante sea bueno o malo, tu me has enseñado muchisimas cosas mas de lo que esperaba y la verdad amor te agradezco por que este sentimiento tan lindo que siento hoy es solo gracias a ti TE AMO!
Quiero estar contigo porque realmente vale la pena tenerte a mi lado, vale la pena compartirte mis sentimientos, alegrias y tristezas…mi vida a toda hora pienso en ti no hay un instante del día en el que no piense en ti.
Me has hecho tan feliz con solo estar a mi lado y esque cada vez que te veo siento tanta alegria, tanta felicidad, algo que me dice que eres lo que siempre busque, me hace sentir lo hermosa que puede ser la vida.


Susana


"Lo esencial es lo que hace, que la vida valga la pena!
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas...
Gente a quien los golpes duro de la vida les enseño a crecer con toques suaves en el alma...!


Jackselins Arteaga


suicidio


me pregunto si vale la pena .............. me pregunto si aun ¿si valgo la pena?
sentada en la obscuridad de mi habitación con lagrimas en los ojos, pienso en todo aquello
que deje ir, en todo aquello que aun tengo, y en todo aquello que quizá nunca tendre
en mi mente, las voces gritan en un tumulto de ruido que no logro descifrar
y desespero.... mi corazón late fuertemente a punto de estallar
siento que muero de apoco , sin nadie que me diga un te quiero, algo que me haga
claudicar a estos pensamientos impuros que en mi mente oscilan vacilantes
entre las calles estrechas y marchitas de mi cerebro.
los recuerdos de aquellos días felices hacen mi sufrimiento aun mas profundo
mis lagrimas cuales torrentes de agua salada inundan hasta mi garganta
un grito desesperado brota de mi ser preguntando el porque.... y sufro
sostengo una navaja entre mis manos observando su color plata
su brillo me atrae, me atrapa, quitarme la vida de mi mente no escapa.
levanto la mirada al cielo esperando una señal divina
que me ayude a entender el porque de mi vida, pero no hay nada solo la obscuridad
en un cielo sin estrellas, sin luna..... que hacen mi tristeza aun mas profunda
cierro los ojos..... una imagen hermosa cruza por mi mente se dibuja de a poco tu sonrisa
recordarte me hace sentir feliz aunque solo por un instante
recorro el lado punzante con mis dedos imaginando en silencio la sensación
al momento de clavarla en mi piel.... mas lagrimas escapan de mi ser
y me pregunto. ¿tendre el valor para provocar el fin de mi vida? undo la navaja en mi
muñeca extrendiendo la abertura que esta deja a su paso hasta mi antebrazo
el dolor hace que de mi boca escape un grito ahogado en lagrimas.
ya es tarde para arrepentirse con poca fuerza tomo la navaja y la undo de igual manera
en mi otra muñeca siguiendo los mismos pasos, siento como el tibio liquido vital color rojo
brota de ambos brazos acompañado de dolor físico, que en nada se compara al dolor de mi alma
y sonrió pues dejare de ser una carga.... en mi mente las disculpas
comienzan a dibujarse:

no se como empezar: mi amor perdón por no haber sido
lo que tu merecías, por no haberte dado el amor infinito que de mi debiste recibir
padre: se que siempre estuviste para apoyarme .... perdóname te amo
madre: ¿ quien como tu? amiga, hermana te llevo en el alma
amigos, hermanos: compartí alegrías y tristezas con ustedes pero siento que hoy es tiempo de partir

no tendré tiempo de decirlo, no hay donde escribirlo
supongo que jamas sabrán cuanto los ame, y cuales fueron mis razones para abandonarlos
siento la debilidad de mi cuerpo apenas puedo abrir los ojos.
la sangre corre a prisa fuera de mi cuerpo dibujando en el suelo de mi habitación una hermosa
estela color roja no puedo mas que observarla
mis lagrimas aun ruedan por mis mejillas acompañadas por el
arrepentimiento..... ¿ pero que he hecho ? intento gritar sin fuerza alguna
mis pulmones no logran reunir el aire, mi intento desesperado es en vano
el ultimo aliento de vida va escapando de mi cuerpo
levanto la mirada.... ya no hay dolor
tengo la extraña sensación de felicidad en medio de esta calamidad
y sigo viendo tu rostro
y llega el final mis ojos se cierran, ya no queda mas que mi cuerpo inerte
adiós


