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Reflexion acerca del milagro de vivir ( 4 )

Reflexion acerca del milagro de vivir. Encuentra docenas de reflexion acerca del milagro de vivir con fotos para copiar y compartir.


Yo sabía lo que podía pasar
Sabía que era muy probable
Que me hicieras llorar
Que esté a punto de gritar de amor
Todo lo que tú me haces sentir
Podría decirse “No es de Dios”

Qué más da si lloro?
Digo tú no tienes la culpa
Yo me fije en ti, no tu en mi
Vaya es ilógico
Sabía que me atenía a esto
Sabía lo que podía pasar
Y aun así me acerca

Es casi ilógico lo que siento por ti
Que en tan poco tiempo me hagas
Llorar así, aunque no te preocupes tanto
De vez en cuando es bueno llorar no?
Es que yo ya estoy enamorado de ti
Y no hiciste nada para que pasara así
Yo ya te quiero como a nadie más
Y eso quizás es lo más raro que me pudo pasar

Es ilógico lo que siento por ti
Es tan tonto sentir que sin ti no puedo vivir
Es tan extraño sentarme a esperar
En verdad no lo es de eso se a tratado mi vida
De eso se trata soñar, esperar
Después de intentar dar todo
Después de soñar y rogar al cielo
Que algo al final pueda funcionar.


Tovléz


Don roque era ya un anciano cuando murió su esposa. durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre respetado por los demás, proyecto al que dedicó su vida y su escasa fortuna.
a los setenta años, don roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos. esperaba que su hijo, ahora brillante profesional, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera, y decidió por primera vez en su vida acercarse y pedirle un favor.
don roque tocó la puerta.
hola papá, ¡qué milagro que vienes por aquí!
ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; además estoy cansado y viejo.
pues a nosotros nos da mucho gusto que vengas a visitarnos ya sabes que esta es tu casa.
gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo. entonces, ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes?.
¡estoy tan solo!
ehh ...¿quedarte a vivir aquí? si... claro... bueno... no sé si estarías a gusto. tu sabes la casa es chica... mi esposa es muy especial... y luego los niños...
Mira, hijo, si te causo muchas molestias olvídalo. no te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.
¡no papá no!, ¡no es eso!. solo que... no se me ocurre donde podrías dormir. no puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían... a menos que no te moleste.
¿qué cosa hijo?.
bueno... dormir en el patio.
¿dormir en el patio? bueno... el patio está bien.
el hijo de don roque llamó entonces a su hijo luis de once años.
dime papá.
mira hijo, tu abuelito se quedará a vivir con nosotros. tráele una cobija para que se abrigue y no pase frío en la noche.
sí, con gusto... pero... ¿dónde va a dormir mi abuelito?
en el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa, ya sabes cómo es..
entonces el niño subió por la cobija. tomó unas tijeras y la cortó en dos. en ese momento llegó su padre.
¿qué haces, porqué cortas la cobija de tu abuelito?.
sabes papá... estaba pensando...
¿pensando?
sí, en guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas viejo y te vayas a vivir a mi casa...

Mariano Osorio


Jackselins Arteaga




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Ya sea por un camión Mack o por insuficiencia cardiaca o pulmones defectuosos, ocurre la muerte. Pero la vida no es realmente acerca de cómo evitar la muerte, ¿no? Se trata de vivir.


Charity Sunshine Tillemann-Dick


Me resulta casi imposible permanecer cortés silencio cuando la gente me parlotean acerca de la gloria de ser dado otra oportunidad para vivir felices para siempre!


Mercedes McCambridge


Si usted está llevando fuertes sentimientos acerca de algo que sucedió en el pasado, pueden obstaculizar su capacidad de vivir en el presente.


Les Brown




Obtener opiniones correctas acerca de la vida y aprender a ver el mundo en su verdadera luz. Se permitirá vivir agradablemente, de hacer el bien, y, cuando se convocó a distancia, para dejar sin pesar.


Robert E. Lee


Mi historia de éxito y el fracaso no es solo acerca de la música y ser famoso. Se trata de vivir y de amar y tratar de encontrar un propósito en este mundo loco.


Wynonna Judd


Hay algo acerca de un divorcio en que, incluso si sus padres aún te aman, el hecho de que no pueden vivir con los demás te hace sentir que hay algo mal con usted.


Jack Black




Con la fama, ya sabes, puedes leer acerca de usted, alguien más ideas acerca de usted, pero lo importante es cómo te sientes sobre ti mismo - para sobrevivir y vivir día a día con lo que viene.


Marilyn Monroe


Parte de toda miseria es, por decirlo así, la sombra de la miseria o de la reflexión: el hecho de que no se limitan a sufrir, pero hay que seguir pensando en el hecho de que usted sufra. No solo se vive cada día sin fin en el dolor, sino que viven cada día pensando en vivir cada día en el dolor.


