Ramon gomez de la serna poemas. Encuentra docenas de ramon gomez de la serna poemas con fotos para copiar y compartir.
¡Ese soy yo!
Cuando vi sacar aquel cadáver del agua, grité:
-Ese soy yo? Yo.
Todos me miraron asombrados, pero yo continué: ?Ese soy yo? Ese es mi reloj de pulsera con un brazalete extensible...
El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo.
Los que matan a una mujer y después se suicidan debían variar el sistema: suicidarse antes y matarla después.
Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo.
Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que piensan que todas las mujeres son diferentes.
Es difícil determinar cuando acaba una generación y comienza otra. Diríamos más o menos que es a las nueve de la noche.
En la vida hay que ser un poco tonto porque sinó lo son solo los demás y no te dejan nada.
Ese precioso y necesario don del sentido común, que es el menos común de los sentidos.
¿Por qué cuando vamos a pedir los gemelos de teatro al compañero de palco es cuando él se los lleva a los ojos? Porque ha visto a la misma mujer.
Los tenores de ópera parecen algo más que tenores de ópera, pero no son más que tenores de ópera.
Al leer los periódicos en el hall de los hoteles sospechamos que alguien les ha robado la noticia más interesante.
Cuando se vierte un vaso de agua en la mesa se apaga la cólera de la conversación.
Madrid es tener un gabán que abriga mucho y con el que se puede ir tranquilo hasta a los entierros con relente. Madrid es no admitir lo gótico. Madrid es la improvisación y la tenacidad. Madrid es ...
Las croquetas deberían tener hueso, para que pudiéramos llevar la cuenta de las que comemos.
El otro lado del río siempre estará triste de no estar de este lado. Esa pena es de lo más insubsanable del mundo y no se arregla ni con un puente.
Cuando el escritor ha llegado a la vejez, es cuando sospecha que el artículo que está escribiendo lo escribió ya otra vez.
El único que cambia de verdad la faz del planeta es el que ara modestamente el terruño.
Lo más triste cuando no se ha llegado al primer acto de una obra teatral es que cuando vamos a sentarnos notamos que nos han dado por muertos y han ocupado nuestro asiento.
Tenía orejas ideales para sostener el lápiz, y por eso hubo que dedicarle al comercio.
Al pasar un barco entre dos casas, parece un barco de teatro entre bastidor y bastidor.
La única alegría de los casados está en asistir a la boda de los otros... ¡Alegría diabólica!
Todas las ciudades si desapareciesen por completo no sé si resucitarían o quedarían en ruinas. Nápoles habrá de resucitar época tras época por el sitio en que está y porque la dulzura de vivir...
Nos desconocemos a nosotros mismos porque nosotros mismos estamos detrás de nosotros mismos.
El capitalista es un señor que al hablar con vosotros se queda con vuestras cerillas.
Como con los sellos de correo sucede con los besos que los hay los que pegan y los que no pegan.
Cuando el segundo reloj del trayecto marca la misma hora que el reloj que vimos antes, nos hemos ahorrado el trayecto.
Cuando anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo.
El caballo con la cabeza baja mientras pace parece estar leyendo el paisaje como un corto de vista.
Solo hay un olor que puede competir con el olor a tormenta: el olor a madera del lápiz.
Hay matrimonios que se dan la espalda mientras duermen para que el uno no le robe al otro los sueños ideales.
La envidia de la felicidad ajena es como la guadaña que siempre se está afilando y afilando.
Donde rompen los amantes para siempre queda el monumento de su despedida. Lo volverán a ver intacto y marmóreo cuantas veces pasen por este sitio.
Cuando el doctor escribe la receta nos mira una última vez para ver si pone una medicina de las caras o de las baratas.
Hay mujeres audaces y generosas que suben al tranvía dejando una pierna al acaso, como simiente de alegres piernas en el vivero de las paradas.
Es conmovedor en las óperas ver que cuando lloriquea la que canta todo el coro la consuela.
A los presos los visten con pijamas de rayas para ver si vestidos de rejas no se escapan.
Te Deshojé Como Una Rosa...
Te deshojé como una rosa,
para verte tu alma,
y no la vi.
Mas todo en torno
-horizontes de tierra y de mares-,
todo, hasta el infinito,
se colmó de una esencia
inmensa ...
Cuando, Dormida Tú...
Cuando, dormida tú, me echo en tu alma
y escucho, con mi oído
en tu pecho desnudo,
tu corazón tranquilo, me parece
que, en su latir hondo, sorprendo
el secreto del centro
de...
Los Caminos de La Tarde...
Los caminos de la tarde
se hacen uno, con la noche.
Por él he de ir a ti.
amor que tanto te escondes.
Por él he de ir a ti,
como la luz de los montes,
como la brisa del ...
Sueño
Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
Igual que el tallo de la flor del cielo,
tu alteza se p...