Nancy Vanessa Gonzalez Ortega


El dolor de tu ausencia me esta matando lentamente
una lagrima recorre mi rostro,
un grito de desesperacion se me escapa,
pero solo el silencio de la soledad me responde,
qe no deja de reclamar tu cuerpo

En secreto el llanto qe ahoga, mi alma..
sin saber solo pide una explicacion, el porqe ya no estas
el porqe te fuiste …

El cielo me me cubre con su manto de oscuridad, en esa noche infinita bSe van cerrando mis parpados solo me qedan mis ilusiones… mis sueños…

Mi dolor se convierte en una pesadilla de la qe no puedo despertar ..
Mis palabras temblorosas repiten una y otra ves, porqe te fuiste porqe ya no estas…
Solo me qedan mis ilusiones mis sueños que elimina el camino que sigas adelante y vuela lejos yo se que podras hacerlo tienes virtudes anmelos podras caminar si miQuererte amarte tenerte, tres sentimientos aunque aparentemente diferentes son únicos, pero que en realidad siento.
Sabes yo te quiero por todo lo que en verdad eres y lo que me das, el amor maravilloso y la ternura cálida que a veces sencilla me das, me reconoce en un maravilloso mundo del cual yo formo parte que es tu vida. El estar contigo me da la satisfacción de poder pasar pero la vida.:



vi en tu ojos que me amas con locur
Hasta que nos encontremos otra vez
y volveremos a repetir nuestra linda historia de amor que vivimos algún dia. Pero no
importa cuan lejos estes
no importa donde puedas estar,
Yo solo cierro mis ojos y ahí estaras.
tu mi amado esposo que amo con todo mi corazon
yo deseo que llegue ese dia
cuando me digas:
elizabet ya puedes venir a mi lado y sin pensarlo


elizabeth rojas rumualdo


Te espero; hace más de un año que te fuiste, dejandome el recuerdo del sabor desabrido de un rancio limón. Y yo queriendote querer, quedarme contigo, los dos, y tu no... Pero ya no estabas aquí, solo quedaba aquel recuerdo amargo, entonces, te supuse olvidada. Ahora te consiento en mis sueños y lloro tu ausencia. Quiero volver, aunque me fui. Quiero acabar lo poco que quedo y olvidar tu recuerdo, para poder mirarte a los ojos, por los que aún veo... borroso. Intento buscar y largarme con cualquiera que se parezca a ti, pero estoy más triste que nunca y te siento más cerca aunque no estes aquí.

Ya no tomo en los bares, no hago nada en exceso, ya no lloro como antes, y empero el dolor de tu ausencia en mi alma insiste en no largarse como tu lo hiciste. Tu, la que querias quedarte a mi lado, cuando nos la jugo la vida, tu me la jugaste a mi, sin mirarme a los ojos y explicare por qué, el fin; y si supieras como te echo de menos cuando aprieta el frio, cuando nada es mio.

Hace más de un año que te fuiste y hoy que estoy más triste que nunca, por fin comprendí, que los días en que podia tomar decisiones en nombre de mi corazón eran días idos y que por gritar al filo de la aurora no se me olvida que no puedo olvidarte y me sentí abandonado a una suerte, que a pesar de mis errores, no creía merecer, y sabiendo que jamás nos vamos a perdonar lo que pasó te espero. Mientras tanto,me cuentan que el olvido no te sienta tan mal.

Y tu que no me querías cerca me ofreces quedarme contigo, y Yo, que deje de sufrir por lo inevitable supuse que acepte al prolongar mi silencio, ante tu propuesta. Que va!!!; es más maravilloso sentirte aunque no estés. Así, te recuerdo amorosa, por qué para que dormir contigo, si ya no estamos juntos, si no es lo mismo venir, que irse llorando.