Clive Staples Lewis


La mayoría de la gente cree que el Creador del universo escribió (o dictado), uno de sus libros. Por desgracia, hay muchos libros que pretenden autoría divina, y cada uno hace afirmaciones incompatibles acerca de cómo todos debemos vivir.


Sam Harris


Hay dos maneras de vivir: se puede vivir como si nada fuera un milagro; se puede vivir como si todo fuera un milagro.


Albert Einstein




Como una persona de recién casados, por mucho que me encantaría que mi marido para comprar en el 'a mi manera o la carretera' filosofía, te das cuenta de que es todo acerca de comprometer y la búsqueda de una especie de término medio que todo el mundo puede vivir con.


Gabrielle Union


Solo hay dos formas de vivir tu vida. Una es pensar que nada es un milagro. La otra es pensar que todo es un milagro.


Albert Einstein


Yo me comprometo a hacer de este estado un lugar aún más para vivir, trabajar y criar una familia. Tengo la intención de llegar de frontera a frontera para escuchar de primera mano de los ciudadanos acerca de sus pensamientos, preocupaciones e ideas para nuestro estado.


Dave Heineman


Mover a Italia. Lo digo en serio: que saben acerca de la vida de la deuda, sino que no les importa. Me quedé allí durante cinco meses, mientras que yo estaba haciendo una película llamada 'Orden de la Muerte', y realmente tengo sussed. Coches Niza. Trajes bien cortados. Buena comida. Podrá pasear por el trabajo a las 10. Almuerzo: de 12 hasta las tres. Deje trabajar a las cinco. Eso es vivir!


Johnny Rotten


Una de las cosas acerca de la actuación es que te permite vivir vidas de otras personas sin tener que pagar el precio de ello.


Robert de Niro


Así que bien y sinceramente estamos obligados a vivir, reverenciando nuestra vida y negando la posibilidad de cambio. Esta es la única manera, decimos, pero hay tantas maneras como se pueden extraer los radios de un centro. Todo cambio es un milagro de contemplar, pero es un milagro que se celebra cada instante.


Henry David Thoreau


Yo digo que la virtud es realmente todo acerca de disfrutar de ti mismo, vivir plenamente, pero, por supuesto, está lejos de ser evidente lo que significa vivir plenamente realidad.


Terry Eagleton


No trates de ser joven. Solo tienes que abrir tu mente. Permanezca interesado en esas cosas. Hay tantas cosas que no voy a vivir el tiempo suficiente para conocer, pero todavía estoy curioso acerca de ellos. Sabes que la gente que ya están diciendo: 'Yo voy a ser 30 - oh, ¿qué voy a hacer? Bueno, utilice esa década! Utilice a todos!


Betty White


Aprendí una gran lección de una relación en el pasado, y que nunca iba a hablar acerca de las relaciones en la impresión de nuevo porque prefiero vivir mi vida privada que leer sobre él.


Brittany Murphy


La sociedad no es una enfermedad, es un desastre. ¡Qué milagro estúpido que uno puede vivir en ella.


Emile M. Cioran


No se puede complacer a todos. Cuando usted está demasiado centrado en vivir de acuerdo a los estándares de los demás, usted no está pasando suficiente tiempo el aumento de su propia. Algunas personas pueden susurrar, se quejan y juzgar. Pero en su mayor parte, todo está en tu cabeza. La gente se preocupa menos acerca de sus acciones de lo que piensas. ¿Por qué? Ellos tienen sus propios problemas!


Kris Carr


Tanto de vivir la vida, para mí, es acerca de la humildad y gratitud. Y he intentado muy duro tener esas cualidades y ser esa persona y yo estoy tan decepcionado de mí mismo que me permite que se mueva.


Katherine Heigl


No reparar esa relación al sentarse y hablar acerca de la confianza o de hacer promesas. En realidad, lo que reconstruye es vivir y hacer las cosas de manera diferente - y creo que eso es lo que va a hacer la diferencia.


Patricia Hewitt




Las historias sobre los dramas en curso en nuestras vidas a medida que la edad no se les dice que las mujeres tienen dificultades para ser honesto acerca de lo que está pasando - sobre, por ejemplo, nuestra sexualidad aumentada a medida que envejecemos o de vivir en una sociedad que solo los jóvenes valores.


Olympia Dukakis


Cierto es que como grupo, mucho nos ha faltado una profunda reflexión acerca de que somos un país pobre, muy pobre! que demanda del liderazgo político total respeto a la institucionalidad, apego irrestricto a principios básicos como la democracia, la justicia, la tolerancia y la aceptación de que sin excepción estamos sometidos al imperio de la ley.