Carlos Ariel Garrido Mendoza


Ya! no quiero tener mas amigas YA ESTOY HARTO! amigas donde sea todas ellas diciendome un sin sentido te quiero un sin razon te adoro una frase tan absurda como "mejor como amigos" bah! patrañas! si supieran leer mi mente quedarian atormentadas el resto de su vida como vivir sin estar vivo? no se, me siento muerto
escondido mi putrefacto cadaver tras un belo de alegria felicidad
si supieran lo que es tener el corazon lleno de amor y cada intento de demostrarlo lo pisotean desgarran y rompen.
si pudieran sentir mi agonia savrian que no existe el infierno ya que este mundo lo es.
y yo bagando herrante por este infierno esprando que alguen tenga el balor de traspasar el belo, que resusite mi cadaver y que asepte mi amor.
que si bale la pena conoserte? jaja! valio la pena solo para darme cuenta de que estare con los mismos acompañantes. la soledad y la muerte quien nesesita mas compañia? teniendo esas 2 personificaciones de mi ser?
7,000,000,000 personas en el mundo son muchas pero apesar de eso me siento solo en un planeta desolado donde ni animales existen que hagan compañia.
vivir asi no es vida, y si no es vida es muerte y yo estoy muerto.

ahora entiendo por que la frase "Y cuando volteo a ver las estrellas, veo en ellas el brillo de tus ojos. Será por que eres tan inalcanzable como ellas???? Da igual me encanta verlas" me yego tanto.
siendo tu una estreya mas en el firmamento.


Edgar Rubén Leõn Galicia




... un día decidi lo que queria en mi futuro y para el, tome la decision de amar y ser amada, tome la decision de formar un hogar, tome la decision de entregarme en cuerpo y alma, tome la desicion de que fueras TU EL DUEÑO DE MI MUNDO,el dueño de mis sueños, de mi vida, de mis ilusiones...POR ESO ME CASE CONTIGO! en fin crei y estaba segura de que todo iba a salir como esperabamos los dos, fue pasando el tiempo y cuando mas segura estaba de lo que estaba viviendo y que no me cambiaba por nadie, se te ocurrio la garandiosa idea de que te ibas de mi lado, sin nisiquiera preguntarme q pensaba al respecto, solo te fuiste llevandote contigo todas mis fuerzas y mis ganas de seguir adelante, mis iluciones, nuestros planes, mis ganas de formar un hogar... en fin fue tu desicion no la mia y aunque no estaba de acuerdo ya no podia hacer nada al respecto, sin embargo un día te dignaste a llamarme y dejarme saber de nuevo de ti, te pedi que volvieras, por que aunque me había dolido tu partida estaba dispuesta a vovler contigo, mi amor era tan grande por ti que no me importaba mas nada solo estar a tu lado y alvidarme de todo... ahora que mi desicion ha sido dejarte libre, sin nada que te ate ami... es ahora cuando tu ves el problema... ... UN DIA QUISE QUE FUERAS MI PRESENTE Y MI FUTURO AHORA NO QUIERO NISIQUEIRA QUE SEAS MI PASADO... POR QUE FUE TANTO EL DOLOR QUE ME CAUSASTE QUE.... ESO NISIQUIERA VALDRIA LA PENA... HAS TU VIDA QUE YO ESTOY TRATANDO DE HACER ALGO CON LO QUE DEJASTE DE LA MIA... RECUERDAS LA FOTO QUE UN DIA PINTASTE PARA MI???... DESDE HOY NO EXISTE! NO TEDESEO EL MAL POR QUE LA PERSONA QUE UNO AMO... NUNCA LE DESEA EL MAL Y AHORA CONTIGO NO HARE LA ESEPCION, CUIDATE MUCHO QUE DIOS TE BENDIGA Y SIEMPRE DESEARE LO MEJOR PARA TI ... PERO POR FAVOR NO ME BUSQUES, NO ME LLAMES HAS DE CUENTA QUE DESDE EL 2 DE MAYO DE 2006 NO EXISTO PARA TI... ATT: PAOLA ANDREA VILLADA

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PAOLA VILLADA


DEBO SER FELIZ

Debo ser feliz
Por siempre feliz,
El pasado ya fue
El futuro ya viene
Lo que importa es el presente.

En cualquier lugar que me encuentro
Soy feliz, muy feliz…
Un sentimiento si existe.

En el pasado tuve un amor
Que se encuentra lejos de aquí,
Yo que tanto lo ame
Ni cuenta se dio.
El amor es así,
Que se va y que viene.

Para que sufrir por algo
Si no vale la pena.
Lo único que quiero es ser feliz,
Tener una vida
Lleno de alegría.


En el pasado pensé que con ella iba ser feliz,
En el presente pienso que todo fue en vano,
Y en el futuro pensare que siempre seré feliz,
Siempre seré feliz……
Por eso debo ser feliz.


Victor Alfredo Ticlla Calla


Mi pasado fue la soledad, mi presente no va muy bien y si asi sigue el presente no me quiero imaginar el futuro, entonces ¿Vale la pena seguir con el intento de lo que llamamos vida?


Cristian Herrera


Sabes algo...TE ADMIRO..
Pero hay una lucha en mí que no sabe que admira más de ti…
Si tu dedicación a lo que te gusta, el esfuerzo por alcanzar tus sueños o la inteligencia que desbordas. Sin embargo, la sonrisa tierna que emanan tus labios, y esa mirada dulce que tus ojos me brindan, son otros aspectos que erizan mi piel cuando los recuerdo.
Pensar con el corazón no es fácil, pero tu espíritu en mí basta para que el corazón razone con amor…y digo amor dudando, porque esa palabra TIENE MUCHOS SIGNIFICADOS..POR TODOS LOS TIPOS DE AMOR QUE EXISTEN Y para lo que siento por ti.
Por amor las personas se casan, tienen hijos, pelean, gritan, están juntas, se quieren…La mayoría cree que de eso se trata el amor, y tal vez sea así. Pero lo mío no es amor, es algo mucho más grande. Porque yo no tendré nada de eso contigo y aún así llenas mi alma.
No necesito nada más de ti, solo tu persona como amiga, como el ser que me hizo creer en mí y en las casualidades de la vida. Solo necesito la mujer que admiro infinitamente por su personalidad. Solo necesito tu amistad y confianza, pero me brindas mucho más.
Esto se salio de control, pero estoy feliz por que haya pasado así.
Las personas dictan las reglas, pero no plantearon alguna que nos diga que tenemos que seguirlas. La mayoría de los humanos basan los aspectos de su vida dentro de lo “normal” y doy gracias porque lo nuestro no es ni normal, ni razonable y si demasiado cuestionable. Porque es eso precisamente lo que me ha permitido valorar lo que el destino puso frente a mí: un ejemplo a seguir y un aprendizaje de tomar las cosas buenas de las situaciones, personas y de la vida.
Puso frente a mí una madurez para enfrentar la realidad cuando es necesario. Puso frente a mí, a un ser que me hizo creer en la amistad sobre todas las cosas y lo más importante, me dio la oportunidad de ilusionarme de algo que realmente vale la pena...en algún momento de mi vida...aunque hoy dia..SOLO ERES ALGUIEN MUY ESPECIAL QUE LLEGO MUY DENTRO DE MI.
Contigo es difícil contenerse. A ti, es a quien debo decir: “eres parte de mi”.
Diría te amo, pero uno puede llegar a amar a muchas personas a lo largo de su vida.
Te digo Te admiro, por que en la vida hay pocas personas dignas de admiración, la mayoría de ellas fuera de nuestro alcance, pero tú estás conmigo aunque estarás lejos…por eso prefiero decir desde mi corazón TE ADMIRO.
Gracias por simplemente llegar a mi vida..y llenarme de tanto... aun en la distancia..aun en el silencio..

TE ADMIRO POR SOBRE TODO..TE QUIERO Y TE RESPETO..N..AGUEDA


LAPOLI


PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Yo no quiero simplemente añade nuevos DVD a la pila. Así que pienso, '¿Esto va a tener un impacto y un valor duradero? ¿Vale la pena para mí que pasar dos años de mi vida de mediana edad en esto? ' Son mis criterios, y creo que me a proyectos más urgentes de Led.


Larry Charles


Soy tan heterosexual como cualquier persona es necesario. Estoy abierto sobre mis relaciones - o su ausencia - en mi propia vida, porque quiero hacer el caso que gay no es contagiosa. No es algo que se puede tomar o aprender o elegir.


Hal Sparks


Milly o la tierra natal

¿Por qué, pues, pronunciar ese nombre de patria?
En su exilio brillante se estremece mi pecho
y resuena de lejos en el alma afligida
como lo hacen los pasos o la voz de un amigo.