Francisco Domínguez Brito


Tengo treinta y tres años y la impresión de que ha pasado mucho tiempo y que cada vez pasa más deprisa. Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan. Y empiezo a entender cómo, a medida que el tiempo se acelera, mis opciones disminuyen y las descartadas se multiplican exponencialmente hasta que llego a un punto en la enorme complejidad de ramificaciones de la vida en que me veo finalmente encerrado y atrapado en un camino y el tiempo me empuja a toda velocidad por fases de pasividad, atrofia y decadencia hasta que me hundo por tercera vez, sin que la lucha haya servido de nada, ahogado por el tiempo. Es terrorífico. Pero como son mis propias elecciones las que me encierra, me parece inevitable: si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes e intentar vivir con ello


David Foster Wallace


Creo que la vida del hombre está marcada por tres edades: la primera es la edad del impulso, en la que todo lo que nos mueve y nos importa no necesita justificación, antes bien nos sentimos atraídos hacia todo aquello -una mujer, una profesión, un lugar donde vivir- gracias a una intuición impulsiva que nunca compara; todo es tan obvio que vale por sí mismo y lo único que cuenta es la capacidad para alcanzarlo. En la segunda edad aquello que elegimos en la primera, normalmente se ha gastado, ya no vale por sí mismo y necesita una justificación que el hombre razonable concede gustoso, con ayuda de su razón, claro está; es la madurez, es el momento en que, para salir airoso de las comparaciones y de las contradictorias posibilidades que le ofrece todo lo que contempla, el hombre lleva a cabo ese esfuerzo intelectual gracias al cual una trayectoria elegida por el instinto es justificada a posteriori por la reflexión. En la tercera edad no sólo se han gastado e invalidado los móviles que eligió en la primera sino también las razones con que se apuntaló su conducta en la segunda. Es la enajenación, el repudio de todo lo que ha sido su vida para la cual ya no encuentra motivación ni disculpa. Para poder vivir tranquilo hay que negarse a entrar en esa tercera etapa; por muy forzado que parezca, debe hacer un esfuerzo con su voluntad para permanecer en la segunda; porque otra cosa es la deriva.


Juan Benet


¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida?
Pues no ser imbéciles. La palabra «imbécil» es más sustanciosa de lo que parece, no te vayas a creer. Viene del latín baculus que
significa «bastón»: el imbécil es el que necesita bastón para
caminar. Que no se enfaden con nosotros los cojos ni los
ancianitos, porque el bastón al que nos referimos no es el que se
usa muy legítimamente para ayudar a sostenerse y dar pasitos a un cuerpo quebrantado por algún accidente o por la edad. El imbécil puede ser todo lo ágil que se quiera y dar brincos como una gacela olímpica, no se trata de eso. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo: es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago. Hay imbéciles de varios modelos, a elegir:
a) El que cree que no quiere nada, elque dice que todo le da igual,
el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque.
b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y
lo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.
c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo.
Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí,
todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los que
le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.
d) El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos,
sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca
fuerza. A fin de cuentas, termina siempre haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se
encuentra más entonado.
e) El que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se
ha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despista
enormemente y termina confundiendo la buena vida con aquello
que va a hacerle polvo.
Todos estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, necesitan apoyarse en cosas de fuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propias. Siento decirte que los
imbéciles suelen acabar bastante mal, crea lo que crea la opinión
vulgar. Cuando digo que «acaban mal» no me refiero a que
terminen en la cárcel o fulminados por un rayo (eso sólo suele pasar en las películas), sino que te aviso de que suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida esa que tanto nos
apetece a ti y a mí. Y todavía siento más tener que informarte qué
síntomas de imbecilidad solemos tener casi todos; vamos, por lo
menos yo me los encuentro un día sí y otro también, ojalá a ti te
vaya mejor en el invento...
Conclusión: ¡alerta!, ¡en guardia!, ¡la
imbecilidad acecha y no perdona!


Fernando Savater


Cuán vano es sentarse a escribir cuando aún no te has levantado para vivir.


Henry David Thoreau


No busques al amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir.


Khalil Gibran


Se abren campañas por la libertad política; debieran abrirse con mayor vigor por la libertad espiritual; por la acomodación del hombre a la tierra en que ha de vivir.


José Martí


La meditación persistente sugiere siempre argumentos contra las decisiones; la profunda reflexión acaba a menudo en inercia.


Auguste Rodin


Sueña como si fueses a vivir para siempre vive como si fueses a morir hoy.


James Dean


Debemos vivir y trabajar, en cada momento, como si tuviésemos la eternidad ante nosotros.


Gabriel Marcel


Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición.


Steve Jobs


Mi música lucha contra el sistema que enseña a vivir y morir.


Bob Marley


La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella.


Che Guevara