¡Oh montañas veladas por la niebla de otoño,
valles que entapizaban las escarchas del alba,
sauces cuya corona deshojaba la poda,
viejas torres doradas por el sol de la tarde,

muros negros del tiempo, lomas, cuestas abruptas,
manantial donde van a beber los pastores,
gota a gota esperando aguas raras y límpidas,
con sus urnas dispuestas mientras hablan del día!

Choza que hace brillar el fulgor de la lumbre
y que amaba el viajero por humear a lo lejos,
sólo objetos, ¿o acaso tenéis alma también
que se pega a nuestra alma y a la fuerza de amar?

Yo vi cielos azules cuya noche es sin brumas,
toda de oro hasta el alba bajo un brillo de estrellas
que en su curva infinita redondeaban la cúpula
de cristal que jamás ha empañado algún viento.

Y vi montes cargados de limones y olivas
reflejar en las aguas sus inquietos perfiles;
y en sus valles profundos al impulso del céfiro
balancearse la espiga y la cepa madura;

en los mares que apenas son un leve murmullo
vi del agua luciente la ondulante cintura
apretando y soltando en sus pliegues azules
de sus riscos mellados los contornos inciertos

extenderse en el golfo como mantos de luz,
y blanqueando el escollo con sus flores de espuma
llevar hasta lo lejos de un poniente rojizo
islas» que eran el lecho como de oro del sol;

allí abriéndose a mí me mostraban sin límite
todo un mar infinito donde habita el misterio;
vi las cumbres altivas, cual del aire pirámides,
donde estío fundía el abrigo invernal,

descendiendo en peldaños hasta el fondo de valles
con laderas pobladas por aldeas y frondas,
con picachos y rocas que se yerguen, bajando
en pendientes de hierba para huir deslizándose,

mientras curvas humeantes, con un ruido de trueno
sus torrentes de espuma y sus ríos en polvo,
en sus flancos que son ya de luz ya de sombra,
con oleadas oscuras y con islas radiantes,

se ven valles profundos caros al soñador,
ascendiendo, bajando y ascendiendo otra vez,
y allí desde la raíz de sus amplias murallas,
entre abetos y robles por la tierra esparcidos,

en los lagos o espejos que a su sombra dormitan
dar sus verdes reflejos o su imagen oscura,
y en el tibio azul claro de estas límpidas aguas
ser la nieve un temblor y algo fluido los cerros.

Visité esas orillas y ese albergue divino
que la sombra del vate eligió como tumba,
esos campos que pudo la Sibila-" mostrarle,
y el Elíseo y Cumas; y a pesar de todo eso
no está allí el corazón...

Pero existe también una estéril montaña
que no tiene ni bosques ni hontanares, con una
cumbre humilde minada por la acción de los años,
que por su propio peso día a día se inclina

y que pierde su tierra derramada en barrancos
conservando un boj seco de raíz descarnada,
con roquedos a punto de caer si los pisa
con su pata ligera algún chivo nervioso.

Con el tiempo esos restos al caer han formado
como un cerro que mengua y que va escalonándose
hasta muros que sirven de pared protectora
a unos campos avaros que ha regado el sudor;

unas cepas con brazos que no encuentran sus arces
por la tierra serpean o en la arena se arrastran,
y hay zarzales en donde el zagal de la aldea
coge un fruto olvidado que disputa a los pájaros;

allí ovejas escuálidas de las chozas vecinas
ramonean dejando entre espinos su lana.
Lugar donde la música de las aguas de estío
o el temblor del follaje que sacuden las brisas

o los himnos que entrega el ruiseñor a los aires,
no conmueven el pecho ni el oído seducen,
sino que bajo un cielo que es de bronce perpetuo
la cigarra ensordece con su grito escondido.

Hay en estos desiertos una rústica casa
que recibe tan sólo de este monte la sombra,
con paredes golpeadas por la lluvia y los vientos,
con los musgos antiguos ocultando su edad.

En su umbral pueden verse tres peldaños de piedra
y allí puso el azar de una yedra las raíces
que mezclando cien veces sus enredos de nudos
con sus brazos esconde las injurias del tiempo,

y curvando en un arco sus volutas agrestes
es el único adorno de aquel rústico porche.
Un jardín que desciende por el flanco de un cerro
muestra cara al poniente un sediento arenal.

No sujeta, la piedra que el invierno ha tiznado
es el triste jalón del recinto minúsculo.
Esa tierra que hieren las azadas exhibe
sus entrañas desnudas de la hierba y la sombra;

ni esmaltadas alfombras ni el verdor hecho bóveda,
ni un arroyo en los bosques, ni frescor ni murmullo;
solamente seis tilos que el arado olvidó,
con un poco de hierba extendida a sus pies

dan en tiempo de otoño sombra tibia y escasa,
que es más grata a la frente bajo un cielo tan duro;
árboles que en sus frondas, en mi infancia feliz,
albergaron los sueños más hermosos que tuve.

En aquellos lugares que suspiran por agua
hay un pozo en la roca que el frescor nos esconde,
y allí el viejo, después, de muy largos esfuerzos,
mientras gime descansa su urna sobre el brocal;

la era donde el mayal sobre tierra pisada
bate rítmicamente las dispersas gavillas,
y la blanca paloma y el humilde gorrión
se disputan la espiga que el rastrillo olvidó;

y esparcidas por tierra, herramientas del campo,
yugos rotos y carros que duermen bajo porches,
ejes ya sin los rayos que quebró la rodada,
y la reja inservible que embotaron los surcos.

Nada alivia la vista de su estéril prisión,
ni las cúpulas áureas de soberbias ciudades,
ni la senda de polvo, ni a lo lejos un no,
ni los blancos tejados a la luz de la aurora.

Solamente esparcidos de distancia en distancia
los refugios agrestes que los pobres habitan,
junto a sendas estrechas que dispuso el desorden,
con tejados de bálago y paredes ahumadas,

se ven donde el anciano que se sienta a la puerta,
en su cuna de juncos duerme al niño que llora.
¡Una tierra sin sombra, sin colores los cielos,
unos valles sin agua! ¡Y allí está el corazón!

Éstos son los lugares, los sagrados parajes
de los cuales el alma rememora la imagen,
y que forjan de noche mis ensueños más bellos
hechizando los ojos con antiguas visiones.

Allí cada momento, cada aspecto del monte,
cada ruido que se alza por la noche en los campos,
cada mes que retorna como un paso del tiempo,
y hace verdes o mustia esos bosques y prados,

y la luna que mengua o que crece en la sombra,
y la estrella que asciende por la oscura colina,
los rebaños del monte que la escarcha ha expulsado
y que vuelven al valle con su andar vacilante,

viento, espino florido, hierba verde o marchita,
y la reja en el surco y en los prados el agua,
todo me habla una lengua que resuena aquí dentro,
con palabras que entienden los sentidos y el alma:

resonancias, perfumes, tempestades y rayos,
y peñascos, torrentes, y esas dulces imágenes
y esos viejos recuerdos que en nosotros dormitan,
que un lugar nos conservan y devuelven más dulce.

Allí está el corazón que se vuelve a encontrar;
todo allí me recuerda, me conoce y me ama.
Allí abundan amigos en todo este horizonte,
en cada árbol releo una historia pasada

y también cada piedra tiene un nombre que es suyo;
«¿qué más da que este nombre, como Palmira o Tebas,»
no recuerde los fastos de un imperio grandioso
ni la sangre vertida a la voz de un tirano

o esos grandes que el hombre llama azotes de Dios?
El lugar cuya trama nos cautiva la mente,
que aún rebosa de fastos que no olvida nuestra alma,
me parece tan grande como el campo glorioso

que fue cuna o sepulcro de un imperio inseguro.
¡Nada es vil! ¡Nada es grande! Todo el alma lo mide.
Al nombrar una choza puede un pecho agitarse,
y sobre monumentos de los héroes y dioses
el pastor pasa y silba y desvía los ojos.

He aquí el banco rústico que servía a mi padre,
y la sala que oyó su voz fuerte y severa,
cuando aquí los pastores, en sus rejas sentados,
le contaban los surcos hechos en cada hora;

o tal vez palpitante de sus días de gloria
nos contaba la historia de los regios cadalsos;
y aún viviendo el combate en que había luchado,
al contarnos su vida la virtud enseñaba.

Y el vacío lugar en que siempre mi madre,
al suspiro más leve de su casa salía
para hacernos llevar o la lana o el pan,
y vestir la indigencia o dar vida al hambriento;

y aquí están las cabañas donde su mano amante
las heridas curaba con aceite y con miel,
y muy cerca del lecho del anciano expirante
no dejaba de abrir ese libro que da

todavía esperanza al que deja la vida,
recogiendo suspiros que eran casi estertores
y llevando hacia Dios su postrera ansiedad,
y cogiendo la mano del menor de nosotros,

a la viuda y al niño, de rodillas ante ella,
les decía enjugando de sus ojos las lágrimas:
«Os doy un poco de oro, devolvedlo en plegarias.»
Y el umbral a la sombra donde nos acunaba,

y la rama de higuera que curvaba su mano,
y el estrecho sendero que cuando las campanas
en el templo lejano atronaban el alba,
tras sus pasos subíamos al altar del Señor

con el fin de ofrecerle dos inciensos muy puros
que eran nuestra inocencia junto con nuestra dicha.
Y su voz aquí mismo, muy piadosa y solemne,
nos hablaba de un Dios que en la madre sentíamos,

señalando la espiga encerrada en su germen,
el racimo que daba su brebaje aromático,
la ternera" trocando plantas verdes en leche,
y la peña agrietada por manar de las fuentes,

y la lana de oveja que a las zarzas se roba
para así tapizar dulces nidos de pájaros,
y aquel sol siempre exacto en sus doce mansiones
repartiendo en su entorno estaciones y horas,

y esos astros nocturnos salvo a Dios incontables,
mundos que el pensamiento casi no osa escalar,
enseñaba la fe hija de agradecidos,
y hacía admirar a nuestra simple infancia

que el insecto invisible a los ojos y el astro
en los cielos tenían padre igual que nosotros.
Esos brezos y campos, esos prados y viñas
tienen muchos recuerdos y sus sombras amadas.

Aquí mismo jugaban mis hermanas, y el viento
las seguía jugando con sus rubios cabellos;
allí con los pastores en la cumbre del cerro
encendía fogatas con ramaje y espinos,

y mis ojos, pendientes de las llamas del fuego
las veían ondear horas y horas enteras.
Allí contra el furor del temible aquilón
este sauce vacío nos prestaba su tronco,

y yo oía silbar en su fronda ya muerta
brisas que aún rememora como música el alma.
Y aquí el álamo está, inclinado al abismo,
que en el tiempo de nidos nos mecía en su copa,

y el arroyo en los prados cuyas aguas dormidas
lentamente inundaban nuestras barcas de caña,
y la encina, la peña, el molino monótono,
y aquel muro que al sol, en los días de otoño,

me veía sentado, cerca de los ancianos,
contemplando el crepúsculo con atenta mirada.
Todo aún sigue en pie y en su sitio renace;
aún seguimos las huellas de mi andar por la arena;

sólo un corazón falta que lo pueda gozar.
¡Ay de mí! Que la luz disminuye y se pierde.
Como espigas en la era, dispersó la existencia
lejos de la paterna heredad a los hijos,

y a la madre también, y ese hogar tan amado
se parece a los nidos de los cuales ha huido
la veloz golondrina en los largos inviernos.
Ya la hierba que crece en las losas antiguas

borra en torno a los muros los senderos domésticos,
y la hiedra, flotando como un manto de luto,
cubre a medias la puerta y hasta invade el umbral.
Tal vez pronto... ¡Oh Dios mío, oh presagio funesto!,

tal vez pronto un extraño al que nadie conoce,
con el oro en la mano del lugar se hará dueño,
oh lugares que habitan, según nuestra memoria,
tantas sombras queridas, familiares, y entonces

todos nuestros recuerdos de las cunas y tumbas,
huirán a su voz igual que las palomas
echarán a volar de su nido en el árbol
de los bosques que el hacha abatió para siempre,

y que ya no sabrán donde van a posarse.
¡No permitas, Señor, tanto llanto y ofensa!
No toleres, Dios mío, que nuestra humilde herencia
pase de mano en mano a vil precio comprada,

como el techo de gentes que vivieron del vicio,
arruinados, o el campo que fue de unos proscritos.
Que un extraño avariento venga con paso altivo
y que pise el humilde surco que años atrás

fue también nuestra cuna sobre un campo de hierba,
a expoliar a los huérfanos, a contar sus monedas
donde sólo tenía la pobreza un tesoro,
blasfemando tu nombre aquí bajo estos pórticos

donde antaño mi madre enseñaba a la voz
de sus hijos los cánticos que exaltaban tu gloria.
Ah, prefiero cien veces que entregada a los vientos
penda roto el tejado sobre el muro decrépito;

que las flores mortuorias, los espinos, las malvas,
broten entre las ruinas de los atrios deshechos.
Que el lagarto dormido allí al sol se caliente,
que en las horas del sueño Filomela allí cante,

que el humilde gorrión y las fieles palomas
allí junten en paz bajo el ala a sus crías,
y que el ave del cielo tenga allí su nidada
donde antaño durmió la inocencia en su lecho.

Ah, si el número escrito por los altos destinos
alcanzara la edad de los blancos cabellos,
ojalá, feliz viejo, allí mengüen mis días
entre tales recuerdos de mis simples amores.

Y ojalá cuando sean los benditos tejados
y estos tristes escombros para mí solamente
todo un pueblo de sombras, ojalá pueda entonces
reencontrar en los nombres, en los mismos lugares,

tantos seres amados que los ojos no ven.
Y vosotros que acaso viviréis cuando yo
sea helada ceniza, si queréis dedicarme
algo grato al recuerdo, elevadme algún día...

Pero no, no elevéis nada que me recuerde;
sólo cerca del sitio donde duerme la humilde
esperanza de aquellos que llamamos cristianos,
en los campos cavadme ese lecho que quiero,

como el último surco donde va a germinar
otra vida. Extended sobre mí un lecho herboso
que el cordero del pueblo ramonee en primavera,
donde todos los pájaros que años ha mis hermanas

consiguieron que fueran del lugar habitantes,
aquí acudan a amar y también a cantar
en mis noches tranquilas. Y para señalar
mi lugar de reposo, que despeñen rodando

de las altas montañas un fragmento de roca;
sobre todo que no haya un cincel que lo talle
ni que borre ese musgo de los días antiguos
que oscurece su cara, y que al paso de inviernos,

incrustado en la piedra, dé en sus letras vivientes
una fecha a sus años; y que no haya ni cifras
ni mi nombre grabado en tal página agreste.
Ante la eternidad toda edad se confunde,

y Aquel que con su voz a los muertos despierta,
aunque falte mi nombre sé que no va a olvidarme.
Allí bajo mis cielos, al pie de las colinas
que cubrieron antaño con sus sombras mi cuna,

junto al suelo natal, junto al aire y al sol,
con un sueño muy leve esperaré el despertar.
Mi ceniza mezclada con la tierra que me ama
volverá a tener vida incluso antes que el alma,

será verde en los prados y color en las flores,
en las noches de estío beberá los perfumes
y los llantos del aire; y al llegar de aquel día
que no tiene crepúsculo la primera centella

que podrá despertarme a la aurora sin fin,
cuando se abran los ojos volveré a ver lugares
que en mi vida adoré y que vi tantas veces,
nuestra aldea y sus piedras con el fiel campanario,

la montaña y el cauce seco de este torrente,
y los campos resecos; y juntando ante mí
con la nueva mirada tantos seres queridos,
cuya sombra dormía aquí cerca entre escombros,

mis hermanas, un padre y una madre que es alma,
no dejando cenizas que conserve la tierra,
igual que el viajero desembarca y dirige
al navío miradas en las que hay gratitud,

nuestras voces dirán al unísono entonces
a todo este lugar que rebosa delicias
nuestro único adiós ya sin mezcla de lágrimas.


Alphonse de Lamartine




Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él.


El éxito en la vida consiste en seguir siempre adelante.


Samuel Johnson


Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla.


Paulo Coelho




Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.


En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.


Paulo Coelho


Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener valor para buscarte y cometer todo delito que este amor exija. "Quieta ahí, tus labios o la vida".


Ismael Serrano